DE LA ALPARGATA AL SEISCIENTOS – Juan Eslava Galán
Amar en tiempos revueltos o Cuéntame lo que pasó. Empezamos esta reseña con estas dos series televisivas y que sean los lectores que decidan cuál le gusta más. De esa forma podremos tener media reseña del presente libro realizada, ya que Juan Eslava Galán en este ensayo hace un recorrido por la vida de los españoles desde 1952 a 1960. Siendo sincero, las dos series reflejan con gran similitud la estructura del presente libro.
El presente ensayo está estructurado en 63 capítulos cortos que hacen que la lectura se haga extremadamente rápida y amena por lo que las 422 páginas del libro se nos hacen pocas. El libro, publicado por Planeta, sigue en la línea de Los años del miedo o Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie. Personalmente creo, y seguro que no me equivoco, que el autor continuará con la saga de los años venideros hasta nuestros días, con otros libros que continuarán a este.
En la presente obra me llama gratamente la atención la gran variedad de personajes a los cuales el autor ha sabido introducir en su libro a modo de novela más que de ensayo, habiendo continuidad de su historia, haciendo un paralelismo entre los hechos históricos de la historia de España y la vida e historia de estos personajes (desconozco si realmente dichos personaje existieron). El «Chato Puertas», Nemesio «Lañador», «el censor Diego Median Jodar», «El piojo resucitado» y demás personajes que van apareciendo y desapareciendo del presente ensayo los cuales nos hacen vivir esa época a los lectores que no tenemos edad para haber estado en ese periodo de tiempo.
Los hechos que magníficamente el Sr Eslava narra en el presente ensayo los presenta de una forma descarada y sin temer a la censura de aquella época, dando la sensación permanente de vivir en el antiguo noticiario y herramienta franquista del NODO. Personalmente he llegado a ver alguno de esos documentales, los cuales nos explicaban siempre desde la perspectiva del antiguo régimen hechos relevantes que acontecían en la España de esa época. Pues bien, el Sr Eslava hace lo mismo pero con un libro y sin la censura de aquella época. Hechos tales como:
El fin de las cartillas de racionamiento cuando se acabó la miseria más negra de las posguerra y nos echamos en brazos de los americanos.
La aparición por primera vez de la Coca-Cola en España.
El fallecimiento del hermano actual Rey de España, así como la vida y desventura de la familia Borbón en su exilio luso (ni Peñafiel lo hubiese hecho mejor).
La fabricación de ese gran vehículo, el Seat 600.
La vida y desventura de esas señoras de compañía y de las casas de citas donde las mismas hacían agradable la vida a esos personajes afines y no afines a régimen después de un duro día de trabajo y donde se terminaban por arreglar los problemas de país.
Esas tardes de los españoles reunidos junto a su familias escuchando en una pequeña radio aquellos programas como «Lo que nunca muere» o «El Carrusel deportivo» o esas canciones dedicadas a nuestras novias, madres o familiares lejanos. Ese pequeño aparato junto al fútbol y la vida de alguna actriz de la farándula y el Folklore (Sara Montiel, Lola Flores, etc.) eran el gran desahogo de muchos españoles de esa época, hasta la aparición de los primeros televisores y el principio de las emisiones de Televisión Española.
La llegada de los primeros turistas con esa actitud frívola y esos pecaminosos bañadores que traían de cabeza al clero español.
El inicio de esa guerra que, según la propaganda y el gobierno de Franco, nunca llegó a existir: la Guerra de IFNI.
Y otra gran infinidad de hechos que ocurrieron en ese periodo de tiempo y que sería eterno extenderse para incluirlos en esta reseña.
Además, el libro está repleto de anécdotas divertidas, que describen cómo se vivía en aquella época. Entre ellas destaca la del gañán extremeño multado por abusos sexuales al Caudillo, el primer encuentro entre un agricultor y una turista sueca o el reciclaje de féretros.
No me quiero extender más en la presente reseña, ya que al igual que en otras hay que hacerlo, en esta solamente me queda decir que hay que leerse el presente ensayo, y esperar con ansias que la saga continúe.
Ya personalmente estaba enganchado a la serie de Cuéntame como paso, y con este libro el Sr Eslava ha hecho que me enganche a la lectura del mismo y a la posible continuidad de otros libros que continúen con esta forma de narrar la historia de España.
DE LA ALPARGATA AL SEISCIENTOS
JUAN ESLAVA GALAN
EDITORIAL PLANETA
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Buena reseña duqur. Todavia no me lo he leido, le tengo ganas. Me imagino que estara igual de genial que de de los Años del Miedo y el de Una historia de la GC que no va a gustar a nadie. Es el escritor ideal para este tipo de temas.
Felicidades por la lectura ;-)
Lo que sí debe de ser este libro es divertidísimo pues Eslava Galán escribe con ese toque irónico que da gusto leerle y te hace pasar unas horas agradables.
Gracias Duqur por aconsejarlo.
Como todos los capítulos sean igual de veraces que el titulado sobre la guerra de Ifni, que según el «historiador» nunca existió para Franco, el libro será uno más de los tegirversadores de la historia reciente de España. Que me pregunten a mi en Sevilla, en la Estación de San Bernardo, engalanada de centenares de banderas españolas, con miles de personas esperando al tren que traía a los soldados españoles combatientes en aquel conflicto, incluido los féretros de los caidos, las lagrimas de los asistentes, los cánticos, los vivas a España, etc. Lo repito, con ese titulo falso, dentro de poco podrá ser adquirido el libelo en alguna librería de lance a bajo precio. Esperaré a comprarlo.
Perdona por mi desconocimiento, Javier, pero… ¿por qué «título falso»?
Claro que existió la guerra y el autor en ningún momento dice lo contrario ahora que le interesara al régimen que los españoles de a pie supiésemos como se estaba desarrollando creo que sinceramente que no , era muy común en ese régimen sacar pecho y después esconder la cabeza, sin ir muy lejos en la historia, véase la cuestión de la famosa División Azul, héroes y villanos del día a la noche, pero bueno no es el lugar para discernir sobre este tema, como bien dice Vs y viendo que si estuvo en la citada estación en dicha época, poco le puede aportar el presente libro a su conocimientos.
un saludo
Es absolutamente inexacto considerar que la política del Régimen de Franco considerara a la División Azul, primero «héroes» y luego villanos». Sus principales mandos, continuaron exitósamente su carrera militar, y no digamos de D. Agustín Múñoz Grandes y del general Esteban Infantes. La División Azul fue integrada por miles y miles de voluntarios y sus gestas militares despertaron la admiración del propio Hitler. Luego fue sustituida, continuando la Legión Azul y posteriormente muchos voluntarios españoles se enrolaron en la Waffen SS, que al mando del Tte. Coronel Miguel Ezquerra defendieron la cancilleria del Reich incluso despues del suicidio del Hitler. Gozaron de alta estima social en España. Nunca escondieron la cabeza. Otra cosa es que España, cercada, aislada, condenada y con posibilidades de ser intervenida militarmente por los aliados vencedores ante la insistencia comunista supiese adaptarse a las condiciones políticas internacionales. Si Europa hubiese ganado la guerra hubiese sido distinto. España nunca ha escondido la cabeza, y el «sacar pecho» es la consecuencia objetiva de sus gestas militares en la historia y los reveses que puedan ser contabilizados, como cualquier otro pais, están superados astronómicamente por sus heroísmo, grandeza, y espíritu de combate. No en vano dominamos el mundo. Nunca fue ignorada la Guerra de Sidi-Ifni, pueden preguntárselo a Carmen Sevilla, que bien que bailó sevillanas con los soldados españoles. Y argumentar que el Régimen de Franco nunca quiso admitir o de ignorar el citado conflicto es falso de toda falsedad.
Coincido contigo en todo lo que dices sobre el heroismo español y las gesta universales hispanas.Me congratula que tengas esos pensamientos. ;-)
En cambio en lo referente a lo de Sidi-Ifni creo que fue una guerra, desde el punto de vista de la información, a dos niveles. El franquismo sí sabia del conflicto y la cupula que había alrededor de Franco estaba al tanto de los resultados inciertos del conflicto. Pero ante esta lucha tan desfavorable en algunos momentos los dirigentes optaron por coartar un poco la información a la ciudadanía, dandoles las noticias a cuentagotas. Por un lado se animaba a los soldados (Carmen Sevilla o Gila) y por otro se tapaba un poquin la verdad de la Guerra del Ifni.
Me encuentro en plena lectura de unas memorias donde se menciona a Miguel Maura (hijo de Antonio Maura y ministro del Interior durante los primeros meses de la República), quien en los años 50 vivía retirado en Barcelona al cuidado de su hija. Miguel Maura participaba durante estos años en tertulias de las que procede el testimonio, viniéndo como anillo al dedo la respuesta a esta entrada citando sus opiniones; al parecer de Miguel Maura, los desastres que había padecido España en los últimos tiempos (pérdidas coloniales y Guerra Civil), se debían a la personalidad intransigente de muchos de sus mandatarios, perderse más en el mantenimiento estúpido del honor y de la gloria, y menospreciar la capacidad de interlocución y diálogo que hubo en muchos momentos para solucionar racionalmente los conflictos. Por lo visto, todavía no acabamos de aprender.
Hombre… yo al honor, y más si es español, no lo considero estupido.
Durante la 2ªGM la información que los gobiernos beligerantes transmitían a sus ciudadanos, estaba condicionada por el interés estratégico y la moral ciudadana, necesarias para conseguir la victoria sobre el enemigo. Curiosamente este aspecto «discreto político» se dio más frecuentemente entre los países aliados, muy democráticos ellos y menos en los paises «fascistas», que entendian de modo radicalmente distinto los factores necesarios y útiles para la movilización popular, aunque resulte algo paradójico. Se mintió más entre los aliados que entre las fuerzas del Eje, por consideraciones varias. Fueron silenciadas muchas derrotas y aireadas muchas victorias. Es normal. En el caso que nos ocupa no me consta que los españoles no supiésemos, con carácter general y sin entrar en detalles específicamente militares, qué circunstancias favorables o desfavorables concurrían en el conflicto de Sidi.Ifni. Mi opinión es que nos encontrábamos perfectamente informados a excepción de las consideraciones de carácter táctico o estratégico que suelen obedecer a circunstancias determinadas y en las que incurren todos los paises del mundo en cualquieras de los conflictos en que se ven inmersos. No son pues, esas «apreciaciones», esos «silencios», esas «ocultaciones», caso de que existiesen, adjudicables a las características «dictatoriales», del Régimen de Franco. Me ratifico en el relato anteriormente detallado al que asistí siendo muy niño. El enunciado del capítulo es como mínimo, desafortunado. Pero para no alargar «ad aeternum» estas discrepancias histórico-políticas doy por zanjado este asunto, por mi parte, con la debida consideración y respeto a las opiniones no coincidentes con mis puntos de vista. Un saludo cordial.
estoy viendo que esto está tomando otro cariz en el cual ni quiero entrar, ya que si empezamos a relacionar churros con meninas, apaga y vámonos este apartado de la pagina es para hacer una reseña sobre el citado libro no para hacer exaltaciones políticas de imperios perdidos, de exaltaciones como las de Una, grande y Libre, (algo ya caduca) y comentarios sobre comunistas, fascistas y otro animales (dícese ss, waffen ss o nazis).
El que le guste que compre el libro y al que no pues que siga en su mundo de imperio y grandeza.
Por lo tanto aquí acaba mis comentarios y si el moderador de la pagina ve oportuno que vaya cerrando.
Duqur, puedo haberme perdido en el debate pero no veo ese cariz al que haces mención. Creo que la conversación se está llevando dentro de un orden, ¿no?
¿churros con merinos?….
No te enfades duqur, creo que el tema se ha desvirtuado y torcido, desde la entrada de Campusetus, sin entender el motivo. Tu reseña esta muy bien, de verdad. No entiendo como alguien ha podido comentar asuntos que parece que no tienen mucho sentido con el libro reseñado.
Dont worry, felicidades por la lectura ;-)
efectivamente pero los nervios y ver que esto se iba de madre me hizo poner dicho error si no me equivo es “no confundir churras con merinas”, en relación a dos clases de ovejas.
un salud
en cuanto a cariz que mencionas Javi efectivamente todavia no se ha salido de orden, pero te puedo comentar que por mi experiencia como moderador en otros foros (el gran capitan), al final acaba mal, pero por mi parte nada, todo sigue como siempre un abrazo
Perdóneme Duqur, no he querido molestarle. Lamento profundamente que mi libertad de expresión le lleve a perder los nervios. Calma desconocido contertulio. Me permito indicarle que tan solo he relacionados algunos ejemplos que estimo pueden corroborar mi opinión sobre el mencionado libro, sin perder nunca el sentido de poder basarme en posibles errores o desconocimientos históricos, y que caso de producirse presento las debidas excusas. Pero son expuestos sin ánimo de insultar ni menospreciar a ningún lector o participante. Su último comentario está redactado de un modo algo dictatorial, ¿no?; suena a ultimátum, algo intolerante diría yo. ¿Si te gusta lo compras y si no te callas?. ¡¡Moderador a cerrar!!. Muchas veces denunciamos lo que en el fondo somos. Por ultimo, debería de leer su comentario primero y comprobará que el inicia los ejemplos «alejados» del contenido del libro es usted. Yo no. Me dió usted pie a ello. Fue usted el primero en utilizar ejemplos (la División Azul) inaugurando la carpeta de «churras y merinas». Otrosí digo: Combatamos como caballeros y no empleemos descalificaciones a personas que tan solo exponen de forma cordial su punto de vista, aunque en algunos casos no sean «políticamente correctos». Verá que no comento el libro, tan solo me permito expresar mi sorpresa por su desafortunado comentario. No se me enfade usted ¡Por Dios!.
Aceptadas y solicitadas por mi hacia su persona
sin mas un saludo.