Foro de Hislibris

[Balbo]

Mabel, me mola tu avatar de campanilla. Pero ten cuidado que la excelsa obra de Barrie, J.M. (1860-1937), "Peter Pan" esta considerada como una obra muy compleja para adolescentes y si la leen puede derretirsele el cerebro. Lo mejor es darle las novelas de Stephanie Meyer y compañia o el "Hola" revista cultural donde las haya.

De nuevo y sin animo de asustarte, tu avatar es chulisimo. Estoy pensando ponerme uno con movimiento, a ver si consigo encontrarlo.
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Viento del Este y niebla gris anuncian que viene lo que ha de venir (Mary Poppins)

[Koenig]

Oida la pisada Balbo.

No tengas mis post en cuenta.

Un saludo.
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Tarde o temprano, tenía que volver. ¡Gracias!

[Aretes]

Recuerdo Tarzán, según mi padre, el mejor libro para una niña. Unos lo leyeron, otros no.

A mí se me atragantó desde el principio y concluí que los gustos de mi padre eran opuestos a los míos.

El año pasado descubrí El asirio en un estante de su biblioteca.
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Lo que más necesitamos en la vida es gratis y, además, no tiene precio

[mabel]

[Balbo]

A mi me daban todos los clasicos de la literatura que podían y sobre todo muchas pequeñas biografias de personajes historicos. (empece a leer a los clasicos grecolaticonos con 7 años, no es un farol). Buen alimento, ñam ñam
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Viento del Este y niebla gris anuncian que viene lo que ha de venir (Mary Poppins)

[cavilius]

Pues yo de jovencito sólo leía cómics. Bueno, no sólo pero casi.
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Otros pueblos tienen santos, los griegos tienen sabios.
Friedrich Nietzsche
La vida solo puede ser comprendida mirando atrás, pero solo puede ser vivida mirando adelante.
Søren Kierkegaard

[Rodrigo]

A propósito de Rushdie: no consideraría un horror 'Los versos satánicos', que de hecho no me gustó ni pizca, pero sí 'El suelo bajo sus pies'. Creo que ni Isabel Allende plagia tan descaradamente a García Márquez como Rushdie en esta novela. Y es tan insulsa...

[Atilio]

Creo que, antes de ser "buenos lectores", hemos de ser "malos lectores."

Que cómo lee el mal lector

1. En primer lugar, casi nunca sale del texto narrativo, siente una gran necesidad por “los hechos”, no se atreve a enfrentarse a la lírica o al ensayo. Sus neuronas vagas no logran concatenar más de dos reflexiones filosóficas y tiene miedo al poeta. Le aburre el ensayo, le abruma la lírica y desconoce el teatro. Acaba cansado y no pasa de tres párrafos.
El mundo actual en el que nos movemos está constantemente enviando información, la sobrecarga de noticias es tal que va influyendo sobre el receptor. Éste necesita saber hechos: lo que le pasó a tal persona en tal momento, a quién mató, por qué lo hizo, con qué y cómo… El receptor indefenso no nota la droga venenosa entrando en su cerebro y poco a poco le crea una dependencia. Ya, salvo por obligación, no lee otra cosa que narrativa.

2. El mal lector no tiene oído. Cuando lee, sólo mueve los ojos de un lugar a otro del papel, posa su mirada sobre cada palabra, sobre cada letra. Sólo lee con los ojos. No es capaz de distinguir la mejor de las rimas con la peor de las prosas, no sabe lo que es una cacofonía y cuando lee en voz alta se le traba la lengua y no da la entonación correcta.

3. Además de faltarle oído, no es sensible al buen estilo. No se hizo la miel para la boca del asno. El mal lector cuya dieta sean las historias de piratas no saboreará “la Isla del Tesoro” de Stevenson. El mal lector de ciencia ficción no apreciará la diferencia de “Primeros hombres en la luna” de Wells con el resto. Encajará a Jane Austen en historias románticas, a Poe en novelas detectivescas o a Tolkien en mera fantasía.

4. Se inclina hacia las narraciones con elemento verbal mínimo. Huye de las grandes parrafadas, de las grandes descripciones, de la ausencia de diálogo, de la falta de dibujos o fotos, de las doscientas páginas que se le hacen costosas.
Ya no sólo pasa con los libros. En las películas quiere que haya menos diálogos, más acción, más música, menos paisajes, más gente, más ruido… Que los cuadros sean como fotografías. Lee con chismes en los oídos que le hace imposible conocer, comprender e imaginar lo que lee.

5. El mal lector quiere que siempre esté sucediendo algo. Le guasta el pretérito perfecto simple: robó, mató, salió, volvió, dijo, hizo…Odia el detalle, la lentitud del texto, necesita rapidez, necesita que le cuenten cosas en todo momento, que el libro le bombardee de hechos.

6. Carece de imaginación. Tanto de imaginación atenta y obediente para reconstruir en su mente ese lugar, ese sentimiento, esa persona, como de imaginación fecunda para pensar en la situación que se le dice a través de pocas palabras.
Si por ejemplo lee acerca de un jardín, y el autor describe perfectamente el mejor de los jardines, el mal lector no será capaz de imaginárselo con todo detalle, como el autor se lo describe. Esto sería una carencia de imaginación atenta y obediente.
También, si el autor escribe: “y llegó al jardín”, el mal lector, carente de imaginación fecunda, no pondrá en su mente un jardín como en el que se encuentra el personaje.

7. Carece de interés por las palabras. No paladea el léxico que el autor le propone. Toda la riqueza de vocabulario que el libro contiene pasa por el lector sin que le empape. Por más que lea siempre utilizará su diccionario con escasas mil palabras que repite a lo largo de sus conversaciones.
Además, no ve ese léxico como algo útil para degustar mejor el libro, como una petición del autor que le deja una herramienta para sacar más punta, más rendimiento al libro. Luego, pretende juzgar el libro a través de sus palabras, como intentando mirar un cristal en vez de mirar con él.

8. El mal lector selecciona los hechos, al igual que el oyente selecciona la música para tararear la melodía.
En primer lugar le gusta lo emocionante. Todo aquello que le meta adrenalina en el cuerpo y así no despegue los ojos del libro. Poco a poco se va abstrayendo del mundo y sus pies despegan del suelo, temiendo volver a pisar la tierra y regresar a su cruda realidad.
Después, posee una curiosidad extremada, necesita saberlo todo. Cuanto más le cuenten sobre tal personaje o tal otro, mejor.
Por último necesita hechos en los que él pueda meterse como actor principal, en los que pueda participar. De este modo olvidará su propia vida, su biografía, llena de fracasos, y verá en su nueva historia a un hombre mejor de lo que ahora es.

9. Con toda su mala forma de leer, nos preguntamos: ¿Para qué lee el mal lector si no lo sabe hacer? Quizás la respuesta sea para olvidar la cruda realidad, para huir de su rutinaria y vaga vida, para escaparse de su maldito jefe, para ocultarse de sus propias miserias, para negar lo desgraciado que es…

Juan Pablo Serrano

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El lector -como la mujer- ama más a quien le ha engañado más.

Greguerías.

[Atilio]

[Koenig]

Gran texto el tuyo Atilio, que demuestra una gran verdad. No hay lectores perfectos.
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Tarde o temprano, tenía que volver. ¡Gracias!

[Koenig]

[Castro]

La verdad es que El perfume es uno de mis libros preferidos: la idea me pareció muy original, lo del tipo que podía identificar millones de olores... y luego algunas escenas, todo lo de la fabricación de perfumes... a mí me gustó mucho, y de hecho lo he leído varias veces, en castellano y en catalán.

Sobre vampiros, Drácula me decepcionó, se me hizo pesado el estilo, los fragmentos de diarios, las cartas... la verdad es que me esperaba una novela típica. Sobre estos temas, sí que me gustó mucho El misterio de Salem's Lot, de Stpehen King. Uf, y para qué hablar de la serie (la de James Mason y David Soul); creo que la escena del niño volando toqueteando la ventana será una de las escenas que pasarán por mi mente en mi lecho de muerte... xD

[Anraman]

¿eso es tuyo, Atilio? Está muy bien. Aunque no es muy políticamente correcto, que digamos. Se me ocurren unos cuantos que pueden acabar echando espumarajos si lo leen, en estos tiempos en los que se identifica tanto la calidad literaria con "lo que a mi me gusta".

También me ha gustado eso de "antes de ser "buenos lectores hemos de ser malos lectores".

[Atilio]

No, aunque podría suscribir cada una de sus letras. Es un texto en el que últimamente he estado pensando.

Eso de "antes de ser buenos lectores hemos de ser malos lectores" es, ésa sí, la conclusión que yo he extraído a partir del texto.

Con sinceridad, Anraman: es lo políticamente incorrecto lo que busco, si es que se ejerce desde el respeto, etc.
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El lector -como la mujer- ama más a quien le ha engañado más.

Greguerías.

[Atilio]

Borricas burradas

El Observatorio Nacional de Fauna y Antropología (sic) ha determinado que, la de los burros, Equus asinus, es una especie en peligro de extinción. Las causas determinantes de su vulnerabilidad y próxima desaparición de este mundo giran en torno- según el ONFA- a los increíbles y desproporcionados esfuerzos a los que se les sometió a lo largo del siglo pasado. Sin embargo, recientes estudios de campo llevados a cabo por la Facultad de Burrología de la Universidad de G... en el IES [X], han demostrado la inexactitud de estas declaraciones. “Los miembros de esta insigne especie, lejos de disminuir, aumentan a fuerza de roscos y, de esfuerzo, ni sombra”- son las palabras del Dr. En Burrología, Ernesto Asno Cifuentes. “A todo esto- añade- se une una preocupante inmunidad a la vacuna que hasta el momento se venía utilizando: las calabazas.”

El problema al que nos enfrentamos es grave: Por un lado, una ignorancia supina. Por el otro, una falta de interés y una pereza absolutas. ¿El resultado? Una ignorancia borrica. Se diría que la zanahoria que actuaba a modo de aliciente en brutos y demás ha dejado de ser apetitosa para las actuales especies, el Homo borricus borricus y el Homo asinus ansinus. Aquello de que la ignorancia da la felicidad y de que no podemos buscar saber lo que no sabemos que ignoramos parecen haberse convertido en máximas y, como son palabras de Platón, ni sombra de discusión, no vaya a ser que este señor que no se sabe ni quién fue se remueva en su tumba, que quién carajo sabrá dónde está.

A toda esta preocupante proliferación de burros se une la soberana estupidez de los señores ministros quienes, lejos de emprender la erradicación de la especie a golpe de calabazas, se compadecen en vano de los pobres borricos, colgándoles la zanahoria más al alcance del paladar, no vaya a ser que los pobrecillos se desnuquen en el intento.

Sin embargo, mejor lo dejamos ya, que con tanta ONG suelta quién sabe si todo quisqui me denunciará por pretender la extinción de tan venerable especie. Así que, con toda suerte de rebuznos, logro poner el punto y final, advirtiendo a los poco precavidos que, a mí, ni burrada, que a rebuznos y roscos nadie me gana.

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El lector -como la mujer- ama más a quien le ha engañado más.

Greguerías.