Foro de Hislibris

[molin]

Me parece un relato en el que se contextualiza muy bien el renacer mortecino de la vida después de una catástrofe. El final resulta emocionante, con el pasado guardado, que posiblemente el futuro rescate: daría juego para otro relato

[Lucie]

Hace tiempo que leí este relato y hace tiempo, también, que está dentro de mi grupo de favoritos en este concurso. Han llegado muchos nuevos desde entonces, pero ahí sigue, resistiendo, como sus personajes. Hoy volví a leerlo para poder comentarlo, más allá del poso que había quedado de mi primera lectura.
Un relato bien escrito, con un ritmo pausado, sin estridencias pero con el suficiente trabajo en la narrativa para atrapar al lector con sus alternancias entre el presente y el recuerdo, en pasado, con sus diálogos bien medidos para darle aire al relato. Unos diálogos para mí realistas. Es cierto, hay diálogos que suenan muy de aquí, pero tampoco hablamos alemán, también ellos hablarán con sus "palante" o expresiones similares. En este caso, por lo tanto, destaco la naturalidad de esos diálogos que dan aire al conjunto de la narración para llamar al lector y mantener a flote su atención.
Si nos adentramos dentro del relato, está lleno de intención. El título le va como un guante, una metáfora, tal como se ha dicho, de la reconstrucción de cada uno de los personajes, de esos duelos multiplicados, el de una vida pasada anhelada, una ciudad en ruinas, amores truncados por la guerra y profundas heridas reales o figuradas, en los propios personajes, en el ambiente o el paisaje.
En el relato se dice mucho con una multitud de pequeños detalles, como semillas plantadas que van floreciendo en medio de tanto gris y miserias. Veo los trenes que pasan, las oportunidades perdidas, la amargura de la chicoria etc. Me llamó mucho la atención el personaje del intelectual, ese posible amor incipiente que Erna se niega a si misma, simbolizados por esos guantes primero enfundados y luego devueltos de forma apresurada y nerviosa.
Tenemos el duelo asumido, con la señora Weis, frente al duelo de Erna que al portarse voluntaria para la reconstrucción, en su caso, el desescombro, se esfuerza por asumir su mundo destruido, con sudor. Cuando leo acerca de Erna, siento las lágrimas ya secas de tanto haberse vertido.
Con respecto a la trama del marido, quizás fuera innecesaria, o quizás no, pues nos muestra otra reconstrucción y nos permite ese final abierto en el que quizás, cuando por fin Erna consigue lamerse las heridas y pasar página, la sombra de su marido vuelve a hacerse presente. Coincido con otros comentaristas, en el hecho de que este relato podría haber dado lugar a un final más rotundo (ni más feliz o infeliz sólo más rotundo) para terminar de redondearlo, un último golpe en la boca del estómago, aunque eso, no deja de ser una elección personal de Penélope yno lo mueve de la parte alta en la que se encuentra junto a un puñado de relatos más.
Muchísimas gracias por compartirlo.
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Quidquid latine dictum sit altum videtur

[Pero Lopez]

Época: Posguerra IIGM, Berlín, Alemania

Forma: Bien el lenguaje, el tono lacónico ayuda a describir el ambiente de posguerra.
“se levanta y sale a recoger los pedazos de su ciudad.”: Buenísima frase.
“Hay que tirar para alante": término cañí.


Estructura: Va narrando la vida de la protagonista en su ciudad destruida, la búsqueda del marido desaparecido, con flashbacks sobre su vida anterior.
A mitad del relato da un chispazo de un enfermo, ¿será el marido al que espera Erna? Buen recurso para mantener la tensión.
El final es tan melancólico como todo el relato. El lector mantiene la esperanza de que los protagonistas se reencuentren, todos los pasos parece que avanzan, pero no ocurre, o al menos en este relato. ¿Qué será de Erna, por fin decidida a pasar página y aceptar la muerte de Paul? ¿Aceptará al intelectual? ¿Y Paul? ¿Volverá a la vida consciente, quizá ayudado por la enfermera pecosa? En la tristeza del fin del relato, nace un brote verde: reconstrucción. Ahora entiendo el título del relato. Genial, autor.

Personajes: Erna, Paul, su marido; la señora Weiss. Y Berlín destruido.

Tema: El desgarro de la posguerra, de todas las posguerras. Y la vida que a pesar de todo, continúa. Reconstruyéndose.

Comentario final: Relato completo, redondo, melancólico, con un punto final amargo pero con una tímida luz de esperanza para dos seres tan vapuleados. Y en el medio da unas pinceladas del fresco de la Alemania nazi que originó todo aquello.
Me ha gustado MUCHO. ENHORABUENA, AUTOR.
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“Pues has de saber, querido Sancho, que el lector es un pájaro etéreo, caprichoso e inconstante, y hay que atraerlo con miguitas de pan para que lea, y a veces, ni aun así”.

Autor, valoro tu esfuerzo. Mis opiniones son mías, y por tanto, subjetivas.

[Likine]

Relato muy bien escrito en el que destaca, a mi modo ver, la minuciosidad en detalle del ambiente exterior de derrota y fracaso general, e interior del personaje principal hasta el momento de la decisión que cierra el texto. Incluso, ese final tan abierto me gusta. De hecho, son los finales que suelo preferir, pues enriquecen el resultado final y dan una nueva vida al relato, después de finado y muerto el texto.
Quizá queda algún cabo suelto o no suficientemente explicado y la introducción del soldado absorto es demasiado tardía, pero en conjunto me ha gustado bastante.
Felicitaciones, autor. Por cierto, está bien elegido el pseudónimo, desde luego, aunque al final y en este caso parece que Penélope se cansa de esperar a Ulises.
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«¡Somardonería o Barbarie!»
Proverbio aragonés.

«Si quieres llegar rápido, camina solo; pero si quieres llegar lejos, camina acompañado.»
Proverbio masái.

[Tigrero]

Hola Penélope.

Tal cual la verdadera cara de la guerra. No digamos la de la "carnicería", sino la de la monotonía sin tregua de la desesperanza que lucha contra el ahelo más profundo, viendo los días arrastrarse y tratando de recojer los "pedazos de ciudad" esparcidos en el suelo y en alma.

Buena narración. Pero creo que has podido limpiar más... ¿"desencombrar" se dice?... tal cual la Berlín de la post guerra, pues la siento demasiado densa para mi gusto de lector de cuentos. Por esta causa, y por el paralelismo de dos personajes, es que siento el relato más como una novela corta que como un cuento.
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Si no lo escribes...no pasó.

[Hatshepsut]

Bonito y triste relato, plagado de sentimiento y de esperanza. La espera día tras día, una y otra vez, contra viento y marea. El pobre soldado desmemoriado que será su marido pero que como si no lo fuera. Todo lo sostiene bien la pluma de esta Penélope. Me pareció muy bien llevado para contarme lo que rodeaba a ese Berlín, al que era antes, al que es ahora y al que será, día a día, incluso ella termina quitándose piedras también, no solo de la calle sino de su vida y echándolas a la basura, como el avión que con tanto mimo guardaba. Este sí que quiero votarlo, pero no puedo garantizarlo.
Gracias por compartir tus relatos con nosotros. Suerte en el concurso.
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El primer paso de la ignorancia es presumir de saber. Baltasar Gracián

[Graj]

Una joven acude cada día a la estación de tren en el Berlín de la posguerra para esperar el regreso de su marido combatiente.

Un relato precioso, autor/a, escrito con sensibilidad y tablas. Me gusta mucho el tema de la posguerra alemana, sobre todo porque la mayoría de relatos de la época se centran más en la guerra que en lo que vino después. No puedo imaginar lo terrible que tuvo que ser la espera, la miseria, los racionamientos y la incertidumbre de los familiares desaparecidos. Y los escombros, un elemento silencioso pero muy presente en tu relato. La idea que planteas es muy buena, el conflicto entre la esperanza incierta y la voluntad de seguir adelante. Además, está muy bien estructurado, no intentas resolver todos los puntos del relato (como el origen del Intelectual, o la posible recuperación de Paul), porque no hace falta. Es una narración perfecta en su desarrollo, enhorabuena.

El estilo me ha parecido perfecto, descriptivo sin resultar engolado. Logras meternos en la atmósfera, el frío, la desdicha, la ciudad destruida... Y además, está bastante cuidado en cuanto a las formas. Un texto tan limpio se agradece.

Gracias por compartirlo y buena suerte, aunque seguro que no la necesitas
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Yo amo a la humanidad. Es la gente lo que no soporto.
Linus Van Pelt

[Torka]

En conjunto el relato me ha gustado, aunque me ha dejado alguna incógnita y eso no me agrada demasiado, más bien nada. No entiendo que intención tiene la escena en la que el posible Paul parece que vuelve en sí mismo y hable, para después dejar el hecho en el aire, pues vale, hoy anochece y mañana amanece, estupendo. No me gusta tener que teorizar con la posibilidad de que haya recuperado la memoria y de ahí el final de Erna dirigiéndose al registro donde le darán cuenta del desaparecido. Por lo demás el relato usa un lenguaje calmo, suave, triste y resignado que fluye sin problemas y que no te cuesta nada seguir con cierto interés. Como no ocurre nada durante todo el relato, cuando digo nada me refiero a ningún tipo de sobresalto, acción o cualquier cosa que te saque del sopor que barniza el trabajo, la historia termina por quedarse un poco plana para mi gusto. Creo que es un buen trabajo. Un saludo y suerte.
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Mientras arropaba a su pequeño hijo invidente, la tierna mamá le susurraba al oído.
-Si no te portas bien, mañana cambio los muebles de sitio.

[La Guaricha]

Penélope, me gustó mucho tu relato sobre la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, la reconstrucción de Berlín, pero esperaba más, se cortó, sin ningún final. Me hubiera gustado saber qué pasó con Paul. Relata parte de la vida de Erna, Paul y el trabajo que ella realizaba de limpieza de ladrillos, que se desarrolla de forma muy corta en el relato y que al parecer es la idea principal. Los personajes secundarios me gustaron también.
A mí me pasó lo mismo que a Ricardo, Corazón de León, en esta parte:
“Pese a esto no me he enterado de lo que pasa o sucede cuando sale Erna del cine, no sé a qué se refiere lo que se cuenta de un escaparate
y la señora preguntando un precio. No tengo ni idea. Pienso que será algo de la película que ha visto Erna, que yo no conozco. Tampoco sé
dónde está el soldado, aunque para lo que sale, sin cerrar su historia, me da igual.”

Gracias por compartir tu relato.
¡Suerte!

[DJuank83]

Autor(a), a ti te envié mis 10´s.

Este fue el comentario que envié al guardián:

Tiene una idea fija, pero el desarrollo tiende ser pantanoso y ello porque le sobran frases, ideas y precisiones que el lector puede inferir con la información ya dada. Ello desluce la trama, pero, especialmente, la tensión.

Adelante, no todo está dicho y lo mío es solo una opinión más.

[Lucie]

¿Nadie se pasó aún por aquí?

Enhorabuena por este pedazo de relato y su segunda posición final. Uno de los que estuvo bailando entre mis 5 primeros para acabar de cuarto (podría haber usado la solución de Clark Gable y lanzar una moneda al aire porque me costó mucho decidirme) . Un gran relato desde luego. ¡A ver si nos dices quién eres!
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Quidquid latine dictum sit altum videtur

[Likine]

Grandísimo relato con una atmósfera personal opresiva. Felicidades, autor.
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«¡Somardonería o Barbarie!»
Proverbio aragonés.

«Si quieres llegar rápido, camina solo; pero si quieres llegar lejos, camina acompañado.»
Proverbio masái.

[CristinaCM]

Reconstrucción es el mío.

Hay dos porqués en el germen de este relato.

Uno.
Vosotros, compañeros hislibreños. Como sabéis, participé en la décima edición con unos cuentos muy breves. Antes no había escrito nunca y el paso por el concurso (todo lo que aprendí aquí, todo lo que me enseñasteis) me alentó a hacerlo. Me propuse presentar uno o dos largos a la edición siguiente, pero distintas circunstancias personales no me permitieron ponerme a escribir durante bastante tiempo. Al final, hice este relato para el año pasado. No lo llegué a mandar, lo descarté y más adelante, al ver que no iba a terminar el otro que estaba preparando para esta edición, lo repesqué.

Dos.



Muchas muchas gracias a todos los que os tomasteis la molestia de comentar mi relato. Y al jurado, que tan generoso ha sido con él. Por cierto, me ha gustado mucho que el ama de llaves y don Jorge Luis pusieran a Otto Dix para ilustrarlo.

EDITO para ampliar las imágenes.

[Torka]

Enhorabuena, Cristina. Un merecido premio. Saludos.
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Mientras arropaba a su pequeño hijo invidente, la tierna mamá le susurraba al oído.
-Si no te portas bien, mañana cambio los muebles de sitio.

[Garnata]

¡Me alegro mucho CristinaCM! Precioso, precioso relato de verdad. Una auténtica reconstrucción.
¡¡¡Enhorabuena!!!
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La montaña es mi poesía- Guido Rey