AÑORANZAS HISPANAS DE LA LEGIÓN EXTRANJERA – Joaquín Mañes Postigo
“Consiguió evitar una condena por deserción alegando que no había abandonado el glorioso ejército español, sino elegido el francés para luchar contra el comunismo”. ¿Cuál es la imagen de un guerrero del siglo XX? Yo no tengo ninguna duda. Un hombre vestido de camuflaje, con una metralleta en las manos, avanzando por una jungla amenazadora. Es un europeo que se enfrenta a algún tipo de insurgencia nativa o milicia local. Es un hombre que combate por otra nación, en un conflicto al que su verdadera patria, o incluso su ideología, son ajenas . Pero combate. Arriesga su vida. Se nota la profesionalidad en su actitud, su presencia, su personalidad. Es un guerrero. Quizás no comprenda la causa por la que combate. Quizás ni siquiera le interesa. Su finalidad es otra, antigua como el mundo: Ganar el pan con el sudor de su lanza. Ese hombre es un legionario francés y avanza por una jungla en Indochina.
Una de las grandes revelaciones de mis primeras lecturas, a medida que leía más y más sobre aquel conflicto maldito, era que muchos, una enorme cantidad de los legionarios que combatieron en aquellas selvas, eran españoles. Hombres que eligieron, voluntariamente en teoría, luchar y morir muy lejos de su tierra natal, bajo una bandera extraña. De Joaquín Mañes Postigo ya conocemos otro libro, Españoles en la Legión Extranjera Francesa. ¿En qué se diferencia este nuevo volumen del anterior? En que el anterior era una historia completa, desde la fundación de la unidad, tratando la participación española como conjunto. Y en este caso se trata de casos individuales, de pequeñas biografías y testimonios directos de varios españoles. Frente a la generalidad, la individualidad. Y así nos encontramos con los españoles, individuos singulares que elijen el oficio de las armas. Cada uno por un motivo, pero con plena consciencia. Como el autor nos expone con datos objetivos, la memoria es débil, pero también interesada. Si en un momento se alegan unos motivos para unirse a la legión, posteriormente se señalarán otros, puesto que es común que con los años y las situaciones, todos adaptemos constantemente nuestras propias motivaciones y deseos. La historia, y desde luego la autobiografía, son diálogos del pasado con el presente. Las fuentes son muy variadas. Algunas entrañables, como las cartas familiares. Otras, la fría documentación administrativa. A veces la prensa escrita de la época. La labor del autor no es sencilla, precisamente por todas esas incorrecciones, esos errores, pretendidos o no, con incorporación de datos y fechas imposibles, entre los que se ve obligado a navegar.
Pero en todos los casos, a través de la palabra escrita, permanece hasta hoy la historia individual de los legionarios españoles que combatieron, y en muchos casos murieron, bajo la bandera de la Legión extranjera francesa. Era lógico que estableciesen una fuerte vinculación emocional con esa bandera. Que hiciesen lo que fuese para salvarla de la humillación y la captura. De la profanación que le robase su aura de santidad. En Dien Bien Phu, ante la evidencia de la derrota, los legionarios destacados en la posición “Eliane” tomaron las medidas oportunas para ser fieles a sus colores. Desgarraron en minúsculo trozos la bandera de combate de su unidad, la 2ª cia de la 13ª DBLE, y repartiéndola entre los soldados, decidieron esconderlos para entregarlos de nuevo una vez en territorio francés. Aún hoy, casi 60 años después, no se han recuperado todos los trozos. Y como si de esa bandera se tratase, el libro de Joaquín Mañes trata de recuperar los trozos perdidos de nuestra historia, de la participación española en las guerras de Francia durante la segunda mitad del siglo XX.
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Me ha gustado mucho esta reseña y felicito a Urogallo por compartirla con los lectores.
Me gustaría, eso sí, hacer una pregunta: en virtud de la definición que se da de soldado-legionario-guerrero, ¿qué lo diferenciaría de un mercenario?
Muchas gracias y un saludo.
¡Buena pregunta! Los fabricantes de camisetas en EEUU mantienen arduos debates sobre ello.
Avanzo una opinión:
Soldado: Una figura burocratica, temporal, ligada a la nación de pertenencia.
Guerrero: Una condición propia, biologica, permanente.
Mercenario: Un oficio puntual.
Vaya, Uro, buen comentario, pardiez.
Por cierto Rosalia, a ti te resultarian curiosos los vericuetos vitales por los que estos hombres terminaban eligiendo la Legión, que era un curioso caso, único, de confluencia de esas tres categorías ya señaladas.
Cuente, cuente, Don Uro…
Ya conoces la historia: Sol, sudor, trabajo, hambre.
Hambre de pan y horizontes.
Hambre.
Ciertamente acertado.
Una pasada de reseña, Uro. ¿Dónde está publicado el primero?
Me encanta la frase que has puesto: «Ganar el pan con el sudor de su lanza»… Estoy por apuntarme ;-) Muy buena reseña Don Urogallo de Castamere.
Don Balbi, se me adelantaron porque no es mia.
Arturo, en la casa del libro tienes la información.
El anterior lo publicó Inédita
Leí el anterior hace unos días, Españoles en la Legión extranjera francesa, se me hizo un poco pesado, posiblemente porque me esperaba otra cosa. Es posible que este se ajuste mas a lo que yo buscaba en el anterior, gracias Uro por la reseña.
Arturo, el anterior que editó Inédita lo tienes que buscar en saldos o usado, o te lo puedo dejar yo cuando quieras.
Gracias, Juanrio y Uro. Saludos estivales.
Como ya comentaba, ESPAÑOLES EN LA LEGIÓN EXTRANJERA FRANCESA es un estudio general sobre la participación española a nivel global.
En este se pasa a la biografía individual.
Qué original, Uro. Has hablado de la Legión extranjera y nos has mencionado las «ardientes arenas del desierto». Tiene su mérito.
Estimados amigos:
Si «Españoles en la Legión Extranjera francesa» contaba la historia de esta mítica institución militar a través de sus españoles más relevantes en la misma, bien por su heroísmo o personalidad; sin embargo, «Añoranzas hispanas de la Legión Extranjera» narra historias y aventuras de nuestros compatriotas, muchas trágicas, también heroicas o muy peculiares, todos verdaderos hombres en el sentido más amplio del término, hombres de la Legión o que estuvieron relacionados con ella. Un libro sobre la aventura, la gran aventura de muchos españoles.
Un cordial saludo.
Es curioso: Hoy he conocido a un chico con problemas que ha decidido alistarse en la legión francesa.
Con la promesa de destruir todos sus antecedentes ‘legales’, ya tiene preparado el viaje. (La verdad, no se si será cierto lo uno, ni correcto lo otro, y viceversa).
La Legión no destruye el pasado, que se lo digan a los protagonistas del libro, que tras años de campañaa eran obligados a cumplir el servicio militar en España.
Pues en mi nuevo curro he conocido a un muchacho que ha vuelto a España desde la Legión Extranjera (cubierto de tatuajes, supongo que durante su estancia allí).
Buenísima reseña, Maese Urogallo.
Que sirva el libro como homenaje a esos guerreros anónimos.
PD: ¿Soy el único que ve la palabra «legión» dos veces en el título de la reseña?
No eres el único…
Pamplinas lo que no ve son ardientes arenas.
¿Donde estuvo destinado Vori?
Pues no lo ha dicho, si vuelve a pasarse le preguntaré a ver. :)
Pardiez que lo imagino en la Polinesia gala
Buena reseña, Uro. Tomo nota.
Un dato curioso. Hay memoria de muchos españoles en Indochina, pero relativamente pocos en Argelia.
¿El motivo?
Posiblemente que a finales de los 50 las condiciones de vida ya habían mejorado mucho en España, y que emigrar a Francia o Alemania era mucho más sencillo.
Estimados amigos:
El próximo 17 de octubre, a las 20.00h., tendrá lugar la presnetación del libro en el Colegio de Abogados de Sevilla, c/ Chapineros. Para lso que vivais en la capital andaluza, estáis inivitados.
Un cordial saludo.
Muy interesante, tambien, este último trabajo del Sr, Mañes. Está muy bien que alguien se acuerde de estas personas anónimas, de estos héroes que, en muchos casos, no han dudado en arriesgar su vida por unos ideales y por causas que no le eran próximas, pues no todos han buscado sólo dinero.
Sr. Mañes muchos se lo agradecerán, allí donde se encuentren.
Lo que eran recuerdos del pasado se está transformando en una realidad pujante, pues la Legión va a aumentar en el próximo año sus efectivos.
El gobierno de Hollande, en sus anteriores recortes presupuestarios para Defensa, la había dejado reducida a un contingente casi equivalente al de su época fundacional en el siglo XIX.
Ahora ha dejado de ser un cuerpo militar de extranjeros esencialmente europeo para convertirse en una legion extranjera de 140 nacionalidades de los cinco continentes.