AMOS DE LA MUERTE: LOS EINSATZGRUPPEN Y EL ORIGEN DEL HOLOCAUSTO – Richard Rhodes
Los Einsatzgruppen eran los «batallones de la muerte» que seguían a la Wehrmacht (muy, muy de cerca) durante la invasión de la URSS en 1941, y hasta la puesta en marcha del sistema de los campos de exterminio en 1942, tras la Conferencia de Wannsee. Estaban divididos en cuatro grupos, enunciados de la A a la D, que operaban en distintos sectores del Frente, desplegándose de Norte a Sur. A su vez, cada Einsatzgruppe estaba dividido en varios Einsatzkommandos, que actuaban con bastante autonomía respecto al grupo originario. Liderados por profesionales titulados (sobre todo abogados, pero también arquitectos, economistas y médicos), menos de cinco mil hombres (eso sí, apoyados puntualmente en sus matanzas por fuerzas de las Waffen SS, la Policía y milicias locales) acabaron con más de un millón de vidas en poco más de un año. ¿Cómo pudo ser posible?
Bueno, a esa pregunta trata de contestar, precisamente, este libro. Lo primero que quiero decir es que, pese al título, no se trata de una obra sensacionalista. Por el contrario, el autor, tras exponer unos hechos en los que el horror es el factor dominante, intenta racionalizar las posturas de los «hunos» y los otros, y entender cómo aquellos se comportaron como unos encallecidos asesinos, y cómo estos se «dejaron hacer» sin mayores resistencias.
Así, para el comportamiento de los criminales, adopta una teoría que habla del paulatino embrutecimiento de quienes se ven inmersos en una situación de máxima violencia, explicando cómo tropas que en un principio se sienten totalmente incapaces de matar a sangre fría, llegan a asesinar sin mayores reparos a mujeres y niños inocentes (y yo añado, ¿cambiaría algo si fueran culpables?). Señala que en muchos casos no había habido en estos «soldados» una conducta violenta previa o una predisposición hacia ella. Bien, la teoría, obviamente, no es tan sencilla como la he expuesto aquí ahora mismo, y puede aceptarse o no como explicación, por supuesto, pero a mí me suena razonable.
Por otra parte, para el, en general, comportamiento pacífico de los judíos en esta fase del exterminio, indica que el hecho de provenir de hogares por lo general mucho más educados y pacíficos que la media europea de la época influyó no poco en esta conducta. A ello, según Rhodes, hay que unir el desconcierto, el temor, los golpes, los perros, los hombres armados, la incapacidad de asumir la situación hasta el último momento… Todo esto anula, desde luego, cualquier atisbo de heroísmo o rebeldía, y lleva a un comprensible comportamiento sumiso, tan humano, como bien señala el autor, y digno de empatía como el más gallardo de los gestos desafiantes a la muerte. Al hablar de la sorpresa de Eichmann cuando contempló cómo algunos judíos se tiraban sin que nadie los empujara a la fosa, a esperar allí el «Genickschüssen» descerrajado con germánica apostura, el autor señala la igual incongruencia de los jóvenes alemanes lanzados a una carrera suicida ante las ametralladoras enemigas para tomar la siguiente trinchera. Creo que es una buena comparación, y que probablemente ambas conductas respondan al mismo principio psicológico.
Otro aspecto que me impactó del libro es la, no por conocida menos aterrante, profunda implicación de la población local en las ejecuciones masivas. Aparte del clásico ejemplo del joven lituano que acabó a golpes con muchos judíos en Kaunas, posando a continuación orgulloso en medio de los cadáveres, destaca el hecho de que en ocasiones les bastaba a los alemanes llamar a la «venganza» a los habitantes no judíos para desencadenar una terrible matanza. Por no hablar del reclutamiento de milicias y policías locales para la entusiasta colaboración con los Einsatzgruppen.
En fin, un libro impactante y que da muchísimo de sí, altamente recomendable para «amateurs» y conocedores.
Es que, Germánico, ya lo dijo el Gallo (aunque otros afirman que fue Guerrita, y vaya Ud. a saber quién tiene razón…) cuando le presentaron a Ortega y Gasset y, tras preguntarle a qué se dedicaba, le respondió que era filósofo; con cara de asombro, el torero contestó: «hay gente pa tó»
Un saludito.
Joé… a mí me lo contaron con Alfonso XIII en el «papel» del torero…
Es que hay que contrastar las fuentes, Germánico…
Satamente, niño…
¿Satamente, o satánicamente?
El concepto que entrega ese largo texto , esta en las primeras líneas , en las cuales en uno de sus párrafos afirma lo siguiente :
“Hemos sufrido(Los Judíos) previas calamidades, juicios, y expulsiones de la Tierra, pero nuestra primera disposición como hombres ha sido buscar explicación secular, sociológica o política en lugar de encontrar la respuesta en Dios. Nos hemos inclinado hacia el análisis humano en lugar de hacerlo hacia la revelación Divina, y hemos escogido sospechar de los defectos de los hombres y de las naciones en lugar de buscar la causa dentro de nosotros mismos y de nuestro pecado.”
Pues bien, según algunas teorías religiosas dentro del judaísmo, las calamidades y persecuciones a las que ha sido sometido el Judaísmo, han sido a causas de sus pecados y esto lo describió de manera magistral el profeta Daniel , en sus profecías en las cuales profetizo la destrucción del segundo templo de Salomón y la persecución contra los judíos .
Con otras palabras todas las persecuciones contra los Judíos han sido por obra de Dios , por sus pecados y desviación hacia la maldad e incluso aunque suene muy fuerte se afirma que Hitler fue un instrumento de Dios , para castigar a los Judíos .
Pues con otras palabras Dios también es un “AMO DE LA MUERTE” , pues según el Apocalipsis , los jinetes de la muerte serán lanzados sobre la tierra , y es la voluntad de Dios y cuando lleguen los jinetes de la muerte a la tierra , serán miles de millones los que morirán, según el Apocalipsis.
Dios como “AMO DE MUERTE” se refleja en ese relato de la biblia cuando dios extermino toda vida sobre la tierra y solo dejo con vida a Noe , algunos familiares y animales , pero todos los demás fueron eliminados , tanto personas como animales, fueron exterminados por el diluvio universal.
Cuando llegue el tiempo de la siega, el dueño dirá a los segadores: Coged primero la cizaña y atadla en haces para quemarla.
La cizaña, lolium temulentum, es una hierba mala que tiene un gran parecido con el trigo antes de echar la espiga.
Pues, lo siento, Jano, pero ese dios en el que tú crees no es, desde luego, el Dios en el que creo yo. Mi Dios no persigue a los judíos; no es, por supuesto, un «amo de la muerte» ni propugna el sufrimiento del ser humano. Y Hitler no fue un instrumento de la cólera de mi Dios, sino un canalla iluminado cuya lamentable «aportación» a la Historia debe ser abordada con criterios racionales, análisis historiográficos e investigación científica, y no desde el determinismo religioso o la interpretación pseudoteológica. No al menos desde estas páginas, cuyo único objetivo es hablar de Historia, hablar de literatura y hablar de libros. Ya apunté recientemente que mal camino iniciamos si entreveramos análisis histórico e interpretaciones deterministas, entre otras cosas porque confundiremos fe y razón, razón y fe, dos herramientas radicalmente diferentes, complementarias si se quiere, pero nunca intercambiables, para abordar el conocimiento humano.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo, Arauxo.
Yo, lo siento, hay cosas que no puedo tomarme en serio. Y como por razones de protocolo y buena conviviencia de Hislibris no puedo decir lo que opino de los Iluminados, pues me callo y no sigo.
¿Sólo te vas a callar aquí? Qué lastima…
Adhiero plenamente a lo que expresa Arauxo.
Ofú Arauxo, que diatriba! Déjalo, hombre…que de tó hay en la viña der señó! Habrá que discrepá, ¿no?
Diatriba, no, Jerufa. Ni he usado un lenguaje violento ni he injuriado a nadie con mi comentario. Por supuesto que hay gente pa tó, y no voy a ser yo el que lo niegue ni el que le tape la boca a nadie, estaría bueno. Sólo expreso mi propia opinión. Y si, como afirmas, hay que discrepar, pues yo, precisamente, he discrepado con Jano y… discrepo contigo también. Y con todo el que se ponga a tiro. Pero, eso sí, con respeto absoluto a las ideas de los demás… mientras respeten las mías.
Un abrazo. Y a discrepar.
(Pero no discrepes conmigo, que me he quedao con tu cara y sé dónde vives…)
Es una gran desatino o un poco de falta de conocimientos , dejar de lado las causas religiosas que influyeron en gran medida en el antisemitismo ,o bien se puede decir que fueron las raíces del antisemitismo.
Si se mira la historia antigua , los Padres de la iglesia Cristiana fueron los que mostraron un gran encono contra los Judíos , años después el protestantismo de Lutero atacaba a los Judíos y abría el camino mas tarde , para su persecución durante el Gobierno Nacional Socialista de Alemania .
El Cristianismo ortodoxo de la antigua Rusia de los Zares , también jugo un papel muy importante en la persecución contra los Judíos .
En España de siglos atrás el Catolicismo, jugo un papel muy importante en la persecución en contra de los Judíos y su expulsión de España.
Además cuando se dice Judío , se refiere a un integrante de la religión Judía , pues el Judaísmo es una religión , así mismo cuando a alguien se le llama cristiano o católico , pues son integrantes de la religión Católica y Cristiana.
Te aconsejaría que leyeras el libro “The Anguish of the Jews” (La Angustia de los Judíos) de Edward H. Flannery., en la cual este describe magistralmente el antisemitismo de los Padres antiguos de la Iglesia Cristiana, entonces descubrirás que no se puede dejar de lado la religión , si se quiere llegar a establecer las causas que originaron el Holocausto.
hijos de putas, mejor me pegan un balazo en la cabeza para que no pueda decor mis opiniones.
Jajajaja, eso de no publicra mis post habla mucho de Uds, sin lugar a dudas son los hijos de la muerte.
Adios .
Escalofriante. Ha escrito «Adios» sin acento.
Es sobrecogedor…
Da miedo este Jano, pensar que hay muchos como él.
¿Y si paramos aquí ya los comentarios y pasamos de este individuo? Acordaros de lo que dice richar. Sólo buscan llamadas de atención. Así que a seguir con lo nuestro, compañeros, y no le sigamos el juego, que ahí les duele.
La muerte es un ser creado.: «He creado tanto la vida como la muerte». Es la más grande de las cosas creadas y la más terrorífica. Quien la ve muere instantáneamente. Es tan grande como todos los seres que han sido y que serán creados, y que todos los soles, lunas y estrellas juntos. Tiene tantas cabezas como el número de soles, lunas y estrellas y tantos ojos, bocas, orejas y manos. Imagínensela. Dios creó la muerte antes de crear al ser vivo.
El Profeta dijo: creó las almas de los seres cuatro mil años antes de crear los cuerpos de estos seres, y cuatro mil años antes de crear las almas creó el sustento de estos seres creados, y tres mil años antes de crear el sustento, El creó la muerte. Cuando la muerte fue creada gritó con todas sus bocas y todos los ángeles se estremecieron de temor, preguntándole a Dios: «Oh Señor ¿qué es este sonido terrorífico que llena de temor nuestros corazones y nos hace olvidar nuestras devociones?» Dios dijo: «Es la voz de la muerte que hará que todo lo que existe en los mundos y los cielos perezca.» Los ángeles le rogaron a Dios ver la muerte. , este dijo: «Entonces prepárense.» Le pidió a la muerte que abriera sus alas y hablara. Cuando los ángeles vieron la grandeza de la muerte y escucharon su voz aterradora, todos cayeron inconscientes durante todo un año; le preguntaron a Dios. «Oh Eterno ¿ has creado algún ser más grande que la muerte?» Dios dijo: «De todas mis criaturas la muerte es la más grande, tan grande como todos los seres juntos». Luego con las órdenes de Dios se sentó en silencio sin moverse. Dios llamó al Angel de la Muerte y le dijo: «Oh Izrail serás el maestro de la muerte, cuando Yo te pida tomar las vidas de Mis sirvientes envíaselas para que todos ellos saboreen la muerte y vean su impermanencia.»
Totalmente de acuerdo (ya vereis cuando se entere richar…) :P
que pesao este tio…
Calma, el tema puede tener interés histórico, pero en realidad se presta para provocar controversias violentas, y esas, afean y desmerecen este Sitio, no vale la pena.
Saludos.
Prescindiendo de dar cancha a la exaltación de Jano, aunque considerando sus intervenciones y retomando el tema del libro, ¿no se explican los hechos narrados en él viendo actitudes extremas en el nombre de ideas o religiones? ¿realmente los que toman estas posturas se creen lo que dicen o les sirve como excusa para otros fines? Porque, digo yo, que si alguien cree y conoce a pies puntillas los textos sagrados, al menos de la Biblia, no puede ignorar pasajes de un Dios misericordioso, paciente, tierno y grande en su generosidad. Aunque los textos bíblicos permanecen, el hombre evoluciona y descubre en ellos otros puntos de vista. Vivir con la mentalidad de siglos atrás, interpretarlos ignorando la Historia es a mi juicio como si un hombre siguiera creyendo en el ratoncito Pérez o los Reyes Magos, como la fábula del que indica la luna y el tonto mira el dedo que la señala.
Repito la pregunta: ¿se lo creen o lo utilizan a su conveniencia?
Aretes, hay gente que sí cree en lo que tu llamas «el ratoncito Pérez» o «los Reyes Magos», y lo hace de buena fe y con todo su ser.
La respuesta a tu pregunta pienso que es: el que cree, cree, y el que usa las cosas para su conveniencia termina al final, aún a pesar suyo, creyéndolas, es lo mismo.
¿Los temas son abiertos, no?, Jano pudo entrar, dio su opinión, expuso sus creencias, ahora dejénlo ir tranquilo.
Pido unas disculpas por esos insultos , que mi hermanito menor escribió , I,m Sorry
Creo que no me expresé bien. Quería decir que la fe, evoluciona. De pequeños creemos en unas cosas (¡faltaría más!) que nos sirven a esa edad, pero según crecemos esa fe evoluciona a algo más profundo. De la misma forma la humanidad pasa por justificar un eclipse como un hecho divino a investigarlo y dejar a las divinidades para algo más que explicar lo que no entiende.
La pregunta con respecto al libro es si realmente, con todo lo que implica una religión, alguien que se incluye en ella puede manipularla de tal modo que justifique o no condene los hechos que se desarrollan, en este caso, en esa época.
(espero haber sido más clara)
Saludos.
Temo que la respuesta es sì, alguien que se incluye en cualquier religión puede manipularla de tal modo que justifique o no condene los hechos que se desarrollan en cualquier época, pasada, presente o futura. La clave está en el poder del alguien en cuestión.
Saludos.
Y tanto que sí, Aretes y Jenofonte. Y la capacidad para convencer a los demás -incluso de que los burros vuelan- depende de la propaganda que ese alguien pueda desarrollar y hasta dónde pueda alcanzar.
Y, en realidad, cabe sustituir la palabra «religión» en la pregunta por «ideología», «filosofía», «creencia», «nación», «partido», «etnia»…
Buenas tardes:
Lo primero, felicitar a los tertulianos por la calidad de los temas debatidos y sus argumentaciones llenas de reflexión.
En este punto, y respecto a la manipulación que puede ejercer un líder espiritual, un político o cualquier líder de opinión mi respuesta es clara: desde los medios nos adormecen para que no busquemos la reflexión; para que reforcemos nuestra posición, que es la que ellos nos imponen subliminalmente. De esta forma, el pez grande ordena al pez chico por dónde debe nadar, y una hipotética salida de esa línea marcada supone la exposición a ser pescado. ( véase la Teoría de la Espiral del Silencio). Partiendo de esta premisa quiero decir que si somos capaces de creer a ultranza una idea religiosa, una doctrina filosófica o que mi equipo de fútbol es el mejor es debido a la estupidez que nos han inculcado de pequeños y que hace que no podamos pensar por nuestra cuenta. De aquí la famosa frase de Marx de que “ la religión es el opio del pueblo”. La comparto. ¿Y vosotros?
Un saludo y espero leer vuestras interesantes opiniones y críticas.
Para eso está hislibris.
Primero, como lugar de encuentro. Segundo, como plataforma de opiniones y tercero, como foro de discusiones. Esa es la grandeza del blog y la clave de su éxito.
Firmado: otra vez, el espiritu de richar (en su ausencia).
Mmmmmmmmmmm, falta el Richar por unos días, y ya aparecen misticos, santurrores y profetas que hablan o son interpretes de su espirutu.
Van a rodar cabezas.jejeje
Saludos
Amigo Argentino (por llamarte de alguna forma…), he de pregunatrte si a la hora de hacer el comentario de arriba te estabas refiriendo a mí, y de ser así, en qué grupo me has incluido.
Gracias de antemano y un saludo.
Esa afirmación que la religión ”es el opio del pueblo” se acerca mucho a la idea del filosofo Alemán Friederich Nietzche , quien en su libro “Dios a muerto “ asegura que cuando la religión cristiana deje de existir , entonces el hombre se liberara de sus ataduras morales , impuestas por una religión de débiles, esclavos y la escoria ( esa es una frase de ese escritor)
Según el libro Los Einsatzgruppen , los que lideraban a esos comandos eran médicos , arquitectos y muchos de sus integrantes de menor grados, eran civiles ,comunes y corrientes , es decir en su mayoria eran civiles , no eran militares , por lo que cabe preguntarse que los impulso a cometer esos crímenes , entonces se tiene que mirar hacia atrás , cuando estos eran unos niños y fueron influidos por las ideas del protestantismo de Lutero , el cual atacaba a los Judíos en forma cruel ; Con esto quiero decir que el Holocausto fue el resultado final de la persecución religiosa en contra de los Judíos , que empezó muchos siglos atrás y encontró la culminación en la Alemania Nacional Socialista de Hitler , pues un Holocausto planificado contra millones no se puede ejecutar de la noche a la mañana, se necesitan muchos años de indoctrinamiento contra un grupo como los Judíos , para que después los que ejecuten esos crímenes no tengan barreras morales , que les impidan ejecutar un genocidio.
Si nos vamos al genocidio mas reciente en Rawanda en el que fueron eliminados 1 millón de personas, de la forma mas cruel , utilizando machetes y con esto se le cortaba la cabezas a las personas , si se estudia ese genocidio se descubrirá que estuvo influido en gran parte por ideas religiosas cristianas , de las cuales los gobernantes aprovechan para sus objetivos de poder político y el objetivo de la Cristianización de Rawanda empezó siglos atrás y los que se oponían a estos eran considerados , fuerzas satánicas , a los que había que eliminar desde sus raíces.
Si se mira el genocidio de los Armenios , por el naciente Estado Turko el otrora imperio Otomano , se descubrirá que ese genocidio estuvo influido por ideas religiosas y políticas .
En la antigüedad miles de años atrás entes de la aparición de las religiones monoteístas o politeistas , se adoraban a otros dioses como por ejemplo , algún árbol, animal ,las aguas , el fuego etc. ; ahora el hombre moderno también tiene otros dioses , como el dinero, estado, política, etc. y por esos dioses también esta dispuesto a cometer genocidios.
Si se mira la Historia se descubrirá que se han cometido grandes genocidios para después construir Estados , el dios estado también ha sido un gran causante de genocidios , pues un dios les da una tierra a algunas etnias religiosas , en las cuales estas construyen un estado.
Robespierre, no me estaba refiriendo a ti, le estaba haciendo una broma a Jerufa, por su firma del Espíritu de Richar.
Y puedes llamarme Ignacio, que es así como me llamo.
Saludos
¿Y Nacho sería demasiado atreverse? Pregunto.
No, de hecho muchos me llaman así, pero ya hay otro Nacho en hislibris, como sabras.
Un saludo
Es verdad, no había caído. Otra vez será…
bUENOS DÍAS:
Mil disculpas, Ignacio. Te había malinterpretado.
Gran reflexión, Jano. Ahora ando a tope de trabajo, pero si el fin de semana encuntro un hueco me gustaría hacerte unas preguntas para seguir ahondando en tu reflexión.
Pasad buen fin de semana.
Buenas de nuevo:
Insisto que has hecho una gran reflexión histórica, Jano, la cual comparto en gran medida. No obstante: ¿crees que se puede culpar al Estado de estas escabechinas? Yo creo que no. Que hay que bajar todo a lo terrenal, es decir, al hombre. No es sino el hombre el que comete estas atrocidades, el que crea ese antisemitismo, el que deposita los machetes en manos de dos tribus para que sean estos los que se manchen las manos.
Esto me recuerda a una gran película como es “El señor de la Guerra”, en la que se hace una minuciosa descripción de este asunto.
Esto me lleva a otra pregunta que me gustaría que los lectores intentaseis responder y que es una pregunta existencial: ¿nace o se hace el hombre malo? Esto en el caso de que el hombre sea malo… ¿alguno considera esto? ¿Qué le hace a una persona buena o mala? Porque no podemos negar que cada uno tenemos un sentido distinto de la justicia, de los valores que merecen ser defendidos; vivimos en culturas diferentes ( desgraciadamente, parece que cada vez más enfrentadas…); tenemos intereses contraopuestos….
No sé, en principio, esto ya requiere una honda reflexión.
Ya comentará cada uno qué es lo que piensa. Pasad buen día.
La maldad o la bondad, la definen cada sociedad en un determinado tiempo histórico, después esa antinomia se va construyendo dentro de cada individuo a través de los distintos agentes de socialización. Ahora, porque un individuo o gran parte de los que componen una sociedad eligen el camino de la maldad y la crueldad, eso realmente es muy difícil de establecer. Tal vez aquí necesitemos un psicologo.
saludos
Aló:
5 argumentos en defensa de Maximilien:
1- La Historia la escriben los ganadores, usease, lo que perdura de Robespierre a nivel global proviene de lo que los jacobinos que le ejecutaron quisieron dejar para la posteridad. Significa eso que aquellos a los que nos ha llamado la atención este personaje y hemos leído mucho sobre él hemos descubierto que “la fiera no era tan parda”.
2- Principal defensor de la democracia en una era convulsa.
3- Principal defensor del sufragio universal y de la iguadad de todos los ciudadanos.
4- Colaboró en la redacción de la primera Constitución francesa, así como en la Declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano.
5- Último, y no por ello menos importante, “El Incorruptible” , a diferencia de lo que han escrito los ganadores, no ansiaba matar, de hecho, en sus inicios como juez, dimitió en un juicio antes de aplicar una sentencia de muerte. Para corroborar todo esto no hace falta más que mirar si intachable expediente como ciudadano y político: rehuía los placeres burgueses ( puesto que él representaba al pueblo), cuando comenzaron a recibir las primeras bofetadas los revolucionarios, casi todos se exiliaron, él no. Se quedó en París resistiendo, lo cual junto con su amor por la justicia, le llevaron a poseer el sobrenombre de “EL INCORRUPTIBLE”.
No olvidemos que Robespierre se encargaba del poder ejecutivo, pero que no se ha demostrado que era el que aplicaba las penas… Aun con todo, su destreza retórica, su pulcra imagen y sus ideales ( tomados de Rosseau y Montesquie) defendidos hasta la guillotina hacen de este hombre una especie de icono mártir de la democracia, que los libros de Historia han tratado de ahogar atribuyéndole ríos de sangre que sus ejecutores le atribuyeron.
Un cordial saludo, y disfrutar del fin de semana, que para eso está.
Mil disculpas. Este post iba dirigido a otro tema.
De todas formas, responderte Ignacio a tu pregunta diciendo que » a río revuleto, ganancia de pescadores», que traducido a tu pregunta de por qué «un individuo o gran parte de los que componen una sociedad eligen el camino de la maldad y la crueldad» viene a significar que los más malos ( políticos, jueces, periodistas, deportistas de élite…) son los que nos adoctrinen y nos llevan por esta senda para sacar mayor partido.
¿Estáis de acuerdo con esta afirmación?
Un saludo y a pasarlo bien
Sí, a mí deportistas de élite como Paquito Fernández Ochoa, me han marcado mi destino malvado y perverso.
PS: esta web cada vez está más surrealista. Ya mismo la llamaremos Ex-Ex- Hislibris.
Hala, sigamos pasándolo bien y hablando de libros, que de eso se trata.
Paquito Ochoa quizás no, pero piensa en Juan Antonio Epifano y verás que verdad esconden mis palabras.
¿Te refieres a Juan Antonio SAN Epifanio «Epi»?
Pues no, ese no me ha marcado mi destino. A mí me gustaba Corbalán.
Yo pienso, que para que haya político malos también muchas veces tiene que haber un pueblo malo o «confundido». Hitler entro por vía legal y democratica, y nunca escondió sus objetivos. Igual el pueblo Alemán lo apoyo, lo amo, y lo siguió en su locura criminal.
Eso es seguro. No está en duda.
Pues no sé, Ignacio y Jerufa. Además de malos o confundidos creo que la mayoría de esos pueblos sobre todo son ignorantes y cómodos. Su pan y su futbol, en el siglo pasado, en este, su caja tonta, sus vacaciones y su futbol (eso no cambia). Es cierto que hoy en día se fomenta la desinformación pero no lo es más que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Si, pero si a ellos todo lo que le prometían le venía bien, pues p´alante. Una buena mierda, bien vestida…hasta disimula.
Aretes, el pueblo Alemán, es y era en aquel entonces uno de los pueblos mas cultos de Europa. Aducir ignorancia, es una de las maneras mas simples para excusarse de la culpabiliadda que les corresponde.
Yo creo que el primer impulso que llevó al pueblo alemán a dejarse seducir por el nazismo fue el ansia de revancha tras la derrota y posteriores (y abusivos) tratados de paz de la 1ª guerra mundial. A ello hay que unirle la grave depresión económica de los años treinta. Por otro lado, el antisemitismo era moneda común en el mundo occidental de aquella época. Todo se juntó y el monstruo creció como la espuma.
La filósofa, de origen judío y perseguida por los nazis Hannah Arendt, estudió los grandes dilemas y dramas del siglo pasado Su título es «Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal» (Lumen, Barcelona, 1999), un libro original hasta en su génesis: Arendt propone en 1961 al director del periódico «New Yorker» asistir como enviada especial al juicio que en Jerusalén se va a celebrar contra Adolf Eichmann, teniente coronel de las SS y uno de los mayores criminales de la historia, que había sido secuestrado meses atrás por un comando del Mossad en Argentina siendo trasladado a Israel. En el ensayo, ampliación de esas crónicas periodísticas, Hannah Arendt analiza las causas que propiciaron la llamada «solución final», la personalidad de Eichmann y su absoluta dependencia funcionarial a la máquina nacionalsocialista pero también el papel «equívoco» que jugaron en el genocidio los llamados «Consejos judíos “
Hannah Arendt llego a la conclusión que Adolf Eichman era una persona normal , un burócrata , que incluso no sentía ni odio ni amor por los judíos.
Robespierre , con lo de estados , me refiero al caso que muchas naciones-estados fueron edificadas bajo millones de muertos , es decir se cometió un genocidio para construir esas naciones-estados , el caso mas ejemplar es el caso de EE.UU . donde se asesinaron cerca de 20 millones de indígenas, para poder construir una nación estado, después tenemos Australia , donde también se asesinaron millones de indígenas para poder construir una nación-estado , también tenemos a América del Sur donde fueron asesinados millones de indígenas , para después poder construir naciones – estados.
En Europa la nación- estado produjo dos grandes guerras mundiales que causaron millones de muertos , hasta que las naciones-estados pudieron establecerse con sus limites geográficos , por esta razón se construye la Unidad Europea ,donde el estado-nación pierde su influencia , pero hay un gran peligro que de cree el súper Estado.
Triste verdad… A decir de los historiadores, el antisemitismo alemán no era «nada» comparado con el polaco. No hay que olvidar, y sucede con frecuencia por desgracia, que los alemanes solos no hubieran podido «sacar adelante» el Holocausto. Aunque la iniciativa fue suya, tuvieron entusiastas colaboradores en todas las naciones ocupadas. Y hay que tener en cuenta que la labor era compleja: no se trataba sólo de matar; había además que concentrar en un gueto previamente, tramitar diferentes documentos, organizar los transportes,… Mucha gente, muchas manos, muchos burócratas, muchos canallas.
En este foro no se puede intercambiar opiniones ; pues los moderadores demoran casi 4 dias en publicar un post ; paro hay muchos a los que se los publican de inmediato , asi que me piro a foros de libros , en los cuales hay mas liberdad de expression y en los cuales se pueden comprar libros eloctronicos a bajos precios.
Pues que lleves tanta paz como tranquilidad dejas, hijo.
Aclarada la pregunta, Jano.
Respecto al tema de “pan y circo”, se te ha olvidado Aretes mencionar que en la sociedad actual la prensa rosa tb es narcotizante.
Muy buen post, David. Estoy completamente de acuerdo contigo. No obstante, y tb respondiendo a Germánico (con el que estoy parcialmente de acuerdo), en estas situaciones históricas convulsas, por muy culto que pueda ser un pueblo, y por mucha colaboración que tenga de fondo ( no sólo polacos, sino tb todos los Estados que habían sufrido injusticias o envidias hacia los judíos), si te ponen una pistola delante y te dicen: “ el tiro va para ti y tu familia, o para el enemigo judío”, probablemente todos reaccionaríamos igual, es decir, guiados por el instinto del miedo.
Alex, si te has leído este hilo no puedes opinar eso. Y si realmente opinas eso, es que no te has leído el hilo.
Robespierre, no me refiero a la colaboración bajo coacción, que sin duda la hubo y fue frecuente, sino a la voluntaria, a la de la gente común, a la de los propios vecinos de las víctimas. Es muy conocido, por ejemplo, el caso de un pueblo polaco, Jedwabne, en el cual la mitad de sus vecinos, un buen día de la ocupación alemana, asesinó a la otra mitad. Tienes una narración de los hechos en el libro «Vecinos», de Jan Tomas Gross.
Saludos.
Saludos Alex,
si vuelves y lees esto, has de saber que el tema de la moderación de los comentarios es algo que se me escapa como autor del blog. Todos los comentarios se publican al instante, pero de vez en cuando y no sé por qué motivo, algunos comentarios (4-5 al día) se me quedan «pendientes de moderación». Si he tardado 4 días en aprobar el tuyo ha sido porque he estado fuera, no por otra cosa.
Un saludo,
Richar.
Entendido, Germánico. Me gusta cómo te explicas.
¿podría alguien recomenadrme algún BUEN libro de la Revolución francesa?
Bueno!!! ¿Cómo puedes hacer tal pregunta con ese nombre?. Yo te remitiría al clásico de Soboul.
He leído «A la sombra de la guillotina», pero se centraba exclusivamente en los años del Terror, de ahí viene la pregunta.
¿Cuál es el clásico de Soboul?
Saludos cordiales a todos los contertulios que han expresado o realizado algun aporte significativo a este foro. Es notable el aporte y conocimiento del tema de Germánico, Ignacio, Nando, entre otros.
Al estar en busquedad del libro de Richard Rhodes «Amos de la muerte» (que por cierto, todavia no he tenido la dicha de adquirirlo) tropece con este foro, y me llamo la atencion la gran cantidad de comentarios sobre este tema y del libro en particular.
Me gustaría saber, por parte de aqullos que ya lo leyeron o que tengan conocimiento de esto:
1. si el libro hace alusión a los Einzatsgruppen como una sola unidad o se explica su accionar por separado, por cada grupo A, B, C y D??, sus distintos campos de acción Ostland (paises Bálticos), el Gobierno General (Polonia), la Rusia Blanca, y el sur (Ukrania y sus alrededores), respectivamente??
2. si se menciona el papel, la estrategia que siguieron, la responsabilidad y el rol que jugaron los comandantes de estos grupos (A,B,C y D) como Arthur Nebe, Stalecker, Ohlendorf, etc, en el holocausto judio??
Adicionalmente, me gustaria conocer datos nuevos (referencias) acerca de la maquinaria belica nazi (Armamento, vehiculos, etc), y en especial cualquier dato relevante sobre sus generales y mariscales (ej: Gerd von Runstetd, Rommel, von Manstein, von Kleist, etc), para engrosarlo a mi lista. Cualquier referencia sobre esto sera bienvenida.
Gracias, y saludos a todos.
Robespierre te recomiendo el libro Francoise Furet » Pensar la revolución francesa» y el de Vovelle, Michel: Introducción a la historia de la Revolución Francesa. Barcelona: Editorial Crítica, 2000. ISBN 8484320863 …. El primero es del gran maestro Furet, no tiene desperdicio (tambie´n te recomiendo su libro El Pasado de una ilusión); el de vovelle es muy buen manual, mas que nada.
Saludos Tico y bienvenido al blog.
Por las preguntas que planteas, estoy seguro de que más de uno de por aquí te puede ayudar, así que prepara bien papel y lápiz, que la lista puede ser larga :-)
En cualquier caso, se bienvenido.
Un saludo,
Richar.
Muchas gracias, Ignacio. Desde luego que leer algo de Furet es apostar a caballo ganador. Tan pronto como lea alguna de las obras (la que primero encuentre), ya te comentaré qué me parece.
Sí, Tico: el libro toca los puntos 1 y 2. En cuanto al mejor conocimiento del ejército alemán, ¿conoces esta página? http://www.feldgrau.com/
Como se dice en la publicidad, si no está ahí, no existe.
Saludos.
Buen dia,
Hey Germanico gracias por el link. Wow, vaya pagina!! Esta demasiado completa!!.
Quisiera hacer una pregunta en general: ¿Cual creen que fue el mejor ejercito de todos los que participaron en la Segunda Guerra Mundial?.
Yo Opino, que fue el Ejercito Aleman, por su disciplina, preparación, capacitación, dedicación y eficiencia. Si bien es cierto perdieron la guerra, creo que fue mas que todo porque se vieron superados en numero de efectivos (ej: los rusos), asi como tambien les afectó las condiciones climatologicas (ej: el implacable invierno ruso de 1941-1942, fue el punto de quiebre de la guerra). Si las fuerzas de ambos bandos hubieran estado equiparadas y en condiciones no tan extremas, realmente no creo que hubieran podido vencer a los alemanes. ¿Que opinan ustedes?.
Saludos cordiales.
Yo voto por el ejercito norteamericano, pero entiendo que todo es subjetivo.
De nada, Tico. Espero que te sea útil.
En cuanto a lo que planteas… buf, yo no voto por ninguno. La guerra, especialmente en el Este, fue tan brutal que quizá no sea posible analizar la brillantez de los ejércitos sino sus desmesurados efectos prácticos sobre el campo de batalla. Y en ese sentido, en ese estrictamente, me quedo con el Ejército Rojo.
¡Hurraaaaaaaaaaaaaaaaaa!
En mi opinión, el ejército más flojo era el francés, porque dentro de ellos había discrepancias como pudo verse después con Petain.
Por otro lado, los japoneses eran muy valientes, con mucho coraje, pero temerarios y con poca cabeza, véanse los kamikazes.
Los rusos venían de experiencias militares recvientes, como en las Revolciones Rusas o en la Primera Guerra Mundial. Tenían buena logística , pero creo que su armamento, por aquel entonces, no podía alcanzar el nivel del norteamericano o alemán….
Los británicos contaban con «los mosquitos» y una gran trayectoria Histórica. No obstante, una vez vieron que su país tb era bombardeado acudieron al Tío Sam con celeridad para quye éste les echase una mano.
Llegamos a la parte central: Sam contaba con muy buen arsenal, así como con una gran industria armaméntistica ( las fábricas de coches, de electrodomésticos se pusieron a fabricar armas) y un gran número de reclutas. Alemania, no obstante, contaba con «el Zorro», con hombres de guerra muy estratégicos, y, sobre todo, con un gran sentimiento de revancha y patriotismo. En este sentido, considero que en igualdad de condiciones en número, los alemanes se hubiesen merendado a los yankees. Sin embrago, la derrota y retirada de Italia y Japón los dejaron vendidos, y de ahí que perdieran la conflagración.
Esa es mi humilde y subjetiva opinión.
Supongo, Robespierre, que sabes que Japón se rindió después de Alemania. Lo digo, simplemente, porque por tu comentario se puede interpretar que fue al revés. En cualquier caso, el potencial humano e industrial norteamericano era de tal magnitud que creo que poco influyó el cierre de uno de sus frentes. Además, los recursos empleados en uno y otro eran tan disitintos (guerra naval y anfibia «versus» guerra terrestre) que, probablemente, las interferencias entre ambos fueron mínimas.
Saludos.
Claro, Germánico. Aun y todo, tb es verdad que entraron tres años más tarde en la guerra, es decir, que su aguante fuen muy inferior al de los alemanes. A eso me refería.
A cuidarse el finde.
Otro punto que influyo en la derrota Alemana, a mi parecer, fue el hecho de que Hitler se entrometiera y asumiera todas las decidiciones militares eso influyó notablemente, él era carismático y tenia una gran oratoria y poder de convocatoria pero como estratega militar no creo que fuera tan competente, si tan solo hubiera dejado trabajar al Alto Mando Aleman tal vez la historia hubiera sido distinta. Como bien lo hizo Roosevelt dejándole las desiciones militares a su Jefe de Estado Mayor George C. Marshall, incluso hasta el mismo Stalin se abstuvo de entrometerse en este tipo de decisiones; y ya ven el resultado que obtuvieron!!.
Hola, he encontrado este foro por casualidad (buscaba la «Orden Reichenau»), y llevo media tarde embobado leyendo los argumentos en pro y contra la existencia del holocausto. Ya veo que son de hace tiempo, pero me gustaria felicitar a Calimero (apasionante argumentación, que incluso ha llegado a plantearme algunas dudas) y a Germanico, digno rival de Calimero y disipador de muchas de mis dudas.
Dicho esto, y en vista del nivel de conocimientos de algunos participantes en este foro, quizas alguien podría ayudarme: necesito localizar una directriz firmada por el Mariscal de Campo Von Reichenau el 10 de octubre de 1941 como comandante del VI Ejército alemán. No se alemán, y me gustaria encontrar algo parecido a un documento oficial original.
Un saludo y gracias.
Me temo que es esta:
«Asunto: Conducta de las Tropas en Territorios Orientales.
Sobre la conducta de las tropas hacia el sistema bolchevique, aún existen ideas vagas en muchos casos. El objetivo más importante de la guerra contra el sistema judeo-bolchevique es una destrucción completa de su poder y la eliminación de la influencia asiática en la cultura europea. Debido a esto, las tropas se enfrentan a misiones que exceden la rutina habitual del soldado. El soldado en los Territorios Orientales no es tan sólo un simple combatiente según las reglas del arte de la guerra, sino que es además el portador de una ideología nacional implacable y el vengador de las brutalidades que se han cometido contra la nación alemana y otras naciones racialmente emparentadas con ella.
Por tanto, el soldado debe entender a la perfección la necesidad de una venganza severa pero justa contra los subhumanos judíos. El Ejército tiene que dedicarse a otro objetivo, la aniquilación de revueltas en el interior que, como demuestra la experiencia, siempre han sido provocadas por judíos.
La lucha contra el enemigo tras las líneas del frente es algo que aún no se ha afrontado con suficiente seriedad. Partisanos crueles y traicioneros y mujeres desnaturalizadas aún son hechos prisioneros de guerra, y guerrilleros vestidos parcialmente de uniforme o vestidos de civil, y vagabundos, aún son tratados como soldados propiamente dichos y enviados a campos de prisioneros de guerra. De hecho, oficiales rusos capturados incluso se burlan hablando de agentes soviéticos que se mueven libremente por las carreteras y muy frecuentemente comen en cocinas de campaña alemanas. Esta actitud de las tropas sólo puede explicarse por una inconsciencia total, así que ahora es momento para que los comandantes aclaren el significado de la lucha que se está llevando a cabo.
Alimentar en nuestras cocinas de campaña a los lugareños y los prisioneros de guerra que no trabajan para las fuerzas armadas es un acto humanitario tal mal entendido como el dar cigarrillos y pan. El soldado no debería dar al enemigo cosas a las que el pueblo tiene que renunciar en casa como un gran sacrificio, cosas que lleva el Mando al Frente con grandes dificultades, ni siquiera si proceden de un botín. Son una parte importante de nuestros suministros.
Al retirarse, con frecuencia las tropas soviéticas han incendiado edificios. Las tropas deberían procurar extinguir los incendios sólo lo necesario para asegurarse un número suficiente de alojamientos. Por lo demás, la desaparición de símbolos del antiguo gobierno bolchevique, incluso en forma de edificios, es parte de la lucha de destrucción. No son de importancia consideraciones ni históricas ni artísticas en los Territorios Orientales.
El mando da las directrices necesarias para la obtención de materias primas y fábricas esenciales para la economía de guerra. El desarme total de la población civil en la retaguardia de las tropas de combate es imperativo teniendo en cuenta las largas y vulnerables líneas de comunicación. Cuando sea posible, las armas y municiones capturadas se han de almacenar y poner bajo vigilancia. Si es imposible debido a la situación, se han de inutilizar esas armas y municiones. Si se encuentran partisanos aislados usando armas de fuego en la retaguardia del Ejército, se han de tomar medidas drásticas. Estas medidas se aplicarán también a la parte de la población masculina que estaba en situación de detener o informar de los ataques. La indiferencia de numerosos elementos supuestamente antisoviéticos, producto de una actitud de ‘mirar y esperar’, debe ser reemplazada por una decisión clara en pro de la colaboración activa. Si no, nadie puede quejarse de ser juzgado y tratado como miembro del sistema soviético.
El miedo a las represalias alemanas debe ser mayor que las amenazas de los restos de elementos bolcheviques que vagabundean por el territorio. Lejos de todas las consideraciones políticas del futuro, el soldado ha de llevar a cabo dos misiones:
1. Aniquilación completa de la falsa doctrina bolchevique del Estado Soviético y sus Fuerzas Armadas.
2. Exterminio sin piedad de la traición y crueldad extranjeras, logrando así la protección de la vida del personal militar en Rusia.
Esta es la única manera de cumplir nuestra misión histórica, liberar al pueblo alemán de una vez por todas del peligro asiático-judío.
(Firmado) von Reichenau,
Comandante en Jefe».
Qué pena que este tío muriera antes de ser juzgado…
Por cierto, bienvenido, Subiluliuma
Esa misma Germanico, muchas gracias, siento no haber aparecido por aqui antes, problemillas con la conexión. Pues si, ahora a ver si hago un comentario de unas diez páginas sobre ese texto. La verdad es que parece bastante facil de criticar, ¿no?
Gracias otra vez
Demasiado…
De nada.
Hola¡¡
He encontrado hoy este blog y estoy impresionado con los conocimientos que muchos tenéis.
Yo soy un profesional técnico, y un apasionado de la historia, sobre todo de la WWII, pero mi trabajo no me deja mucho tiempo para empaparme todo lo que quisiera.
Yo sigo sin entender como hay gente que duda de la existencia de un genocidio premeditado y organizado.
Y me parece muy sorprendente que exista gente capaz de comparar hechos de guerra, sangrientos y duros, como todas las guerras, con una eliminación de personas más o menos sitematizadas.
La guerra fue un infierno, las guerras sacan lo mejor y lo peor de todas las personas, según personalidades, pero justificar una esclavización sitemática, destinada a la muerte, solo porque lo hicieron otros, o porque los aliados bombardearon Dresde, me parece lamentable.
Que hay grupos que aprovechan el Holocausto, o testigos que mienten, pues claro, pero eso no niega el hecho en la mayor.
Intentaré leerme varios de los libros que comentáis, y muchas gracias por ampliar mis conocimientos.
Respecto al mejor ejército en la guerra:
Indudablemente, el mejor ejército los primeros años fue la Wehrmacht, que no todo el ejército alemán.
Su uso de la guerra relámpago, y su innovación en los blindados, con el apoyo aéreo, y además eligiendo como víctima inicial el débil ejército polaco, fueron maravillosos.
Si Hitler hubiese detenido la guerra después de la rendición de Francia, igual estaríamos todos bajo el 3 Reich aún.
Pero comenzaron los errores alemanes, y la debilidad de las otras dos patas de un ejército. La inexistente Kriegsmarine y la Luftwaffe demostraron su inexistencia y su mala gestión durante la batalla de Inglaterra. Todo ello gracias la «excelente visión» militar de Hitler.
A posteriori, en los últimos años de la Guerra, tanto la calidad como la cantidad del equipamiento Norteamericano, junto a la creciente experiencia de sus soldados, se demostraron imparables frente a cualquier ejército, excluyendo el Ejército Rojo.
Desde luego, los americanos tuvieron las unidades más profesionales, más versátiles, con mejores equipos y con el máximo respaldo económico (auque este rozó el crash en momentos cercanos a la invasión del Japón:Iwo Jima).
Auseti, aunque mi fuerte no es la II Guerra mundial (ni ningún tema en especial, diría alguno por aquí) disfruta del blog y bienvenido.
Seguro que alguien más versado intercambiará opiniones contigo.
Repito, bienvenido
¿La Luftwafe inexistente y mal gestionada?…ofú, ofú, ofú…
Hombre… mal gestionada yo creo que sí. No olvidemos que al frente tenía a Goering, un megalómano adicto a «la buena vida», por decirlo con un eufemismo. Tenía muy buenos pilotos, muy buenos aparatos, pero… ahí estaba Goering.
Saludos.
Correcto, la luftwaffe en la batalla de Inglaterra, de inexistente nada.
La hizo ella.
Evidentemente, he puntuado mal la frase. Inexistencia de Kriesmarine, mala gestión de la Luftwaffe.
Pero la mala gestión de la luftwaffe fue evidente, tanto en la producción de aviones: En 1938 la RAF recibió un total de 2.827 aviones de todo tipo, 7.940 en 1939 y 15.049 en 1940 (2). La producción de la Luftwaffe fue de 5.235 aviones de todo tipo en 1938, 8.295 en 1939 y 10.826 en 1940 (3). Están claras las diferencias en la producción en ambos lados. La baja producción no puede achacarse en exclusiva a la «mal» gestionada econmía de guerra alemana, que provocó un gran retraso tecnológico en todos los frentes, sino también a la mala gestión de la dirección de la Luftwaffe. Con Micl y Speer en 1943 Alemania llegó a 25000 aviones, y 39000 en 1944, por ejemplo.
También fue un error el cambio de objetivos durante la Batalla de Inglaterra, pasando a bombardear ciudades en lugar de los aeródromos.
Podemos añadir a ello la clamorosa derrota en el reembarco de Dunkerke.
De todas las maneras, sin León marino, Alemania tenía perdida la Batalla de Inglaterra desde el principio.
Pero bueno esto daría para hablar de todas las decisiones militares de la guerra, la influencia de Hitler sobre ellas, y si verdaderamente Goring fue un inútil o sólo lo parece…
1) Richard Suchenwirth, The Development of the German Air Force, 1919-1939 (Usaf Historical Division, 1968).
(2 y 3) Michael M. Postan, British War Production. Este estudio pertenece a la History of the Second World War, United Kingdom Civil Series, (ed) W. K. Hancock, 1952.
Y también: http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?t=2736&postdays=0&postorder=asc&start=0
Supongo que he aclarado mi punto de vista jerufa
Me sorprende ver aún, en estos tiempos y en estos «primeros» mundos, apreciaciones como las suyas.
De más es sabido que el «HOLOCAUSTO» no existió y que los vendedores de libros de historia son judíos. No se necesita ninguna investigación sociológica, psicológica ni mucho menos criminalística.
A la gente le gusta engolosinarse con los horrores. La gente es por naturaleza negadora, mentirosa, justificadora, minimizadora y deshonesta.
Supongo que la lógica consecuencia es este Sitio.
He encontrado un blog en inglés en el que te dejan decir lo que quieres sin falsas aperturas. Estos americanos son lo mejor que hay, se los recomiendo:
http://paradoxian.wordpress.com/
Francamente, hay comentarios que no parecen de este mundo….
Me pregunto si su apellido es Cattela…
«De más es sabido que el “HOLOCAUSTO” no existió y que los vendedores de libros de historia son judíos«. Sí, de más es sabido. Lo sabe todo el mundo, de más. Maldita conspiración juedo-masónica… de más.
«No se necesita ninguna investigación sociológica, psicológica ni mucho menos criminalística. Claro que no. Las investigaciones sólo vienen a emborronar, enfangar y entorpecer nuestros conocimientos congénitos. Es lo que se llama la «ciencia infusa».
«La gente es por naturaleza negadora, mentirosa, justificadora, minimizadora y deshonesta«. Eres todo un filántropo, Galix… Y yo creía que Arauxo era el último misántropo…
«Supongo que la lógica consecuencia es este Sitio«. Claro, porque cualquiera que se asome a estas páginas se dará cuenta de que todos pensamos igual. Este es el mejor ejemplo del «pensamiento único». Y precisamente esta reseña es un paradigma.
«Estos americanos son lo mejor que hay«… mmmmm… ¿Se incluyen los judíos americanos? ¿O se excluyen los judíos americanos vendedores de libros?
«He encontrado un blog en inglés en el que te dejan decir lo que quieres sin falsas aperturas«. ¿Te hemos o han censurado alguna vez, Galix, en Hislibris? O… ¿es lo que te hubiera gustado para encontrar una coartada pintiparada para tu victimismo?
Un saludo.
bien dicho, Arauxo.
Me sorprende ver aún, en estos tiempos y en estos primeros mundos apreciaciones como la de Galix.
De mas es sabido que el “Holocausto” si tuvo lugar, y que los vendedores de los libros de historia no son todos judíos. Es necesaria en todo caso una profunda investigación sociológica, psicológica y criminalistica de quienes niegan el holocausto.
A determinada gente le gusta engolosinarse con el negacionismo. Dicha gente es por naturaleza negadora, mentirosa, justificadora, minimizadora y deshonesta. O simplemente ignorante en grado sumo.
Supongo que la lógica consecuencia son sitios que no quiero ni nombrar.
Galix, has encontrado un blog en español en el que te dejan decir lo que quieres sin falsas aperturas (claro que para decir “eso”, es mejor no decir nada). Estos hislibreños son lo mejor que hay, te los recomiendo.
https://www.hislibris.com/?p=101
Lo peor de los negacionistas es lo que aburren… Vaya plaga…
Uyuyuy, como les dolio, jajaj.
Los negadores y deshonestos son gente por demas predecible: «Claro, porque cualquiera que se asome a estas páginas se dará cuenta de que todos pensamos igual. Este es el mejor ejemplo del “pensamiento único”. Y precisamente esta reseña es un paradigma. » Que miedo.
Gracias por dejarme decir lo que quiero en espanol. Y perdon por los acentos pero tengo teclado en ingles.
Igual invito a todo el mundo a
http://paradoxian.wordpress.com/
y dale….
Los liberales son los abanderados de la tolerancia. Vamos a ver cuanto tiempo pasa antes de que boten a patadas de aqui :)
Mientras tanto, antagonista a ultranza me reafirmo en mis convicciones y dejo que el poeta, Maestro, lo diga mejor que yo:
«…sueno con una guerra. De derecho o de fuerza; de logica muy imprevista. Tan simple como una frase musical.»
Rimbaud
y sigue…,
(Ta mare, quise decir :ME boten a patadas de aqui.)
Eso de los vendedores de libros judio-americanos esta buenisimo. Me encanta vuestro desparpajo. Por estos lares no acostumbramos tener conversaciones de cierta envergadura intelectual. Me siento un poco el estepario de la trinchera en una guerra de un solo bando carajo, nadie quiere pelear conmigo y yo me tengo muy creido mi rol de buscapleitos: en fin.
Tengo un amigo en Alaska. Es indio y me llama «Sister Wolf».
http://biancadreams.hi5.com
Bueno, hombre. Quien tiene un amigo tiene un tesoro, así que mira qué bien.
Galix
no tenemos un pensamiento unico en la mayoria de las cosas , si lees algunas reseñas queda evidente, el tema es que algunas de tus opiniones son irracionales
En lo esencial,unidad; en lo dudoso, libertad; en todo, caridad ( San Agustin)
«Tolle et lege»
(El mismo)
Don’t feed the troll
Que lindos como me tratan ahora. Tolerantes y nada sexistas, verdad? Porque ultimamente a los hombres se les da mucho por maltratarnos a las chicas. Que bueno que en eso no tengan un «Pensamiento unico».
Ahora me pregunto, por que les jode que sea tan brava? Les amenza en algo?
Hétor, me gusta la frase.
German, ¿estás ya con Maus? Lo estoy devorando. Y eso que había hecho el propósito de no leer otra cosa mientras no acabara el libro con el que estaba. Pero empecé por curiosidad…y la curiosidad mató al gato. Nunca mejor dicho.
Je, je. Al ratón, en este caso. No, no lo he leído. De hecho, todavía no he ido a buscar mi ejemplar. A ver si me acerco esta tarde…
Me alegra que lo estés disfrutando. Para quien no lo conozca, «Maus» es un comic que recoge una historia del Holocausto protagonizada por ratones (víctimas), gatos (victimarios) y perros (libertadores).
Super interesante. Y yo que tengo ojos de gato.
Quieren guerra de la buena? Nada de escarceos de minimo peligro, hablo de palabras mayores; y ojo, solo de palabras, nada de terrorismo cibernetico ni cojudeces por el estilo.
http://paradoxiangiant.blogspot.com/
Ya lo saben, pero eso si, es en ingles, sorry. Los espero por asha.
Queria preguntarles a los sabiondos de por aqui, que opinion les merece Eslava Galan?
Por Dios!!!! Germánico, tu hacha, pronto!!!!!!!!!!!
A mi la verdad que no me molesta que una persona niegue el holocausto. Todos sabemos (y ella, por supuesto, también aunque no quiera reconocerlo) que existió, y el 99% de las personas no lo negamos, porque es una cosa tan obvia como «cogito, ergo sum» asi que no hay discusión. A mucha gente le gusta meterse en estos foros para tocar la moral al personal porque no tienen nada mejor que hacer en su aburrida y atormentada vida. Pero bueno parece que seguiremos sufriendo cuando vuelva a escribir las sandeces que acostumbra, hasta que pasemos de ella y hagamos como si nada hubiera escrito.
Un saludo.
LES INVITO A MI BLOG:
http://galixhome.blogspot.com/
Nunca digas nunca DAVID. Hace unos anios participaba en el forum de fans de John Fogerty y la bienvenida que me dieron algunos no fue auspiciosa, por cierto varios me odiaban a muerte. UNO de mis enemigos mas acerrimos era un hawaiiano cincuenton que me hacia la vida imposible, me daba de alma (metaforicamente hablando). Unos anios despues se enamoro de mi, cruzo el ecuador un par de veces y a la tercera se mudo y nos casamos en febrero de este anio.
Y lo lindo de esta historieta es que ya los dos habiamos renunciado al amor, el divorciado y yo tambien, los chicos crecidos, solos con nuestra neurosis, musica y poesia. Almas gemelas.
Asi que no te arriesgues tanto.
Auseti, mmmmm… discrepó un poco ante la «inexistencia» de la Kriegsmarine. Recordemos que jugo un papel importante en la Batalla del Atlántico y en los primeros años de la guerra, hasta el punto de poner en jaque a Inglaterra, los U-boots atacando los convoy y hundiendo miles de toneladas de suministros vitales para los aliados. Tampoco podemos dejar de lado la proeza del acorazado Bismarck que hizo explotar por los aires al Crucero ingles Hood despues de disparar tres salvas de artilleria. Un punto importante para minizar estos ataques fue el hecho de que los ingleses lograran descifrar el Codigo Enigma.
Así que pienso, que calificar a la Kriegsmarine como «inexistente» no creo que esa sea la palabra adecuada. Hombre, hay que darle su merito también.
Saludos a todos.
PARA TODOS:
CUANDO DECIDI PARTICIPAR EN VUESTRO FORO LO HICE ANIMADA POR LA IDEA DE CONFRONTAR NUESTRA POSICIONES ANTAGONISTAS Y DISIMILES. MUCHAS VECES EN LA DIFERENCIA CONVERGEN SALUDABLES OPTICAS NUEVAS. OTRAS VECES LA SATISFACCION DE SENTIRNOS MAS Y MAS COMPROMETIDOS CON NUESTRAS PROPIAS CONVICCIONES NOS DA UN BUEN ESPALDARAZO.
NO VINE EN NINGUN CASO A QUE ME MALTRATARAN CON ADJETIVOS, INDIRECTAS Y APRECIACIONES SUBJETIVAS.
LAMENTO LA INTOLERANCIA Y LA POCA APERTURA. Y COMO NO SOY BIENVENIDA, ME VOY.
CHAU.
Chau.
¿Alguien tiene algo inteligible que decir?
En todos los territorios de la Europa ocupada por los alemanes no habían más de 2’4 millones de judíos. Pero después de la guerra 3’8 millones de judíos “sobrevivientes” reclamaron indemnizaciones económicas al gobierno alemán. Una tragedia, los restos de los 6 millones se habían perdido por el camino.
En 1939, existían unos 15.700.000 judíos en el mundo. Tras la Segunda Guerra Mundial, este número había alcanzado la cifra de 18.000.000. Lo que significa que de los 15.000.000 de judíos originales en el planeta antes de la conflagración, 6.000.000 fueron gaseados, quedando vivos 9.000.000. Por lo tanto, la población judía del planeta fue capaz de crecer y ¡doblar dicha población en menos de nueve años! Semejante milagro astronómico sorprendió tanto a biólogos como a médicos de niños en todas partes!
Y como es habitual, las fuentes brillan por su ausencia… Pues nada, a seguir así, que hace demasiado calor para pensar…
Y, Roger, si no es mucho preguntar – y teniendo en cuenta la profunda ignorancia de quien está preguntando en estas materias-… ¿de dónde salen esos datos?
Hummm. Que no tienen en cuenta una posible conversión masiva…
tipo Testigos de Jehova?
YA QUE SOIS TODOS TAN ASTUTOS BUSQUEN LAS PRUEBAS USTEDES MISMOS.
Pues nada, hombre, muchas gracias por ilustrarme con tu sabiduría…
Hombre, pues si nosotros que somos tan astutos hemos buscado las pruebas esas y no las hemos encontrado, debe ser que no las hay o que no somos tan astutos. Por otra parte, he de confesar que podríamos astutamente no buscar las pruebas y decirte que lo hemos hecho, lo cual demostraría que astutos sí somos y que por tanto la opción correcta sería la primera: que no hay pruebas.
Y todo esto lo he pensado así, de buena mañana, ¿eh? ¿Es grave?
¿Me ha llamado astuto a mi también?
¡¡¡¡Astuto!!!!… ¡¡¡¡Huy, lo que ha dicho…!!!!
Delicioso, es reconfortante encontrarse frente a la ignorancia y maravillarse otra vez.
A bueno, lo de ignorante ya está muuucho mejor.
CIERTAMENTE…
Por cierto, sabio Roger, este humilde ignorante te recuerda que «sois» y «busquen» no pueden usarse en la misma oración para dirigirse a los mismos interlocutores. Es una incorrección sintáctica.
Ea. A mandar, hombre.
Pardon moi ,ma chere frere. Muy amable ha sido al nutrir mi sintaxis.
Y ya que he pasado por alto una de sus preguntas anteriores, quisiera responderla brindandole un poco de informacion datada, «fedatada» (si me permite abusar del lunfardo) y real, y luego formularle a usted otras preguntas.
Le recuerdo que a partir 1945 los judios sospechosamente prohibieron sus censos. Pero nada nos cuesta hacer un poquito de matematicas nosotros mismos con la informacion anterior recopilada a esa fecha.
De tres millones de judios en el territorio de Hitler, fueron gaseados 6 millones, sobreviviendo (me aprueba el gerundio?) 5 millones -de los que constan records de peticiones de indemnizacion.
Como se explica la «resurreccion» de estos millones de judios muertos a Siberia, Israel y Norteamerica?, aqui vienen algunas respuestas-pruebas:
El Comandante del campo de concentracion de Dahau durante 1945, Gehrard Rossberger, declara que en tiempos anteriores a 1945 existio un crematorio mas no camaras de gas en Dachau y agrega que la declaracion polaca del gaseamiento subterraneo se desmiente facilmente pues la canalizacion subterranea usada para verter el gas era comun y estaba conectada al Cuartel de la Guardia, lo que supondria gasear soldados alemanes tambien. Y se aniade que los agentes americanos del CIC Howard y Strauss con colaboracion polaca edificaron las fraudulentas «duchas» falsas. – Informe Deutschen Wochenzeitung, Erich Kern 1977.
El diario de Hamburgo Die Welt, publica el 25 de setiembre de 1954 las declaraciones del Presidente de la Liga Judia ante la Casa de Representantes en Nueva York, el Rabino Benjamin Schultz, quien afirma categoricamente y sin lugar a equivoco, a modo de denuncia, la desparicion de tres millones y trescientos noventa mil judios en territorio sovietico.
El 18 de enero de 1955, el diario TAT de Zurich constata en su articulo «Un balance conmovedor de dos guerras mundiales», que en los campos de concentracion y carceles, murieron trescientos mil alemanes.
El 15 de abril de 1946 en Nurenmberg el tristemente celebre testigo Hoss ante la pregunta del abogado Dr. Kauffman, responde: dos millones. Luego ante la misma pregunta formulada esta vez por el acusador americano Amen, rsponde: tres millones.
El sensato historiador Gerald Reitlinger, maneja, de acuerdo a pruebas reales y documentadas, cifras totalmente diferentes, como estimar en menos de un millon para Auschwitz en su publicacion Die Endlosung. Asi mismo, la revision del exterminio sovietico de judios por cuestiones politicas en mas de setecientos cincuenta mil, por dar un aproximado bastante recatado en su publicacion Ein Haus auf Sand gebaut.
El 5 de diciembre de 1942 el periodista judio David Begelson escribe que gracias a las medidas de evacuacion gran parte de los judios de Lituania, Ucrania, Rusia Blanca y Letonia se salvaron y acota textualmente: 80%.
En el Libro Anual Judio de 1946/47, el Rabino Mordekai Murok, asegura que «debe enfatizarse con insistencia que varios miles de judios en la URSS encontraron puerto seguro antes que los Nazis llegaran.»
En Beth Shalom (Noticias de Israel), el erudito judio-sovietico Michael Zahnd, sostiene en la Carta Infome #6, «La conjetura es que hoy en dia existen cuatro millones quinientos mil judios en la URSS…»
Mas pruebas, mi estimado Arauxo? Dejeme preguntarle algo:
Que pruebas ostenta la defensa del Holocausto? Seran acaso mentiras, contradicciones, dichos de oidas, supuestas confesiones arrancadas mediante tortura, manipulacion de archivos y y una negacion tajante a la REVISION?
¡Bien dicho, Arauxo!
P.D: Haber si va a ser Galix, pero con el nombre cambiado…O, ¿Quizá pueda haber ganado un adepto? Quién sabe. La ignorancia mata.
¿La ignorancia mata?
Entonces…. ¡Es un zombi!
Muy Estimado señor Galix:
Le agradezco su prolija explicación, que viene a ilustrar a este astuto -y absoluto- ignorante en las materias que abordamos. Y se lo agradezco especialmente, porque ha sabido Ud. vencer sus resistencias iniciales y, pese al esfuerzo que sin duda le habrá costado, condescender benevolentemente ante mi humilde y ramplona pregunta… a la que -lamento insistir en ello- no ha contestado.
Me informa Ud. de un aluvión de datos que no estoy en condiciones de rebatir ni discutir (habrá sin duda quién sepa hacerlo en Hislibris…) pero que no responden en absoluto a la cuestión que le planteé. Es más: sólo vienen a incrementar mi confusión. Porque a la ausencia de respuesta, debo añadir -con profunda decepción- que la regla que Ud. me invita a practicar (nada nos cuesta hacer un poquito de matematicas)… no despeja duda alguna, sino al contrario:
– Inicialmente habla Ud. de 2,4 millones de judíos en Europa en 1939. Después se refiere Ud. al «territorio de Hitler» (que, se entienda como se entienda, es menor que el conjunto del continente europeo) y eleva Ud. la cifra hasta los 3 millones, por lo que, de repente y por arte de magia, aparecen 600.000 judíos más que en su intervención inicial en un territorio menor que Europa. Y, como «prueba», alega Ud., entre otras, unas declaraciones contradictorias en el proceso de Nuremberg en las que se mecncionan 2 ó 3 millones, lo cual no sé exactamente a qué se refiere ni qué es exactamente lo que prueba.
– Inicialmente habla Ud. de 3,8 millones de reclamaciones judías tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Pero en su explicación porterior eleva Ud. la cifra a 5 millones. Y, claro, uno que es torpe en matemáticas, acaba preguntándose… ¿Desde el 16 de julio -fecha de su primera intervención- y hasta hoy han presentado nuevas reclamaciones 1,2 millones de judíos?
– Y después (igual que antes) me sigue Ud. hablando de millones de judíos en un baile de números que aparecen por doquier: un millón, dos millones, tres y pico de millones, cinco millones, seis millones, quince millones, dieciocho millones… Le confieso, señor Galix, que pone Ud a prueba mi inteligencia y mis habilidades matemáticas, pero… me siento aun más ignorante que antes. He leído y releído su comentario intentando cuadrar cifras y no sé si echarme a llorar por mi impericia operativa o apelar -como hago ahora- a su generosidad y a su clarividencia, implorándole una «aclaración algo más clara», por favor…
Le recuerdo, señor Galix, que yo preguntaba de dónde salían estos datos que Ud. nos proporcionaba hace pocos días:
… Y sigo, lamentablemente, sin conocer la respuesta. La diferencia es que, ahora, ya no sé si preguntarle por los 2,4 millones iniciales o por los 3 millones de su último comentario; si por los 3,8 de antes o por los 5 de ahora… O si seguir preguntando por los 15 millones y por los 18… En fin, sigo confiando en su benevolencia y le ruego que ilustre, por favor, la ignorancia de este impertinente que no hace sino preguntar y volver a preguntar…
Respecto a las suyas, señor Galix… temo que voy a decepcionarle. No puedo responderle, entre otras cosas, porque ya he declarado mi insolvencia intelectual en estas materias y porque juego con una ventaja: yo no he expuesto teoría alguna sobre el holocausto ni he defendido posición alguna. Ud., sí. A Ud. corresponde, en consecuencia, la carga de la prueba. Con todo, estoy seguro de que en Hislibris hay personas mucho más versadas que yo que podrán responderle oportunamente a sus preguntas y resolver las dudas que Ud. plantea.
Un saludo.
PS: Una cosa si he aprendido: según las fuentes que para Ud. parecen tener credibilidad (v. gr. Gerald Reitlinger) e interpretando sus comentarios, en Auschwitz murieron menos de un millón de judíos. Eso me tranquiliza sobremanera. Nada de 6 millones, por Dios, apenas uno… Tampoco es para tanto ¿verdad? Total, un millón más o menos de judíos en el mundo, con lo rápido que dice Ud. que se reproducen…
(Querido David VII: no entiendo demasiado bien lo del cambio de nombre y lo de los adeptos. Y prefiero no aventurarme para evitar equívocos…)
Es que estamos mezclando a roger y a galix, aunque tanto monta que monta tanto…
O es que también se reproducen a velocidad de vértigo.
Huy, pues es verdad. Mil perdones por la confusión, señores/as Roger y Galix, Galix y Roger. Mi comentario anterior iba dirigido a Roger; por equivocación lo dirigí a Galix.
(Ahora sí entiendo el comentario, David VII. Usted perdone también)
Psá, pues tampoco le vendría mal a Galix leerlo. Así que matamos dos pájarracos de un tiro.
Perdón. Se me ha colado un acento donde no debía.
Oye, German, ¿les recomendamos a estos señores que se lean Maus? ¿O será para ellos un ejercicio de ciencia ficción demasiado severo?
Estos señores no leen, Ascanio. Tan sólo inventan autores y publicaciones que nadie conoce para negar los centenares de miles de pruebas y testimonios del Exterminio existentes, así como para rebatir los miles de estudios que hay al respecto. En fin, démosles la importancia y la credibilidad que se merecen.
Yo, Germánico, a veces me conformaría con que me citasen UNA sola fuente. Pero aquí sigo, esperando… esperando… esperando…
…fumando espero…
Si pues, ya vi el acoso que le hicieron a Calimero en elpasado y a pesar de su bien documentado descargo, nada, que no cuela.
En fin. Les he dado datos y fechas precisas y si eso no prueba nada para ustedes, bueno, amen.
Exhibo una final e irrefutable prueba.
Pero he de hacerles notar algo, el sesgo de su sitio es, sino peligroso para la libertad de expresion, estupido por decir lo menos: dar por verdadero el Diario de Anna Frank cuando esta probado que el manuscrito se hizo con boligrafo, es de oligofrenicos.
Crean lo que quieran.
El profesor Einar Aberg publica un sencillo pero lapidario cálculo estadístico, en el que los pretendidos 6.000.000 de judíos no aparecían (o mejor dicho no «desaparecían») por ninguna parte. Dicho documento fue publicado en 1959 en Norniken, Suecia, y decía lo siguiente:
«En 1938 habían en el mundo 15.688.259 judíos, según el ‘World Almanac’ de 1947. Esta cifra fue proporcionada a dicho Almanaque por la ‘American Jewish Commitee’ y por la ‘Jewish Statistical of the Synagogues of America’.
En 1948 existían en el mundo entre 15.600.000 y 18.700.000 judíos, según un artículo aparecido en el ‘New York Times’, del 22 de febrero de 1948, escrito por Mr. Hanson W. Baldwin, reconocido experto y de probaba imparcialidad cuestiones demográficas, personalidad que, ni aun haciendo alarde de la mayor fantasía, puede ser tildada de antisemita. Su jefe, Arthur Sultzberger, propietario del ‘New York Times’, y judío él mismo, es reconocido como amigo incondicional de Gran Bretaña.
AÑO NÚMERO DE JUDÍOS EN EL MUNDO FUENTE ESTADÍSTICA
1921 11.600.000 Meyers HandLexicon, Alemania
1930 15.600.000 National Council of Churches
1939 15.000.000 American Jewish Comittee Bureau of the Synagogue Council
1940 15.319.359 World Almanac, pg. 129
1947 15.690.000 World Almanac
1949 15.713.638 World Almanac, pg. 284
1961 16.300.000 Statiscal Yearbook of Council of Churches, EUA
Tomando, pues, por cierta la evaluación más alta de Mr. Baldwin, o sea 18.700.000 de judíos, resultaría que entre los diez años que mediaron entre 1938 y 1948 -período que incluye los años de la guerra de 1939 a 1945- , durante los cuales se pretende que Hitler habría hecho matar a seis millones de judíos, la población judía del mundo habría aumentado en más de 3 millones. Sí, a los efectos de la comprobación, supusiéramos que Hitler efectivamente hizo matar a 6.000.000 de judíos, nos encontraríamos con que el incremento de la cifra demográfica es realmente de 9.000.000. Es decir, un aumento de 3.000.000, más otros 6.000.000 de nacimientos, para suplir los 6.000.000 de judíos pretendidamente exterminados bajo el régimen hitleriano.
Teniendo en cuenta que actualmente existen en el mundo tan sólo 18.000.000 de judíos, supone ello un aumento de 9.000.000 de judíos durante los diez años que van de 1938 a 1948, o sea, un incremento total (en sólo diez años) del 50%, cosa imposible. Aún cuando todo judío, físicamente apto, se hubiese dedicado exclusivamente, día tras día, durante las 24 horas, en los años de 1939 a 1949 a la procreación, con cada una de las mujeres de su raza, en plena pubertad, el que pudiesen haber llegado a engendrar en diez años 9.000.000 de judíos, estaría absolutamente en pugna con las leyes de la eugenética.
Vale precisar que, promediando las cifras extremas de judíos existentes en el mundo en 1948, según Mr. Baldwin, obtenemos por resultado 17.150.000 judíos. Vemos que la estadística poblacional no sólo aumentó normalmente con relación a los 15.688.259 de 1938 (en diez años) sino que registró un incremento en el ritmo de nacimientos judíos en años anteriores, de modo que los pretendidos 6.000.000 no aparecen por ninguna parte.
Y aún tomado la menor de las cifras de Balwin, que coincide con la de 1938, es decir, cerca de exageradamente pocos 15.600.000 judíos en el mundo, pretender que de esa cantidad de judíos vivos pudieron producirse 6.000.000 de nacimientos en diez años (y exactamente en los tormentosos años de la guerra, en ghettos y en albergues de refugiados, y durante sus penosas migraciones al recién fundado Estado de Israel), para suplir los otros 6.000.000 de muertos y dejar la cuenta saldada en cero, es realmente imposible y fuera de toda lógica de ciencias poblacionales y etnográficas.
Y para finalizar, en este sitio me recomiendan visitar el sitio facho, Nikzor, donde entre otras calamidades como defender el holocausto a ultranza haciendo uso de mentiras e insultos, me ofrecen engrandecer mi pene, vender Viagra y encontrar asiaticas calentitas. Que buen sitio, realmente, lo recomiendo.
Me olvidaba.
Todo ese asunto acerca de «Galix», supuse prejuiciosamente, primero, que era una de sus veladas alusiones a mi ascendencia gala y por lo cual estaba dispuesto a iniciar una confrontacion. Luego he entendido, ciertamente ustedes no pueden saber si soy armoricano o no, y parece que me han confundido con esa chica :) lo cual no me molesta en absoluto pues he visitado su sitio y me parece encantadora y desfachatadamente honesta.
por que se niega el Holcausto de 3o millones de indigenas en America del Norte? , hoy en dia solo viven algunos cientos en reservados
Bueno, enhorabuena por la página. Acabo de descubrirla y me parece muy interesante. En adelante espero visitarla muy a menudo, y de tanto en tanto intentar aportar algo.
Quisiera recomendar investigar fuentes interesantes a estudiar sobre algunos indicios que se me han ocurrido para corroborar los planes de exterminio llevados a cabo. Solo son pequeñas pinceladas, y seguro que en algún caso podriamos debatir largo y tendido si son veraces, aunque hasta lo que yo se me parecen demostrados:
Los archivos fotográficos que algunos deportados españoles en Mauthausen hicieron, y que se usaron en Nuremberg, aunque no sé si esto último tiene relevancia, y los testimonios del documental de rtve «el convoy de los 927:
Jesús Tello: «Cuando te encerraban en el vagón del tren, ya perdías tu personalidad, ya no eras libre. Ya hacían de ti lo que les daba la gana, ya no tenías nombre, ya eras un número».
Luisa Ramos: «Yo creo que los franceses sabían dónde nos llevaban. Ellos eran responsables de nosotros desde el momento que nos acogieron en su país y dejaron que se nos llevaran como animales. ¡Por Dios bendito, que había muchos niños!. En el tren íbamos hacinados como bestias. Nos metieron en ese vagón y no podíamos salir ni para hacer las necesidades».
Felix Quesada: «Al llegar a Mauthausen, Frank Ziereis, el director del campo, nos dijo a todos los que estábamos allí que no saldríamos por la puerta, que saldríamos por la chimenea del crematorio».
Joaquim Valcells: «Cuando el tren se pone en marcha otra vez, abandonando a los hombres en Mauthausen, el clamor que hay de llantos y gritos es una cosa que no se puede describir. Cada vez que lo pienso, tiemblo».
Ramiro Santiesteban: «La cantera donde trabajábamos estaba en un agujero. Había un despeñadero que debía hacer más de 50 metros de alto. Los SS despeñaban presos por ahí. Cuando uno duerme en una barraca, como yo he dormido, enfrente del crematorio, y durante toda la noche ves salir las llamas por la chimenea, la moral está muy baja».
José Alcubierre: «¿Sabe usted lo que es acostarse con uno, estar hablando con él: «¡Ay, estoy cansado, tal y cual», y al día siguiente decirle: «¡Venga despierta!» y encontrarle muerto?».
Jesús Ramos: «Al llegar a Asturias tuvimos un recibimiento en la estación de la gente de derechas esperando que bajáramos del tren diciendo: «¡Aquí llegan los rojos, ahí llegan los asesinos!» Éramos mujeres y niños. Si esto tiene explicación yo no la entiendo».
Pablo Escribano: «Es una página de la historia de España. España no ha hecho nada con sus hijos. No necesitamos monumentos por todos los sitios, pero sí un reconocimiento por nuestra lucha por la libertad. Y eso no se ha hecho todavía».
Aquí está una «corta» lista de deportados investigada por el «Centre d’Estudis d’Investigació històrica Baix maestrat / Montsià»:
[url]http://www.ceibm.org/alexca0000.html[/url]
Otras evidencias que se me ocurren a bote pronto que me hacen descartar una y otra vez la duda del holocausto, son decenas de sucesos narrados en Polonia, Italia, etc, no solo específicamente de la eliminación de judios, sino de cualquier tipo de persona:
El ghetto de Varsovia existió, según Hans Frank, como un campo de cuarentena. Evidentemente era un pretexto (recomendaría a los revisionistas leer entre lineas sus fuentes). Leer el diario del profesor Ludwig Hirszfeld, un internado o Emmanuel Ringelblum, o el general de SS Stroop que el 3 de octubre de 1942 escribe: «310.322 judios deportados a T.2» (o sea Treblinka)
[url]http://www.holocaust-history.org/works/stroop-report/jpg/strp010.jpg[/url]
Las transcripciones del registro estenográfico en la Wolfschanze, que son muy descriptivas de la situación.
El expediente judicial del coronel Stadler a Diekman por las represalias de Oradour-sur-Glande por la captura del coronel SS Kampfe, con el veto de Hitler.
La orden del 30 de junio del 1942 del comisario Arthur Seyss-Inquart en Holanda.
Las declaraciones del «cazado» Silberbauer, el brigada de la Gestapo que detuvo a los Frank.
Los escritos de Harster, como el famoso recurso y su rechazo: «Jud ist Jud mit oder ohne Beine» (un judio es un judio aunque no tenga piernas).
La sublevación de Varsovia y la actuación de las brigadas Dirlewanger y Kaminski, denunciadas por el propio Guderian y Hermann Fergelein.
La matanza en Boves (Constanzo Lerda, superviviente).
La masacre de Cefalonia (infante Alberto Sabattini).
Los 2091 judios romanos deportados desde el 16 de octubre de 1943 (ver los testimonios de Mario Tagliati que reconoce a Arrigo Tedescho, o el diario de Eichmann, o la indicación a Kappler por el negociado IV-B-4 del Reichssichersheittshauptamt sobre el traslado y liquidación de judíos de Roma, los documentos como los telegramas de Von Weizsäker a Berlin hablando de las posturas de la iglesia en contra de «la deportación de judios» textualmente).
Los falsificadores (muchos judios) de la Operación Bernhard y las pruebas de que fueron sacados de los «Lager» como Sachsenhausen condenados a muerte, según el propio capitán SS Kruger.
La matanza de las fosas ardeatinas (testimonios de Kesselring o Kappler).
El diario de Kurt Gerstein.
Los informes del «Hauptsturmführer Kurt Magic en Pripet sobre los métodos de «pacificación» donde dice textualmente «los saqueadores judíos fueron eliminados» (aquí se entiende por saqueadores a cualquier judío) y detalla su actuación.
Las declaraciones del coronel general Erwin Enecke sobre Sebastopol.
También quiero aportar parte de una filmación de las EINSATZGRUPPEN en Lituania (creo que ya se ha citado sobre el documental Broken Silence)
[url]http://www.ushmm.org/wlc/article.php?lang=sp&ModuleId=10005767[/url]
Gracias por la página y por los lectores-comentaristas-colaboradores.
P.D.:
La teoría del fascismo de Eco un poco más desarrollada
http://culturacanibal.blogspot.com/2007/01/umberto-eco-y-el-fascismo-eterno.html
Interesante aportación, Magnito. En cuanto a testimonios españoles, el libro «Españoles en el Holocausto», de Pike (Debolsillo) recoge algunos de lo más interesante, y además hace un estudio crítico de la fiabilidad de cada cual… con el cual se podrá estar de acuerdo o no, pero que resulta, cuando menos, orientador. Por cierto, cuenta con detalle el famoso caso de las fotos supuestamente hechas y escondidas por García jugándose la vida, que terminaron en manos de Boix (al que pone, dicho sea de paso, a parir). Una historia realmente turbia… Boix, precisamente, fue el único español que declaró en algún juicio en Nüremberg.
En cuanto a los Einsatzgruppen en acción, en esta página hay varios vídeos al respecto:
http://www.nizkor.org/
Les encantaba filmarse… Por cierto, es una de las mejores páginas sobre el Holocausto que conozco.
Saludos.
He estado recavando más información, y efectivamente García y Boix rivalizaron por los méritos y por el protagonismo en Nuremberg (los dos trabajaban en el servicio de identificación fotográfica).
«Antonio García y Francisco Boix trabajaron en el servicio de identificación fotográfica (Erkennungsdienst). En Mauthausen se realizaron fotografías de identificación de prisioneros, aunque en el caso de los españoles apenas se dio esta circunstancia, ya que los alemanes contaban con las fotografías que les habían hecho anteriormente en los Stalag. También se realizaron por miles las fotografías de los altos cargos de las SS. Con ocasión de una visita de Himmler, se llegaron a hacer más de 4.000 fotografías… Cuando destruían el archivo fotográfico, no podían imaginar que en otro lugar se conservaban, además de sus rostros, las pruebas de sus acciones. García y Boix contribuyeron a que ese propósito no se cumpliera al cien por cien. … En el libro «Francisco Boix, el fotógrafo de Mauthausen», de Benito Bermejo, se ofrecen más datos de este episodio. Pero a pesar de trabajar juntos y de arriesgar sus vidas escondiendo el material fotográfico, García y Boix tuvieron una pésima relación…García, mucho mayor en edad que Boix, denunció hasta su fallecimiento en el año 2000 que no se le había reconocido su labor y que fue el Partido Comunista quien le impidió declarar en Nuremberg, en favor de Boix, que fue encumbrado como el único responsable de la salvación de las fotografías. En este punto el historiador norteamericano David W. Pike da credibilidad a la versión de García, quien aseguró haber salvado 200 fotografías en papel. Pike cuestiona la versión de Boix y pone en duda que Berlín ordenara destruir sus archivos fotográficos tras el desastre de Stalingrado. A su juicio, no cree que los alemanes creyeran entonces que iban a perder la guerra. La teoría de Bermejo es bien distinta, al considerar que García habló siempre desde el resentimiento y que sus relatos «están teñidos de una profunda amargura». Tanto las fotos robadas por García, como los negativos salvados por Boix llegaron a manos de una valiente mujer austriaca del pueblo de Mauthausen llamada Anna Pointner, gracias a dos jóvenes presos españoles del kommando Poschacher que pasaban cada día por ese pueblo camino del trabajo. En un descuido de sus guardianes, le hicieron entrega del paquete con las fotografías, y Anna Pointner, que había simpatizado con ellos, no dudó en recogerlas y ocultarlas en el muro de su jardín.»
http://www.nodo50.org/foroporlamemoria/documentos/2004/jtalavante_11092004.htm
Lo siguiente será encontrar un ejemplar del libro :).
Doy fe que la hija de Anna Pointner afirmó en un documental de C33 hace unos diez años que fue la organización de republicanos en el campo (el PC formado básicamente) quien le entregó los negativos, así que la polémica entre estas dos personas creo que se queda en el ámbito personal. La verdad es que lo que hicieron fue excepcional, quizás una de las más importantes aportaciones a la demostración del holocausto.
He encontrado el documental, que seguro alguno os suena:
http://video.google.es/videoplay?docid=-4585635582953202062&q=francisco+boix&total=1&start=0&num=10&so=0&type=search&plindex=0
El convoy de los 927 en versión original (creo que con un poco de esfuerzo sé que lo entendereis bien. En todo caso, si alguien está interesado, habría la posibilidad de ponerme a hacer los subtítulos y editarlo)
http://www.tvcatalunya.com/p30minuts/30Item.jsp?idint=364&item=reportatges
(Creo que hay que estar suscrito)
P.D.: gracias por la web.
Un vehemente saludo Germánico; veo que tu insustituible reseña sigue alimentando nuestras pesadillas sobre duchas y hornos.
«Sobre duchas y hornos»… Joder, Nando, acabas de dar un título genial. Enhorabuena. Con tu permiso, utilizaré esa expresión de vez en cuando (sin mentar tu autoría, por supuesto).
Saludos.
Abren el mayor archivo del Holocausto con 50 millones de documentos
Araceli Viceconte
Fué creado en 1943 y administrado por la Cruz Roja
Fueron redactados por la burocracia nazi. Mencionan a 18 millones de víctimas. Van a estar a disposición de los investigadores hacia fin de año.
Los registros de tratamientos dentales y experimentos médicos a los que eran sometidos los prisioneros de campos de concentración. Las causas de la detención y de la muerte de los presos. O las libretas de pago a los trabajadores forzados. Todos estos documentos redactados por la burocracia nazi quedarán en breve a disposición de investigadores.
Ayer, la comisión internacional que administra el mayor archivo del mundo sobre las víctimas del nazismo decidió permitir a los historiadores hurgar en los 50 millones de documentos que se guardan en la pequeña localidad alemana de Bad Arolsen, al oeste del país.
El llamado «archivo del Holocausto» es único porque reúne todas las actas de los perseguidos, prisioneros y desplazados por los nazis que pudieron reunir los aliados durante y después de la Segunda Guerra Mundial. En ellas figura el nombre, la fecha de nacimiento y el motivo de encarcelamiento de 18 millones de personas que fueron víctimas de la maquinaria de muerte nazi en toda Europa. Y en sus estanterías, que tendidas a lo largo ocuparían 25 kilómetros, figuran todos los campos de concentración y exterminio, desde la A de Auschwitz a la T de Treblinka.
Llevó diez años tomar la decisión de la apertura del archivo, cuyo nombre oficial es Servicio Internacional de Búsqueda. Administrado por la Cruz Roja Internacional, que nombra a su director, es vigilado por once países firmantes de un tratado que data de 1955. Representantes de Alemania, Bélgica, Francia, Grecia, Gran Bretaña, Israel, Luxemburgo, Italia, Holanda, Polonia y Estados Unidos acordaron anoche en Luxemburgo que modificarán este texto de creación del archivo. Luego habrá que esperar que los Parlamentos de los once países ratifiquen el texto, para que a fin de año los investigadores puedan acceder a los documentos.
Creado originalmente por los aliados en 1943 con el fin de encontrar a personas desplazadas durante la Segunda Guerra Mundial, el archivo es financiado por Alemania. Y aunque en principio estaba previsto que funcionara durante sólo cinco años, su misión va cambiando con el tiempo y está lejos de agotarse. El año pasado recibió más de 150 mil pedidos de búsqueda.
Al comienzo, el Servicio Internacional de Búsqueda de Arolsen sirvió para rastrear a los familiares y seres queridos «perdidos» durante la guerra. Pero con la caída del Telón de Acero hubo un aluvión de solicitudes de países de la antigua órbita soviética cuyos ciudadanos querían probar que habían estado en campos de concentración u obligados a trabajos forzosos, para cobrar una jubilación o una compensación económica.
Un ucraniano, por ejemplo, obtuvo una indemnización gracias a que en Bad Arolsen se encontraban las listas de prisioneros con piojos del campo de concentración de Gross Rosen. Allí constaba que él, Piotr, había tenido dos piojos el 26 de enero de 1945. Aunque cada vez menos, siguen llegando cartas y solicitudes enviadas desde países de inmigración como Argentina.
Hasta ahora, sin embargo, sólo se podía dar información a los involucrados o a sus familiares. Toda persona que sepa, por ejemplo, que alguno de sus antepasados había estado en un campo de concentración y quisiese probarlo mediante un documento puede escribir a Bad Arolsen para preguntar si su pariente consta allí en algún papel de la burocracia nazi. No siempre la búsqueda da resultado: en Bad Arolsen aún hay 407 mil casos sin resolver.
Desde 1996, los investigadores interesados pueden trabajar sobre el 2 por ciento del archivo que no se refiere a personas en particular. Pero ahora podrán acceder también al resto de los documentos que se apilan en estantes y ficheros y mencionan a 18 millones de víctimas del régimen nazi. Entre estos papeles están, por ejemplo, la lista de gitanos deportados al campo de exterminio de Auschwitz y su edad, desde bebés hasta octogenarios. O la lista de fallecidos de Buchenwald, con fecha, hora, número de prisionero y efectos personales.
Hacía años que los historiadores pedían que se permitiera el acceso a estos datos, de inmenso valor histórico. Alemania e Italia hasta hace poco se oponían. En abril pasado, no obstante, la ministra de Justicia alemana, Brigitte Zypries, prometió en Washington que su país apoyaría la apertura. La mayor presión en ese sentido la ejercieron el Museo del Holocausto de Washington y el de Yad Vashem, en Israel, que a su vez tienen copias de gran parte de los documentos de Bad Arolsen referidos a judíos, la mayoría de las víctimas de los nazis.
Consultas
Para enviar solicitudes de búsqueda de personas a los archivos en Alemania hay que dirigirse a http://www.its-arolsen.org (página en inglés, francés y alemán), al correo electrónico itstrace@its-arolsen.org o por carta, a International Tracing Service, Grosse Allee 5-9, 34444 Bad Arolsen, Alemania.
Discurso de Posen:
Discurso histórico de Himmler dado a una selecta audiencia de 60 Gauleiters y Reichsleiter, empresarios y altos oficiales civiles y militares de las SS en el Castillo de Posen, el 6 de octubre de 1943. El objetivo de este no sólo era informar claramente del exterminio judío a la asamblea, sino involucrarlos como cómplices con esta revelación y extender la responsabilidad por la Solución Final que se estaba llevando a cabo. Este discurso involucró además al Ministro de Armamentos, Albert Speer, quien mucho más tarde en sus memorias, aseguró nunca haber estado allí y haberse retirado apenas terminó su propio discurso a los Gauleiters sobre la necesidad de mano de obra.
Se transcriben a continuación las partes más esenciales de este fatídico discurso.
-.»Deseo hablar ahora a ustedes, en este círculo muy restringido, acerca de un asunto que ustedes, mis camaradas del partido, durante mucho aceptaron como cosa sobreentendida, pero que para mí se ha convertido en la carga más pesada de mi vida: La cuestión de los judíos.-
-.Todos ustedes aceptan y comprenden perfectamente bien que no podríamos haber soportado los bombardeos y las tensiones del cuarto, quizás en el futuro, durante el quinto y sexto año de guerra si esta pestilencia todavía formase parte de nuestro cuerpo político. Es fácil pronunciar la breve sentencia: Es necesario exterminar a los judíos. Pero las exigencias impuestas a quienes deben ejecutar esa fórmula son las más duras y difíciles del mundo.-
-.Ya lo ven, por supuesto que hay judíos; es evidente que no son más que judíos. Pero piensen por un momento cuántas personas – incluso camaradas del partido – han formulado una de esas famosas peticiones (que llegaron a nosotros) en las que por supuesto se decía que todos los judíos eran unos cerdos; pero Fulano es un judío decente que debe ser excluido de lo que se estaba haciendo. Me atrevería a decir que, de acuerdo con el número de esas peticiones (…), seguramente hay más judíos decentes que judíos en general.
-.Menciono esto sólo para que cada uno de ustedes sepan que en sus respectivas provincias hay nacionasocialistas buenos y respetables, cada uno de los cuales conoce a algún judío decente (…). Les pido que sólo escuchen pero jamás hablen de los que estoy diciéndoles. Vean, a nosotros se nos plantea la cuestión: ¿Qué hacemos con las mujeres y los niños?…-
-.[…] Y decidí también en este punto que debía encontrar una solución final. Pues no me pareció que se justificara exterminar – quiero decir matar u ordenar que mataran – a los hombres; pero, ¿dejar a los niños que crezcan y se venguen contra nuestros hijos y nuestros nietos?
Había que adoptar la díficil decisión de conseguir que esa gente desapareciera de la faz de la Tierra. Ya que para la organización que debía ejecutar la orden fue la más difícil que jamás tuvimos[…] Creo que puedo afirmar que esta orden se ejecutó sin dañar la mente o el espíritu de nuestros hombres y nuestros líderes. El peligro era grave y siempre estaba presente, pues la diferencia entre convertirse en seres crueles y sin corazón, y ya nunca respetar la vida humana, o – ablandarse y sucumbir a la debilidad y los colapsos nerviosos […] es la brecha que media entre Scilla y Caribdis, es abrumadoramente estrecha.- -.Ustedes no dudarán de que el aspecto económico presentaba muchas y graves dificultades, sobre todo en la limpieza de los guettos[…]. Como ese guetto producía abrigos de piel y textiles, nos impidieron ocuparlo cuando hubiera sido fácil hacer tal cosa: se nos dijo que interferíamos una producción esencial. Proclamaron: ¡Alto! ¡Aquí se trata de producción para la guerra! Por supuesto esto no tiene nada que ver con el camarada Speer (Albert Speer). No fue culpa suya. Precisamente este tipo de supuesta empresa de producción para la guerra es la que limpiaremos, el camarada Speer y yo, en un esfuerzo conjunto durante las próximas semanas.-‘
-. Las inmensas fortunas que confiscamos a los judíos han sido entregadas al Ministro de Economía del Reich […]- no tenemos derecho a retener ni un pfenig de esa riqueza judía confiscada. Mi orden ha sido desde el comienzo que cualquier miembro de las SS que robe un solo marco sea condenado a muerte…. Y puedo decirles que en los últimos días he firmado una docena de sentencias a muerte por esta razón.-
-.Consideré que era mi deber hablarles, porque son los más altos dignatarios del partido[…] Hacia el fin de este año (1943), la cuestión judía habrá sido resuelta en los países que ocupamos.- -.[…] Lo haremos con la misma falta de sentimentalismo con que deben hacerse las cosas en este quinto año de guerra: sin sentimentalismo… pero – en el fondo de nuestros corazones – por Alemania.-
-.[…] Nosotros unidos soportemos la responsabilidad en representación de nuestro pueblo [..], responsabilidad por una realización, no sólo una idea[…] y después nos llevaremos este secreto a la tumba.-
HOLOCAUSTO: EL RESPONSABLE DE LA SOLUCION FINAL DE HITLER
Sórdido testimonio del nazi Eichmann
Israel difundió ayer las memorias de uno de los mayores criminales nazis. Allí narró cómo mataban a decenas de judíos envenenándolos cuando dormían. O cómo les arrancaban con pinzas los dientes de oro.
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JERUSALEN. The New York Times y Washington Post y agencias AP, ANSA y DPA . Especial para Clarín.
Yo fui el testigo del grotesco funcionamiento de la maquinaria de la muerte; cada pieza movía a la otra, como un reloj… Fue la más grande y violenta danza de la muerte de todos los tiempos. Así lo escribió Adolf Eichmann en una de las 1.200 páginas que integran sus memorias sobre uno de los capítulos más oscuros de la historia: el Holocausto. Difundidas ayer por Israel tras 40 años de hermetismo, el relato de este notorio criminal de guerra nazi, sentenciado y muerto en la horca en 1962, abre paso a un sórdido testimonio del genocidio de millones de judíos por el Tercer Reich.Eichmann quien fue el máximo ejecutor de la solución final contra los judíos, describe un cuadro escalofriante a lo largo del manuscrito de líneas apretadas en alemán en el que se define como sólo una rueda del engranaje de la maquinaria nazi. Su divulgación ayer dio lugar a airadas reacciones por parte de estudiosos del Holocausto quienes aseguran que el documento no tiene valor histórico alguno porque Eichmann distorsionó los eventos para disminuir su verdadero papel en la matanza de millones de personas.No hay nada que aprender de esto, sentenció Iehuda Bauer, jefe del instituto de investigación del Holocausto en Yad Vashem. El que escribe es un demonio con una justificación lamentable que repite sus reclamos del juicio .Eichmann, atrapado por los servicios secretos israelíes en Buenos Aires en 1960 y enjuiciado en Israel por crímenes de guerra, afirma en el libro escrito en su celda, que yo he visto el infierno, la muerte y al diablo, porque tenía que mirar la locura de la destrucción, yo era uno de los tantos caballos que tiraban del vagón y que no podía escapar debido a la voluntad del conductor.ajo el título de Goedzen, por Idolos o Falsos Dioses en alemán, Eichmann, quien fue el responsable directo de orquestar la deportación de millones de judíos a los campos de exterminio en Europa del Este, da una descripción metódica del genocidio, incluidos cronogramas y transportes.Vi judíos desnudos, hombres y mujeres, subirse a un autobús sin ventanillas, escribió Eichmann. Las puertas se cerraron y se puso en marcha el motor, continuó. Aseguró que no fue capaz de cronometrar el tiempo que tardaban en morir, como se lo había ordenado su jefe inmediato de la Gestapo, Heinrich Mueller. El ómnibus fue llevado hasta un foso donde fueron arrojados los cuerpos. Luego un civil saltó a la fosa, revisó las bocas y arrancó los dientes de oro con tenazas.Eichmann relata además cómo un bebé es asesinado de un balazo en la cabeza en brazos de su madre, y cómo su chofer debió limpiar los restos de cerebro que salpicaron su chaqueta de cuero.Relata con frialdad cómo mataban instantáneamente a decenas de judíos tirando hisopos empapados en ácido sulfúrico en las barracas donde dormían y cómo los cuerpos eran luego quemados en parrillas gigantes al aire libre.Eichmann recuerda sus viajes a Polonia, donde se llevaban a cabo los planes que él ordenaba desde su cuartel general en Berlín. En Auschwitz pudo ver cómo los nazis quemaban los cadáveres. En su libro escrito antes de ser ahorcado, reconoce: Era algo horrible… lo vi detrás del humo de las grandes llamaradas.Eichmann, en un esfuerzo para apartarse de su responsabilidad, se describe como un idealista equivocado y un burócrata obediente que detestaba sus viajes frecuentes de un matadero a otro. De regreso a Berlín ahogaba sus pesadillas en alcohol. Vino tinto, si había, o aguardiente.Mi único consuelo era la botella. La llenaba con un litro de vino rojo y al rato la debía llenar de vuelta.El relato de Eichmann parece moverse sobre dos ejes. Intenta por un lado subrayar que el Holocausto fue el mayor crimen de la historia de la humanidad.Por el otro intenta minimizar su rol como uno de los jerarcas nazi que condujeron a millones de judíos a los campos de exterminio. Mi posición es la misma que la de millones de otros que tenían que obedecer. La diferencia es simplemente que yo tenía una tarea mucho más difícil, al cumplir con mis órdenes. Agrega, ignorando la enorme jerarquía que tenía en las filas nazis: Los dioses a lo que yo me esclavicé exigieron la danza de la muerte.En sus meticulosas memorias, Eichmann llegó hasta dejar instrucciones sobre la suerte de su manuscrito. Pidió que fuera publicado en un libro de tapa perlada. Su esposa debía recibir al menos diez copias que debía distribuir a amigos y familiares específicos en el nombre de mi esposo, atentamente.El criminal nazi fue ahorcado. Y desde su muerte las memorias quedaron en los archivos israelíes. El entonces premier israelí, David Ben-Gurion, temía que la publicación opacara la atención internacional sobre la ejecución del coronel nazi. Durante cuatro décadas el documento no fue más que olvidado.La publicación de estas memorias responde al pedido de la profesora norteamericana, Deborah Lipstadt, que enfrenta un juicio por calumnias entablado en Londres por el historiador británico, David Irving.Lipstad acusó en un libro a Irving de negar la existencia del Holocausto, por lo que el historiador británico respondió con una querella en la que indica que él no niega la matanza sino la cantidad y la manera en que fueron asesinados.La memorias de Eichmann son una clave para rebatir la tesis de Irving.El fiscal general israelí Elyakim Rubienstein explica en tanto que pensamos que el público debe poder acceder a lo que ha sido escrito, pues se trata de una obligación y del respeto de los compromisos de Israel como Estado judío, en la medida en que todos somos, de hecho, sobrevivientes del Holocausto.Para muchos el arrepentimiento de Eichmann no es más que gran mentira. Y recuerdan una entrevista que dio cinco años antes de ser ejecutado en la que lamentaba que los nazi no hayan sido más duros en las ejecuciones de judíos.
GöTZ ALY, HISTORIADOR ALEMAN ESPECIALIZADO EN LA SEGUNDA GUERRA
“El Holocausto se aceleró por motivos económicos”
A sesenta años de la caída de Hitler, este periodista e historiador de 58 años publicó un best-seller inesperado: un estudio científico de cómo se beneficiaron económicamente los alemanes con el saqueo de Europa y la masacre de los judíos. Estado Popular de Hitler revela cómo el bienestar general se logró con mano de obra esclava, cómo se pagó a soldados y civiles con oro robado y hasta se les daba a los bombardeados muebles saqueados de Francia y Holanda. Una historia de complicidad pasiva.
–Su libro termina con la frase “Quien no quiera hablar de las ventajas que brindó a millones de alemanes comunes, que no hable de nacionalsocialismo ni Holocausto”.
–Es una modificación de una frase muy conocida del sociólogo Max Horkheimer: “Quien no quiera hablar de capitalismo, que no hable de fascismo”. Esta frase se hizo muy popular en la Alemania de la posguerra porque reducía la culpa. Ningún régimen cometió tantos crímenes como el nacionalsocialismo. Lo que se hizo bajo Franco o Mussolini no tiene comparación posible con la masacre cometida aquí. De ahí surgió la necesidad automática y humanamente comprensible, de limitar la culpa a los capitalistas, a comandos de matones, a políticos perturbados, a enfermos. Eso se puede entender. Este libro estudia la cuestión de por qué los alemanes colaboraron tanto tiempo; por qué en el interior del país bastó con tan poco terror entre 1935 y 1942 para mantener a los alemanes de buen ánimo bajo este régimen. Digo entre 1935 y 1942 porque de 1933 a 1935 estaban en fase de consolidación, que efectivamente iba ligada al terror, pero en 1936 se encerró a unas 4000 personas en los campos de concentración. La mitad eran los llamados asociales y alcohólicos. Había presos políticos, pero muy pocos. La mayoría de los socialdemócratas y comunistas se acomodaron. Posteriormente sí hubo una fase más de terror, entre el verano de 1942 y 1945. Es entonces cuando se produce la mayoría de las condenas a muerte de alemanes, unas 30.000, 15.000 contra soldados y 15.000 contra civiles, pero el 90 por ciento se ejecuta después del verano de 1942.
–Luego había complicidad con el régimen y agradecimiento por lo recibido.
–Sí, así es. Yo afirmo en este libro que no fue tanto la ideología racista lo que entusiasmó a la mayoría de los alemanes. La mayoría no se convirtió en racistas desaforados, sino que se acomodó a este régimen que empleó métodos muy bien conocidos por el mundo actual. Son métodos del moderno Estado social redistribuidor.
–Eso, por supuesto, es mucho peor. Significa que había algo así como una especie de contrato social. De una parte, estómagos agradecidos y, de otra, los criminales.
–Sí, pero los estómagos agradecidos y el crimen están relacionados. Los estómagos de los alemanes y las ventajas que sacaron de este régimen se pagaron a costa de los asesinados, de los países de Europa conquistados, de ocho millones de trabajadores forzosos, de los judíos aniquilados. En este libro expongo la relación entre lo uno y lo otro. Es un libro científico, pero, para mi sorpresa, ha tenido éxito. Yo no contaba con eso. Es un libro para los archivos, pero ¿por qué los alemanes lo leen ahora? Noto, por las reacciones de los lectores, que, como alemanes, no importa a qué partido votemos, aceptamos los crímenes de la Alemania nacionalsocialista como algo que sucedió y sobre lo que ya no hay discusión. Lo aceptamos como hecho histórico, del que, como descendientes, tenemos que asumir la responsabilidad histórica. El problema es que si recibimos la herencia de nuestros antepasados, las historias de las familias parecen inocuas, no nos cuadran con los crímenes de esos 12 años. Este libro construye el puente, puede contribuir a explicar por qué este sistema, en conjunto tan lábil y especulativo, tuvo tanto éxito. Sitúo en un lugar central las cartas desde el frente del soldado Heinrich Böll (Premio Nobel de Literatura), que era un antinazi manifiesto, toda su familia lo era. Pertenecía al círculo católico de Colonia. Fue soldado durante seis años. Las cartas desde el frente muestran cómo una familia así se integró, hasta cierto punto les iba bien, pese a la dureza de la vida en Colonia. Böll llegó a mandar a casa desde Francia 11 paquetes en un día. En sus cortos permisos regaló a su mujer medio cerdo, ropa interior de seda y perfumes. Todo a costa de la economía francesa.
–El 95 por ciento de los alemanes sacó provecho.
–También los antifascistas.
–¿Sabían a costa de quién les llegaba este bienestar?
–Vagamente. También esto se lee en las cartas de Böll. Al principio dice: “Lo que hacemos aquí como soldados es expoliar cadáveres. Compramos todo el país hasta dejarlo vacío, y yo no quiero participar en esta rebatiña de artículos de ocasión”. Después se nota cómo también él cae en la tentación y compra y compra, y enseguida no escribe más que de sus expediciones por la campiña francesa en busca de comida.
–Según su argumentación, el antisemitismo no explica lo ocurrido.
–No, el antisemitismo no explica por qué este régimen del que estaba tan claro que tenía que llevar a un mal camino, si lo vemos con ojos de hoy, pudo sostenerse tanto tiempo y por qué tantos participaron en él. Fueron esos mecanismos. No sólo los paquetes, era el buen abastecimiento de Alemania durante la guerra. No se podía alimentar a sí misma, y toda Europa fue expoliada. En Polonia, en Grecia, en la URSS murieron de hambre millones de personas. En Polonia había un gobernador llamado Hans Frank, que gracias a Dios fue ahorcado, que decía: “No, eso no lo podemos hacer. Si los dejamos aún con menos de lo que tienen, va a haber una rebelión, una guerra de guerrillas”. El ministro de Alimentación le contestó: “¿Y por qué no? Dentro de poco, Polonia estará limpia de judíos”. Era en el verano de 1942.
–Usted dice que no fue la ideología antisemita. ¿Tampoco fue el deslumbramiento por un caudillaje carismático?
–No voy a decir que no fuera la ideología antisemita. Si usted quiere expropiar a los judíos, no puede decir que los judíos son ciudadanos con los mismos derechos. Si usted expropia a los judíos de Europa, tendrá que decir que el dinero que tienen lo han conseguido con malas artes y que son mala gente. Se necesita también una ideología antisemita. Era importante que eso tuviera una compensación directa. La expropiación de los judíos en el año fiscal 1938-1939 aportó a las arcas del Estado alemán unos ingresos adicionales del 9,5 por ciento. Esos ingresos fueron a costa del patrimonio de los judíos asesinados, y esto se perpetuó en la guerra en toda Europa. La gente se dio cuenta de que se sacaba provecho. Se aprovisionó a las víctimas de los bombardeos con los muebles de los judíos deportados. A Colonia arrasada llegaron muebles de Amberes, París, Lieja, Bruselas y Rotterdam, y a las víctimas de los bombardeos, ropa de los judíos de Praga.
–Esto significa que hay una relación entre el campo de exterminio de Auschwitz y el bombardeo de Dresde.
–Sí, hay una relación entre Aus-chwitz y todo el mundo en Alemania. Es una relación de la que la gente sencilla no era consciente. Pero se podíabarruntar algo, una idea de que estaban llegando cosas que habían pertenecido a otros. Y hubo gente que no quiso aceptar esas cosas.
–Y los mandamases políticos lo sabían. ¿Tuvo el Holocausto una raíz económica?
–El Holocausto se aceleró por razones económicas. Los motivos económicos y de política social no explican el Holocausto, pero que haya habido este provecho concreto, que lo aceleró todo y también hizo posible el consentimiento público, es una condición previa importante. Se deportó a los judíos de Colonia en un momento en que el soldado Böll, por haber sido declarado enfermo, se encontraba muy cerca y visitaba con regularidad a sus padres y a su mujer. En sus muchas, muchas cartas, no dice ni una palabra de esto. Esto sencillamente no pasaba. No era noticia, ni siquiera para alguien así. A la gente le iba relativamente bien, se habían acomodado y a partir de algún momento confiaban en que se ganaría. Esto también aparece en las cartas de Böll desde el frente: “Tenemos que ganar”. Y así es como se puede contestar a la pregunta de qué sabía la gente. Como para poder conocer esto y lo otro y la existencia de las cámaras de gas, tanto no. Pero intuían, y se ve en cartas y opiniones de la época, que si Alemania era derrotada y los vencedores trataban a los alemanes la mitad de mal de como éstos trataron a los que habían vencido, no habría nada que hacer. Esto también llevó a aumentar esa integración política en la segunda mitad de la guerra, esa sensación compartida de que los puentes que quedaban atrás estaban destruidos.
–Estaban obligados a ganar.
–Todo el sistema financiero era puramente especulativo, lo que en Alemania llamamos sistema de bola de nieve. Como un fondo de inversión que promete grandes ganancias siempre que constantemente atraiga nuevos inversores. Desde el punto de vista político era una burbuja especulativa, también financieramente. Esa guerra y todas las obligaciones y deudas que se habían contraído sólo se podían poner de nuevo en orden, refinanciar, por así decirlo, con una victoria aplastante que fuera unida a la explotación despiadada de millones de personas.
–Esto es peor que si se les hubiera deslumbrado o fueran antisemitas por motivos ideológicos. Actuaron por motivos rastreros.
–Se actuó por móviles rastreros. Por otra parte, vemos actuar a esa gente desde una perspectiva actual. Las posibilidades de distanciamiento disminuyen. Este soborno político, social, y lo fácil que es compensar determinadas cosas a costa de otros y hacerlo con los correspondientes medios del poder es más desagradable que pensar que fue un antisemitismo medieval, que hubo una propaganda abrumadora y que los alemanes estaban tan deslumbrados y creyeron a ese führer carismático que les prometió una y otra vez el oro y el moro, y cómo, después de Versalles [el tratado de paz de 1919] y la derrota de la Primera Guerra Mundial, estaban tan machacados interiormente, se dejaron atrapar por el señuelo de ese hombre. Esta es la clase de explicación habitual.
–En el libro aparecen nombres que no eran tan conocidos. Todos conocemos a Himmler, Heydrich, Eichmann. Pero ahí aparecen nombres como el del ministro de Hacienda, Schwerin von Krosigk. Es la primera vez que oigo hablar de él. Y resulta que él y otros, en todo este sistema, eran mucho peores. ¿Podría llamárseles asesinos de despacho?
–Esta gente de la administración financiera del Reich, que en la Segunda Guerra Mundial gestionaba las finanzas, al principio de sus carreras tuvo que pagar las reparaciones de guerra a Francia, Bélgica y Reino Unido. El Departamento III del Ministerio de Economía, que más tarde explotaría a Europa sin piedad, era el encargado de regular las deudas del Tratado de Versalles. Esa gente aprendió al principio como víctimas, como objetos pasivos del Tratado de Versalles, como ejecutores contra su propia convicción; después enriquecieron lo aprendido con talento administrativo alemán y radicalismo narcisista, y lo aplicaron a Europa, siempre con el sentimiento subjetivo de que se estaban vengando de algo que se les había hecho. Esto jugó un papel, ya lo creo. Pero con un radicalismo y una contundencia que no se pueden comparar con las cargas que se impusieron a Alemania después de la Primera Guerra Mundial. Esta administración financiera tenía un plan muy claro de cómo financiar la Segunda Guerra Mundial y, por ejemplo, siempre pidió que se cobraran más impuestos a los trabajadores alemanes, al asalariado medio. Sencillamente para evitar el peligro de inflación, para financiar la guerra con cierta solidez. Hitler siempre dijo que no, que eso no se le podía pedir al pueblo, que buscaran otros caminos. Y se pusieron a buscarlos.
–¿Eso quiere decir el Holocausto?
–Eso quiere decir Holocausto, quiere decir trabajos forzados, quiere decir saqueo despiadado, pero siempre pagando. Es un saqueo muy hábil, como advierte uno cuando lo lee. Funciona según el esquema de comprar en lugar de robar. Siempre se compra, pero con el dinero del país ocupado. Siempre es un solo hombre el que se encarga del saqueo en cada país. Por regla general, es un director del Banco del Reich situado en el banco central emisor del país ocupado, y normalmente es uno de los primeros funcionarios que se presentan en el país ocupado.
–Escribe usted en su libro que hasta el terrible Servicio de Seguridad del Reich advierte de que no se podía saquear tanto porque en Polonia podría desencadenarse una rebelión y el Banco del Reich ordenó continuar.
–La explotación fiscal… sí, es verdad. Ha habido contradicciones así. Se deportó a los polacos y judíos antes de asesinarlos. Los de las SS querían que se fueran con una cantidad de dinero relativamente alta para que no se quedaran sin nada. El Banco del Reich y Hacienda les dijeron que no, que eso no lo podían hacer, que ese dinero lo necesitaba Alemania y que los deportados se las apañaran como pudieran. Y ahí estaba gente expropiada, depauperada, hambrienta, sin saber adónde ir. Después sólo quedaba un paso bastante corto hasta los planes de exterminio, que se desarrollaron a lo largo de la guerra, pero con esas condiciones creadas previamente. Ahí, la administración financiera del Reich, el Banco del Reich, siempre tuvo un papel central.
–Escribe usted que durante su investigación comprobó que en los archivos militares y en el Banco del Reich se destruyeron muchos documentos.
–Sí, se destruyó mucho, y, por cierto, en interés de todos los alemanes. Está absolutamente claro. La administración financiera del Reich siguió trabajando después del 10 de mayo de 1945. Los funcionarios continuaron hasta 1949 y siguieron haciendo lo que hacían antes. Y en esos años lo hicieron desaparecer todo.
–¿Eran los mismos?
–Sí, naturalmente. También la República Federal de Alemania tuvo después los mismos funcionarios. ¿De dónde iban a sacar otros? Hicieron desaparecer todo de forma sistemática. Las actas del Banco del Reich se destruyeron en la incineradora de billetes del Bundesbank cuando gobernaba el socialdemócrata Helmut Schmidt. Ahí donde se queman los billetes viejos, allí, en esa especie de crematorio de dinero, se quemaron esas actas. Sencillamente porque la administración financiera era consciente de que no podría atender posibles demandas de reparación y restitución. La República Democrática Alemana hizo lo mismo. Fue razón de Estado. Se hizo en interés de cuantos tienen nacionalidad alemana.
–¿Los alemanes de hoy aún se aprovechan de eso?
–Claro, lógicamente. Estas gigantescas sumas robadas, con un interés del 4 por ciento desde 1945, y eso no es todo. Más vale no pensar en cuánto hubiera habido que pagar.
–¿Entonces, el gobierno de Schmidt actuó “patrióticamente” al destruir las huellas?
–Sí, podría decirse así.
–¿Confirma su libro la tesis de la culpa colectiva alemana?
–No. La palabra “culpa” no aparece en el libro para nada. Yo quiero explicar cómo y por qué funcionó el sistema y cómo funcionó el soborno masivo. Pero ahora hay que ver hasta qué punto se acepta y hasta qué punto se abre camino científicamente. Y después se puede debatir de nuevo la cuestión de la culpa. Yo creo que, al cabo de dos generaciones, cuando todos estén muertos, la cuestión de la culpa dejará de ser tan interesante. A mí me parece que la cuestión de la estructura es más interesante. ¿Cómo se pudo llevar adelante? Que se vea con qué medios relativamente sencillos y simples se consiguió. Si hablamos de la culpa, también tenemos que hablar de distintas escalas de culpa. El soldado raso no podía tener la visión de conjunto de un director del Banco del Reich que, situado en el Banco Nacional de Grecia, vende en la Bolsa de Atenas el oro de los judíos de Salónica. Vendió 12 toneladas y compró dracmas griegos, pagó a los soldados alemanes en Grecia y a los trabajadores griegos que construían fortificaciones o a los del transporte marítimo. Este hombre, un tal Paul Hahn, que más tarde trabajó en Hacienda de la República Federal de Alemania, tenía, por supuesto, una visión de conjunto completamente distinta. Ese sabía lo que hacía.
–Pero los altos funcionarios de Hacienda no se manchan las manos. El que trabaja con el gas Zyklon B en los campos de exterminio es el soldado raso.
–Sí, otra vez el de a pie. Sí, sí. El problema es que todo ello ocurre en una sociedad muy desarrollada, moderna y con el trabajo bien repartido, con los medios de una sociedad como la que conocemos hoy en toda Europa. Es el aparato del Estado radicalizado, muy desarrollado, que funciona muy bien, que está muy motivado, el que conduce, junto a las conexiones y al proceso político, al asesinato de millones de personas.
* De El País. Especial para Página/12.
EL INFIERNO EN LA TIERRA
Noviembre de 1944, Budapest se vió sumido en un estado de anarquía que daba pie a toda clase de abusos, incluido el asesinato.
Grupos incontrolados de las Cruzes de Flecha ,emulos hungaros de la SS, recorrían las calles, irrumpían en los pisos francos suecos y suizos y asesinaban a los judíos refugiados en ellos. Ni siquiera respetaban a los niños pequeños. Entraron en los hospitales y sacaron a los pacientes a los que buscaban, para matarlos a tiros en la calle. Unos de esos escuadrones de la muerte esta dirigido por un sacerdote loco, Andras Kun, que llevaba una pistola en una mano y un crucifijo en la otra. Ordenó que matasen a Wallenberg. Pero pudo escapar, Kun organizó una ejecución en masa en un hospital judío en Budapest. Asesinaron a muchos pacientes y personal del hospital. Vilmos Salzer, una mujer sádica,se puso al frente de aquel escuadrón. Llevaba una metralleta, pero torturaba a las mujeres judías antes de asesinarlas.
Llevaban hasta la orilla del Danubio a todos los judíos que encontraban, los ataban en grupos, los ejecutaban y luego los arrojaban a las aguas heladas.
Las calles de la ciudad estaban sembradas de cadáveres. Tommy Lapid describió cómo Wallenberg salvó a su madre: «Wallenberg era una leyenda entre los judíos. Dentro del marco absolutamente infernal en que vivíamos, existía en alguna parte un ángel salvador que multiplicaba su presencia en todas partes para salvar vidas. Mi madre me dijo que, mientras eran llevados al río, llegó un coche, del que salió Wallenberg. Siguió a lo asesinos y les dijo en son de protesta que aquellas personas estaban bajo su protección. Discutieron con él, pero debía de tener algún carisma, algún tipo de autoridad innata, porque en aquellos momentos contaba únicamente con sus recursos personales. Se enfrentaba absolutamente solo a una terrible realidad. Y, al mismo tiempo, intentaba dar la sensación de tener el respaldo de mucha gente. Podían haberle matado allí mismo, en la calle. Nadie lo habría sabido. Pero cedieron a sus instancias y dejaron que las mujeres se fueran. Así es cómo se salvó mi madre, y cómo regresó a mi lado. Esto es lo que sé de Wallenberg, y por eso venero su recuerdo».
En 1987, el gran rabino de Budapest, el doctor Zinger, me contaba cómo durante una de esas acciones arriesgadas hasta la imprudencia, Wallenberg consiguió salvar a su hermano, junto con cientos de otros judíos.
«Pedí a Wallenberg que me diera un pasaporte para mi hermano, que se encontraba en un campo de trabajos forzados. No sólo me dió uno para él, sino un centenar más para otros prisioneros como él. Un día, uno de los prisioneros vino con un policía, una buena persona, no uno de los elementos de la Cruz de la Flecha. Nos comunicó que se estaban llevando del campo a los prisioneros. Wallenberg cogió el cuaderno donde anotaba el nombre de las personas con pasaporte, nos subimos a un coche y salimos precipitadamente con la bandera sueca bien visible en el coche. Cuando llegamos al campo, Wallenberg nombró a todas las personas con pasaporte, que se colocaron detrás de él. A medida que iba recogiendo los pasaportes, me los iba dando disimuladamente, y yo se los iba entregando a otros deportados. ¡Ese día salvamos a 600 personas, disponiendo solamente, de un centenar de pasaportes!.
En cierta forma, los judíos protegidos en los pisos francos o los que se escondían y disponían de documentos falsos corrían mucha más peligro. Los pronazis húngaros no respetaban las casa suizas, las suecas ni las de la Cruz Roja, aunque estas últimas estaban señaladas con distintivos bien visibles y grandes letreros.
Por la noche eran asaltadas. A los hombres se les sometía a pruebas eugenésicas. Los desnudaban para averiguar si estaban circuncidados o no. Miles de ellos fueron obligados a ponerse en fila junto a las orillas del Danubio y ejecutados.
TERROR EN LOS GUETOS
Existían dos guetos en el infierno de Budapest. En el mayor de ellos, el Gueto General, habían sido recluídos más de 60.000 judíos. En él se ubicaba la Gran Sinagoga. El Gueto Internacional, más pequeño, estaba compuesto por los distintos pisos francos suecos, suizos y de la Cruz Roja Internacional.
La ciudad vivía bajo un régimen de terror. Miedo a las botas negras y camisas verdes de los miembros de la Cruz de la Flecha, que actuaban de noche y sacaban de allí a las personas para asesinarlas. Miedo a los gendarmes, que podían venir para llevarse a los judíos a la estación, Miedo, también, a los soldados alemanes, que ejecutaban a la gente en el acto.
Los judíos se sentían abandonados, como si el mundo se hubiera olvidado de ellos. El hambre, el frío era espantonso.
Los muebles se convirtieron en combustible para alimentar el fuego. En los guetos, la gente se peleaba por la comida. Tuvieron que organizar un servicio interno para mantener a raya a las personas que enloquecían. La gente vivía espantosamente hacinada. Apenas tenían espacio para sentarse o acostarse. No es de extrañar que murieran tantos en el gueto durante aquellas terribles semanas de finales de 1944.
El destino de los judíos que quedaban en Budapest estaba en manos de dos hombres, Adolf Eichmann y Raoul Gustaf Wallenberg. Ambos luchaban movidos por intereses totalmente opuestos: la salvación o el exterminio de los judíos.
Eichmann, respaldado por miles de soldados y policías, estaban empeñados en lograr la aniquilación de todos los judíos de la ciudad.
Wallenberg, con un gran sentido humanitario y sintiéndose la voz y la conciencia del mundo, estaba decidido a poner fin a aquella matanza.
Eichmann deseaba, lógicamente, asesinar a Wallenberg. Pero éste se hallaba protegido. Era un diplomático sueco y Eichmann no podía hacerle daño sin perjudicar las relaciones entre Alemanía y Suecia, que los supremos dirigentes nazis deseaban conservar.
ENCUENTRO CON EICHMANN
Eichmann ya había amenazado a Raoul. En una ocasión, dijo a alguien de la oficina de la Cruz Roja: «Voy a hacer que maten a ese perro judío de Wallenberg». Lo voy a liquidar».
Parecía impensable que los dos se encontraran cara a cara en una entrevista. Pero así fue. Wallenberg invitó a cenar a su enemigo más irreconciliable. Hasta pensó en la posibilidad de convencer o de atemorizar a Eichmann, obligándolo a renunciar a su lucha contra los judíos.
Wallenberg sabía que los rusos tardarían unas pocas semanas en entrar en Budapest. Y también, que Eichmann podía mandar matar a todos los judíos que estaban en los guetos unas horas antes de la llegada de los rusos.
La cena, con buena comida y excelente vino, tuvo lugar en la casa de un noble. Se la prestó a Raoul para la ocasión.
Finalizada la cena, Wallenberg se levantó y apagó las luces. Luego, con un gesto de efecto, descorrió las cortinas de la gran sala para que su invitado viera en el cielo el reflejo de las explosiones de las armas rusas, que se acercaban. El cielo enrojecido anunciaba el final del terror nazi. Ante el asombro de su invitado, empezó a criticar el nazismo.
Eichamann fué incapaz de responder a los argumentos de Wallenberg. Lo único que le dijo es que disfrutaba teniendo en sus manos el poder, y que esperaba gozar de él durante cierto tiempo. Eichmann vivía rodeado de un gran lujo. Exigía a sus víctimas todo lo que le apetecía, como porcelanas chinas, cristalería, obras de arte….
Larg Berg, un compañero de embajada de Wallenberg que presenció este extraordinario encuentro, lo recordaba así:»Eichmann dijo que, cuando llegaran los rusos, le matarían: «Soy el jefe de la SS en Hungría, no me perdonarán». Entonces le dijo a Wallenberg, cortésmente: «Bueno aunque yo llegara a pensar que usted tiene razón no se haga la ilusión de que somos amigos. Usted tiene un pasaporte diplomático sueco, pero no estoy seguro de que vaya a protegerle. Un diplomático neutral puede sufrir un accidente».
Luego, Eichmann se levantó, agradeció a Wallenberg la cena, saludó con una leve inclinación y se fue».
Un par de días más tarde, un camión alemán se estrelló contra el coche de Wallenberg, destrozándolo por completo. Afortunadamente, él no estaba dentro.
A finales de diciembre de 1944, los rusos se encontraban práctimamente a las puertas de la ciudad. En los últimos días del asedio a Budapest, Wallenberg procuraba hacerse invisible. Habían puesto precio a su cabeza. Cada noche se escondía en un lugar distinto. Cambiaba constantemente la matrícula de su coche. Pero siguió trabajando para salvar nuevas vidas. Y lo consiguió, incluso más que antes.
Usando todo su ingenio, había conseguido un importante contacto en la policía. Se trataba de un miembro de la Cruz de la Flecha, Paul Szalai, que se rebeló contra la masacre de los judíos, Mantenía informado a Wallenberg de los planes de asesinatos de los grupos de asalto. Incluso le puso a Wallenberg un guardaespaldas de la policía.
Per Anger recuerda su última entrevista con Wallenberg durante estos desesperados días finales:»Mientras las bombas estallaban a nuestro alrededor, fuimos a visitar los cuarteles generales de la SS, donde, entre otras cosas, yo tenía que pedir algún tipo de protección para los miembros de la embajada. Tuvimos que detener el coche, repetidas veces, porque la calle estaba bloqueada por cadáveres de personas y caballos, por camiones quemados y por los escombros de los edificios bombardeados. Pero el peligro no detenía a Wallenberg. Le pregunté si tenía miedo. «A veces siento miedo», me dijo, «pero tengo que seguir adelante. He aceptado esta misión y no sería capaz de volver a Estocolmo sin saber que he hecho todo lo humanamente posible para salvar al mayor números de judíos».
El MILAGRO DEL GUETO GENERAL
A finales de diciembre, los rusos habían sitiado Budapest. El lider de la Cruz de la Flecha había huido de la ciudad, Eichmann también estaba preparando su plan para escapar el día de nochebuena. Pero, antes de irse, estaba decidido a llevar a cabo una última matanza en masa: ordenó que asesinaran a 60.000 judíos que había en el Gueto General.
De forma increíble, Wallenberg lograría frustarlo. Szalai, el contacto policial de Wallenberg, le comunicó los planes de Eichmann; 500 soldados alemanes y 200 hombres del movimiento de la Cruz de la Flecha habían rodeado ya el Gueto General y estaban a punto de empezar a matar a los allí encerrados.
Era demasiado peligro para Wallenberg que se desplazase personalmente al sitio. Pero envió inmediatamente una nota al general Schmidthuber, de la SS, el hombre a quien Eichmann había dado orden de llevar a cabo la matanza, advitiéndole : «Si eso se lleva a cabo, tenga la seguridad de que usted será colgado como criminal de guerra». Schmidhtuber, indeciso, pensó en la amenaza de Wallenberg y se echó atrás. Así se salvaron 60.000 judíos del Gueto General.
LLEGAN LOS RUSOS
En enero de 1945 terminó la pesadilla para Budapest. El ejército ruso entró en la atormentada ciudad y acabó el terror nazi. Lo judíos estaban a salvo. Sin embargo, en estas horas de triunfo, la historia de Raoul Gustaf Wallenberg estaba a punto de dar un giro trágico. Naturalmente, sus éxitos de los seis meses anteriores a la entrada de los rusos habían hecho en él un hombre muy conocido e importante. Había realizado no uno, sino cientos de milagros y salvado a 100.000 judíos, a muchos de ellos varias veces.
En lugar de rendirle honores como a un héroe, los nuevos gobernantes
Raoul Gustaf Wallenberg era completamente ajeno al nuevo peligro que le acechaba. En noviembre, a medida que iba acercandose la inevitable derrota nazi, había empezado a pensar en cómo ayudar a los judíos depués de la guerra. Había creado un pequeño departamento, que se dedicaría a buscar personas desaparecidas y a volver a unir familias dispersas. Se necesitaban alimentos y medicinas para los horfanatos, los barrios judíos y los pisos francos, donde muchas personas estaban a punto de morir de hambre. Alojamiento, ropa de cama, muebles; Raoul tenía planes para conseguir que aquellas personas se reintegraran a una vida normal.
Cuando los rusos llegaron, intentó comentar estos planes ambiciosos con ellos. Wallenberg y su chófer, Vilmos Langfelder, consiguieron un permiso para ver al general ruso, Marshal Malinovsky, en su cuartel general de Debrecen, a 190 kimómetros de Budapest. Varios miembros del personal de Wallenberg le sugirieron que no fuera. Pensaban que la reunión era demasiado peligrosa. Pero Wallenberg estaba muy optimista.
Cuando llegó la escolta rusa a buscarle, Wallenberg se fue con ellos, llevando consigo una maleta grande que probablemente contenía una gran cantidad de dinero. Es posible que con ese dinero esperaba comprar provisiones y sobornar a oficiales. Y también que llevase importantes documentos.
Wallenberg sonrió, hizo un gesto de despedida con la mano, se subió al coche que le estaba esperando y se fue.
Nadie sospechaba que aquél era su último adiós. Nunca volvieron a verle.
Alemania recuerda a Auschwitz
El canciller alemán, Gerhard Schroeder, dijo que se sentía avergonzado por las atrocidades cometidas en los campos de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante el acto en Berlín que conmemoró los 60 años de la liberación de los refugiados del campo de Auschwitz, Schroeder hizo un llamado al pueblo alemán para que honre a los sobrevivientes del Holocausto vigilando a la ultra derecha y el antisemitismo.
El Holocausto fue «el más profundo desgarro» de la civilización y Alemania «tiene la obligación moral de no olvidar el dolor y la crueldad infligidos a millones de personas», dijo Schroeder.
El canciller alemán recordó que el «demonio de Hitler» no debía ser el único responsable por el Holocausto, ya que mucha gente lo apoyó.
(Alemania) tiene la obligación moral de no olvidar el dolor y la crueldad infligidos a millones de personas
«La terrible ideología nazi no estaba condicionada. La brutalización del pensamiento y la pérdida de la moral tenían su historia. El nazismo fue creado por el pueblo, porque el pueblo así lo quería».
Si tienen estomago Aqui estan las 116 fotos de estos psicopatas de las SS.las ha publicado hoy el diario Bild,el de mayor tirada en Alemania y Europa,hay una celebrando navidad en 1944 con arbolito y todo,mientras masacraban por miles todos los dias a escasos metros,la mayoria mujeres y niños
http://www.bild.t-online.de/BTO/news/2007/09/21/auschwitz-fotos-1/ss-moerder
LOS VERDUGOS VOLUNTARIOS DE HITLER
Daniel Jonah Goldhagen en su libro”Hitler’s Willing Executioners” expone la hipotesis de que la Shoa no hubiera sido posible de no ser por la colaboración voluntaria de la mayoría de la ciudadanía.
Eran los prejuicios sobre los judíos los que motivaron a los autores la comisión de la persecución asesina de los judíos, porque esos prejuicios ya existían es que las Instituciones se valieron de ellos para utilizar el ya existente antisemitismo, en cuanto Hitler diera la orden del exterminio. (pagina 541)
Daniel Jonah Goldhagen da por supuesto que el nazional-socialismo pudo realizar el exterminio de los judíos porque en la población alemana ya existía un “Klischee” negativo sobre los judíos. Esta teoría la pretende demostrar Goldhagen a través de los documentos sobre los batallones de la policía en Europa del este, de los campos de exterminio y de la marcha de la muerte hasta “la solución final. “
Los alemanes tenían una imagen formada de los judíos como que eran de una extraordinaria inteligencia y astucia, unida a una gran vileza. (pag. 482)
En general los alemanes encontraron el exterminio de los judíos, como algo justo para Alemania . Estaban convencidos en la necsidad de un racismo eliminatorio antisemita. (pag. 166)
Al final de siglo XIX los judíos eran vistos como un peligro para Alemania y su “maldad ” provendría de la raza y los alemanes tenían la convicción de que era necesario ” frenar a los judios”. (Pag. 97)
Hitler realizó aquello que los alemanes no se atrevían a hacer por sí mismos y creó las situaciones por las cuales la limitación de los judíos, se transformaría en eliminación.[…] Luego de la propaganda en la cual se hacía responsable a los judíos por todos los males, el paso a su eliminación no costó mucho. Èl expresó y realizó los secretos deseos de la población. (pag. 522f)
Que la mayoría de la ciudadanía alegue que no tenía idea de las crueldades cometidas, no es aceptado por el escritor.
Los primeros pasos del programa antijudío fue realizado por Hitler con la colaboración y aprobación de toda la sociedad, mientras se trataba de las expulsion de la colectividad judía de la vida social y financiera de Alemania. […] Cientos de miles de alemanes llevan la carga del sistema de exterminio del Regimen. El Regimen nunca se preocupó por mantener sus acciones en secreto, por el contrario se realizaban a la luz del día y eran explicitamente declaradas. Hitler dijo muchas veces publicamente que la victoria en la guerra estaba vinculada con el exterminio de los judíos, si no hubo una aprobación explícita de la población hubo por lo menos una implícita aceptación. […] (pag 21)
Estas son las condiciones necesarias para el Holocausto según Goldhagen :
(1) La dirigencia nazionalsocialista se decide a organizar la eliminación de los judíos.
(2) En la guerra toman los alemanes a los judíos de Europa del Este bajo su control.
(3) Un gran número de alemanes corrientes y voluntarios se asocia y colabora con la eliminación de los judíos. Tambien en los países de Europa del Este estaba el antisemitismo arraigado, pero fue gracias al poder del Regimen aleman es que se produjo el genocidio, porque en aquellos países, sus propios gobiernos habían claudicado. En su libro : “Hitlers willige Vollstrecker”( Hitler’s Willing Executioners) Daniel Jonah Goldhagen se ocupa de este tercer punto.
De donde vino el ejhecho de que un programa que precisaba de tantas personas pudiera realizarse sin ningun inconveniente?(pag 451)
En primer lugar hay razones psicologicas, Los autores actuaban bajo la presión del mandato o de la obediencia debida o tenían la tendencia a obedecer ciegamente. Los autores se sentían presionados por sus camaradas (peer pressure). Actuaban por intereses personales, por ejemplo hacer carrera, o no veían la totalidad de la maquinaria porque solamente realizaban una parte del trabajo ya que las tareas estaban siempre fragmentadas.
Gracias a la documentación Goldhagen supone haber probado, que esos presupuestos son irrelevantes para aclarar el Holocauisto. Por ejemplo nadie hubiera temido por las consecuencias, si se hubiera negado a formar parte de fusilamientos en masa. .(Esta tésis tambien es sostenida por Christopher R. Browning en su libro “Ganz normale Männer. Das Reserve-Polizeibataillon 101 und die ‘Endlösung’ in Polen” ” Hombres normales . La reserva del batallon policial 101 y la solución final en Polonia”.)
Es iindudable que ningún aleman hubiera sido asesinado o ancarcelado por negarse a matar a un judío . (pag. 446)
Los autores -segun o Goldhagen –lo hicieron voluntariamente .
Que los autores en el genocidio aprobaron y colaboraron voluntariamente está fuera de dudas, lo que solamente se puede afirmar con cierta seguridad es que lo hicieron por prejuicios previos sobre los judíos. […] (pag 487)
Acaso el regimen reclutaba a psicopatas sadistas? No; afirma categoricamente Goldhagen. Los batalones policiales de Europa del Este que realizaban asesinatos en masa no eran un batallon de elite, ni especialmenmte instruídos en la ideología nazi fascista, sino que eran alemanes medios, del montón.
En esos casos, esta gente era gente común y corriente y ademas mataba sin necesidad de una orden y aun cuando no hubieran debido hacerlo. . (pag. 328)
Con docenas de ejemplos muestra el autor que estos batallones, no solamente asesinaban por ordenes sino por propia iniciativa. Los soldados alemanes maltrataban a sus víctimas y luego enviaban las fotos a su casa. No se mostraban indiferentes sino llenos de odio:
El asesinato de los judíos […] fue un acto violento lleno de odio, que provocaba actos crueles y de desmercimiento, denigrantes e innecesarios. Porqué esos verdugos no podían tratar al pueblo judío como a personas a quienes iban a ejecutar, con prefesional indiferencia? De donde proviene que gente comun y corriente puestas a verdugos, de pronto hicieran muestra de tanta crueldad espontanea y voluntaria? La respuesta vuelve a la imagen y prejuicios que los alemanes tenían previamente de los judíos. A sus ojos, los judíos eran delincuentes peligrosos y despreciables. Eran la corporización del demonio, tal como lo dijera Richard Wagner , “la plasmación del Demonio de la decadencia de la humanidad”. (pag. 466)
Daniel Jonah Goldhagens resume:
La idea clave de este libro es que el holocausto se produjo gracias la colaboración voluntaria de alemanes comunes y corrientes que aceptaron y colaboraron en el asesinato sistematico de mujeres , hombres y niños inocentes y desarmados motivados por un antisemitismo ya previamente asentado durante siglos y no debido a presiones economicas militares o de otra índole (pag. 22)
La politica alemana y su cultura estaba en un cierto punto, en el cual gente comun y corriente pudo convertirse en colaboradores voluntarios de Hitler. (pag. 531)
Rudolf Höß (comandante de Auschwitz desde 1940 al 43) dijo: “Nuestro sistema es tan fructifero, que para el resto del mundo es imposible de creer… […] Aun cuando un judío lograra escaparse de Auschwitz y le contara al mundo lo que aquí sucede , se le tomaría como un mentiroso fantasioso “
Pedro
algunos de los ejemplos me hizo recordar a Palestina 2007
saludos
Pues eso es que no has entendido absolutamente nada, Joselito.
… O que se entiende solo lo que se quiere entender.
Documento sobre el reparto del botín
Oficina Central SS para la economía y la administración.
Berlín, 13 de mayo de 1943.
Secreto
Concerniente: A la recuperación de los bienes robados y ocultados por los judíos.
Al Reichsfürer de las SS
Berlín
¡ Reichsfürer!
1. El 30-4-1043 se recibieron:
94.000 unidades relojes de hombre.
33.000 – – de mujer.
25.000 – plumas estilográficas.
14.000 – portaminas.
3.500 – carteras de bolsillo.
4.000 – bolsos.
130.000 – hojas de afeitar.
7.500 – máquinas de afeitar.
400 – máquinas de cortar el pelo.
14.000 – tijeras de todo tipo.
2. De estas cantidades, se han separado y están dispuestas a mandarse…
[sigue un desglose de varios artículos ya entregados a las enfermerías SS, vendidos a empresas o regalados al Lebensborn, la institución donde se animaba a las solteras “arias” a tener hijos con SS y entregarlos al estado]
3. Propongo repartir los relojes reparados de hombre de la siguiente forma:
a. Toda división combatiente [Waffen SS] recibirá inmediatamente 500 unidades, y el 1-10-1943, de nuevo 500 unidades (la división SS “Das Reich” ha recibido ya 500 unidades).
b. La armada submarina recibirá inmediatamente 3.000 unidades, y el 1-10-1943, de nuevo, 3.000 unidades.
c. Los campos de concentración recibirán, destinados a su personal de guardia, 200 unidades por campo, a distribuir por el comandante.
d. Estilográficas: Toda división combatiente [Waffen SS] recibirá 300 unidades, y la armada submarina, 2.000 unidades.
Ruego decidir qué conviene hacer con los 33.000 relojes de mujer
Irena Sendler
Irena Sendler Irena Sendler nació en Polonia en 1910, en un pueblo llamado Otwock a 23 kilómetros al sudeste de Varsovia.
Su padre, Stanislaw Krzyzanowski, un medico que contaba mayormente con pacientes judíos pobres, fue activista del partido socialista polaco (PSP). Sus ideas fueron una gran influencia para la joven Irena quien estudió literatura polaca, pertenecía a la izquierdista Unión de la Juventud Democrática, participó en protestas contra un «ghetto de escritorio» en salones de lectura y finalmente se unió al PSP.
Irena trabajaba como administradora superior en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia que operaba los comedores comunitarios de la ciudad, cuando Alemania invadió el país en 1939.
Gracias a Irena, estos comedores no solo proporcionaban comida, asistencia financiera y otros servicios para huérfanos, ancianos y pobres; sino que sumaron la entrega de ropa, medicinas y dinero a las familias judías. Para evitar las inspecciones, se las registraba bajo nombres católicos ficticios y se las anotaba como pacientes de enfermedades muy contagiosas como el tifus o la tuberculosis.
Pero en 1942, con la designación de un área cerrada para alojar a los judíos, conocida como el gueto de Varsovia, las familias sólo podían esperar una muerte segura.
Horrorizada por las condiciones en que vivían los judíos, Irena se unió al Consejo para la Ayuda de Judíos, Zegota, organizado por la resistencia polaca. La joven fue una de las primeras organizadoras del rescate de niños judíos. En ese entonces 5000 personas morían mensualmente de hambre y enfermedades.
Irena logró obtener un pase del Departamento de Control Epidémico de Varsovia para poder ingresar al gueto en forma legal. Iba diariamente con el fin de reestablecer contactos, llevar comida, medicinas y ropa vistiendo un brazalete con una estrella como signo de su solidaridad para con los judíos.
Persuadir a los padres de separarse de sus hijos era una labor horrorosa para una joven madre como Irena. «¿Puedes asegurar que vivirá?» Irena recordaba a los angustiados padres preguntando. Pero sólo podía garantizar que morirían si se quedaban. «En mis sueños, todavía puedo oírlos llorar cuando dejaban a sus padres», decía.
Tampoco era fácil encontrar familias que quisieran darle cobijo a niños judíos.
Comenzó a sacar a los niños en una ambulancia como victimas del tifus, pero enseguida bolsas de arpillera, cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercadería, bolsas de papas, ataúdes… cualquier elemento se transformaba en una vía de escape en manos de Irena.
Otros métodos incluían una iglesia que tenía dos accesos, uno del lado del gueto y el otro en el lado ario de Varsovia. Los chicos entraban a la iglesia por un lado como judíos y salían por el otro como cristianos.
Irena logró reclutar al menos una persona de cada uno de los diez centros del Departamento de Bienestar Social. Con su ayuda, elaboró cientos de documentos falsos con firmas falsificadas dándole identidades temporarias a los niños judíos.
Era más fácil escapar del gueto que sobrevivir en el lado ario. El rescate de un niño requería la ayuda de al menos diez personas. Los niños eran los primeros transportados a unidades de servicio humanitario (pogotowie opiekuncze) y luego a un lugar seguro.
Luego les encontraba ubicación en casas, orfanatos y conventos. «Envié a la mayoría de los niños a establecimientos religiosos,» recordaba. «Sabía que podía contar con las hermanas.» Irena también tuvo una gran cooperación para ubicar a los más grandes: «Nunca nadie se negó a aceptarme un niño,» dijo.
Irena tomaba nota, por medio de una codificación, de los nombres de los niños y de sus nuevas identidades.
El único registro de sus verdaderas identidades lo conservaba en frascos enterrados debajo de un árbol de manzanas en el patio de un vecino, frente a las barracas alemanas. Tenía la esperanza de algún día poder desenterrar los frascos, ubicar a los niños e informarles de su pasado.
En total, los frascos contenían los nombres de 2.500 niños…
Finalmente lo nazis se dieron cuenta de sus actividades y, el 20 de octubre de 1943, Irena fue detenida y encarcelada por la Gestapo. Aunque era la única que sabía los nombres y las direcciones de las familias que albergaban a los niños judíos, soportó la tortura y se rehusó a traicionar a sus asociados o a cualquiera de los niños ocultos. Le quebraron los pies y las piernas. Pero nadie pudo quebrar su voluntad. Irena paso tres meses en la prisión de Pawiak donde fue sentenciada a muerte.
Mientras esperaba la ejecución, un soldado alemán se la llevó para un «interrogatorio adicional». Al salir, le gritó en polaco «¡Corra!» Al día siguiente halló su nombre en la lista de los polacos ejecutados. Los miembros de Zegota habían logrado detener la ejecución sobornando a los alemanes. Irena continuó trabajando con una identidad falsa.
Al finalizar la guerra, Irena desenterró los frascos y utilizó las notas para encontrar a los 2.500 niños que colocó con familias adoptivas. Los reunió con sus parientes diseminados por todo Europa, pero la mayoría había perdido a sus familias en los campos de concentración nazis.
Irena Sendler a la edad de 91 años Los niños sólo la conocían por su nombre clave Jolanta. Pero años más tarde cuando su foto salió en un periódico luego de ser premiada por sus acciones humanitarias durante la guerra «Un hombre, un pintor, me telefoneó,» dijo Sendler, «`Recuerdo su rostro’, dijo, ‘Eres tú quién me sacó del gueto.’ Tuve muchos llamados como ése».
Irena Sendler no se considera una heroína. Nunca se adjudicó crédito alguno por sus acciones. «Podría haber hecho más,» dijo. «Este lamento me seguirá hasta el día que muera.»
En 1965 la organización Yad Vashem en Jerusalén le otorgó el título de Justa entre las Naciones y se la nombró ciudadana honoraria de Israel.
Luego de la guerra trabajó para bienestar social; ayudó a crear casas para ancianos, orfanatos y un servicio de emergencia para niños
LOS CRIMENES DEL 101
Los crímenes de genocidio perpetrados por el régimen nacionalsocialista durante la guerra son tan horrorosos como inconcebibles. Horrorosos porque nos conmocionan su naturaleza y su magnitud; inconcebibles porque fueron ejecutados en muchas ocasiones por hombres normales, padres de familias, y en muchos casos hombres que en la preguerra tenían relaciones de amistad con los alemanes judíos, en el caso del genocidio nazi contra los judíos, el más numeroso de los genocidios nazis. Quizás el mejor ejemplo que existe para comprender, si es que alguna vez se puede llegar a comprender, las circunstancias que rodearon a muchos de los ejecutores de las órdenes de exterminio procedentes de la jefatura nazi es el caso del 101º Batallón de Policía de Reserva (Polizeireserve) de Hamburgo y la masacre que cometió contra los judíos de Józefów.
Christopher R. Browning tuvo la oportunidad de acceder a los expedientes del largo proceso que entre 1962 y 1972 siguió en su investigación y acusación contra el 101º el fiscal estatal de Hamburgo. Dice Browning que probablemente no existe una masacre de las cometidas por los nazis que esté tan bien documentada como la del 101º, pues en el juicio se interrogaron a más de 200 hombres del batallón que dejaron unos testimonios sobrecogedores de lo que sucedió en Józefów el 13 de julio de 1942. Los resultados del trabajo de Browning están recogidos en su libro Ordinary Men: Reserve Police Battalion 101 and the Final Solution in Poland (Harper Perennial, 1993).
El libro de Browning es todo un lujo de detalles sobre el batallón del mayor Wilhelm Trapp y sobre las acciones de esta unidad desde su compromiso en la campaña polaca de 1939. También es una reflexión del autor y una tácita invitación al lector para la reflexión, para la incómoda tarea de intentar escudriñar entre las sombras de esa extraña cosa que llamamos naturaleza humana. No tengo intención de mentar aquí siquiera la historia del 101º Batallón ni los escabrosos hechos que Browning relata en su libro. Quien desee conocer un poco esa historia sin necesidad de leer a Browning tiene la posibilidad de acceder a la página web de Struan Robertson, quien bebe de Browning, entre otras fuentes. La página es excelente y su enlace es:
http://www1.uni-hamburg.de/rz3a035//police101.html
Pero si alguien quiere conocer la masacre de Józefów a fondo, que se haga con el libro de Browning.
Yo quiero simplemente reseñar unas cuantas cosas. El 101º asesinó a unos 1.200 judíos en las inmediaciones del pueblo polaco de Józefów el 13 de julio de 1942. Józefów contaba entre su población con una comunidad judía de unas 1.800 personas. Las órdenes recibidas por el mayor Wilhelm Trapp consistían en detener a esos judíos, separar a aquellos varones que estuvieran en condiciones de trabajar y enviarlos a un campo de trabajo, y asesinar al resto de los judíos, niños, mujeres y viejos. Y el batallón llevó a cabo esas órdenes. Lo increíble, aparte del crimen, es lo siguiente.
Primero, el propio comandante. Trapp era un policía profesional de 53 años de edad a quienes sus hombres llamaban “Papá Trapp”. Cuando reunió a sus hombres para comunicarles la horrorosa tarea que les habían encomendado, el mismo día de autos, lo hizo con una voz entrecortada, nervioso y con lágrimas en los ojos. Les explicó que esa orden detestable venía de arriba y que ellos debían obedecer, pero que si alguno de sus hombres no se sentía con fuerzas para llevarla a cabo, él lo entendería y le asignaría otra tarea. El 101º estaba formado por 502 hombres naturales de Hamburgo o de la región, guarnición del batallón, de los cuales 11 eran oficiales y 5 administradores.
Cuando Trapp hizo una pausa para ver si alguno de los hombres del batallón se pronunciaba en contra de ejecutar esa tarea, un hombre de la 3ª Compañía llamado Otto-Julius Schimker se adelantó, solicitando se le eximiese de esa misión. El día anterior, Trapp se había reunido con los comandantes de las compañías 1ª y 2ª, el capitán Wohlauf y el teniente Gnade, para enterarles de la tarea que tenían que realizar. Faltaba el comandante de la 3ª Compañía, capitán Hoffmann, que estaba estacionado en Zakrzów. El ayudante de Trapp, teniente primera Hagen, debió enterar en detalle a otros oficiales del batallón, pues el teniente Heinz Buchmann (38 años, 1ª Sección de la 1ª Compañía) se enteró de los detalles por Hagen. Buchmann le dijo a Hagen que él, como hombre de negocios de Hamburgo y teniente de la reserva, “en ningún caso participaría en semejante acción, en la cual mujeres y niños indefensos iban a ser asesinados.” Pidió otra asignación, y Hagen le encomendó escoltar a los judíos varones aptos para el trabajo que habrían de seleccionarse para ser llevados a Lublin.
Bien, cuando al día siguiente llegó el capitán Hoffmann a Józefów, donde ya estaba el mayor Trapp informando a sus hombres de la tarea a realizar, y se enteró de que uno de los hombres de su compañía había sido el primero en desentenderse, de acuerdo con la oferta de Trapp, de la misión del asesinato de los judíos, comenzó a reprenderle. Pero Trapp defendió a Schimker y cortó al capitán Hoffmann. En ese momento, otros diez o doce hombres se sumaron a la oferta de Trapp.
La mayoría de esos hombres eran padres de familia de edad media, gente normal como indica el título del libro de Browning. Lo que resulta realmente inconcebible es que de los 502 hombres del batallón sólo una docena se mostrara contraria a participar en el asesinato de mujeres, niños y viejos. El resto, por una u otra razón, no puso, en principio, reparo alguno. Sólo cuando comenzaron a ejecutar su misión y comprendieron el horroroso cuadro que estaban pintando, muchos pidieron con éxito ser retirados de esas ejecuciones y otros simplemente se escaquearon.
¿Qué llevó a esta gente corriente a aceptar la ejecución de un crimen tan execrable? ¿Cómo el mayor Trapp había consentido en llevar a cabo una orden tan repugnante y criminal? Se dice que Trapp no asistió a las ejecuciones (que solían realizarse con un tiro a bocajarro en la nuca mientras la víctima estaba arrodillada, entre otros cosas que el pudor me impide relatar), y que cuando todo acabó, y antes, era un hombre destrozado, acosado por su conciencia, intentando calmar a sus hombres que se encontraban igualmente deprimidos y desolados, incapaces de encontrar alivio en la ingente cantidad de alcohol digerida tras las fechorías. No hacía falta guardar secreto, ni que ese tema fuese tabú en el futuro.
Se dice que tras el primer crimen, los que siguen son más llevaderos. Probablemente le sucedió así a los desgraciados del 101º. Trapp fue condenado a muerte y ejecutado por los polacos tras un juicio al poco de acabar la guerra, en 1948, junto con otros dos oficiales. El juicio de Hamburgo condenó a ocho años de cárcel a varios integrantes del batallón. La imagen de un niño llorando entre los brazos de una madre aterrada que son fríamente asesinados de un tiro en la nuca, quizás esa visión sea la condena más severa para el arrepentido. Para otros, como el capitán Hoffmann (uno de los condenados en el juicio de Hamburgo), ese recuerdo estaría probablemente oculto por su falta de conciencia
Kurt Gerstein, el SS con corazón
Kurt Gerstein nació en Münster el 11 de Agosto de 1905, en el seno de una vieja familia prusiana. Su profesión era la de ingeniero de minas y era un socio activo de la iglesia confesional de pastor Martin Niemoller con vinculos cercanos a la resistencia anti- Nazi cristiana.
Se hizo miembro del partido nazi en 1933, pero muy critico con algunas acciones de estos, fue arrestado y expulsado del partido en 1936. Esto le costo ser despedido del ministerio de minas, exclusión del servicio público y la prohibición de hablar en público.
En 1938, fue arrestado otra vez por la Gestapo y sentenciado a ser internado en el campo de concentración de Welzheim.
Liberado después de seis semanas escribió una carta a su tío, Robert Pommer, que había emigrado a los EE.UU.: «Querido tio Robert, sus muchas visitas a Alemania han permitido que a usted vea los éxitos innegables del régimen de Hitler en tantos campos: carreteras, el número de desempleados, edificaciones. Pero usted no puede haber visto las tragedias resultantes de la pérdida del espiritual y la libertad de religiosa, y de la justicia….»
Después Gerstein mandó una nueva solicitud para hacerse miembro de partido nazi con la idea de recoger información sobre los Nazis y sus secretos más oscuros, pero fue rechazado.
En 1941, la cuñada del propio Kurt Gerstein, Bertha Ebeling, murió misteriosamente en el hospital psiquiátrico de Hadamar. Horrorizado por esta muerte y las sospechas, tomo la fuerte determinación de infiltrarse en el III reich para descubrir la verdad sobre las numerosas muertes ocurridas en Haldamar y otras instituciones similares.
El 10 de marzo de 1941, solicitó la admisión en las Waffen SS después de que el obispo de Stuttgart hubiera dicho que pacientes enfermos mentalmente, habían sido asesinados en instituciones como Hadamar y Grafeneck. El 15 de marzo de 1941, fue sorpresivamente admitido en el Waffen SS y enviado a Hamburgo para un curso de capacitación.
Alistado en la intendencia de las Wafen SS, desde enero de 1942 era jefe de los servicios técnico de desinfección de las SS, donde trabajó con varios gases tóxicos entre ellos el Ziklon B.
La misión de Gerstein incluía el traslado el Ziklon B a los campos de exterminio, aunque desconocía exactamente para que se utilizaba. En agosto de 1942 transportó el gas a Majdanek, Belzec y Treblinka. El 19 de Agosto en Belzec, contempló horrorizado, todo el proceso llevado a cabo con un grupo de judíos llegados al campo en tren.
A su vuelta a Berlín en la noche entre el 21 y 22 de agosto se encontró casualmente en el tren que le llevaba, con el diplomatico sueco Göran von Otter, a quien refirió durante las 10 horas de viaje y preso de una gran agitación, todo lo que había visto. También le indicó que hiciera saber en Suecia todas las atrocidades que le había contado, para que de este modo llegara a oídos de los aliados quienes se lo harían saber al pueblo alemán, lo que él pensaba que haría que estos últimos ante tal horror, se revelaran masivamente contra Hitler.
Göran von Otter vivamente impresionado, informó a sus superiores en Suecia, pero el relato era tan espantoso, que fue desechado, se pensó que podía ser una trama urdida por la contrapropaganda nazi, para más tarde dejar en ridículo a las democracias occidentales y sus absurdas acusaciones. Los informes de Gerstein fueron recibidos por periodistas de la legación suiza en Alemania, el secretario del Obispado Católico en Berlín, la Iglesia Reformada e incluso miembros de la resistencia danesa, el resultado fue el mismo en todas partes: nadie le creyó.
El 22 de abril de 1945 se rindió a las tropas francesas y fue encarcelado el 5 de Julio como criminal de guerra en la prisión militar de Cherche Midi.
Desde la celda contactó con oficiales franceses de inteligencia a quienes hizo un relato detallado de las atrocidades nazis en Belzec y Treblinka, que sería posteriormente usado en los procesos de Nuremberg. El 25 de Julio apareció ahorcado en su celda, el misterio de su muerte perdura hasta hoy día ¿suicidio o asesinato?
El 23 de Julio, Göran von Otter que estaba entonces en Helsinki, había escrito a su colega en Londres, Baron Lagerfelt, instandole a localizar y ayudar a un alemán llamado Gerstein y pidiendo que tratara el tema con las autoridades aliadas, como sabemos sus gestiones llegaron tarde.
No acabaron ahi las injusticias con este hombre, en 1950 un tribunal de desnazificación, lo condenó de manera póstuma y no sería hasta 1965 cuando el primer ministro de Baden-Württemberg rehabilitaría de forma total su nombre.
Es preciso añadir que aunque su relato fue rechazado en el proceso de Nuremberg por ser excesivamente exagerado, los hechos básicos del mismo, fueron ratificados por el Obersturmbannführer Wilhelm Pfannenstiel de las SS, ante el tribunal de Darmstadt en 1950.
Un monstruo llamado Mengele
científico criminal, puso su saber al servicio de la barbarie. Hizo de Auschwitz algo aún peor que un campo de exterminio. Su especialidad, la experimentación con gemelos: los castraba, les arrancaba los ojos…
Héroe de guerra condecorado, científico audaz, erudito antropólogo Sin duda, Josef Mengele contaba con títulos suficientes como para ser objeto del respeto de una sociedad avanzada. Sin embargo, su vida dio un vuelco cuando abrazó el nacionalsocialismo alemán y se dedicó por entero a la realización de experimentos que aseguraran la pureza de la raza. A partir de ese momento, un hombre joven y brillante inició el camino para transformarse en uno de los individuos más siniestros del siglo XX.
Sin duda, fue un hombre de su tiempo. En 1895 un cuarto de siglo antes del nacimiento de Mengele un conocido texto de medicina alemán ya reclamaba lo que eufemísticamente denominaba «el derecho a la muerte». En 1920 se había dado un paso más allá y se discutía el derecho y la obligación estatal de eliminar la vida sin valor. Se había iniciado una discusión médicopolítica que, como señalan G. L. Posner y J. Ware, persiste hoy en las aulas de la Universidad de Princeton cuando se afirma que los padres deberían tener el derecho a aplicar la eutanasia a los hijos nacidos con malformaciones.
Lo que resulta cierto es que a esas alturas del siglo XX muy pocos pensaban que estaban transitando un resbaladizo terreno moral. Por el contrario, estaban seguros de estar sirviendo a la Humanidad. El propio Josef Mengele no era una excepción. Durante la adolescencia, había abandonado el catolicismo, la religión de sus padres, para entregarse a una corriente de activismo solidario que le llevó a afiliarse a los voluntarios de la Cruz Roja y a otras ONG de corte humanitario. Deseaba servir a sus semejantes y eso le llevó a matricularse en la facultad de Medicina y a cursar estudios complementarios en antropología.
Como muchos jóvenes, ansiaba encontrar un esquema ideológico que le permitiera encajar el raudal de datos que llegaban hasta su corazón y su mente. Lo encontró en el nacionalsocialismo de Hitler no sólo porque era rabiosamente nacionalista sino, sobre todo, porque pretendía dar una explicación científica a la lucha entre naciones y, especialmente, entre razas.
Hitler había sacado las consecuencias en apariencia pertinentes de la teoría de la evolución de Darwin e incluso había llegado a la conclusión muy en boga en el periodo de entreguerras favorable a modelar genéticamente a los ciudadanos de una nación.
A Mengele aquella amalgama le entusiasmó y decidió dedicarle su existencia. Casado en 1938, no dudó en presentarse voluntario al estallar la Segunda Guerra Mundial, e hizo todo lo posible por lograr su admisión en las SS, la unidad de elite nacionalsocialista que había logrado desplazar a las primitivas SA.
En junio de 1941, Mengele se hallaba sirviendo en Ucrania encargado ya de tareas relacionadas con el exterminio de los no arios.Debió de demostrar una especial competencia porque no tardaron en condecorarle con la cruz de hierro de segunda clase. Apenas unos meses después, ya en 1942, mientras combatía con la División Viking de las SS, le otorgaron la cruz de hierro de primera.
EXTERMINIO RÁPIDO
A finales de 1941 las altas jerarquías nazis tomaron la decisión de convertir Auschwitz, hasta ese momento un campo secundario, en un centro de exterminio diferente. En él se combinarían el trabajo esclavo propio de campos como Mauthausen o Dachau, copiados del modelo soviético, con el exterminio rápido y directo de los campos de la denominada Operación Reinhard como Treblinka o Sobibor.Así, mientras empresas como la Farben se lucraban con el sudor de los deportados, se proseguirían las matanzas de judíos que, a juicio de los nazis, no se sucedían con la amplitud y rapidez suficientes.
Antes de iniciarse la guerra, Hitler había intentado poner en funcionamiento un programa de eutanasia que no pudo llevar a cabo por las protestas denodadas de las iglesias católica y evangélica.Se archivó el plan a la espera de tiempos mejores. Ese momento había llegado. Auschwitz iba a convertirse en el laboratorio de experimentos genéticos que permitieran mejorar la raza. Para llevar a cabo esta sofisticada tarea se precisaban hombres con conocimientos científicos y cuando uno de sus antiguos profesores propuso a Mengele como colaborador la idea fue aceptada sin problemas.
Desde mayo de 1943 a enero de 1945, el doctor Mengele desarrolló en Auschwitz una labor que alcanzó una de las más repugnantes cimas de la barbarie humana. Si jamás mostró malestar, si podía silbar música de Puccini mientras experimentaba con seres humanos, si era capaz de ordenar la muerte de millares de personas sin sufrir un simple escalofrío se debió al hecho de que estaba convencido de que su labor era buena para el desarrollo científico de la raza. A fin de cuentas, estaba sentando las bases de una ingeniería genética de la que, según lo veía él, sólo se podían esperar beneficios.
Su especialidad fueron los experimentos con gemelos. No le cabía duda alguna de que aquellos seres tan similares ofrecían un campo de observación privilegiado para analizar cómo se podían reproducir determinadas cualidades o defectos corporales. Los gemelos eran asignados primero al barracón 14 del campo F de Birkenau un barracón conocido como «el Zoo» y luego eran destinados al hospital B2F del campo de Auschwitz. Así, más de 250 parejas de gemelos, en su mayoría niños, fueron sometidas a sesiones en las que se les ataba con correas a frías mesas de mármol y a continuación se procedía, generalmente sin anestesia, a manipularles la columna vertebral y a inyectarles o extirparles los ojos o los órganos internos.
No resulta extraño que, por ejemplo, pudiera coser por la espalda y las muñecas a dos gemelos y a continuación lavarse las manos con jabón perfumado mientras silbaba una melodía alegre o seleccionar día tras día a los presos que llegaban a Auschwitz indicando los que debían ser enviados directamente a las cámaras de gas.No se limitó a estas labores su trabajo.
Interesado en la manera de lograr que las razas inferiores controlaran su natalidad, realizó pruebas de esterilización. Su preferida fue la utilización de rayos X, un método con el que castró a una media de 90 parejas al día. Todo lo realizó con la meticulosidad de un funcionario responsable. Por ejemplo, cuando se declaró en Auschwitz una epidemia de tifus optó por detenerla eliminando a los posibles portadores de la enfermedad y el 25 de mayo de 1943 envió a las cámaras de gas a 507 gitanos y 528 gitanas.En otra ocasión hizo quemar vivos a 300 niños al aire libre.
Durante el verano de 1944, en Auschwitz se gaseaban 9.000 judíos al día en un esfuerzo por acelerar el exterminio. En paralelo, su colección de ojos humanos clavados en la pared aumentaba, y el número de métodos utilizados para arrancar la vida a los reclusos.
Aunque estaba orgulloso de su labor, Mengele procuró mantener un silencio sepulcral sobre ella. Antisemita furioso un judío le habría quitado una novia durante la época de la universidad no parece, sin embargo, que dejara que se transparentaran señales de satisfacción o regodeo por la matanza que estaba llevando a cabo. Con todo, su esposa Irene debió percibir algo en el curso de una de las ocasiones en las que se encontraron durante la guerra porque solicitó el divorcio convencida de que su marido estaba llevando a cabo actividades claramente inconfesables.Él se casó entonces con su cuñada Martha, viuda de su hermano Karl, en un intento de salvaguardar la herencia familiar.
En enero del 45, Mengele se vio obligado a dejar Auschwitz ante el avance soviético. Para esa fecha en torno a un millón de personas habían encontrado la muerte en el campo a causa de las cámaras de gas, el hambre, el trabajo extenuante, las enfermedades…
FUE DETENIDO
Hacía ya meses que Mengele figuraba en la lista de criminales de guerra que los Aliados deseaban juzgar y ejecutar. Incluso fue apresado por una unidad norteamericana, pero el desbarajuste de la posguerra era tan acusado y la posibilidad de utilizar una identidad falsa tan obvia, que logró salir del centro de detención.
Lo primero que hizo fue regresar a la zona soviética y recoger todos sus papeles relacionados con los experimentos humanos.Durante algunos años permaneció en Alemania con nombre supuesto.Cuando el servicio secreto israelí capturó a Adolf Eichmann y lo condujo a Jerusalén para ser juzgado, resultó obvio que la operación se repetiría con Mengele. Pero no hubo oportunidad porque sus perseguidores sólo tenían una foto que no era suya y que los despistó durante años.
En las décadas siguientes, sólo vería en dos ocasiones a su hijo Rolf. La primera tuvo lugar en los años 50 en Suiza, y entonces se dijo al niño que el hombre que estaba ante él era su «tío Fritz». La segunda fue en Brasil, en 1977, y estuvo motivada por un deseo de Rolf por comprender a su padre. No lo consiguió y la cita estuvo envuelta en la frialdad (el escritor alemán Peter Schneider narró esa historia, que ha sido llevada al cine en Papa Rue Alguem 5555, con Charlton Heston como Mengele padre).
Hasta llegar a ese punto, el nazi había recorrido medio mundo.Tras Suiza, vino Uruguay (donde contrajo matrimonio en 1958) y luego Paraguay, desde donde pasó a Brasil en la década de los 70. Sus últimos años fueron difíciles y siniestros.
Mientras Ira Levin lo convertía en protagonista de una novela (Los niños del Brasil, que sería llevada al cine con Gregory Peck en el papel del médico), Mengele seguía sin dar la menor señal de arrepentimiento. Sin compañía, concibió en los últimos tiempos un enamoramiento dirigido hacia su anciana criada. La mujer rechazó al taciturno personaje y él se hundió en una depresión que, prácticamente, llegó hasta el final de su existencia.
El 6 de junio de 1985, tras abrirse su tumba en Sao Paulo, pudo darse por concluida su persecución. Sin embargo, nadie se hubiera atrevido a afirmar que, finalmente, se había hecho justicia.
En el acta de acusación de Alemania Occidental, contra Josef Mengele hecho público en enero de 1981 se puede leer:
Sus experimentos cubrían una amplia gama, desde bacteriología, hasta transplantes de médula osea, pasando por la esterilización de las denominadas por los nazis razas inferiores, pero su objetivo fundamental era la mejora de la raza.
Experimento inyectando tintes y substancias químicas en los ojos de sus cobayas humanas para ver si de ese modo podía cambiar el color de estos, el resultado en sus victimas, como era de prever, fueron graves infecciones y ceguera en mucho de los casos, eso si consiguió ojos de diversos colores, azules, verdes, violetas… todos ellos perfectamente inútiles.
Pero su pasión y obsesión fueron los gemelos, con ellos pensaba descubrir que atributos y debilidades se heredan genéticamente y cuales eran propiciados por el estilo de vida o el entorno, esto sería posible estudiando comparativamente ambos gemelos, usando uno de ellos de control, pero para que pueda tener el mínimo valor científico sería necesario tener el historial detallado de ambos gemelos, cosa que en Auschwitz no se daba y por tanto todos sus experimentos en este campo se pueden considerar también como perfectamente inútiles. Además pensaba que estudiando a los gemelos podía encontrar la clave para que los embarazos fueran múltiples y de esta forma acelerar acelerar la expansión de la raza. Hizo al menos un intento de crear siameses artificialmente mediante la unión de venas de hermanos gemelos, los resultados os los podéis imaginar. Las personas objeto de sus experimentos, en caso de sobrevivir a este, fueron casi siempre asesinados para su posterior disección, esto implicaba que si uno de los gemelos moría, el otro sería asesinado. Estas son sólo unas pocas muestras de los horrores que cometió pero hay muchísimas más.
En una ocasión manifestó que sólo había dos pueblos elegidos, los arios y los judíos, por lo tanto los judíos constituían una amenaza y debían ser destruidos.
Cuando los rusos liberan Auswitch en enero de 1945 descubrieron con vida a 181 gemelos sin embargo se calcula que por las manos de Mengele pasaron unos 3000 gemelos.
Alguien ha comparado a Mengele con un moderno doctor Frankenstein, sin embargo yo no estoy de acuerdo en ello, en el caso de que este último hubiese sido real hay una diferencia fundamental y es que este manipulaba cadáveres mientras que Mengele lo hacía con seres humanos vivos.
Y no quisiera acabar este relato del horror, sin mencionar a su mentor, el profesor Von Verschuer director del instituto de antropología, herencia humana y genética Kaiser Guillermo en Berlín, Mengele consiguió su puesto en Auschwitz gracias a él y le mandaba los resultados de las pruebas de sus estudios, a su vez Verschuer se encargaba de proporcionarle las subvenciones necesarias para su trabajo. Y es que, si en el caso de Mengele aunque escapó a la justicia, nos queda el consuelo de saber, que se vio reducido a vivir una miserable y angustiosa vida de fugitivo, en el caso de Von Verschuer hasta este pequeño consuelo fue negado, pues nunca pagó por sus crímenes ante la justicia ni fue perseguido por ella. Y en mi opinión ambos eran igual de criminales.
Bibliografía: «Mengele» de Gerald L. Posner y John Ware, Madrid la esfera de los libros 2005
Saludos pedro,
gracias por la cantidad de información aportada (si la has escrito tú, ¡menuda machada!), pero imagino que querrías ponerla en el hilo de anécdotas de la IIGM, ¿me equivoco?
En cualquier caso, y viendo que allí has puesto unas cuantas, te quedo enormemente agradecido -porque estoy aprendiendo cosa mala-, pero con una anécdota habría valido para participar en el sorteo, no era necesario que mandaras tantas.
De todas maneras, síentente libre de aportar cuantas historias quieras, claro.
Un saludo,
Richar.
ADVERTENCIA: LAS IMAGENES AQUÍ EXPUESTAS NO BUSCAN LA MORBOSIDAD SINO EL RECONOCIMIENTO TOTAL Y VERDADERO DE QUE EL HOLOCAUSTO EXISTIÒ, Y LAS MISMAS PUEDEN HERIR LA SENSIBILIDAD DEL USUARIO
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IX.- TESTIMONIO DE LOS SS DEL CAMPO
Stangl
Fuente: BELZEC, SOBIBOR, TREBLINKA – the Operation Reinhard Death Camps. Indiana University Press – Yitzhak Arad, 1987, p. 184.
“Michel (el sargento del campo) me dijo más tarde que Wirth de repente apareció, miró alrededor en las cámaras de gas en las cuales todavía se estaba trabajando, y dijo: las probaremos ahora mismo con aquellos veinticinco judíos. Tráigalos aquí, entraron en la cámara y fueron gaseados. Michel dijo que Wirth se comportó como un loco, golpeándolos con su propia fusta para introducirlos…”
Willi Mentz
Fuente: The Good Old Days – E. Klee, W. Dressen, V. Riess, The Free Press, NY, 1988, p. 245-247.
«Cuando llegué a Treblinka el comandante de campo era un doctor llamado Eberl. Él era muy ambicioso. Se decía que pidió más transportes para que pudieran ser «procesados» en el campo. Esto significaba que los trenes tuvieron que esperar fuera del campo porque los inquilinos del transporte anterior aún no habían sido todos matados…
Durante dos meses trabajé en la sección superior del campo y después de que Eberl fuera substituido el campo fue reorganizado. Las dos partes del campo fueron separadas por vallas de alambre de púas camuflado con ramas de árboles…
Finalmente, se construyeron nuevas y más grandes cámaras de gas. No puedo decir exactamente a cuanta gente se introducía en el interior. Si las pequeñas albergaban de 80 a 100 personas, los grandes probablemente podrían albergar dos veces más…
Después de la llegada de un transporte, de 6 a 8 vagones eran desviados. Franz, Kuettner y Stadie o Maetzig esperaban a que el transporte entrara. Un poco alejados estaban los miembros SS para supervisar la descarga: por ejemplo, Genz y Belitz tuvieron que comprobar que nadie se había escapado…
Les decían que eran un transporte de restablecimiento, que les darían un baño y que recibirían la nueva ropa…
Entonces se dirigían a la supuesta área de transferencia. Las mujeres tuvieron que desnudarse en barracones y los hombres al aire libre. Las mujeres eran conducidas por un pasillo denominado «el tubo», hacia las cámaras de gas. Por el camino pasaban por otro barracón donde debían dejar sus joyas y objetos de valor…»
Kurt Franz
Fuente: The Good Old Days – E. Klee, W. Dressen, V. Riess, The Free Press, NY, 1988., p. 247-249).
«No puedo decir el número total de judíos que fueron gaseados Treblinka. Por regla general cada día llegaba un tren grande. A veces llegaban 2, lo cual no era tan común…
En Treblinka yo era el comandante de la unidad de la guardia ucraniana, porque tenía la experiencia de. En Treblinka como en Belzec la unidad estaba compuesta entre 60 y 80 hombres. La tarea principal de los ucranianos era de controlar el campo en todo su perímetro. Después del levantamiento, en agosto de 1943 controlé el campo más o menos sin ayuda de nadie durante un mes; sin embargo, durante aquel período no se realizó ningún gaseamiento…
A partir de entonces el campo fue demolido, arado y plantado…»
SS Oberscharfuehrer Heinrich Matthes
Fuente: BELZEC, SOBIBOR, TREBLINKA – the Operation Reinhard Death Camps. Indiana University Press – Yitzhak Arad, 1987, p. 121.
«Durante todo el tiempo que en Treblinka, serví en el campo superior. El campo superior era la parte de Treblinka donde estaban ubicadas las cámaras de gas, donde los judíos fueron asesinados y sus cadáveres enterrados en grandes fosas comunes y más tarde quemados…
Aproximadamente 14 Alemanes realizaron servicios en el campo superior además había dos ucranianos permanentemente. Uno se llamaba Nikolai, del otro no recuerdo el nombre… Esos 2 ucranianos estaban destinados a las cámaras de gas. Ellos también cuidaban de la sala de máquinas cuando Fritz Schmidt estaba fuera. Schmidt era responsable de la sala de máquinas. En mi opinión, como un civil era mecánico o conductor…
Había seis cámaras de gas activas a la vez. Según mi estimación, aproximadamente 300 personas podrían entrar en cada cámara. La gente entraba en la cámara de gas sin oponer resistencia. A los del final los guardias ucranianos tenían que empujarlos hacia el interior. Yo personalmente vi como los ucranianos empujaban a la gente con las culatas de sus fusiles hacia el interior de las cámaras…
Las cámaras de gas estuvieron cerradas durante aproximadamente treinta minutos. Entonces Schmidt paraba el gaseamiento, y 2 ucranianos, que estaban en la sala de máquinas, abrían la cámara de gas desde el otro lado…»
X.- ENTREVISTA A FRANK STANGL
F. S = Frank Stangl
E = Entrevistador
Después de la extradición a la R. F. A, Frank Stangl admitió las matanzas pero discutió:
F. S: “Mi conciencia está clara. Cumplía simplemente con mi deber…”.
Fue encontrado culpable, el 22 de octubre de 1970, y condenado a cadena perpetua.
Murió de un paro cardíaco en la prisión de Dusseldorf, el 28 de junio de 1971.
Franz Stangl fue entrevistado por Gitta Sereny en 1970 y sus comentarios aparecieron más adelante en el libro Into That Darkness: An Examination of Conscience (1983):
E: “¿Es correcto decir que usted se acostumbró a las liquidaciones?”
Pensó por un momento.
F. S: «Decir la verdad,» entonces despacio y pensativamente dijo, » uno realmente se acostumbró a ello. »
E: ¿“Días?, ¿Semanas?, ¿Meses?”
F. S: » Meses. Esto esa meses antes de que yo pudiera mirar a uno de ellos a sus ojos. Me evadía tratando de crear unos lugares especiales: jardines, nuevos cuarteles, nuevas cocinas, todo nuevo, peluquerías, sastrerías, zapaterías, carpinterías. Había cientos de modos desviar la mente; y los usé todos.»
E: ¿» Aún así, usted se sintió fuerte, pero tuvo que haber ocasiones, quizás de noche, en la oscuridad, cuándo no podía dejar de pensar en ello? »
F. S: «Al final, el único modo de tratar con ello era de bebiendo. Tomaba una copa grande coñac, y me la llevaba a la cama, incluso algunas noches…”.
E: Pienso que usted evade mi pregunta.
F. S: » No, no, desde luego que no, siempre había pensamientos al respecto. Pero trataba de resistir. Me concentré en el trabajo, el trabajo y otra vez a trabajar. »
E: » Podríamos decir que usted finalmente sintió que no eran realmente seres humanos”
F. S: » Cuando años más tarde estuve de viaje en Brasil, viajé en tren y este se paró al lado de un matadero. El ganado al oír el ruido del tren, trotó hasta la cerca y miró fijamente havia tren. Estaban muy cerca de mi ventana. Pensé entonces, esto me recuerda a Polonia, de cómo miraba la gente cuando, iba en los vagones coma latas…”
E: “Usted dijo latas, » interrumpí. ¿» Qué (piensa) usted? “Pero continuó sin oír o contestarme.
F. S: «… Yo no podía comer la carne enlatada después de eso. Aquellos ojos grandes que me miraban no sabiendo que en un abrir y cerrar de ojos estarían todos muertos. “Hizo una pausa. Su cara se desdibujó., parecía viejo y desgastado. “
E: ¿» Entonces usted no sintió que ellos eran seres humanos? »
F. S: » La carga, » dijo monótonamente. » Ellos eran la carga. “Levantó y dejó caer su mano en un gesto de desesperación. Ambos nos habíamos derrumbado. Esta fue una de las pocas veces, durante aquellas semanas de conversaciones, que no hizo ningún esfuerzo para encubrir su desesperación, y su pena desesperada permitió un momento de compasión.
E: ¿Cuándo piensa usted que comenzó a pensar en ellos como “la carga”?
F. S: » Pienso que comenzó el primer día que vi el Totenlager en Treblinka. Recuerdo a Wirth lo que soporta allí, al lado de los hoyos llenos de cadáveres azules. Eso no era humano. Wirth dijo, ¿Qué haremos con esta basura? Pienso inconscientemente que fue entonces cuando empecé a pensar en ellos como la carga».
E: «Había tantos niños, ¿alguna vez le hicieron pensar en sus hijos, y como se sentiría usted en la posición de sus padres?»
F. S: » No, » dijo despacio, » no puedo decir que alguna vez pensé así. » Hizo una pausa. «Usted ve,» siguió, todavía hablando con esta seriedad extrema y obviamente, » yo raras veces los veía como individuos. Era siempre una enorme masa. A veces estaba de pie sobre la pared y los veía en el tubo, estaban desnudos, juntos como un rebaño, conducidos a base de azotes…, decía con voz cada vez más apagada.
E: ¿» Podía usted haber cambiado eso? «Pregunté. ¿» En su posición, podía usted haber parado la desnudez, los azotes, el horror de que se sintieran coma ganado…? »
F. S: » No, no, no. Esto era el sistema. Wirth lo había inventado. Trabajó y porque trabajó, era irreversible. «
Einsatzgruppen
era el nombre de un conjunto de grupos militares formados en la Alemania nazi antes y durante de la Segunda Guerra Mundial. Estas escuadrillas de la muerte pertenecieron a las SS y siguieron a la Wehrmacht en sus ataques primero contra Polonia y después a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Su tarea principal, en palabras del general Erich Von dem Bach-Zelewski de las SS en el Juicios de Nuremberg, «era la aniquilación de los judíos, los gitanos y los comisarios políticos». Según sus propios expedientes, mataron alrededor de un millón de personas, casi exclusivamente civiles, sin supervisión judicial ni respaldo alguno de la legalidad (no se efectuó ninguna lectura de acusaciones del derecho penal o administrativo). Los asesinatos comenzaron con la aniquilación de la intelligentsia polaca tras la invasión de este país, y más adelante de los colectivos despreciados por el régimen Nazi, incluyendo mujeres y niños, de las poblaciones que quedaban tras la línea del frente. Su tarea fue totalmente cobarde realizando fusilamientos masivos en los que se asesinaba sin ningun tipo de pruebas de los «crímenes» de los que se les acusaba (normalmente haber nacido judío o no «ario»).
– Historia
Estos grupos estaban bajo control del RSHA (Oficina Central de Seguridad del Reich); es decir, debajo de Reinhard Heydrich y su sucesor Ernst Kaltenbrunner. Asesinaron en total más de un millón de judíos, comunistas, prisioneros de guerra y gitanos.
– Acciones en Polonia
También asistieron a las unidades de la Wehrmacht en calidad de fuerzas móviles que actuaban desde la segunda línea tras el comienzo de la invasión. Después de la ocupación de Polonia en 1939, los Einsatzgruppen fueron encargados de asesinar a toda persona perteneciente a la Intelligentsia polaca, así como a sacerdotes y profesores y en general a las clases cultas. Los nazis consideraban Untermenschen o subhumanos a los individuos que no podían acreditar ascendencia aria en algún grado, y pretendieron utilizar las clases más bajas polacas como criados y esclavos. La misión de los Einsatzgruppen era, por lo tanto, despolitizar de raíz a la población polaca y eliminar los grupos más claramente identificados con la identidad nacional polaca. Aunque no existen evidencias manifiestas, se sospecha que colaboraron también a eliminar la oficialidad polaca a manos de los rusos en los bosques de Kattyn, debido al método de ejecución que se realizó, muy similar al de los alemanes. Otras versiones no implican la colaboración alemana en la Masacre de Katyn existiendo precedentes del sistema usado en la guerra civil española, en la matanza de presos politicos en el pueblo de Paracuellos del Jarama en las proximidades de Madrid.
-Acciones en territorio soviético
A fines de mayo de 1941, los Einsatzgruppen fueron convocados a sus cuarteles y adoctrinados bajo el marco del programa Aktion Reinhard, en el nuevo escenario que se abriría pocos días más tarde. Se les instruyó explícitamente en los labores: primera, eliminar a las facciones guerrilleras de la retaguardia y, segunda, aniquilar la población judía. Tras la invasión de la URSS el 22 de junio de 1941 (Operación Barbarroja), la misión principal de los Einsatzgruppen era matar a los oficiales, judíos y comisarios políticos, lo que suponía una escala de asesinatos selectivos mucho más grande que la aplicada en Polonia.
El método estándar empleado por los Einsatzgruppen era fijar una proclama que ordenaba presentarse en un lugar y día determinados a todos los judíos y demás miembros de los grupos objetivo de un área ocupada. Los informes de avance emitidos por las jefaturas de estos comandos reemplazaban las palabras comprometedoras con otras que inducían al engaño, encubriendo así el Genocidio. Tales expresiones eran p.ej. Reinstalación, Traslado laboral, o Redestinación, sinónimos usados en la documentación SS concerniente a la Solución Final.
Una vez las víctimas bajo engaño, eran introducidas en los transportes habilitados al efecto. Las escuadrillas las conducían al lugar donde iban a ser asesinadas, que estaba generalmente en una zona aislada donde se había cavado una fosa, aunque en ocasiones se obligaba a los detenidos a cavarla por sí mismos antes de ser fusilados en masa. A veces, sin embargo, se aprovechaban las características naturales del paisaje, como el barranco en Babi Yar (Ucrania).
Las víctimas debían entregar sus pertenencias y desnudarse, tras lo cual eran obligadas a formar ante la fosa para que cayeron directamente dentro cuando los pelotones de ejecución disparaban generalmente por la espalda. Los cuerpos eran rociados después con algún líquido inflamable para ser quemados y la fosa era cubierta para dejar la menor evidencia posible de los hechos ocurridos. Este método no satisfacía en absoluto los requerimientos de eficiencia de los nazis. Era costoso en cuanto a munición, mantenía en la retaguardia a demasiadas dotaciones de hombres útiles para el combate, que además acusaban en su moral el peso psicológico de presenciar constantemente el asesinato cruel y cobarde de hombres, mujeres y niños indefensos. Era tan cruda esta imagen que la mayoría de los soldados realizaban su trabajo semiebrios, contribuyendo también a que no acertaran todos los tiros y, por lo tanto, a que hubiera sobrevivientes de las operaciones de estos grupos que escapaban antes de que los cuerpos fueran quemados.
Además de esto, la velocidad constituía un factor esencial. Los oficiales al mando se dieron cuenta de que con los métodos descritos no podrían eliminar a los judíos, gitanos y comunistas de Europa antes de que la guerra acabara, cosa que no tardaría en ocurrir según las confiadas previsiones de Hitler. Por último, era un método bastante poco secreto (era necesario el transporte de los judíos en un camión desde la ciudad hasta el espacio aislado), lo cual no contribuía nada a la popularidad de los Nazis. Estos problemas fueron resueltos tras el descubrimiento de la nocividad del gas Zyklon B, que permitió a los responsables del programa de la Solución Final alcanzar niveles de eficiencia tristemente altísimos.
El 25 de junio de ese año se realizaron las primeras matanzas en la localidad de Kovno (Lituania), a donde llegó el Einsatzgruppe A a cargo del comandante SS Franz Stahlecker. Las redadas y matanzas comenzaron en la noche de ese día. Para julio, ya se habían eliminado 265.000 judíos lituanos. Lo más notable es que se les unió un grupo lituano de derecha antisoviético pertenecientes a la Guardia Obrera Nacional para colaborar en la tarea de exterminio, superando en eficacia y brutalidad a los propios alemanes, quienes los reclutaron inmediatamente. Los mismos SS quedaron impresionados por la excesiva crueldad que mostraban estos lituanos con sus connacionales, y Stahlecker aprovechó esto para documentarlo fotográficamente y de este modo encubrir sus propias responsabilidades.
Desde julio a octubre, se eliminaron adicionalmente 133.000 judíos de las zonas de Lituania y Bielorrusia y desde agosto a octubre otros 66.337 judíos en la zona de Minsk (Ucrania), a cargo del Einsatzgruppe C. Todas las estadísticas eran entregadas a Reinhard Heydrich y transmitidas directamente en persona a Himmler. El mismo grupo, comando 5, llegó el 5 de octubre a Dniepropetrovsk y eliminó a 30.000 judíos de esa ciudad, la mayoría ancianos, que no estaban en condiciones de marchar junto al ejército rojo cuando se abandonó la ciudad. Fueron enterrados en las afueras de la ciudad en zanjas antitanques.
La Wehrmacht no estuvo libre de responsabilidades, ya que el VI ejército a cargo de von Reichenau colaboró abiertamente en la zona de Minsk. Cuando Paulus asumió el mando, se prohibió estrictamente a los soldados que siguieran colaborando.
El Einsatzgruppe C a cargo de Otto Ohlendorf eliminó en el Cáucaso y Crimea unos 90.000 judíos. Para principios de 1942, se habían eliminado alrededor de 229.052 judíos y Stahlecker declaró a Lituania y Crimea Judenfrei (libre de judíos). Estos grupos incluso alcanzaron a actuar en el mismo Stalingrado un poco antes de que el VI ejército fuera cercado.
La población rusa, en especial la ucraniana, que había recibido bien a los alemanes en un comienzo, revirtió su conducta y aborrecieron al invasor al enterarse de los horrores de las matanzas. (Ver: Historia militar de la Unión Soviética)
-El Informe Jagger
Los Einsatzgruppen dejaron constancia escrita de sus masacres, siendo el informe Jager uno de los más famosos expedientes que dejaron estos «funcionarios». Este documento describe la operación del Einsatzkommando 3 efectuada durante cinco meses en Lituania e incluye una lista detallada que resume cada operación. En total, la suma de sus víctimas asciende a 137.346 personas en los estados bálticos. En él puede leerse una frase que resume la filosofía y el objetivo de estos grupos: «… puedo confirmar hoy que Einsatzkommando 3 ha alcanzado la meta de solucionar el problema judío en Lituania. No hay judíos en Lituania, Lituania esta libre de judíos.»
-Después de la Guerra
Al final de la Segunda Guerra Mundial, se puso a los líderes principales de los Einsatzgruppen ante los tribunales de ocupación americanos, enfrentando los cargos de crímenes contra la humanidad, crímenes de la guerra y calidad de miembros de las SS (que había sido declarada una organización criminal), en el que se conoció como el juicio de los Einsatzgruppen en los Juicios de Nuremberg. Catorce condenas a muerte y dos absoluciones resultaron de estos juicios, aunque solamente se practicaron cuatro ejecuciones el 7 de junio de 1951, mientras el resto de las condenas fueron conmutadas.
– Organización
Einsatzgruppe A en el Báltico con
Sonderkommandos 1 a y 1 b (en alemán, referido a fuerzas especiales; no confundir con los Sonderkommandos de los campos de concentración)
Einsatzkommandos 2 y 3, unidos al Grupo de Ejércitos Norte.
Einsatzgruppe B en Bielorrusia con
Sonderkommandos 7 a y 7 b, los
Einsatzkommandos 8 y 9, y también
una «fuerza especial» para el caso de que Moscú fuese capturada. Unidos al Grupo de Ejércitos Centro.
Einsatzgruppe C en Ucrania con
Sonderkommandos 4 a y 4 b y
Einsatzkommandos 5 y 6. Unidos al Grupo de Ejércitos Sur.
Einsatzgruppe D en Besarabia, el sur de Ucrania, Crimea y eventualmente en el Cáucaso con
Sonderkommandos 10 a y 10 b y
Einsatzkommandos 11 a, 11 b y 12.
En unión con el Grupo de Ejércitos Sur.
Jefes de losEinsatzgruppen
Grupo A: SS-Brigadeführer Dr. Franz Walter Stahlecker (hasta el 23 de marzo de 1942)
Grupo B: SS-Brigadeführer Artur Nebe (hasta octubre de 1941)
Grupo C: SS-Gruppenführer Dr. Otto Rasch (hasta octubre de 1941)
Grupo D: SS-Gruppenführer Prof. Otto Ohlendorf (hasta junio de 1942).
Discurso del Papa Benedicto XVI en Auschwitz al concluir su viaje apostólico a Polonia. Mayo 28-2006
AUSCHWITZ, POLONIA. Discurso que pronunció el Papa Benedicto XVI en el campo de concentración de Auschwitz, el 28 de mayo de 2006, al concluir su viaje apostólico a Polonia.
«Tomar la palabra en este lugar de horror, de acumulación de crímenes contra Dios y contra el hombre que no tiene parangón en la historia, es casi imposible; y es particularmente difícil y deprimente para un cristiano, para un Papa que proviene de Alemania. En un lugar como este se queda uno sin palabras; en el fondo sólo se puede guardar un silencio de estupor, un silencio que es un grito interior dirigido a Dios: ¿Por qué, Señor, callaste? ¿Por qué toleraste todo esto?
Con esta actitud de silencio nos inclinamos profundamente en nuestro interior ante las innumerables personas que aquí sufrieron y murieron. Sin embargo, este silencio se transforma en petición de perdón y reconciliación, hecha en voz alta, un grito al Dios vivo para que no vuelva a permitir jamás algo semejante.
Hace veintisiete años, el 7 de junio de 1979, se encontraba aquí el Papa Juan Pablo II; y en esa ocasión dijo: «Vengo aquí hoy como peregrino. Se sabe que he estado aquí muchas veces… ¡Cuántas veces! Y muchas veces he bajado a la celda de la muerte de Maximiliano Kolbe y me he parado ante el muro del exterminio y he pasado entre las escorias de los hornos crematorios de Birkenau. No podía menos de venir aquí como Papa» (Homilía en el campo de concentración de Auschwitz, n. 2: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 17 de junio de 1979, p. 13).
El Papa Juan Pablo II estaba aquí como hijo del pueblo que, juntamente con el pueblo judío, tuvo que sufrir más en este lugar y, en general, a lo largo de la guerra: «Son seis millones de polacos los que perdieron la vida durante la segunda guerra mundial: la quinta parte de la nación», recordó entonces el Papa (ib.). Luego aquí hizo el solemne llamamiento al respeto de los derechos del hombre y de las naciones, que anteriormente habían hecho al mundo sus predecesores Juan XXIII y Pablo VI, y añadió: «Pronuncia estas palabras (…) el hijo de la nación que en su historia remota y más reciente ha sufrido de parte de los demás múltiples tribulaciones. Y no lo dice para acusar, sino para recordar. Habla en nombre de todas las naciones, cuyos derechos son violados y olvidados» (ib., n. 3).
El Papa Juan Pablo II estaba aquí como hijo del pueblo polaco. Yo estoy hoy aquí como hijo del pueblo alemán, y precisamente por esto debo y puedo decir como él: No podía por menos de venir aquí. Debía venir. Era y es un deber ante la verdad y ante el derecho de todos los que han sufrido, un deber ante Dios, estar aquí como sucesor de Juan Pablo II y como hijo del pueblo alemán, como hijo del pueblo sobre el cual un grupo de criminales alcanzó el poder mediante promesas mentirosas, en nombre de perspectivas de grandeza, de recuperación del honor de la nación y de su importancia, con previsiones de bienestar, y también con la fuerza del terror y de la intimidación; así, usaron y abusaron de nuestro pueblo como instrumento de su frenesí de destrucción y dominio.
Sí, no podía por menos de venir aquí. El 7 de junio de 1979 yo me encontraba aquí, como Arzobispo de Munich-Freising, entre los numerosos Obispos que acompañaban al Papa, que lo escuchaban y oraban juntamente con él. En 1980 volví una vez más a este lugar de horror con una delegación de Obispos alemanes, turbado a causa del mal y agradecido por el hecho de que sobre estas tinieblas había surgido la estrella de la reconciliación.
Esta es también la finalidad por la que me encuentro hoy aquí: para implorar la gracia de la reconciliación; ante todo, a Dios, el único que puede abrir y purificar nuestro corazón; luego, a los hombres que aquí sufrieron; y, por último, la gracia de la reconciliación para todos los que, en este momento de nuestra historia, sufren de modo nuevo bajo el poder del odio y bajo la violencia fomentada por el odio.
¡Cuántas preguntas se nos imponen en este lugar! Siempre surge de nuevo la pregunta: ¿Dónde estaba Dios en esos días? ¿Por qué permaneció callado? ¿Cómo pudo tolerar este exceso de destrucción, este triunfo del mal?
Nos vienen a la mente las palabras del salmo 44, la lamentación del Israel doliente: «Tú nos arrojaste a un lugar de chacales y nos cubriste de tinieblas. (…) Por tu causa nos degüellan cada día, nos tratan como a ovejas de matanza. Despierta, Señor, ¿por qué duermes? Levántate, no nos rechaces más. ¿Por qué nos escondes tu rostro y olvidas nuestra desgracia y nuestra opresión?
Nuestro aliento se hunde en el polvo, nuestro vientre está pegado al suelo. Levántate a socorrernos, redímenos por tu misericordia» (Sal 44, 20. 23-27). Este grito de angustia que el Israel doliente eleva a Dios en tiempos de suma angustia es a la vez el grito de ayuda de todos los que a lo largo de la historia —ayer, hoy y mañana— han sufrido por amor a Dios, por amor a la verdad y al bien; y hay muchos también hoy.
Nosotros no podemos escrutar el secreto de Dios. Sólo vemos fragmentos y nos equivocamos si queremos hacernos jueces de Dios y de la historia. En ese caso, no defenderíamos al hombre, sino que contribuiríamos sólo a su destrucción. No; en definitiva, debemos seguir elevando, con humildad pero con perseverancia, ese grito a Dios: «Levántate. No te olvides de tu criatura, el hombre». Y el grito que elevamos a Dios debe ser, a la vez, un grito que penetre nuestro mismo corazón, para que se despierte en nosotros la presencia escondida de Dios, para que el poder que Dios ha depositado en nuestro corazón no quede cubierto y ahogado en nosotros por el fango del egoísmo, del miedo a los hombres, de la indiferencia y del oportunismo.
Elevemos este grito a Dios; dirijámoslo también a nuestro corazón, precisamente en este momento de la historia, en el que se ciernen nuevas desventuras, en el que parecen resurgir de nuevo en el corazón de los hombres todas las fuerzas oscuras: por una parte, el abuso del nombre de Dios para justificar una violencia ciega contra personas inocentes; y, por otra, el cinismo que ignora a Dios y que se burla de la fe en él.
Nosotros elevamos nuestro grito a Dios para que impulse a los hombres a arrepentirse, a fin de que reconozcan que la violencia no crea la paz, sino que sólo suscita otra violencia, una espiral de destrucciones en la que, en último término, todos sólo pueden ser perdedores. El Dios en el que creemos es un Dios de la razón, pero de una razón que ciertamente no es una matemática neutral del universo, sino que es una sola cosa con el amor, con el bien. Nosotros oramos a Dios y gritamos a los hombres, para que esta razón, la razón del amor y del reconocimiento de la fuerza de la reconciliación y de la paz, prevalezca sobre las actuales amenazas de la irracionalidad o de una razón falsa, alejada de Dios.
El lugar en donde nos encontramos es un lugar de la memoria, el lugar de la Shoah. El pasado no es sólo pasado. Nos atañe también a nosotros y nos señala qué caminos no debemos tomar y qué caminos debemos tomar.
Como hizo Juan Pablo II, he recorrido el camino de las lápidas que, en diversas lenguas, recuerdan a las víctimas de este lugar: son lápidas en bielorruso, checo, alemán, francés, griego, hebreo, croata, italiano, yiddish, húngaro, holandés, noruego, polaco, ruso, rom, rumano, eslovaco, serbio, ucraniano, judeo-hispánico e inglés. Todas estas lápidas conmemorativas hablan de dolor humano; nos permiten intuir el cinismo de aquel poder que trataba a los hombres como material, sin reconocerlos como personas, en las que resplandece la imagen de Dios. Algunas lápidas invitan a una conmemoración particular.
Está la lápida en lengua hebrea. Los potentados del Tercer Reich querían aplastar al pueblo judío en su totalidad, borrarlo de la lista de los pueblos de la tierra. Entonces se verificaron de modo terrible las palabras del Salmo: «Nos degüellan cada día, nos tratan como a ovejas de matanza». En el fondo, con la aniquilación de este pueblo, esos criminales violentos querían matar a aquel Dios que llamó a Abraham, que hablando en el Sinaí estableció los criterios para orientar a la humanidad, criterios que son válidos para siempre. Si este pueblo, simplemente con su existencia, constituye un testimonio de ese Dios que ha hablado al hombre y cuida de él, entonces ese Dios finalmente debía morir, para que el dominio perteneciera sólo al hombre, a ellos mismos, que se consideraban los fuertes que habían sabido apoderarse del mundo. En realidad, con la destrucción de Israel, con la Shoah, querían en último término arrancar también la raíz en la que se basa la fe cristiana, sustituyéndola definitivamente con la fe hecha por sí misma, la fe en el dominio del hombre, del fuerte.
Luego está la lápida en lengua polaca: en una primera fase, y ante todo, se quería eliminar la élite cultural y borrar así al pueblo como sujeto histórico autónomo, para reducirlo, en la medida en que seguía existiendo, a un pueblo de esclavos.
Otra lápida que invita particularmente a reflexionar es la que está escrita en la lengua de los sinti y de los rom. También aquí se quería hacer desaparecer a un pueblo entero, que vive emigrando en medio de otros pueblos. Era considerado como un elemento inútil de la historia universal, en una ideología en la que ya sólo debía contar lo útil mensurable; todo lo demás, según sus conceptos, se clasificaba como lebensunwertes Leben, una vida indigna de ser vivida.
Después está la lápida en ruso, que evoca el inmenso número de vidas sacrificadas entre los soldados rusos en el enfrentamiento con el régimen del terror nacionalsocialista; sin embargo, al mismo tiempo, nos hace reflexionar sobre el trágico doble significado de su misión: libraron a los pueblos de una dictadura, pero sometiendo también a los mismos pueblos a una nueva dictadura, la de Stalin y la ideología comunista.
También todas las demás lápidas, en muchas otras lenguas de Europa, nos hablan del sufrimiento de hombres de todo el continente. Si no nos limitáramos a hacer memoria de las víctimas de modo global, sino que, además, viéramos los rostros de cada una de las personas que murieron aquí, en lo más lóbrego del terror, nuestro corazón se sentiría profundamente afectado.
He sentido en mi interior el deber de detenerme en particular ante la lápida en lengua alemana. Allí emerge ante nosotros el rostro de Edith Stein, Teresa Benedicta de la Cruz, judía y alemana, que juntamente con su hermana murió en el horror de la noche del campo de concentración nazi alemán; como cristiana y judía, aceptó morir junto con su pueblo y por él.
Los alemanes que entonces fueron traídos a Auschwitz-Birkenau y que murieron aquí eran considerados Abaschaum der Nation, la basura de la nación. Sin embargo, ahora nosotros los reconocemos con gratitud como testigos de la verdad y del bien, que en nuestro pueblo tampoco habían desaparecido. Damos gracias a estas personas porque no se sometieron al poder del mal y ahora están ante nosotros como luces en una noche oscura. Con profundo respeto y gratitud nos inclinamos ante todos los que, como los tres jóvenes frente a la amenaza del horno de Babilonia, supieron responder: «Sólo nuestro Dios puede librarnos; pero si no lo hace, has de saber, oh rey, que nosotros no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que has erigido» (Dn 3, 17-18).
Sí; detrás de estas lápidas se oculta el destino de innumerables seres humanos. Sacuden nuestra memoria, sacuden nuestro corazón. No quieren provocar en nosotros el odio; más bien, nos demuestran cuán terrible es la obra del odio. Quieren hacer que la razón reconozca el mal como mal y lo rechace; quieren suscitar en nosotros la valentía del bien, de la resistencia contra el mal.
Quieren despertar en nosotros los sentimientos que se expresan en las palabras que Sófocles pone en labios de Antígona ante el horror que la rodea: «Están aquí no para odiar juntos, sino para amar juntos».
Gracias a Dios, con la purificación de la memoria, a la que nos impulsa este lugar de horror, crecen en torno a él múltiples iniciativas que quieren poner un límite al mal y dar fuerza al bien. Hace poco he bendecido el Centro para el diálogo y la oración. En las cercanías se desarrolla la vida oculta de las religiosas carmelitas, conscientes de estar particularmente unidas al misterio de la cruz de Cristo; nos recuerdan la fe de los cristianos, que afirma que Dios mismo ha descendido al infierno del sufrimiento y sufre juntamente con nosotros. En Oswiecim existe el Centro de San Maximiliano y el Centro internacional de formación sobre Auschwitz y el Holocausto. Además, está la Casa internacional para los encuentros de la juventud. En una de las antiguas Casas de oración existe el Centro judío. Por último, se está constituyendo la Academia para los derechos humanos. Así podemos esperar que del lugar del horror surja y crezca una reflexión constructiva, y que recordar ayude a resistir al mal y a hacer que triunfe el amor.
En Auschwitz-Birkenau la humanidad atravesó por «un valle oscuro». Por eso, precisamente en este lugar, quisiera concluir con una oración de confianza, con un Salmo de Israel que, a la vez, es una plegaria de la cristiandad: «El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. (…) Habitaré en la casa del Señor por años sin término» (Sal 23, 1-4. 6).
[Traducción distribuida por la Santa Sede
© Copyright 2006 – Libreria Editrice Vaticana]
Mirar al mal y sostenerle la mirada
A los 82 años, es una experta en la peor de las crueldades. Escribió la vida de dos terribles criminales de guerra nazis y es una especialista en cómo el Reich persiguió a los niños. Lúcida y odiada por los neonazis, explica cómo se baja a ciertas profundidades y se vuelve para contarlo.
Por Jacinto Antón*
A los 11 años, Gitta Sereny, nacida en Viena en 1923, fue a un acto de Hitler. Quedó fascinada. Después entendió la voluntad diabólica que había atrás del carisma. Pasó la guerra en Francia, ayudando a esconder aviadores aliados, escapando por los pelos de la Gestapo y cuidando chicos, tarea que siguió para la flamante ONU después de 1945. Como periodista asistió a varias sesiones del juicio de Nuremberg y a lo largo de los años entró en el oscuro pantano de las conciencias de algunos jerarcas nazis. Tuvo largas sesiones en una celda con Franz Stangl, capitán de las SS y comandante del campo de exterminio de Treblinka, donde fueron asesinadas alrededor de un millón de personas, y trabó una relación de 12 años con Albert Speer, el arquitecto, ministro de armamento y favorito de Hitler, para arrancarle la verdad sobre su conocimiento del exterminio de los judíos. Sólo por esas inmersiones en las oscuras almas de Stangl y Speer –que originaron dos libros absolutamente indispensables, Into That Darkness, An Examination of Conscience (1974) y la monumental biografía Albert Speer, su lucha con la verdad (Javier Vergara Editor, 1996), Sereny ya merece pasar a la historia.
En sus investigaciones –que incluyen un estudio estremecedor de la niña asesina Mary Bell, a la que dedicó la polémica Cries Unheard (1998)–, Sereny entrevistó y conoció a cientos de personajes relacionados con el nazismo, de sobrevivientes de los campos hasta verdugos de las SS. Entre ellos, Leni Riefensthal, Kurt Waldheim o Simon Wiesenthal. También le ganó una pulseada al revisionista David Irving y contribuyó a esclarecer la falsedad de los supuestos diarios de Hitler. De todo ello habla en su reciente libro El trauma alemán (Península), mezcla caleidoscópica de autobiografía, reflexión, entrevistas y testimonios de alemanes involucrados de alguna manera en el nazismo y sus consecuencias.
–Ayer visité la exposición sobre el Holocausto en el Imperial War Museum y me encontré con una foto de Stangl, colgada frente a un video que mostraba sin cesar las pilas de cadáveres. Parecía que lo habían condenado a penar viendo los muertos.
–No creo que le hubiera importado, ¿sabe? Era duro de corazón. Estaba convencido de lo que hacía. Su trabajo en Treblinka lo hacía feliz. Fue nombrado “Mejor comandante de campo en Polonia” y se sentía orgulloso. Y vio cosas peores al natural que todo lo que se pueda enseñar en el museo. La descripción que me hizo durante nuestras conversaciones en 1971 de Treblinka y de Sobibor: el olor, los miles de cuerpos pudriéndose, las parrillas donde se los hacía arder… En Sobibor, los pozos construidos para arrojar los cadáveres, me explicó, se habían desbordado; habían echado tantos que los líquidos de la putrefacción los impulsaban hacia arriba y rodaban fuera. Sinceramente, no creo que le molestara.
–¿Llegó Stangl a mostrar alguna señal de culpa?
–De alguna manera, se sintió culpable al darse cuenta de que otras personas lo consideraban así. Pero creo que él mismo, interiormente, no cambió. Otros nazis con los que hablé sí lo hicieron, cambiaron realmente bajo la influencia del descubrimiento de lo que los demás, la humanidad, pensaba de ellos. Entendieron la maldad de lo que habían hecho. Hay un significativo episodio de Stangl cuando estaba en Brasil –Stangl escapó tras la guerra vía Roma, gracias no a la legendaria Odessa, como decía Wiesenthal, sino al obispo Aloïs Hudal, rector de Santa María del Anima; primero, a Siria, y luego, a Sudamérica. Conducía junto a una de sus hijas y el tráfico se atascó a causa de un coche que se había detenido. Stangl, al pasar ante el vehículo, exclamó furioso: “¡Se olvidaron de vos en Treblinka!” Imagínese. Y su hija pensó entonces: “Oh, Dios mío, es exactamente el mismo”. La corrupción moral es algo realmente muy extraño, no hay vuelta atrás. Una vez corrompido no puedes regresar a la inocencia y la bondad. No vi a nadie regresar de esa corrupción, excepto, en alguna medida, a Speer. Pero, claro, hay una enorme distancia entre un hombre como Speer y Stangl. Speer nunca vio lo que vio Stangl. Para mí fue algo excepcional acceder a Stangl, alguien tan centralmente involucrado en el exterminio, un kommandant de campo de la muerte, y del peor, Treblinka.
–Dice que fue el peor, no Auschwitz.
–Auschwitz, pese a su nombre emblemático, no fue primordialmente un campo de exterminio; era en gran parte campo de concentración y en realidad hubo muchos supervivientes. Treblinka, como los otros campos de la operación que se dio en llamar Aktion Reinhard –en honor de Heydrich–, Sobibor, Belsec y Chelmno, eran espacios dedicados única y exclusivamente al exterminio: todos los que llegaban eran inmediatamente asesinados. Stangl decía que en Treblinka se procesaban, se mataban, 5000 personas en tres horas. No había necesidad de vivienda ni alimentos. El gestionaba muy eficientemente y, aunque luego trató de culpar al sistema, obviamente disfrutaba. Quiso desesperadamente estar ahí, aunque sabía que lo que se estaba haciendo era malvado. Recibía los transportes en el andén del campo, que se había camuflado como una falsa estación romántica de tren con sus ventanillas, sus flores, sus letreros y hasta su reloj –que no funcionaba–, vestido con un traje de equitación blanco y con una fusta en la mano. Veía descender a los pasajeros, esa multitud, sabiendo que todos, absolutamente todos estarían muertos en tres horas. ¿Cómo podía mirar a la gente que iba a morir? ¿Cómo podía a lo mejor tocar tiernamente la cabeza de un niño sabiendo que en unos minutos moriría inexorablemente? Eso es la total corrupción. Es fascinante ver cómo alguien se transforma en malvado.
–Dejó de considerarlos humanos.
–Para él eran carga que se conducía a latigazos y los muertos, carne podrida. Me explicó que años después en Brasil vio un vagón con ganado, observó las miradas de las reses y tuvo la misma sensación que en Treblinka. Y dejó de comer carne.
–Entre aquel horror hay un caso que usted dice que ilustra perfectamente la catadura moral de Stangl. Una historia tan dolorosa…
–Stangl me citó como un ejemplo de su calidad humana la relación que sostuvo con un ayudante judío, un kapo, Blau, con el que solía conversar. Un día, éste le dijo que su padre anciano había llegado en uno de los transportes. “Un hombre de 80 años, Blau, es imposible…”, empezó displicentemente Stangl. Pero lo que Blau, muy consciente de dónde estaba, quería es que se le diera una muerte más digna y rápida a su padre que en las abarrotadas cámaras de gas, y que le permitieran que lo llevara antes a la cocina y le diese algo de comer. Stangl se lo concedió. Mataron al anciano de un tiro en la nuca, en el Lazarett, el falso hospital. Blau fue luego a agradecer al comandante su autorización y éste le dijo: “Bueno, Blau, no hace falta, pero por supuesto si quieres agradecérmelo, puedes”. Blau, claro, aunque Stangl no me lo contó, fue eliminado más adelante, como todos. Estuve a punto de hacer callar a Stangl mientras me explicaba esa historia, que me parece representativa del grado de corrupción moral a que había llegado. El no comprendía la monstruosidad de lo que contaba. Después de oírlo tuve que escapar y sentarme dos horas en un bar sintiendo un malestar como no había experimentado nunca.
–Estar con un hombre como Stangl durante 70 horas… Uno sufre por su cordura y su alma.
–Bueno, un gentil obispo que en una visita al Vaticano mientras escribía sobre Stangl me advirtió: “Si uno se expone al mal, éste puede invadirlo; vaya con cuidado, hija mía”. Y me trazó el signo de la cruz en la frente.
–Usted ha dicho que Stangl y Speer eran muy diferentes.
–Sí, pero tenían algo en común: los dos querían que supiera lo que habían hecho. Stangl, de una manera primitiva; Speer, de una extraordinariamente sofisticada. Eran orgullosos. En algunas preguntas pasaban por encima muy deprisa, ansiosos de ir al centro de todo aquello.
–¿Speer era un mentiroso compulsivo?
–No lo creo. Su caso iba mucho más allá. Pudo desarrollar un gran horror hacia su culpa. En el III Reich hubo, moralmente, muchos Stangl, pero el caso de Speer, ese hombre de gran talento e inteligencia, fue único.
–¿Amaba a Hitler?
–Sí, lo amaba. Pero no es que estuviera enamorado. No era nada sexual, aunque sí con un componente erótico. Hitler era un ideal. Y ¿sabe? Hitler también amaba a Speer.
–Lo sedujo malvadamente.
–Eran dos personas que se necesitaban mutuamente, y por razones muy humanas. Speer sufrió mucho la relación con su padre y proyectó en Hitler un padre ideal. Y Hitler, por supuesto, nunca tuvo hijos.
–¿Fue algo bueno, en Hitler, la relación con Speer?
–¿En Hitler? ¿Bromea? Hitler lo corrompía todo. Pero disfrutaban riendo y bromeando juntos. A veces Hitler decía en broma en respuesta al “Heil, mein Führer” de Speer, “Heil, Speer”, algo que nunca hizo con nadie.
–En su libro sobre Speer, y de nuevo en El trauma alemán, explica la anécdota de la chaqueta.
–Sí, una historia muy interesante. Cuando Speer era sólo un joven arquitecto del equipo que trabajaba para Hitler, éste, de visita en las obras de la Cancillería, lo invitó a comer. Como Speer se había manchado la chaqueta, Hitler lo llevó a su habitación y le prestó una de las suyas. A la hora de comer todos los jerarcas nazis comentaron con asombro y envidia el que ese joven don nadie luciera las insignias personales de Hitler y se sentara a su diestra. Speer, con 27 años, cayó rendido ante ese gesto.
–Al final de la guerra, se rompió el encantamiento.
–Hay ese momento de ruptura en el que Speer se hace consciente, dice, de la fealdad de Hitler, como si lo viera por primera vez. Lo que es curioso porque Hitler no era en realidad feo. Es algo simbólico que alude a una fealdad moral.
–¿Era culpable Speer?
–Lo condenaron a 20 años en Nuremberg. Si a lo que se refiere es a si sabía lo del programa de exterminio, ése fue el tema central de nuestro encuentro. Nunca sabremos exactamente cuánto sabía de eso. El no tuvo un contacto directo con los asesinatos como Stangl, pero sabía cosas, indudablemente. Supo del programa de eutanasia nazi. Sabía que los trenes iban al Este, que se hacía trabajar a la gente hasta morir, que pasaban cosas terribles con los judíos. De haber confesado que sabía todo eso en Nuremberg lo habrían ahorcado. Pero nunca estuve segura, en cambio, de que supiera de la existencia de los campos de exterminio. Sea como fuere, era culpable de conocimiento. También lo era Kurt Waldheim. El problema con un conocimiento como ése es qué haces con él. Y el hecho es que muy poca gente asume que ese paso es la acción. Porque la acción, en un caso como el que nos ocupa, en el III Reich, es increíblemente peligrosa, significa jugarse la vida, no sólo la de uno mismo sino la de toda su familia. Pese a su amistad, Hitler no hubiera dudado en eliminar a Speer; Hitler era unidireccional en su pensamiento. Hablando con esa gente que supo lo que sucedía en Alemania siempre me he preguntado qué hubiera hecho yo en esas circunstancias, y en la mayor parte de las ocasiones he de confesar que creo que no hubiera hecho nada.
–Usted vio a Hitler.
–Sí, dos veces. La primera en 1934, cuando era muy pequeña. El tren en que viajaba a Londres, donde estaba interna en un colegio, desde mi casa en Viena, se averió en Nuremberg y me llevaron a ver con otros niños al gran congreso del partido nazi. Me impresionó mucho. Esos millares de personas, todos actuando al unísono, amando juntos a ese hombre en la altura, esa pequeña figura lejana… No decía nada repulsivo. Hablaba de amor a la patria. Sólo después fui consciente de lo que significaba Hitler y entonces me avergoncé de aquella emoción. Verá, yo ni siquiera sabía qué era el antisemitismo, aunque Viena estaba llena de judíos. La segunda vez que vi a Hitler fue tras el Anschluss, la invasión de Austria, en el balcón del hotel Imperial.
–Al día siguiente se enfrentó a un grupo de SS que obligaban a un puñado de judíos a limpiar la calle con cepillos de dientes.
–Uno de esos judíos era nuestro médico y me había salvado la vida de niña. Me indignó que lo trataran así. Debí avergonzar a los camisas pardas y a la gente que veía el espectáculo, porque todos se marcharon. El médico fue gaseado en 1943 en Sobibor.
–Usted deplora el escaso conocimiento del nazismo que tiene la gente.
–La mayoría sabe muy poco o tiene un conocimiento muy distorsionado. Por ejemplo, se suele considerar el único crimen de los nazis el asesinato de los judíos. Fue el crimen peor, sin duda, pero los nazis cometieron otros, y no hablar de ellos impide que mucha gente se sienta aludida directamente, personalmente, por el horror del III Reich. Recuerdo, por ejemplo, una charla que les di a unos adolescentes en Hamburgo. Quedaron anonadados al saber que en su propia ciudad los nazis mataron, gaseándolos, a cerca de 30.000 niños alemanes minusválidos en su programa de eutanasia. La juventud alemana tiene ahora una actitud más intelectual que emocional hacia el nazismo. Se libró en buena parte de la ira, el dolor y la culpa de sus mayores. Creo que, en general, los jóvenes alemanes son menos racistas que los de los otros países de Europa.
–En sus entrevistas suele empezar por la infancia de los personajes, buscando en ella algo que explique su carácter. ¿Hay algo en su propia infancia que haya propiciado su interés por el mal?
–Me preguntan sobre eso una y otra vez. No, la verdad es que no sé cómo empezó ese interés. Tuve una infancia muy tranquila y muy feliz. Adoro mi infancia en Viena, fue absolutamente ideal. No puedo recordar que hubiera nada maligno en ella. Lo que me interesa, en todo caso, no es el mal en sí mismo, sino investigar lo que hace que los seres humanos nos hundamos tan a menudo en la violencia y la amoralidad. Todos; usted, yo, todos absolutamente, tenemos una fuerza moral en nuestro interior, algo que nos marca claramente la línea divisoria entre el bien y el mal y nos da la capacidad de tomar decisiones. Esa es la esencia de la persona. Y es vulnerable. Por qué el instinto de bondad se pervierte, de qué forma la gente se corrompe, cómo se pueden producir grietas morales tan catastróficas como la de Stangl, ése es mi principal interés. Quiero saber por qué las cosas malas ocurren. Ese interés nunca ha cesado. La gente me decía: “Cuando tengas hijos, cuando seas vieja, cambiarás, ya sólo te interesará tu familia, tu vida”. Pero no, mi vida está, no dedicada pero sí especialmente orientada a conocer más de las circunstancias, las acciones y las emociones humanas, de la elusiva naturaleza del mal, y no puedo parar en esa búsqueda de conocimiento.
–El tema de los niños, de la infancia herida, es muy importante en su vida. En El trauma alemán dedica un capítulo a los niños robados, esos niños que los nazis arrebataron a sus padres y entregaron a familias alemanas para arianizarlos.
–Esa es una de las cosas que no puedo olvidar. En su mayoría eran de familias polacas, familias humildes y no muy educadas. Los nazis los seleccionaban por su aspecto y se los llevaban para germanizarlos. Parte de mi trabajo en la Administración de Naciones Unidas para la Ayuda y la Reconstrucción tras la guerra consistió en localizarlos y devolverlos a sus casas. Y eso era un trauma para ellos: les sacábamos de aquellos confortables hogares alemanes, donde sin duda eran muy queridos, para enviarlos a un lugar que no recordaban, con padres biológicos a los que no reconocían…
–¿Qué cree que es lo más intrigante de Hitler?
–No sabemos qué tenía contra los judíos, el porqué de esa obsesión que lo llevó al exterminio. Mucha gente ha intentado buscar la respuesta a esa cuestión, rastreando incluso algún trauma personal. Se ha dicho que su madre murió tras ser tratada por un médico judío, por ejemplo. Pero la verdad es que no sabemos la razón del odio de Hitler. Si hubo algo concreto, no lo han encontrado; Hitler no lo confió a nadie.
–Dice usted que estamos al final de la caza de nazis.
–Se acabó. No por la edad de los criminales, sino por la de los testigos. No se los puede llevar ya a un tribunal, la memoria les falla, sufren espantosamente y su esfuerzo, además de doloroso, resulta inútil. Desgraciadamente ya no son fiables.
–¿Todavía quedan muchos peces gordos libres?
–Algunos.
–¿Martin Bormann? Usted parece sugerirlo en algún momento en sus libros.
–Probablemente ha muerto, y de la manera descrita oficialmente.
* De El País Semanal. Especial para Página/12.
Hitler planeó un holocausto en Palestina con ayuda de los arabes.
Dos historiadores alemanes desvelan que las SS intentaron acabar con la vida de 500.000 judíos en el entonces Protectorado Británico con la ayuda de los árabes
Hitler quiso expandir la sombra del Holocausto más allá de Europa. Así lo reflejan los documentos hallados por dos historiadores alemanes, quienes han sacado a la luz su descubrimiento en un libro, publicado en la República Federal estos días, bajo el título Deutsche. Juden. Völkermord (Alemanes. Judíos. Genocidio).
La derrota del Alamein, en el norte de Africa, no fue sólo clave para el desarrollo de la II Guerra Mundial, sino que evitó que la cifra de seis millones de judíos asesinados por el Tercer Reich hubiera sido medio millón más elevada, y que se hubieran levantado
En el verano de 1942, cuando las tropas del mariscal Rommel y el general Montgomery estaban a punto de chocar a un centenar de kilómetros de Alejandría, un comando móvil y especial de las SS, conocido como Einsatzgruppe, se disponía a partir hacia Oriente Próximo, invadir el territorio palestino controlado entonces por los británicos y acabar con los 500.000 judíos que allí habitaban y se ocultaban del terror nazi.
El Einsatzgruppe estuvo emplazado en un primer momento junto a los hombres de Rommel, en Egipto, pero finalmente tomó como base Atenas y estaba dispuesto a partir en cuanto diera la orden su teniente coronel, Walter Rauff, uno de los mayores criminales nazis, culpable de la muerte directa de 100.000 judíos y principal encargado de los llamados transportes de gas.
Bajo el mando de Rauff, y siguiendo el mismo método destructor que en Europa del Este, el Einsatzgruppe pretendía aniquilar a todos los judíos posibles del Protectorado Británico, un proyecto en el que esperaba contar con la colaboración de aliados árabes.«Si los alemanes y los árabes hubieran unido sus fuerzas, la historia de Oriente Próximo habría sido distinta y nunca habría existido un Estado judío», han asegurado Klaus-Michael Mallman y Martin Cüppers, director del centro de investigación del nazismo en Ludwigsburg e historiador berlinés, respectivamente, y ambos autores del libro de investigación histórica que ahora se publica.La decisión de Montgomery de lanzar una ofensiva contra Rommel y la superioridad británica en tanques, aviones y soldados frenó los planes de la expansión del Holocausto a través del Einsatzgruppe, abortándose la misión cuando El zorro del desierto y su Afrika Korps tuvieron que batirse en retirada, después de que su jardín del diablo (minas, alambradas y fuego cruzado) no paralizara al VIII Ejército de Montgomery.
Bombardear Tel Aviv
«El Tercer Reich quería que la masacre contra los judíos no cesara. Que continuara sin interrupción», han precisado Klaus-Michael Mallman y Martin Cüppers, quienes insisten en que los nazis eran conscientes de que habrían contado con la ayuda y apoyo incondicionales de Amin Huseini, el Gran Muftí de Jerusalén. Huseini era el líder político y espiritual de los musulmanes palestinos, y su debilidad por Hitler es tristemente conocida. De hecho, se ha publicado con detalle en los últimos años hasta qué punto insistió al Tercer Reich en la necesidad de acabar con los judíos en Palestina, proponiendo incluso a la aviación alemana que bombardeara Tel Aviv. Pero ni el Gran Muftí de Jerusalén ni el Führer de la proyectada Germania se salieron con la suya, y nunca existió un Auschwitz III o un Birkenau II en Tierra Santa, construidos por unas huestes con un desmedido interés por erradicar a un pueblo, no sólo de Europa, sino de todo el planeta.
Técnicas utilizadas por los revisionistas del Holocausto
Los negacionistas políticamente motivados utilizan técnicas para respaldar sus argumentos que no siempre se perciben para los no especialistas. A veces es difícil para un no especialista distinguir entre ensayos académicos sometidos a la revisión por pares de algunos best sellers sobre historia sin el mínimo rigor académico. Por ejemplo, hasta que David Irving perdió un juicio por libelo contra la historiadora neoyorquina Deborah Lipstadt, que había caracterizado a Irving como negacionista[1] –considerándose probado que Irving era un «falsificador de la historia»–, la opinión pública no reparó en que sus libros estaban al margen de los cánones académicos aceptables.
La distinción entre ambos modos de proceder se basa en las técnicas utilizadas para escribir tales obras. La exactitud y la revisión son fundamentales para los historiadores académicos. Como en cualquier otra disciplina científica, los artículos de los historiadores son sometidos a la revisión por pares. Por el contrario, en lugar de enviar sus obras a publicaciones donde existan tales controles de calidad, los negacionistas reescriben la historia para dar apoyo a una agenda, a menudo política, usando un sinnúmero de falacias lógicas que corroboren sus tesis. A causa de ello, la comunidad de historiadores consideran a estos escritos como defectuosos y no fiables.
De acuerdo al Proyecto Nizkor , algunas de las técnicas retóricas más comunes empleadas por los negacionistas son las siguientes:
Teorías de conspiración.
Uso selectivo de hechos. (Omisión de hechos).
Negación o burla de hechos conocidos.
Falacias ad ignoratiam, Es decir, pretender que, por el hecho de que algo no se haya probado que es verdad, entonces es falso. (por ello, los historiadores insisten en la importancia de la memoria histórica y estudios históricos).
Suposición de hechos no probados.
Invención de hechos.
Ofuscación de hechos.
Reclamar un «contra-genocidio», haciendo una confusión entre las víctimas y los verdugos (por ejemplo, el bombardeo de Dresden en la Segunda Guerra Mundial es para los negacionistas un «contra-genocidio», transformando así a los alemanes en víctimas y excluyéndolos de cualquier tipo de responsabilidad moral.
Falacias de equivocación y non sequitur.
Apelar a las consecuencias.
Solicitud excesiva de pruebas (debido a la compleja naturaleza de qué puede considerarse como prueba histórica, lo que difiere de una prueba lógica, los revisionistas con frecuencia piden a los historiadores que demuestren un evento el cual ha sido probado razonablemente por estándares históricos y aceptado como un hecho por la comunidad histórica).
Apelar al temor o al rencor.
Falacias de asociación
Generalización desmesurada (error inductivo).
Uso de eufemismos atractivos o neutrales para disfrazar hechos desagradables que conciernen a su postura.
Uso de eufemismos desagradables para describir los hechos opuestos.
Falacia de justificación de una acción indebida.
Falacias y ataques ad hominem a quienes discuten sus puntos de vista.
Conclusiones irrelevantes.
Declaraciones absurdas.
Inversión de la culpa. (Acusar a los judíos de provocar el Holocausto
ucrania-holocausto 05-06-2007
Hallan en Ucrania una fosa común con miles de judíos exterminados por los nazis
Una fosa común con los restos de unos 5.000 de judíos ejecutados por los nazis durante la ocupación de Ucrania en la Segunda Guerra Mundial fue hallada en el poblado Gvozdavka-2, en la región de Odessa, informaron hoy las autoridades locales.
Hallan en ucrania una fosa común con miles de judí
Anatoli Ostrovski, jefe del distrito, dijo a la radio ‘Krug’ de Odessa que la fosa fue descubierta durante unas obras para instalaciones del gas del poblado, donde durante la contienda mundial, según habitantes locales, hubo dos ghettos para judíos ucranianos y moldavos.
El Gran Rabino de Odessa, Slomo Baksht, anunció inmediatamente su intención de erigir un monumento en esa fosa común e incluirla en la lista de cementerios y lugares de entierro de judíos que llevan los rabinos de 40 países europeos, según el diario digital Glas.
Una comisión creada por las autoridades ucraniana se comunicó enseguida con el Archivo militar de Rusia, que ya confirmó que en este lugar los ocupantes alemanes y rumanos crearon en 1941 un campo de concentración donde fueron exterminados 4.772 judíos.
El informe recibido desde Moscú señala que en la posguerra sólo se consiguió identificar a 93 de estos miles de prisioneros judíos.
Según testimonios de algunos sobrevivientes y documentos alemanes encontrados, incluidos partes médicos, solo la mitad de los cautivos fueron ejecutados, mientras los demás murieron de hambre y enfermedades, y algunos incluso fueron enterrados vivos.
Pavlo Rubli, habitante local que en 1941 tenía apenas 16 años, relató a medios ucranianos que los nazis enterraban a los judíos del campo de concentración en trincheras antitanque, y aseguró que en torno a Gvozdavka-2 hay hasta cinco fosas comunes.
Hasta el último dramático descubrimiento, sólo estaba localizada una de esas fosas comunes, en cuyo lugar la comunidad judía de Odessa instaló una placa conmemorativa a principios de la pasada década.
Odessa, puerto ucraniano en el mar Negro donde históricamente hubo una importante comunidad judía, fue ocupada por las tropas nazis el 16 de octubre de 1941 tras una heroica defensa de 73 días, y permaneció bajo ocupación hasta el 10 de abril de 1944.
Según la comunidad judía de la ciudad, solo en Odessa los nazis ejecutaron y quemaron vivas a 28.000 personas, la mayoría de ellos habitantes locales judíos.
Otros dos escenarios funestos del Holocausto en la entonces república soviética de Ucrania son Babiy Yar (cerca de la capital, Kiev) y Zhitómir, donde los nazis exterminaron a decenas de miles de judíos.
Unos 26,6 millones de soviéticos, incluidos casi 9.000 militares, murieron en la Gran Guerra Patria, como denominan en la antigua URSS el capítulo soviético de la Segunda Guerra Mundial, según un estudio publicado por el Ejército ruso a finales de la década pasada.
Terra Actualidad – EFE
LA BANALIDAD DEL MAL
En 1961 Hannah Arendt fue la encargada de cubrir para el semanario estadunidense The New Yorker el juicio contra Adolf Eichmann en la ciudad de Jerusalén. El minucioso trabajo de esta escritora judía de origen alemán se recopiló años después en un libro cuyo título ha suscitado largas discusiones: Eichmann en Jerusalén: un estudio sobre la banalidad del mal. Casi cuarenta años después del juicio y la aplicación de la pena de muerte a Eichmann, este caso vuelve a causar polémica, pues el gobierno de Israel ha decidido permitir la publicación de las memorias que escribió el criminal nazi durante el periodo de más de un año que duró el juicio. En este «diario del demonio», como se le ha bautizado popularmente, Eichmann se presenta como un hombre normal, un ser obediente que sólo formó parte de una maquinaria; de una burocracia de exterminio.Esta descripción coincide con la definición de Hannah Arendt de lo que representaba Eichmann: un nuevo tipo de criminal que actúa bajo circunstancias que le hacen casi imposible saber que está obrando mal. Al hablar de la banalidad del mal, ella se refiere a la irreflexión de quien comete crímenes actuando bajo órdenes, lo cual no lo libera de culpa pero sí lo hace sujeto de una nueva forma de juicio.
En Eichmann en Jerusalén, Arendt muestra las insuficiencias jurídicas y la parcialidad que caracterizaron este polémico proceso. El hecho de haberse llevado a cabo en Israel, frente a un tribunal judío y bajo la presión de las miles de familias afectadas por el Holocausto, era suficiente para saber que la sentencia estaba escrita de antemano. Pero además hubo otros elementos que contribuyeron a que la defensa de Eichmann resultara inútil, empezando porque sólo podía haber un abogado encargado de ésta.
El doctor Servatius se enfrentó a la imposible tarea de tener el tiempo y la capacidad para recabar toda la información y apelar a los recursos necesarios. Tampoco se le dio la oportunidad de presentar testigos y su acceso a los archivos era muy limitado. Esto lo ponía en plena desventaja frente a los acusadores, quienes aprovecharon su capacidad testimonial para conmover a la opinión pública y al jurado. La parte acusadora presentó testigos que no aportaban ningún elemento al juicio, como los sobrevivientes de los campos del Este, en donde Eichmann no realizó trabajo alguno. Según Arendt, parecía más un espectáculo o un mitin donde los testigos eran oradores que hablaban sin interrupción, rara vez contestando preguntas de los abogados.
Hannah Arendt, Eichmann en Jerusalén: un estudio sobre la banalidad del mal, 2ª. edición, traducción de Carlos Ribalta, Barcelona, Lumen, 199
Otra de las desventajas para Eichmann fue su mala memoria. Hubo hechos que de haberlos mencionado podrían haberlo salvado de la pena de muerte, pero su abogado no tuvo la capacidad de hurgar en sus recuerdos. Sin embargo, la detallada e impecable investigación de Hannah Arendt cambia la perspectiva sobre el trabajo que desempeñó Eichmann como encargado de la deportación de judíos en el Tercer Reich.
Eichmann trabajaba en el Departamento de Emigración Judía, desde donde planeaba el transporte hacia los guetos y campos de concentración. En palabras de Hermann Tertsch:
Eichmann cumplía órdenes y de eso se trataba, de fiabilidad, efectividad, bajo coste y perfecta distribución de recursos. Lo demás daba igual. Judíos, tornillos, cerdos o gases letales tenían que llegar a su hora a su sitio al menor coste. («El relojero del Holocausto», en El País, 5 de marzo de 2000)
Arendt encuentra varios casos en los que Eichmann mostraba que el destino final de los judíos no le daba igual. A pesar de su inquebrantable lealtad y su incuestionable obediencia, se mostró débil frente a los horrores que presenció en Auschwitz y en su conciencia inició la búsqueda de una solución política frente a la solución física del problema judío, es decir, prefería la expulsión al exterminio. Es por esto que en algunas ocasiones modificó órdenes y negoció el transporte de judíos a campos donde sabía que aún no se iniciaba el exterminio (como era el caso Lodz, contrario al de Riga o Minsk); a otros los envió a Palestina y por mucho tiempo jugó con la idea de crear un protectorado judío en Madagascar.
Estas flaquezas no son evidencia de que Eichmann tuviera un cargo de culpa, él simplemente buscaba evitar un dolor innecesario a las personas. Su conciencia estaba tranquila porque no había elementos externos que la despertaran, nadie reprochaba los actos mientras se cometieran en cumplimiento del deber. Según la interpretación de Arendt, las conciencias estaban dormidas frente al espectáculo cotidiano. Las deserciones dentro del partido empezaron hasta que se hizo evidente que perderían la guerra, pero para Eichmann la palabra de Hitler era ley y por lo tanto su lealtad se mantuvo aún en el ocaso de Alemania. El valor que le daba a la obediencia era casi sagrado e incluso lo llevó a confesar que sería capaz de enviar a su padre a la muerte.
La participación de Eichmann en la conferencia de Wannsee, en la que se coordinaron los esfuerzos para la «Solución final», es un ejemplo de la inexistencia de culpabilidad. Él fue el encargado de redactar el acta que ordenaba la liquidación de 11 millones de judíos, y declaró: «en aquel momento sentí algo parecido a lo que debió sentir Poncio Pilatos, ya que me sentí libre de toda culpa». Su admisión fácil y natural de cómo participó en el exterminio de los judíos es muestra de la sistematización de la que fue presa, pues para él no había nada que confesar; sus actos habían sido órdenes cumplidas.
Para Hannah Arendt, las palabras y los pensamientos son impotentes frente a la banalidad del mal que todo esto representa. Este juicio muestra un nuevo tipo de delincuente, un nuevo tipo de delitos que sólo pueden ser juzgados por un tribunal competente, que evidentemente no fue el de Jerusalén. Arendt reclamaba la necesidad de un tribunal internacional penal que llenara esta insuficiencia jurídica. Aun hoy, después de haberse firmado en Roma en 1998 el Estatuto del Tribunal Internacional, sólo se han conseguido ocho de las sesenta ratificaciones necesarias para que entre en vigor.
Una de las reflexiones más aterradoras que hace Hannah Arendt podría llevar a que muchos países aceleraran el proceso de ratificación del Estatuto, pues ella argumenta que una vez quesucede un acto tan terrible sin precedentes es más probable que se repita, pues a pesar de que haya sido castigado se convierte en un antecedente y en una posibilidad. Lo más difícil de aceptar de todo esto es que tanto Eichmann como todos los que participaron en el Holocausto eran gente normal. La conclusión o advertencia de Hannah Arendt resulta muy acertada y digna de recuperarse: frente a la posibilidad de crímenes de esta índole es necesario un recurso legal adecuado.
El Informe Leutcher
es el nombre por el cual se conoce a una investigación pericial fraudulenta realizada en 1988 por el norteamericano Frederick A. (Fred) Leuchter, Jr., que alegaba ser especialista en el diseño y construcción de equipos para ejecución en las cárceles de Estados Unidos aunque posteriormente se demostró que carecía de conocimiento alguno sobre cámaras de gas y fue procesado por ejercer ingeniería sin licencia alguna. Este informe fue creado con el propósito de defender judicialmente a Ernst Zündel, enjuiciado por negación del Holocausto.
Para ello, el informe de quien se suponía era un especialista en cámaras de gas, ponía en tela de juicio la existencia de cámaras de gas en Auschwitz I, Auschwitz-Birkenau y Majdanek. El supuesto informe pericial, ya fue en su momento desechado por el tribunal como prueba pericial por la falta de competencia profesional de Leuchter para ejercer el peritaje y fue también desacreditado científicamente por la falta de rigor en la recolección de las muestras y en su análisis. A pesar de todo esto, actualmente usado por los partidarios del negacionismo como una de las pruebas más importantes para respaldar sus afirmaciones.
16 de febrero de 2000
Discurso del Presidente de Alemania en el Parlamento de Israel
Presidente Federal de Alemania, Johannes Rau, ante la Kneset en Jerusalén. 16 de febrero de 2000
Señor Presidente, Señor Presidente de Cámara, Señoras y Señores:
I.
Sé lo que significa para alguno de Uds. oír hoy en esta Cámara unas palabras pronunciadas en alemán. Su decisión de invitarme me llena de gratitud. La siento como testimonio de la determinación de no eludir jamás la historia y del coraje para superar, a pesar de todo, el descorazonamiento producto del horror destilado por esa misma historia.
En presencia del pueblo de Israel me prosterno ante las víctimas, que no tienen tumbas delante de las cuales pueda pedirles perdón. Pido perdón por lo que hicieron los alemanes, personalmente y en nombre de mi generación, por nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, cuyo futuro anhelo en compañía de los hijos de Israel.
Lo hago ante Uds. , los representantes del Estado de Israel, que, renacido al cabo de dos mil años, dió refugio a los judíos de todo el mundo, pero sobre todo a los supervivientes de la Shoá.
II
No hay vida sin recuerdo. El destino de las generaciones futuras siempre está asociado al de los muertos. En el momorable discurso que pronunció en hebreo ante el Bundestag Alemán en 1996, el Presidente Weizman nos hizo ver esta continuidad. Para los judíos esto con frecuencia parece sobreentenderse. Pero tampoco en Alemania ni en Europa, aun siendo nuestra historia tan diferente, debemos perder la sensibilidad para captarlo. Permítanme que cite su parábola sobre las gentes de Israel, porque yo no puedo expresarlo mejor:
«… 150 generaciones se han sucedido desde la columna de fuego de la salida de Egipto a las columnas de humo de la Shoá. Y yo, nacido de los descendientes de Abraham en la tierra de Abraham, estuve presente en todas partes.
Como yo los acompañé ahí y en aquellos días, así me acompañan a mí mis padres y están hoy aquí junto a mí»
Hasta aquí las palabras del presidente Weizman. También los alemanes estaremos acompañados para siempre: por las imágenes de los crímenes cometidos por alemanes. Alemanes e israelíes están inseparablemente unidos en este recuerdo.
Puede que la culpa personal se la lleve el autor a la tumba. Las consecuencias de una culpa que sacudió los cimientos de la moral humana pesan sobre las generaciones que le siguen. Esa sabiduría estaba arraigada en las tradiciones comunes de las religiones judía y cristiana mucho antes de la Shoá; asimismo era elemento fundamental de la ética de Occidente.
Hoy nos preocupa cómo asumirán las nuevas generaciones la culpa de sus padres. Tenemos que explicarles a nuestros hijos una y otra vez estas interrelaciones . Por eso una de las tareas políticas y culturales más importantes dentro de las relaciones germano-israelíes es aguzar la conciencia histórica. La memoria de los hechos debe transmitirse de modo indeleble a la juventud para cuando ya no vivan los testigos directos. Se lo debemos también a los alemanes que en aquella época, llegado el momento de tomar partido, se comportaron rectamente.
III
A menudo se pregunta si, en vista del pasado, puede haber normalidad para los alemanes y los israelíes. Planteada de forma tan genérica, solo puedo contestar a esta pregunta con un «no».
La relación entre nuestros países será por siempre una relación especial. Desde la conciencia de lo ocurrido mantenemos viva la memoria. Con las lecciones del pasado construimos un futuro común. Esa es la normalidad germano-israelí.
IV
De la historia se deriva la responsabilidad . Esta responsabilidad comienza por la educación en las escuelas y la construcción y mantenimiento de los lugares de conmemoración.
Tras un largo período de reflexión , el pasado 27 de enero, coincidiendo con el aniversario de la liberación del campo de Auschwitz, que también en Alemania ha pasado a ser jornada oficial de luto, iniciamos – el Primer Ministro lo ha mencionado – la construcción en Berlín del monumento central a las víctimas de la Shoá. Uds., Señoras y Señores, habrán seguido el debate en torno a este monumento. Les ruego que lo interpreten como lo que fue: una pugna por encontrar la forma adecuada de expresar la conmemoración. Lo que no debe suceder de ninguna manera es que la construcción de un monumento llegue a malinterpretarse como supuesta forma simbólica de exculpación. La conmemoración necesita lugares donde emplazarse. Pero esos sitios bajo ningún concepto pueden reemplazar la conmemoración como tal.
Las prestaciones materiales tampoco pueden indemnizar la iniquidad de que fueron víctimas millones de trabajadores forzosos. El hecho de que diversas empresas y el Gobierno Federal hayan creado una fundación de ayuda a estas víctimas del régimen nazi es importante porque implica que asumimos nuestra responsabilidad. Pero es preciso seguir avanzando en esta cuestión.
La conmemoración sería inane si no llevara aparejada una actuación responsable. Dentro de esta conmemoración activa se inscribe asimismo nuestra corresponsabilidad para con el país que ofreció el anhelado hogar a los supervivientes de la Shoá. La corresponsabilidad para con Israel es una ley fundamental de la política exterior alemana desde la fundación de nuestro Estado.
V
Alemania e Israel se hallan inmersos en un cambio generacional: aún viven testigos directos de la Shoá; pronto sus nietos empuñarán las riendas de la política y determinarán el pensaminto político. Por eso es tan importante transmitir de generación en generación la memoria de lo que ocurrió en el pasado.
Esto requiere ante todo que los jóvenes de nuestros dos países se conozcan, enfrenten juntos el pasado y busquen juntos el futuro. Lo dicho vale en primer lugar para los miles de jóvenes alemanes que año tras año visitan Israel, como turistas o como voluntarios en proyectos humanitarios. Quiero manifestar mi reconocimiento justamente a estos jóvenes, algunos de los cuales se encuentran hoy aquí entre nosotros como invitados de la Cámara: Uds. Son auténticos embajadores de nuestro país.
Pero lo dicho también vale para los jóvenes israelíes que -como bien se puede comprender- se sienten mucho menos impulsados a viajar a Alemania.
Personalmente yo abrigo la ilusión de que la juventud israelí se forme más que hasta ahora una imagen propia de Alemania. Cuando una joven israelí me cuenta que durante mucho tiempo ocultó en casa sus visitas anuales a su abuelo retornado a Alemania porque le daba vergüenza que se supiera , siento un profundo desconsuelo. Comprendo perfectamente las vacilaciones para acercarse a Alemania. Pero si los jóvenes de nuestros dos países no se comunican no nos será posible forjar el futuro de nuestra singular relación todo lo fructíferamente que deseamos.
Entre alemanes e isralíes el aprender a tratarse y el ejercitarse en ese trato es un proceso permanente. Les ruego que colaboren conmigo para promover ese aprendizaje por todos los medios a nuestro alcance. En los próximos dias vamos a firmar un acuerdo sobre un foro juvenil germano-israelí al servicio de este designio. Vamos a crear un programa de becas destinado a familiarizar a la juventud israelí con la Alemania de hoy.
Sin la voluntad de los responsables políticos hasta los mejores esfuerzos resultan baldíos. Por eso digo: para tener éxito estas iniciativas necesitan su ayuda.
VI
¿Qué Alemania pueden conocer hoy los jóvenes israelíes?
La República Federal de Alemania es una democracia pluralista, una democracia viva. Nuestra constitución, tras todas aquellas espantosas experiencias, antepone la dignidad del ser humano a todo lo demás. El primer artículo reza: «La dignidad humana es intangible.»
En nuestra sociedad tienen cabida las minorías; diversas culturas encuentran múltiples formas de expresión. Algunos dicen que nuestro país es multirreligioso y multicultural.
Es cierto que hay brotes de xenofobia y problemas de integración, y también hay antisemitismo. Negarlo sería erróneo y peligroso. En este orden de cosas seguimos hallándonos ante ingentes tareas. Pero sucede que donde menos se manifiestan esos problemas es precisamente donde viven más ciudadanos de orígen extranjero, por ejemplo en Berlín o en las grandes aglomeraciones urbanas de Alemania occidental. Odiar al otro desde luego que resulta más fácil cuando no se le conoce.
También forman parte de la Alemania de nuestros días las comunidades judías, que vuelven a tener un número creciente de miembros . Son parte integrante de la vida de nuestro país. Ignatz Bubis, que halló su eterno descanso en la tierra de su fe, durante toda su vida dejó en claro que era Alemán y judío.
Alemania quiere ser un pais abierto, liberal y hospitalario, en el cual puedan hallar su sitio y convivir gentes de diversas religiones y culturas. Ello presupone la voluntad de vivir en buena vecindad, algo que debe aquilatarse en el día a día. Por tanto, se trata de buscar lo que une, no lo que separa. Por grandes que sean las diferencias culturales y religiosas, deberíamos buscar y cultivar los valores comunes.
VII
El principio de la buena vecindad rige tanto dentro del Estado como en su relación con otros Estados.
Por eso a lo largo de los últimos cincuenta años el camino de Alemania ha confluido con el camino de Europa. Recorremos una senda de esperanza. Los jóvenes israelíes que se ocupen de la historia alemana posterior a la Shoá a buen seguro podrán percatarse de algunos extremos importantes:
Hace cincuenta años también los europeos tuvieron que empezar de cero su relación con Alemania. Alemania fue readmitida por sus vecinos europeos, de cuya tradición humanista ella misma se había excluido, en un primer momento con comprensibles recelos pero después animados por el espíritu de la buena vecindad, que se erigiría en la clave de la integración europea.
El proceso de la integración europea representa uno de los grandes hitos políticos de los últimos decenios. Y seguirá adelante, proyectándose mucho mas allá de las fronteras europeas.
Europa ha logrado arrumbar en los archivos de la historia una conflictiva percepción del Estado que marcó su devenir durante siglos. Hoy los intereses nacionales de todos los participantes en la construcción europea están tan estrechamente interrelacionados que la integración supone para todos ellos una utilidad mayor de lo que podrían conseguir actuando cada uno en solitario. La integración europea ha inaugurado un período de paz y prosperidad sin parangón en la historia de Europa.
Europa es una comunidad de valores basada «en los principios de libertad, democracia, respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y el Estado de Derecho». Así lo establece el tratado de Amsterdam. Europa no va a consentir que uno de sus mienbros cuestione estos principios comunes. No vamos a consentir que la xenofobia, el racismo y el nacionalismo vuelvan a enquistarse en Europa.
VIII
¿Puede la experiencia europea servir de pauta en otras regiones del mundo, incluyendo a Israel y Oriente Próximo?
Esta cuestión se ha planteado reiteradamente. Los conflictos no son comparables; la solución de un conflicto determinado raras veces puede extrapolarse sin más para guiar el arreglo de otras controversias de distinta entidad. Ello se patentiza precisamente en estos días en que ha vuelto a desatarse la violencia. Aun así, podemos sacar la siguiente conclusión: Más allá de cualesquiera acuerdos o tratados, para conseguir una convivencia reglada después de un conflicto bélico es indispensable compartir un principio rector común: a saber, transmutar los egoísmos nacionales en una actuación conjunta productiva. Esta es la clave del éxito europeo. De una situación de partida supuestamente irreconciliable puede surgir una coexistencia reglada y finalmente una auténtica convivencia.
Las singularidades de su región por supuesto que impiden trasladar precipitadamente el proceso de la integración europea como referente para la solución del conflicto árabe-israelí. Sería una insensatez no tener presente que incluso la propia existencia de su país se ha cuestionado como tal una y otra vez.
Sin embargo, una enemistad no tiene por qué ser «eterna». La historia no está condenada al fracaso.
Abrigo el convencimiento de que hoy la buena voluntad predomina también en su religión y ello me hace concebir esperanzas. A pesar de todos los reveses se ha podido abrir paso, en una larga y ardua labor, la esperanza de zanjar el conflicto, desde las negociaciones de paz de los años setenta -estoy pensando en Anuar el Sadat y Menájem Beguin-, desde el empeño del gran Isaac Rabín, hasta los esfuerzos actuales.
A pesar de todos los problemas que plantean las negociaciones, la esperanza de paz de la gente es hoy más grande que nunca. Estoy convencido que la paz es alcanzable.
IX
Europa y Oriente Próximo son dos regiones con múltiples y muy estrechos vínculos.
Oriente Próximo tuvo una participación decisiva en la germinación de lo que hoy es la cultura europea. La estabilidad de Oriente Próximo y de la región en su conjunto es fundamental para el desarrollo pacífico y fructífero de Europa. Nadie puede vivir en paz si sus vecinos se ven amenazados por inestabilidades políticas y sociales.
La paz en Oriente Próximo solo pueden hacerla las partes mismas. Pero en la construcción de la paz también puede y quiere ayudarles Europa.
X
Señor Presidente, señoras y señores:
Para mí haber podido hablar ante esta Cámara representa una oportunidad y supone un honor especial. Hago votos por que esta visita oficial proporcione nuevos impulsos a las relaciones entre nuestros dos países. Tengo depositadas grandes esperanzas en la juventud de nuestros pueblos. No me cabe la menor duda: si transmitimos la memoria a la juventud y animamos a los jóvenes a ir al encuentro del otro no tendremos que temer por el futuro de las relaciones entre Israel y Alemania
Les deseo a Uds. y nos deseo a todos nosotros que nos anime esta confianza. El siglo entrante debe ser un siglo consagrado a la paz: para los hijos y las hijas de Abraham y para nuestro mundo.
Casa Argentina en Jerusalem y la Fundación Internacional Raoul Wallenberg agradecen a la Embajada de Alemania en Buenos Aires la versión en idioma español del discurso del Presidente Rau.
Presidente Johannes Rau
Cancillería Alemana
Félix Kersten
(Estonia 1898-Alemania 1960). Médico teraupeuta alemán nacionalizado finlandés famoso por su don de sanidad y haber negociado con el Reichfuhrer Heinrich Himmler la vida de miles de condenados al exterminio durante la segunda guerra mundial. Su historia de ribetes emotivos impresionante y está avalada por eruditos ingleses, el gobierno sueco, holándes e israelí.
Doctor en masaje terapautico, una de las pocas personas que pertenecieron al círculo de hierro de Heinrich Himmler, por circunstancias profesionales, su vida corrió paralela a la del líder nazi. Su historia es muy similar a la del comerciante alemán Oskar Schindler, Kersten logró gracias a su influencia en las altas esferas de las SS arrebatarles miles de vidas a la Gestapo y a los campos de concentración, no sin poner en riesgo su vida en inumerables ocasiones.
-Reseña biográfica.
Nacido en Estonia en el año 1898, se nacionalizó finlandés por motivos ocupacionales. Estudió una rama poco conocida de la medicina que es la terapeútica manual en Helsinki -Finlandia , obtuvo el grado de Masajista científico en 1921. Más tarde se especializó en técnicas tibetanas proporcionadas por un tal doctor Ko de la misma especialidad. La atracción de Kersten era además de su personalidad, muy cálida, amistosa y caballeresca el hecho de poseer un imponderable e innegable don de sanidad, rayano en lo divino, que obraba maravillas en los pacientes que trataba. En 1924 se trasladó a Berlín donde se hizo de una clientela muy extensa y su fama se extendió por todo Alemania. Gracias a su fama accedió a las cortes de Holanda y Suecia donde era invitado de honor y gracias a esta misma reputación accedería sin quererlo a las puertas mismas de las altas esferas de la Alemania Nazi
-En el círculo de hierro de Heinrich Himmler.
En Diciembre de 1939, un representante de las SS se presentó al despacho de Kersten y solicitó que acudiera en persona a las oficinas de Prinz AlbrechtStrasse nº8 donde se albergaba la Schutzstaffel. La persona que le había citado era nada menos que el jefe de la Gestapo, el reichsführer Heinrich Himmler, el nº 2 de la Alemania Nazi. Himmler padecía de una especie de úlcera estomacal que le provocaba calambres dolorosos, ninguno de los médicos de Himmler había podido tratar satisfactoriamente. Kersten puso su profesionalismo y don en juego y con hábiles masajes logró aplacar el crónico dolor que sufría.
Himmler quedó impresionado con la habilidad y profesionalidad demostrada por Kersten quien además no se amilanaba ante la presencia de uno de los personajes más nefastos de régimen de Hitler y le quiso enrolar en sus filas a lo que Kersten se negó amablemente. Himmler dio a Kersten un pase personalizado que le permitiría atenderlo en cualquiera circunstancia en que se encontrase.
Las atenciones se hicieron regulares ya que los masajes de Kersten no mejoraban el mal pero sí lo aliviaban, Kersten llegó a sospechar sin temor a equivocarse que los mismos ribetes y situaciones de la maquinaria del terror impuesta por Himmler bajo la inmediata supervisión de Hitler, hacía estragos en el mismo subsconciente del personaje y se reflejaba en estas dolorosas convulsiones nerviosas. Himmler se hizo adicto a los masajes de Kersten y este no le cobraba emulentos por sus servicios.
Gracias a esta obligada convivencia, Kersten llegó a conocer muy bien a su especial paciente y pudo verificar el grado de sumisión e idolatración que profesaba Himmler hacia Hitler, además de otros detalles tan personales como el grado de ordenamiento que tenía Himmler en su diario vivir. Percibió además que si bien no era un individuo muy inteligente sí era tremendamente suspicaz y desconfiado. Estaba Himmler completamente embebido en la política racial de Hitler y además veía en la guerra una forma de purificación de la nación germana, esta idea ocultaba la maquinaria de exterminio de Hitler.
Poco a poco Kersten se fue ganado la confianza de Himmler y Kersten quien se esforzaba por mirar a Himmler sólo desde el punto de vista profesional no podía sustraerse de las fuertes revelaciones que de cuando en cuando Himmler le hacía.
Con la anuencia de los gobiernos finlandés y sueco, Kersten comenzó a arrebatar secretos a Himmler, Kersten inteligentemente ponía en conocimiento de los servicios secretos de estos países.
Como Kersten no pedía emulentos por sus servicios Himmler concedió acceder a cualquier favor que estuviera a su alcance. Kersten aprovechó esta instancia para salvar primeramente a algunos conocidos que habían sido hecho prisioneros de la Gestapo en Suecia y luego en Holanda.
La poderosa influencia ejercida por este médico a Himmler llamó la atención de Reinhard Heydrich, su lugarteniente quien comenzó a investigarlo y a acosarlo. Fue el secretario personal de Himmler, Rodolfo Brandt, quien lo salvó de caer en las redes de Heydrich, advirtiéndole de las maniobras que él hacía. Heydrich intentó involucrar a Kersten con el pretexto del hecho de que un médico alemán no podía, por decreto, atender pacientes judíos, Kersten se defendió aduciendo su nacionalidad adoptiva. Heydrich intentó sin éxito hacer revelar a Kersten sus contactos con la embajada de Finlandia, Holanda y Suecia.
– La deportación de los holandeses.
Todavía tendría Kersten una oportunidad más de poder volver a ver a Heydrich, pero bajo otras circunstancias; el 1 de marzo de 1941 acudió Kersten a la oficina de Himmler, sin embargo, éste no le pudo recibir y tuvo que esperar en el comedor. Justamente a esa hora llegaron Heydrich y Hans Albin Rauter y se sentaron cerca de Kersten sin que estos notaran su presencia, Kersten viéndose en una priviligiada situación puso oído a lo que estos personajes charlaban y pudo darse cuenta de que hablaban de un plan de deportación de holandeses a Polonia. Heydrich había acusado a los holandeses de ser culpables de sedición y traición por ser de sangre germana. Alarmado acudió a la oficina del secretario de Himmler y exponiendo su vida confidenció esta conversación a Brandt de quien ya se consideraba su amigo y éste le dio acceso a un documento dirigido de Heydrich a Himmler donde se pormenorizaban los detalles de la deportación de unos 3.000.000 de holandeses a pie desde Holanda a los campos de concentración en Polonia.
Arriesgando su vida, Kersten acudió resuelto a usar su influencia ejercida en Himmler. Al día siguiente, aprovechando el diario tratamiento a Himmler y en un momento determinado del tratamiento, expuso a Himmler su conocimiento de dicho plan. Himmler, muy relajado por los masajes, al principio no captó la importancia de la conversación y repentinamente se hizó un silencio pesado en la oficina del Reichsfuhrer. – ¡¡¿Cómo supo ud. esto?!!- sentenció Himmler.
Kersten sin perder la calma expuso que lo había escuchado casualmente de boca de Rauter y Heydrich. Himmler dio crédito a la explicación de su doctor y prometió dar una reprimenda a sus lugartenientes. Kersten arriesgando su persona instó al Reichfuhrer a tratar el tema desde un punto de vista diferente y le insinuó que este tema le iba a acarrear un agravamiento de su mal si no lo posponía. Himmler alegó que no podía ir por sobre lo que Hitler ya tuviese estipulado. Prudentemente Kersten insistió en el tema tratando de meter la idea en la holística de Himmler sin resultados, la fecha límite para ejecutar la deportación era el el 20 de abril de 1941.
Ya en el límite de la fecha anunciada, Himmler empezó extrañamente a padecer aun más del mal que le ataba a Kersten, los masajes diarios ya no daban resultados, Himmler imploró a Kersten por una mejor atención a su salud. Para esa fecha Hitler había ordenado a Himmler el aumento de las SS desde 100.000 a casi 1.000.000 de hombres, sumado a lo de la deportación y más lo del exterminio sistemático, Himmler ya no daba abasto en su sistema nervioso. Era la oportunidad que esperaba Kersten. Éste le aconsejó que diera prioridad a lo más sólido, las SS, Himmler aceptó negociar con Hitler la pospuesta de la deportación y este al final aceptó. Himmler volvió sonreir y colocó a Kersten como su amigo personal y confidente con plena libertad, privilegios y protección personal.
Heydrich no pudo dar crédito cuando recibió la postergación de la deportación y sospechó inmediatamente de Kersten, este fue citado a su despacho en Bohemia e interrogado por Heydrich, quien quiso involucrarlo en la resistencia holandesa. Una llamada imperativa de Himmler y Heydrich tuvo que soltar a su presa muy a disgusto, nuevamente Brandt que había puesto sobre aviso a su jefe había salvado a Kersten. Heydrich murió el 4 de junio de 1942 en la ejecución de la Operación Antropoide a manos de unos activistas checos, la muerte de Heydrich no alivió la situación presecutoria de Kersten, pues le sucedió su símil Ernst Kaltenbrunner quien se convertiría su perro de presa personal.
-El plan humanitario sueco contra la «Solución Final»
En octubre de 1942, Kersten tuvo que acudir de urgencia al tren privado de Himmler procedente de la Prusia oriental, encontró Kersten a Himmler totalmente estresado, al borde de un síncope nervioso. Durante el tratamiento, Himmler le confidenció que Hitler le había ordenado un plan de exterminio sobre el pueblo judío, todo esto a raíz del fracaso de las negociaciones secretas con Gran Bretaña para obtener la paz(Véase: Rudolf Hess) que según Hitler habían sido entorpecidas por los judíos de la dirigencia de ese país.
Kersten luego de escuchar horrorizado lo que le confidenciaba el mismo Himmler intentó disuadirlo de tamaño proyecto de genocidio, pero Himmler le replicó: -» es la tragedia de los grandes como Hitler, andar sobre cadáveres»- Himmler intentó explicar a Kersten que había intentado persuadir a Hitler que no le encargara tal empresa, pero Hitler le había tomado las solapas en un ataque de rabia y le había increpado que:
-» Yo he hecho de ti un hombre..por mi vales…y ahora no quieres obedecerme..¿eres acaso un traidor?!!!.»-
Himmler replicó mansamente que haría lo instruido por él. Kersten comprendió que Himmler estaba atado al temor de la figura de Hitler. A Himmler no le importaba la muerte de miles de judíos, sólo le importaba que Hitler no perdiera la confianza en él.
Kersten se encontró frente a esta realidad sin una efectiva solución para poder remediar su influencia, para mientras Himmler puso a funcionar la maquinaría de los campos de concentración para el asunto judío de la Solución final, en forma tan eficaz que pronto las estadísticas de estos campos de exterminio subieron abrumadoramente.
Entrando el año 1943, el gobierno sueco, neutral en la guerra, en antecedentes del plan de exterminio judío pidió secretamente a Kersten un informe secreto sobre el tema, ya que Finlandia era aliada de Alemania en lucha con la Unión Soviética y Kersten era finés, pero conocían su grado de humanidad.
Kersten realizó un viaje a Finlandia, pero a la vuelta y de paso se entrevistó en Estocolmo con funcionarios de confianza del gobierno sueco, la parada en Estocolmo fue disimulada con el pretexto de asistir a cerca de los 5.000 heridos finlandeses en los hospitales de la capital sueca.
La idea del gobierno sueco era neutralizar la cada vez más creciente influencia de los aliados para que Suecia entrara en guerra con Alemania, cosa que el gobierno sueco no estaba dispuesto a hacer, sin embargo, tampoco querían echarse encima a los enemigos de Alemania.
A cambio, el gobierno sueco propuso a los aliados el salvar humanitariamente la mayor cantidad de vidas desde los campos de exterminio, negociando indirectamente con Himmler a través de Kersten.
La idea principal del plan era que a través de la Cruz Roja Internacional representada por el conde Folke Bernardotte intermediara a través de Kersten con Himmler, para que liberara cuotas de judíos condenados, donde Suecia y Suiza les daría asilo. Este contacto sería vital más adelante.
Kersten meditó profundamente el cómo poder negociar con Himmler sobre el tema, sabía que contaba con su entera confianza, pero también sabía que estaba negociando con una fría máquina de exterminio.
Kersten ya tenía conquistado a Rodolfo Brandt, el secretario personal de Himmler, para trazar el vasto plan debía también ganarse la confianza de sus esbirros, los inmmediatos en la línea de mando de Himmler, el coronel de las SS, Walter Schellenberg y el general Gottlob Berger.
La providencia quiso que el mismo Himmler recomendará a Berger el dejarse asistir por Kersten por unas dolencias, Berger acudió al despacho de Kersten a regañadientes, ya que Kersten le producía animadversión, pronto se ganó su entera confianza.
Schellenberg fue mucho más fácil de amistar ya que Kersten le ofreció ayuda contra los muchos enemigos que este tenía en las Waffen SS, y además estaba convencido secretamente de la pronta derrota de Alemania. Ya tenía Kersten a tres aliados, pero Kersten fue precavido en tratar el tema directamente con Himmler, por lo que empezó a tratar de trabajarlo sicológicamente.
Primeramente propuso a Himmler hacer parecer a los daneses, noruegos y holandeses como germanos descendientes de una única rama aria, poco a poco Himmler fue cediendo en su lealtad política a Hitler, los resultados parecían disponibles
Sin embargo, el atentado del 20 de julio de 1944 ejecutado por Claus von Stauffenberg lo apartó de estas ideas ya que tuvo que hacer de perro de presa junto a Ernst Kaltenbrunner y tuvo que esperar.
Al contrario de lo que estimaba Kersten, Himmler lo llamó perentoriamente después de concluir la gran cacería de implicados del complot ejecutado por Claus von Stauffenberg, tenía que reunirse en Orianenburg, para ello tenía que viajar desde Berlín a dicha estación para abordar el tren que lo conduciría a Prusia oriental.
Cuando iba a abordar el vehículo de las SS, un motociclista SS que venía de parte de Schellenberg le advirtió con una nota por escrito, que iba a ser emboscado por un destacamento SS de Kaltenbrunner y asesinado. Kersten tomó otra ruta y llegó sin novedad a destino.
Cuando expuso el hecho a Himmler y le mostró la nota, Himmler palideció e hizo citar a Keltenbrunner a un almuerzo.
Durante el almuerzo, Kaltenbrunner sin poder disimular su animadversión hacia Kersten comenzó con sarcásticos comentarios que fueron abruptamente interrumpidos por Himmler y éste le espetó: -«Escuche bien Ernst, si Kersten muere o le sucede algo, ud., no sobrevivirá ni una hora al suceso,¿me entendió bien?»-
De este modo, Kersten se elevó a la misma altura de los principales de Himmler y además fue vehementemente protegido por el mismo Kaltenbrunner, quien sospechaba que Schellenberg podía asesinarlo para su ruina.
Para diciembre de 1944, Kersten se desesperaba por encontrar un modo de poder hacer avanzar el plan sueco con Himmler, pero no había encontrado la forma de hacerlo, pues Himmler se iba de negativa en negativa. Fue el mismo Himmler el que le dió la oportunidad.
Un implicado del complot del 20 de julio llamado Karl Wentzel y conocido de Kersten iba a ser ejecutado. Kersten logró obtener la palabra de honor de Himmler de perdonarle la vida, sin embargo, a pesar de todo fue ejecutado mediante ahorcamiento.
Cuando lo supo Kersten, fue tal su indignación que si medir consecuencias, entró iracundo a la oficina de Himmler y le reprochó abiertamente el poco valer de la palabra del mandatario de las SS.
Himmler sin poder creer la situación a que lo enfrentaba Kersten se deshizo en disculpas, las que no fueron aceptadas por el enfurecido Kersten que salió dando un portazo del despacho, pero Brandt le hizo ver que Himmler estaba amarrado de manos por Hitler y que no se había podido hacer nada. Kersten recapacitó y entró nuevamente al despacho de Himmler y le dijo que le disculparía siempre y cuando el propio Himmler exonerara a otras personas donde la autoridad de Himmler era indiscutible.
Himmler asintió y a continuación Kersten le pidió la vida de unos 7.750 condenados al exterminio para ser llevados a la frontera con Suiza y de ahí serían asilados en Suecia. Suiza estaba dispuesta a recibir hasta 20.000 judíos. Himmler vió además en este contacto una salida hacía la luz, por medio del Conde Bernardotte.
– Contrato en nombre de la Humanidad.
Para 1945, ya era un hecho en los altos círculos nazis que la derrota estaba a a la vista, por tanto por orden de Hitler, la maquinaria de exterminio fue acelerada al máximo para acabar con la tarea antes que los aliados y rusos llegaran a la zona de las instalaciones de los campos de concentración, una vez finalizada la tarea iban a ser dinamitados con los sobrevivientes que quedaran. Además se aceleró la ejecución de los enemigos del nazismo que atestaban la cárceles de Alemania.
Kersten comenzó a ser presionado por el gobierno sueco y después de meditar profundamente resolvió jugársela enteramente en la próxima reunión con Himmler. En mayo de 1945, Kersten se reunió con Himmler y comenzó a instarlo a tomar las riendas del poder (sabía que si Himmler le desconocía, su muerte por el cargo de derrotista y traidor era segura.) Kersten le pidió que no fueran dinamitados los campos, que ni un solo judío más fuera ejecutado y que lotes de miles de judíos fueran enviados por medio de Suiza a través de la gestión del conde Bernardotte. Kersten le instó a que si hacía estas cosas, la humanidad le debería a Himmler una cuota de gratitud, además de que los aliados lo necesitarían para poder mantener el orden de la nueva Alemania(por supuesto, todo era falso).
A ello se le sumaron Brandt, Schellenberg y Berger para acicatearlo a que firmara un documento tipo contrato al respecto. Himmler envío por medio de Bernardotte propuestas anexas al generalísimo de los aliados, Eisenhower, ofreciendose como Jefe de Policía de la nueva Alemania y aprovechó la instancia para ofrecer la rendición de Alemania.
El 12 de mayo de 1945, Himmler redactó el contrato, que se llamó «Contrato en nombre de la Humanidad» En que se especificaba que:
1. Los campos de concentración no serán dinamitados.
2. No será ejecutado ni un solo judío más.
3. El gobierno sueco podrá envíar paquetes de ayuda a los judíos prisioneros.
El increíble documento fue firmado por Himmler y Kersten mismo, ese día miles de judíos tuvieron la esperanza de salvar la vida; sin embargo, para entonces ya casi unos 6.000.000 de ellos no existían.
Luego logró que Himmler se entrevistara en secreto con un miembro del Congreso Mundial Judío en Harztwalde para confirmar las promesas del contrato. Dicha reunión tuvo efecto casi a fines de mayo cuando ya los rusos cercaban Berlín. Himmler expuso sus motivaciones antisemíticas y el representante junto a Kersten logró garantizar la vida de los judíos sobrevivientes.
Además Himmler aprovechó el contacto de la Cruz Roja Internacional para contactarse personalmente con el Conde Bernardotte y hacerle proposiciones de paz para transmitírselas a los aliados, por este acto, Himmler quien era el sucesor del Führer, fue catalogado de traidor por Hitler y condenado a muerte.
– Epílogo
Himmler a través de Bernardotte se enteró que los aliados no reconocían su autoridad y que la petición de ser un Jefe de Orden y Seguridad de la Alemania ocupada, fue rotundamente rechazada por Eisenhower y a su vez catalogado como el mayor asesino de toda la historia. A su vez la agencia Reuter difundía las tentativas de negociación de Himmler y Hitler se enteraba de esto haciéndole condenar a muerte, su enlace con Hitler, Hermann Fegelein fue ejecutado como una muestra de la furia de Hitler.
Kersten vio a Himmler por última vez con su uniforme negro a fines de mayo de 1945, en Hartzwalde y le dijo premonitoriamente que no pensara mal de él, pues sin duda, habíanse cometido errores graves con el problema judío.
Himmler resolvió desaparecer del escenario e intentó evadirse cambiando de apariencia, se rapó el bigote y se peinó de otro modo, pero fue capturado por unidades británicas , haciéndose pasar por un gendarme llamado Heinrich Hitzinger, casi pasó el reconocimiento, pero el orden y pulcritud de sus papeles(una cualidad intríseca de Himmler) fué comparado con fotos y reconocido. Fué llevado a prisión donde se suicidó con cianuro cuando estaba por comparecer ante el jurado de Nuremberg.
A Rudolf Brandt se le halló culpable de todas las montruosidades redactadas y firmadas por orden de Himmler y se le ejecutó, muy a pesar de las gestiones de Kersten por salvarle.
A Walter Schellenberg y Berger se les halló en Núremberg culpables, con una condena de 25 y 6 años respectivamente pero cumplieron 5 y dos respectivamente y fueron liberados.
Ernst Kaltenbrunner fué hallado culpable de las atrocidades que Reinhard Heydrich había sembrado y el había cosechado y fué ahorcado.
Felix Kersten fue a establecerse a Suecia después de la guerra; pero el estigma de haber sido el médico personal de Himmler hizo que muchos pacientes, sobre todo holandeses, le eximieran de sus servicios. Kersten pasó amargos momentos por este pasado.
En 1949, se instituyó una comisión sueco-holandesa para tratar el caso Kersten y después de una investigación extensa se le reivindicó y además fue condecorado por el gobierno holándes.
En 1953, se le otorgó la ciudadanía sueca y siguió ejerciendo para toda Europa con gran éxito. El 16 de abril de 1960, la muerte con la cual él tanto había negociado, le cobró con la forma de un ataque cardiaco.
Se estima, según el congreso judío de 1960, que Kersten salvó del exterminio, negociando cara a cara con Himmler, a no menos de 60.000 judíos y un número indeterminado de activistas condenados o inocentes de distintas nacionalidades.
Muy buenas aportaciones, Pedro, pero si sigues así vas a terminar agotando el post por saturación. ¿Por qué no te pasas por el foro y abres algunos hilos sobre este asunto? Seguro que así lo aprovecharemos mejor.
Saludos.
Tu reseña sigue siendo de las más valiosas.
He empezado a ver las fotos y lo he dejado.
¿Como se puede negar semejante barbarie?
Pero sigo pensando que no todos los alemanes fueron los responsables
de todo eso. No se puede culpar a todo un pueblo.
Creo que es lo que dije hace ya mucho: Se empieza a matar y cada vez se hace más facil.
saludos German.
Claro que no todos los alemanes fueron responsables, Nando, y ten en cuenta además que los que sí lo fueron, contaron con la inestimable colaboración de individuos de otras nacionalidades. Lo que sucedió en los años 40, pasó en Europa, no sólo en Alemania, y las implicaciones de otros países son gravísimas. Hace falta mucha gente para eliminar a unos seis millones de personas… Ahora bien: quienes lo iniciaron, planificaron y, principalmente, ejecutaron, fueron alemanes. Y prácticamente todos los habitantes de las naciones sometidas al nazismo, incluyendo, obviamente, a los alemanes, sabían que algo muy muy malo les estaba pasando a los judíos.
Y ciertamente, como dices, matar al primero debe de ser dificilísimo, pero al quinto ya lo matas pensando en otra cosa.
Qué horror.
El mito de que los generales alemanes no sabian nada acerca del holocausto destruido por los documentos britanicos desclasicados,miles de conversaciones grabadas entre los prisioneros del ejercito aleman en la gran bretaña.esta en ingle,prometo traducir
http://www.dailymail.co.uk/pages/live/femail/article.html?in_article_id=469883&in_page_id=1879
LA BANALIDAD DEL MAL-PARTE 2
Vamos al libro sobre Eichmann y su juicio, según la doctora Arendt. El capítulo del libro se titula “Los deberes de un ciudadano cumplidor de la ley”, y estos son algunos párrafos:
“Durante el interrogatorio policial, cuando Eichmann declaró repentinamente y con gran énfasis que siempre había vivido acorde con los preceptos morales de Kant, en especial con la definición kantiana del deber, dio un primer indicio de que tenía la vaga noción de que en aquel asunto había algo más que la simple cuestión del soldado que cumple órdenes claramente criminales.
“Esta afirmación resultaba indignante, ya que la filosofía moral de Kant está tan estrechamente vinculada a la facultad humana de juzgar que elimina en absoluto la obediencia ciega. El juez, impulsado por la curiosidad o bien por la indignación ante el hecho de que Eichmann se atreviera a invocar a Kant para justificar sus crímenes, decidió interrogar al acusado sobre este punto.
“Ante la general sorpresa, Eichmann dio una definición correcta del imperativo categórico: el principio de la voluntad debe ser tal que pueda devenir el principio de leyes generales. Es decir, no se puede aplicar al robo ni al asesinato, puesto que el ladrón y el asesino no pueden desear vivir bajo un sistema jurídico que otorgue a los demás el derecho de robarles y asesinarles a ellos.
“Eichmann añadió que había leído la Crítica de la Razón Práctica de Inmanuel Kant y que desde el momento en que recibió el encargo de llevar a la práctica la Solución Final, había dejado de vivir en consonancia con los principios kantianos, que se había dado cuenta de ello, y que se había consolado pensando que había dejado de ser dueño de sus propios actos y que él no podía cambiar nada.
“Lo que Eichmann no explicó a los jueces fue que en aquel período de crímenes legalizados por el Estado, no se había limitado a prescindir del principio de la moral kantiana por ser ésta inaplicable, sino que la había modificado de manera que dijera: compórtate como si el principio de tus actos fuese el mismo que el del legislador o el de la ley común.
“O, según la forma del “imperativo categórico del Tercer Reich”: “compórtate de tal manera que si el Führer te viera, aprobara tus actos” (esto procede de “Die Technik des Staates”, de Hans Franck, 1942).
“Gran parte de la horrible y trabajosa perfección en la ejecución de la Solución Final se debe a la extraña noción, muy difundida en Alemania, de que cumplir las leyes no significa únicamente obedecerlas, sino actuar como si uno fuera el autor de las leyes que obedece. De ahí la convicción de que es preciso ir más allá del mero cumplimiento del deber.
“Eichmann prestó ayuda a un primo suyo medio judío y a un matrimonio judío de Viena, en cuyo favor había intercedido su tío. Incluso en su juicio en Jerusalén, estas desviaciones le hacían sentirse un tanto descontento de sí mismo, y cuando le interrogaron sobre ello, adoptó una actitud de franco arrepentimiento y dijo que había “confesado sus pecados a sus superiores”. Esta impersonal actitud en el cumplimiento de sus asesinos deberes condenó Eichmann ante sus jueces mucho más que cualquier otra cosa, lo cual es comprensible, pero según el acusado esto era precisamente lo que le justificaba. No, no hacía excepciones. Y esto, según él, demostraba que siempre había actuado contra sus inclinaciones, fuesen sentimentales, fuesen interesadas. En todo caso, él siempre había cumplido con su deber.
“Durante el último año de la guerra, dos años después de la Conferencia de Wannsee, Eichmann padeció su última crisis de conciencia. A medida que la derrota se aproximaba, tuvo que enfrentarse con hombres de su propia organización que pedían más y más excepciones, e incluso la interrupción de la Solución Final. En esta época Eichmann tuvo una de sus pocas entrevistas personales con Himmler, en el curso de la cual el jerarca nazi le gritó que “¡si hasta el presente momento usted ha cumplido la orden de matar judíos, ahora se le ordena que se dedique a cuidarlos, a hacerles de niñera!”. Himmler en aquel momento, daba órdenes a diestro y siniestro en el sentido de que los judíos debían ser bien tratados –quería usarlos como rehenes ante los aliados-, y la entrevista supuso una amarga experiencia para Eichmann, en el sentido de que su esfuerzo moral durante dos años como asesino que había sacrificado sus inclinaciones naturales en el cumplimiento de su deber, ahora era despreciado.”
No me olvido de la lectura del libro “Ordinary People” de XXXXX en el cual se relatan las crueldades finales con los judíos a cargo de meros soldados nazis, ya en el momento de la descomposición final, cuando nadie ya daba órdenes. Miles de judíos eran obligados a marchar a pie, en lastimosas condiciones, por las carreteras de Alemania, sin rumbo fijo. Simplemente, los verdugos voluntarios de Hitler no podían dejar de cumplir su brutal obligación que ya habían internamente asumido.
Himmler podía ser lo suficientemente astuto y oportunista para reconvertirse en “protector de los judíos”, intentando hallar una salida política en las nuevas circunstancias. Pero Eichmann no era un político, sólo un funcionario que ya había sacrificado su humanidad en el momento en que aceptó asumir las órdenes emanadas de la Ley Suprema. Para sus limitaciones intelectuales, ya no había vuelta atrás.
austriaco Franz Stangl, policía austriaco que persiguió a los nazis hasta que estos ocuparon el país, estuvo a cargo del campo de exterminio de Sobibor hasta septiembre de 1942, cuando fue transferido al campo de Treblinka. Ganó reputación como eficiente administrador y, según Odilo Globocnik, fue el mejor comandante de campo y tuvo la participación más importante de todas las acciones ejecutadas.
Al final de la guerra logró ocultar su identidad y aunque encarcelado en 1945, fue liberado dos años más tarde. Logró escapar a Italia, con su colega de Sobibor, Gustav Wagner, donde fue ayudado por autoridades del Vaticano y la Cruz Roja. Vivió en Siria durante tres años antes de trasladarse a Brasil en 1951, donde encontró trabajo en la fábrica de Volkswagen en Sao Paolo, todavía usando su propio nombre.
Aunque su responsabilidad por los asesinatos en masa eran conocidos por las autoridades autriacas, no se emitió orden de arresto hasta 1961. Hasta seis años más tarde no fue localizado por el cazador de nazis Simon Wiesenthal y detenido en Brasil. Después de su extradición a Alemania Occidental fue enjuiciado por la muerte de aproximadamente 900.000 personas. Admitió estas muertes pero aseguró que su conciencia era clara y que simplemente estaba cumpliendo con su deber. Fue sentenciado a cadena perpetua y murió en la cárcel de Dusseldorf en 1971.
Fue entrevistado por la periodista Gitta Sereny en 1970 y sus comentarios aparecieron en el libro “Into that darkness: An examination of Consciente (1983)
“¿Diríamos que usted se habituó a las liquidaciones?”
“Uno se acostumbra a eso”
¿En días, semanas, meses?
Meses. Lleva meses antes de que yo pudiera mirar una de ellas directamente. Lo reprimía creando un lugar especial: jardines, nuevos barracones, cocinas, todo nuevo. Hay cientos de maneras de evadir la mente. Yo las usé todas.
Incluso así. Si usted se sentía tan fuerte, ¿no había veces, quizás por la noche, en la oscuridad, en que usted no podía evitar pensar sobre ello?
Al final, la única manera de lidiar con ello era beber. Me llevaba un gran vaso de brandy en la cama cada noche y bebía.
Creo que usted está eludiendo mi pregunta
No, no pretendo eso. Por supuesto, había pensamientos. Pero yo los expulsaba de mi mente. Yo me concentraba en el trabajo una y otra vez.
Diríamos que usted finalmente sintió que ellos no eran realmente seres humanos
Cuando yo estaba en un viaje una vez, más tarde, en Brazil, my tren se detuvo cerca de un matadero. El ganado sus corrales, al oír el ruido del tren, se acerca a la valla y lo miraba. Yo pensé entonces que me recordaba a Polonia, era como la gente me miraba, con confianza, justo antes de que fueran a las latas
Ha dicho usted, latas. ¿Qué quiere decir?
Yo no podría comer carne enlatada después de esto. Esos grandes ojos me miraban sin saber que enseguida estarían todos muertos.
Entonces, usted no sintió que ellos eran seres humanos?
Mercancia. Eran mercancia.
Cuando usted comenzó a pensar en ellos como mercancia? La forma en que usted habló antes, del día que usted llegó por primera vez a Treblinca, el horror que usted sintió viendo cadáveres por todas partes, ¿no eran entonces mercancía para usted?
Creo que comenzó ese día que primero vi el campo de exterminio de Treblink.a Recuerdo a Wirth allí de pie, junto a las fosas llenas de cadáveres azules y negros. No tenía nada que ver con humanidad, no era posible. Era una masa de carne podrida. Wirth decía que qué íbamos a hacer con toda esa basura. Creo que inconscientemente eso comenzó a hacerme pensar en ellos como enera posible. Era una masa de carne podrida. Wirth decía que qué íbamos a hacer con toda esa basura. Creo que inconscientemente eso comenzó a hacerme pensar en ellos como en mercancía.
Había tantos niños,¿no le hicieron pensar en sus hijos, de como se sentiría usted en el lugar de aquellos padres.
No, yo no puedo decir si alguna vez pensé eso. Yo raramente los vi como individuos, era siempre una masa enorme. A veces me paraba en el muro y los veía. Pero, cómo explicarlo, estaban desnudos, apretujados, corriendo, siendo conducidos con látigo como…
No podría usted haber cambiado esto?. En su posición, usted podía haber detenido la desnudez, los látigos, el horror de los corrales de ganado…
» No , era el sistema. Witrth lo había inventado. Funcionaba, y puesto que funcionaba, era irreversible
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A 60 años de Auschwitz: «nunca más»
El canciller Schröder ante una foto de fondo Auschwitz-Birkenau.
A 60 años de la liberación de Auschwitz, Alemania expresa su vergüenza y asume la responsabilidad por el pasado. De él hay una lección posible: «nunca más».
Las conmemoraciones por el 60 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz han comenzado. A la Asamblea Extraordinaria en las Naciones Unidas, en Nueva York, siguió el acto solemne organizado por el Congreso Mundial Judío con la presencia de sobrevivientes del horror nazi, en Berlín. Al primero asistió el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, y al segundo, el canciller alemán, Gerhard Schröder.
El sentimiento de vergüenza por los horrores cometidos, la responsabilidad germana con el pasado y las lecciones que Alemania -y el mundo entero- deben sacar con vistas a genocidios presentes y futuros fueron los grandes temas de los discursos que pronunciaron ambos políticos. Bildunterschrift: Elie Wiesel, en la Asamblea Extraordinaria de la ONU Es de imaginar que hablar representando a la nación en cuyo nombre se perpetró consciente y voluntariamente tanto mal, no fue tarea fácil. La responsabilidad de sacar de ello una lección hacia el presente fue subrayada, sobre todo, por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, y por Elie Wiesel, sobreviviente de Auschwitz y premio Nobel de la Paz.
La ideología nazi
Durante la conmemoración en Berlín, el canciller alemán, Gerhard Schröder, recalcó que la ideología nazi había sido una invención humana, voluntaria e intencional, por cuyos muertos él expresaba su vergüenza. Alemania tiene responsabilidad con su pasado y la obligación moral de no olvidarlo, declaró el canciller. Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: «Tanto mal no debe ocurrir otra vez, y nosotros no podemos negarlo o reaccionar vacilantemente, como lo hicieron muchos cuando los nazis operaban en sus fábricas de la muerte», recalcó por su parte el ministro Fischer.
El Holocausto fue brutal, «una absoluta abominación moral, una negación sin precedente o paralelo de todo lo civilizado», dijo Fischer. Y el mismo tono usó el canciller Schröder para calificarlo: «fue el más profundo desgarrón de la civilización, por la dimensión de dolor y crueldad infligidos a millones de personas».
Bildunterschrift: Vista aérea de Auschwitz»No cabe desviar la responsabilidad a un supuesto «demonio» Hitler, ya que la ideología nazi no surgió por generación espontánea, sino que fue creada y secundada por las personas. Judíos, gitanos, homosexuales, enemigos políticos, prisioneros de guerra y miembros de la resistencia de toda Europa fueron aniquilados con fría e industrial perfección o esclavizados hasta la muerte», puntualizó Schröder.
A los sobrevivientes de Auschwitz
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: El canciller alemán agradeció a los sobrevivientes de Auschwitz presentes en el acto el haber regresado a Alemania a restablecer la comunidad judía. Advirtió de la necesidad de combatir con la confrontación política tanto las consignas y provocaciones de la ultraderecha como los sentimientos antisemitas. «No debemos consentir que el antisemitismo vuelva a herir o a expulsar a ciudadanos judíos de nuestro país y a avergonzar a nuestra nación», aseveró el canciller. Por su parte, Fischer aseguró a Israel que «la seguridad de sus ciudadanos siempre será un factor no negociable en la política exterior alemana».
Nuevos genocidios
La lección extraída de ello es que no debe repetirse, «nunca más». En ello coincidieron tanto los discursos de Schröder y Fischer, como el de Kofi Annan. La Convención Internacional sobre el Genocidio es la herramienta para ello, pues compromete «a todos, independientemente del origen, raíces culturales, religiones o color de la piel, a respetar y proteger la vida y la dignidad humana en todo el mundo», prosiguió Schröder aludiendo a la declaración de la ONU de 1948.
Sin embargo, y al decirlo Elie Wiesel puso el dedo en la llaga más actual, «si el mundo hubiera aprendido de los horrores cometidos en los campos de concentración nazis, tal vez se habrían evitado los genocidios en Camboya, Bosnia y Ruanda» Y culminó con una exhortación: «Sabemos que para las víctimas ya es muy tarde. Para ellos, que fueron abandonados por Dios y traicionados por la humanidad, la victoria llegó demasiado tarde. Pero no es muy tarde para los niños de hoy, los nuestros, los suyos».
El líder de la comunidad judía previene contra el nuevo antisemitismo intelectual – Bonn pagará a los esclavos del Tercer Reich
Alemania recuerda con vergüenza la «Kristallnacht»
El presidente Roman Herzog dice que fue un golpe a la civilización
LUIS M. RIVAS
Especial para EL MUNDO
BERLIN.- Alemania vuelve a recordar sus pesadillas. Ayer, el acto central en homenaje a las víctimas del pogromo iniciado en la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 -la Kristallnacht (Noche de los cristales rotos)- fue realizado en la sinagoga principal de Berlín y contó con la asistencia del presidente alemán Roman Herzog y del nuevo canciller socialdemócrata Gerhard Schröder. Herzog calificó la persecución nazi de «golpe contra la Humanidad y la civilización».
«Aquella noche pertenece a los más espantosos y vergonzosos momentos de la historia alemana», añadió Herzog. El presidente alemán pidió a los alemanes que no lo olvidaran.
El líder de la pequeña comunidad judía de Alemania, Ignatz Bubis, fue más al grano y acusó al conocido escritor Martin Walser de dar argumentos a la ultraderecha, al relativizar la culpa de la población alemana en el Holocausto judío y situar a los alemanes como víctimas de la Historia.
[Walser criticó la «explotación» de Auschwitz con diferentes fines que los del recuerdo, y rechazó que siempre se hablase de la «vergüenza» alemana].
Bubis destacó además, el alarmante crecimiento de las tendencias nacionalistas y el antisemitismo soterrado en círculos intelectuales. De hecho, el pago de compensaciones a los judíos en los últimos meses, ha generado un sentimiento antisemita en Suiza, Austria y Alemania.
Bubis cifró el porcentaje de alemanes antisemitas en un tercio de la población y criticó la falta de imaginación política para neutralizar la hegemonía de valores neonazis entre la juventud del este del país.
Pocos días antes, unos desconocidos habían soltado en la céntrica Alexanderplatz de Berlín un cerdo con la efigie y el nombre de Ignatz Bubis. La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 supuso el punto culminante del progresivo apartheid diseñado y aplicado por las autoridades alemanas contra el medio millón de ciudadanos judíos desde la llegada al poder de los nazis en 1933.
La mayoría de los 91 asesinatos, incendios de 267 sinagogas y saqueos de miles de comercios y viviendas tuvieron lugar a plena luz del día. Unos 26.000 judíos fueron transportados a campos de concentración, fundamentalmente a Buchenwald. La eufemísticamente denominada Noche de los cristales rotos marcó un punto sin retorno en la política racista del régimen nazi y demostró el enorme consenso social acumulado para su futura obra de exterminio.
La señal partió del ministro de Propaganda de Adolf Hitler, Joseph Goebels, durante la conmemoración en Múnich, el mismo 9 de noviembre, del fallido golpe de estado de Hitler, quince años antes, contra la joven República de Weimar. «Los judíos deben sentir de una vez la cólera popular», anotó en su diario Goebels.
«Cuando iba de regreso al hotel, podía oír el ruido de los escaparates rotos. ¡Bravo, bravo!. Las sinagogas arden como chozas. Por el momento, no se puede hacer nada más», añadía. El ministro nazi había utilizado como excusa para su proclama antisemita el atentado del día anterior en París contra un funcionario de la embajada alemana, que fue tiroteado por un joven judío de 17 años.
De acuerdo con investigaciones históricas, los daños económicos colectivos a la comunidad judía superaron los 1.000 millones de marcos de la época, unos 25.000 millones de marcos actuales (14.700 millones de dólares).
Coincidiendo con el aniversario del pogromo, el mismo lunes trascendió la renuncia del conservador Joachim Siegerist a encabezar una delegación de políticos cristianodemócratas a Tierra Santa, debido a las protestas de supervivientes del Holocausto. Siegerist, presidente del grupo Conservadores Alemanes, fue condenado en 1994 a un año y medio de prisión por unas declaraciones racistas.
[Ayer se supo que el Gobierno de Bonn va a indemnizar a los que cumplieron con trabajos forzados durante el régimen nazi].
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Escondidos en una bodega
Los negocios, las propiedades y los automóviles de los judíos fueron requisados; se les prohibió la entrada a los teatros, cines y bibliotecas, y las sinagogas fueron demolidas para poder construir plazas de estacionamiento. «Teníamos un negocio de tabaco que esa noche fue destrozado. Pudimos salvarnos porque toda la familia nos escondimos en una bodega cercana», señala en el diario Berliner Zeitung, Walter Sack, un anciano de 82 años, que pudo huir a Suecia, pero cuyos padres murieron gaseados en Auschwitz.
En febrero de 1943, recibió una tarjeta de sus padres, que decía: «Querido hijo hoy nos vamos a marchar de viaje, pero no nos han dicho a donde. Hasta la vista». «Cuando leí aquello, supe, de forma inmediata, que era la despedida definitiva de mis padres. Al llegar a Auschwitz fueron asesinados», dice Sack.
A ver ahora quién se atreve a hablar de mis sábanas…
Desde luego.
Pero tú tienes más mérito, mijo…tú no copias.
Dios me guarde…
Por cierto,habalndo del Holocausto. Se acaba de publicar en España, Las benévolas de J. Littell. ültimo premio Goncourt, de la Academia de las letras francesas. Creo que es toda una pasada.
Anda, Jerufa, el libro que cita Davide es el que me comentabas el otro día, ¿no? Qué casualidad.
Pues si, hermanita, ese es. Ya lo tengo pedido.
Al parecer trata de la visión del horror nazi desde la perspectiva del verdugo. Lleva más de un año por ahí dando vueltas y por fin lo han traducido. Es de RBA, para más información.
Por cierto, el autor no quiso recoger ese premio.
Adió, adió.
Sale una larga entrevista al autor en el Babelia (suplemento cultural de El país) de este sábado. La verdad, leyendo las respuestas a las preguntas, se ve que el autor, bastante joven por cierto, va un poco de «Enfant» terrible y de vuelta de todo. Pero lo que importa, que el libro sea bueno. Yo me lo pillé ayer.
En una de mis eternas esperas en la estación de tren, vi en un Vogue (¿?)antiguo y abandonado en una silla (cosas del aburrimiento) una entrevista a este autor, y descubrí que vive en Barcelona. ¿Estará sufriendo los descalabros del AVE? Porque yo sí -desde hace un mes-, y eso que no vivo en Cataluña. Existen otros mundos ahí fuera…y están en el resto de España.
En fin, perdonad el desahogo, pero anoche me hicieron la (pen)última jugarreta los de Renfe: suspendieron sin previo aviso la lanzadera Córdoba-Sevilla de las 9,30 de la noche. Por huelga, claro. Teniendo en cuenta que la lanzadera anterior (7,30) también estaba suspendida, no deja de asombrar que los de Renfe encima nos digan que la huelga está organizada de manera que joroben lo menos posible a los viajeros de lanzaderas. Qué divertido.
Bueno, perdón otra vez. Sigo igual de jorobada, pero al menos me he desahogado en la PAPRI.