AMANTES PODEROSAS DE LA HISTORIA – Ángela Vallvey Arévalo
«Pasajero: breve es mi discurso. Espérate y lee. / Esta piedra cubre a una mujer bella». Estela de una matrona romana.
Siempre, en cualquier conversación, existe alguien que asegura que en los refranes está la Verdad. Con mayúsculas. La sabiduría del pueblo y la experiencia como única guía en la vida. En muchos casos es así, pero en honor a ella hay que remarcar que no siempre es cierto. Un ejemplo: recordemos el manido dicho “Detrás de un gran hombre siempre hay una mujer”. Este refrán es de los más conocidos. Aunque al oírlo tengo la impresión de escuchar que los meritos de una empresa se los lleva solamente un hombre con un pelín de ayuda de una santa y sufridora acompañante. Es decir, parece que se la arrincona siendo meramente un bastón, o una apoyatura anecdótica. En este caso, y actualizando los tiempos, yo lo pronunciaría de la siguiente manera: “Junto a un gran hombre hay una gran mujer”. En paridad, sin ocultar a nadie esa verdad de la que hablábamos antes. Y no es un dato que me lo invente yo, pues a través de la Historia ha existido gran copia de mujeres que no solo han acompañado a los hombres en su andar por esta tierra sino que incluso, ya sea mediante su inteligencia ya sea a través de su astucia, los han superado. Han sido muchas las que han ejemplificado este hecho pero en esta breve reseña, desgraciadamente, no las puedo incluir a todas. En su ayuda solo pudo centrarme en el libro escrito por Ángela Vallvey Arévalo titulado Amantes poderosas de la Historia, en el que el lector puede recorrer la evolución de algunas mujeres que supieron a través de los siglos obtener cierto señorío frente a sus iguales.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención, tras leerlo con verdadero placer, es que ha sobrepasado las expectativas que tenía cuando lo recibí. En un principio pensaba que me encontraba con una miscelánea más sobre mujeres importantes en la Historia en la que podría deleitarme con meras y frías semblanzas de sus protagonistas. Es decir, que no me iba a descubrir más de lo que ya tenía en otros libros. Pero tras empezar a leer empecé a darme cuenta de que había algo diferente a lo escrito anteriormente. Sí, hay un listado de nombres de mujeres poderosas, y también que en cada capítulo se habla de una de ellas, pero en honor a la verdad la autora ha sabido narrar la figura de cada una de manera inteligente: dándoles el protagonismo otorgándole voz propia. Me explico, estamos acostumbrados a leer una miscelánea de vidas importantes desde la lejanía que el tiempo nos da. Aquí, en cambio, Ángela Vallvey ha juntado la mera biografía con el dialogo y las reflexiones de las protagonistas a modo, algunas veces, de novela. Haciendo por tanto que cada capítulo sea vivo y emocionante a la vez. Así pues la Historia de la Mujer no está silenciada bajo cientos y cientos de palabras sino que adquiere un canto propio frente a cualquier otra voz dicha por los hombres.
Pero que nadie se piense que esta mezcla hace que la lectura sea frívola. Junto con las conversaciones privadas la autora aplica a la construcción de sus protagonistas una documentación rigurosa y detallada. Por sus hojas vemos desfilar un buen número de nombres propios, desde Egipto hasta el día de hoy. Unos más conocidos que otros. Por ejemplo junto a Semíramis, Aspasia, Cleopatra, Teodora, Diana de Poitiers, Madame de Pompadour, o incluso Teresa Cabarrús, aparecen otros como la esposa de Viriato, Berenice, Elena Sanz, Edelmira Sampedro o Wallis Simpson, por poner algunos ejemplos. Lo interesante es que no solo hablan de cómo llegaron al poder y de la época en que lo alcanzaron sino que, incluso, cada una de ellas, sean las mencionadas o incluso otras que han quedado en el tintero, se convierten en un icono de mujer y en cómo ha evolucionado la condición femenina a través de la Historia. Mostrando por ello la gran lucha que han tenido que soportar para romper las barreras del duro patriarcado.
In concluding (como dicen los ingleses) les animo que cuando puedan se hagan con este libro Amantes poderosas de la Historia y se deleiten con las peripecias de algunas mujeres que se convirtieron en dueñas de sus destinos fijando su nombre con letras de fuego en los anales de una Historia que las ha querido arrinconar en las oscuridades paternales. Deléitense con la hetaira que amó a un sabio ateniense; con la egipcia que casi dejó en jaque a todo una república romana; o con los amores prohibidos de una americana que hizo abdicar al poderoso rey del Imperio Británico. Son muchas las anécdotas y enseñanzas que nos da este libro, y por ello les animo a leerlo. Es, sin duda, una apuesta segura.
Maese Balbo, como se nota que te gusta mucho la intrahistoria, la historia con minúsculas. Sabía que la reseña sería tuya con solo leer el título. ;)
En cuanto al libro -y otros similares que has leído y reseñado-, siempre está bien que se estudie la figura de la mujer y su posible influencia sobre los gobernantes y mandamases. La historia tradicional simplemente ha pasado de puntillas sobre la mujer, o directamente la ha ignorado.
Historia con minúsculas… ¿a qué me sonará eso?… ;-)
Que bella portada, con la bella O Morfi…Louis O´Murphy…la más bella cervatilla del Parc aux Cerfs…
Interesante reseña, e interesante también el libro. Confieso que a pesar de haberlo visto no me apetecía ponerme con él precisamente por lo que comentabas de una recopilación de anécdotas, y me alegra ver que me equivocaba.
Uno de los grandes problemas que se tuvieron a la hora de estudiar la historia de la mujer fue que se pretendía abordar el tema con las armas historiográficas tradicionales, que por haberse parido en un contexto puramente masculinizado no servían para estudiar la relevancia del papel de la mujer en la historia. No había (salvo un puñado de excepciones) figuras femeninas que hubieran supuesto hitos relevantes en el devenir de los pueblos, y cuando sí las había se tendía a estudiarlas y focalizarlas como si fueran hombres con nombres de mujer. Poco a poco se fueron dando cuenta de la necesidad de utilizar otros enfoques para abordar la historia de las mujeres. Darles una voz propia, entre ellas, como señalas que hace en este caso la autora, para ponernos en su perspectiva, en su manera de entender el desarrollo de la historia.
Gracias por presentarnos esta obra tan apetecible.