Foro de Hislibris

[soyelbala]

Bravo, Anacaona, con las prisas que tengo y me has hecho leer tu relato dos veces. Es sencillamente magnífico. Dos historias aparentemente inconexas que se van entrelazando conforme llega el final. El uso de tres narradores en un relato de esta envergadura es toda una osadía que tú has resuelto sin problema alguno. Me parece un acierto entrar en la cabeza del rey y narrarlo en primera para que lo sintamos más de cerca todavía.

Es sin duda una historia muy bien tejida. Sin embargo, he probado a leerlo por encima una tercera vez saltándome la parte en la que narra el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo y el relato, ni pierde fuerza ni información importante, porque ya estableces el interés de Blas por el oro del volcán en el primer párrafo. Creo que podrías haberte ahorrado esa parte y el relato habría quedado aún mejor.

Entra de lleno en mi lista de votos.

Enhorabuena y suerte.

[CristinaCM]

Me gustó mucho, Anacaona. Lo leí hace ya unos días y, por un error, no guardé las notas, pero recuerdo bien las sensaciones.

Veo sensibilidad, muy buen estilo, una prosa visual y sensorial (qué bien empiezas, por cierto, con el padre al que le duelen las posaderas y el volcán de fondo), además de una mano que no tiene miedo a detenerse en los detalles. Los personajes se hacen reales y la cotidianidad está muy bien plasmada. Me encantó que la reina hablara portugués en la cama y que le hiciera comer mermeladas a su marido, je, je. Me llegó el dolor del rey. Tal vez, en la narración en primera persona, me pareció un poquito demasiado poeta en algún momento, pero ¿por qué no?

Me parece bien la estructura, no tan habitual en un relato corto, con dos líneas de trama que van alternando (y distintos tipos de narrador, además, en primera y tercera) para converger al final con la propuesta de Isabel y la decisión del rey. Eso sí, recuerdo que apunté que tal vez sería mejor contar esa parte desde la perspectiva de un personaje (o dos) y no de tres. Pensé que había mucha gente ahí, lo que no favorecía la fluidez de la narración en un relato breve ya dividido en dos.

También me di cuenta de que usas tres veces la palabra delicada en referencia a la reina (un gesto suyo, un beso, etc.), está claro que para construir el personaje. A lo mejor es algo muy medido y pensarás «¿qué dice esta?», o a lo mejor es uno de esos detalles que uno mismo no ve hasta que no llega una lectora pedante a decirlo. Se trata, por supuesto, de una minucia que solo te comento por si quieres valorarla. Yo creo que ya muestras bien que la reina es delicada.

Enhorabuena y mucha suerte.

[CristinaCM]

Cuando dije «esa parte» (en «mejor contar esa parte desde la perspectiva de un personaje (o dos) y no de tres»), quería decir la parte del volcán, donde aparecen don Blas, Gonzalo y fray Tomás de Berlanga. Me acabo de dar cuenta de que no se entendía. Las prisas...

[Pero Lopez]

Época: América central, Toledo, s. XVI.

Forma:” una niña cuando comenzó al servicio de la señora Catalina, se ha hecho mujer, y avariciosa”: suena rara esta frase.
Por lo demás bien escrito.

Estructura: Primera parte: el fraile. Segunda parte: el cronista. Tercera parte: el emperador. Cuarta parte: el obispo. Quinta parte: la muerte de la reina. Después vuelve a evocar a la reina y al emperador.

Personajes: fray Blas del Castillo; Gonzalo Fernández de Oviedo;

Tema / Trama: Narra las andanzas de fray Blas del Castillo, del cronista, de Carlos emperador arrancándose los pelos de la nariz y amando a Isabel de Portugal; después sale fray Tomás de Berlanga, y el emperador llora de forma lírica la muerte de su amada esposa; luego vuelven a aparecer juntos y el emperador piensa que el oro que promete Blas puede resolver sus problemas financieros.

Comentario final: Bien escrito, lenguaje ajustado a la época, buena estructura. Un poco larga la escena de la depilación, aunque le veo el sentido cuando él la evoca a ella al encontrar la pinza. No le pillo el sentido a la historia hasta el final cuando enlaza las tramas de Castillo y el emperador, pero el final es algo decepcionante. Anacaona, me ha gustado sin encandilarme.
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“Pues has de saber, querido Sancho, que el lector es un pájaro etéreo, caprichoso e inconstante, y hay que atraerlo con miguitas de pan para que lea, y a veces, ni aun así”.

Autor, valoro tu esfuerzo. Mis opiniones son mías, y por tanto, subjetivas.

[McFarlane]

Me ha encantado la parte en que se retrata la relación entre Carlos e Isabel, auténtica en contraste con lo que era común. Los detalles como el de las pinzas humaniza al emperador y su dolor. Me sobra la aventura del volcán, que fue algo anectódico, y las voces del cronista y del dominico, no sé, opino como otros que ambas tramas no casan. Quizás podrías, autor/a, pensar en dos relatos diferentes, o que la segunda trama ligara con la estupenda parte de los afectos reales.

[Aristides]

Relato acerca de Carlos V, su esposa y un volcán que podría tener oro en su interior.

Interesante y muy bien escrito relato. Se lee con facilidad. No se advierte la conexión entre las dos tramas hasta el final. Me ha gustado mucho, sin ser de mis favoritos del certamen. Lo tendré en cuenta por la calidad de la prosa y lo entretenido de la trama.

[CristinaCM]

Lo siento. No sé qué decir. Pensé que este magnífico relato no tendría problemas en pasar; es más, pensaba que te iría muy bien con el jurado.

Te di nueve puntos, pero lo peor de todo es que en esa tarde loca previa al envío de votos, en que cambié no sé cuántas veces las posiciones de mis favoritos favoritos (la repetición es intencionada), tu historia estuvo un buen rato con un puñado más de puntos que te hubieran venido muy bien. Lo siento de verdad. A mi modo de ver, este relato tiene uno de los mejores estilos de la edición. Y tu Carlos no se olvida fácilmente.

[Estrella helada]

Diez te di yo y también estoy apenada y también pensé que no tendrías problemas en pasar el corte.
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No dejes que la verdad se interponga en una buena historia. (T.C.)

[lifevest]

Otro relato bastante bueno que no pasa el corte.

La democracia es lo que tiene.
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No hay viento a favor para quien no sabe dónde va.

[Aldo Stukamaro]

Y 9 puntos le he dado yo. Con los de Cristina y Estrella ya son 28. Lo que quiere decir que debemos ser un pequeño puñado los que lo votamos. Y más a tenor de los comentarios recibidos, donde la mayoría quedaban encantados. Entre ellos destaca el de DJuanK que recuerdo bien y decía:

"Todo en este relato reluce un verdadero dominio de la prosa, es excelso, tanto que no voy a decir más sobre este aspecto para no terminar endiosando a su autor(a).
¿Cuántas decisiones de Estado no se han fraguado en la intimidad de un cuarto?, ¿en un desayuno?, ¿mientras se toma un baño? Creo que todas, incluida la absurda búsqueda del oro del cura en un volcán por el solo hecho de que mi amada, que se hace doblemente amada luego de fallecida, me lo ha sugerido a través de en un juego de palabras.
Excelente."

Vamos que, DjuanK, con este comentario debe haberle dado 15 puntos. Salvo que... ay, Anacoana, ya quiero saber quién eres.
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"Piensa mejor en lo que vales y no en las excusas en las que otros se escondan. No son relevantes para ti. Sigue sembrando y olvídate de la cizaña; pódala, que no vale ni para compost"

Proverbio Hislibreño

[Graj]

Y súmale 11 que se llevó de mi parte. Ha sido una sorpresa no verlo pasar el corte, la verdad, pero es que había muchos relatos cortos de calidad en esta edición.
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Yo amo a la humanidad. Es la gente lo que no soporto.
Linus Van Pelt

[Pero Lopez]

A mí este relato me gustó pero no me emocionó. Mis votos no llegaron para él.

Comentario final: Bien escrito, lenguaje ajustado a la época, buena estructura. Un poco larga la escena de la depilación, aunque le veo el sentido cuando él la evoca a ella al encontrar la pinza. No le pillo el sentido a la historia hasta el final cuando enlaza las tramas de Castillo y el emperador, pero el final es algo decepcionante. Anacaona, me ha gustado sin encandilarme.

Sin embargo, Diana a mí me gustó mucho, lo voté y no pasó. Es lo que tiene que cada cual tenga sus gustos y reparta sus votos a su manera.
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“Pues has de saber, querido Sancho, que el lector es un pájaro etéreo, caprichoso e inconstante, y hay que atraerlo con miguitas de pan para que lea, y a veces, ni aun así”.

Autor, valoro tu esfuerzo. Mis opiniones son mías, y por tanto, subjetivas.

[Ricardo Corazón de León]

A mí, con independencia de mi comentario, no me gustó mucho este relato. Lo de los pelos y tal es realista y todo lo demás pero a mí me da un poquito de asquete. Y lo del oro del volcán es que con la iglesia hemos topado... otra de sus sandeces. No son mis temas favoritos, por muy bien escrito que esté.
Lamento que se quedara fuera de la selección, pero eso nos pasa a muchos. Yo también voté por Heracleida, La puerta de salida y Fuego en Hieracómpolis, como de los mejores y no entraron, mientras yo consideraba que no faltarían en la parrilla final.
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¡Estoy horrorizado! No sé si el mundo está lleno de hombres inteligentes que lo disimulan... o de imbéciles que no se recatan de serlo. M. Brickman.

[Ricardo Corazón de León]

En cualquier caso, te felicito porque obtener casi 60 votos es muy buena noticia. Piensa en todos los que han votado este relato, muchos de ellos ya lo han expresado aquí. Y aunque yo no sea uno de ellos, eso es quedarse a las puertas. Ha habido muchos relatos cortos y no todos pueden entrar. Es cuestión de números. Así que ánimo y a presentarte de nuevo en la próxima convocatoria. Te esperamos.

Un abrazo muy fuerte.
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¡Estoy horrorizado! No sé si el mundo está lleno de hombres inteligentes que lo disimulan... o de imbéciles que no se recatan de serlo. M. Brickman.

[ilona]

Las memorias legendarias de una lagarto del Chagre comienzan su andadura al descubrir, en una plaza del pueblo de Berlanga de Duero (Soria), la escultura de un fraile sustentada sobre un globo terráqueo, a cuyos lados figuran un caimán y un galápago. En la placa, bajo el pedestal, se menciona a fray Tomás de Berlanga —natural de la villa— como descubridor de las Islas Galápagos: suficiente para excitar mi curiosidad e imaginación. Más tarde, visitando la colegiata del pueblo, advierto que de una entrada lateral pende un “lagarto” (caimán) traído de América; ubicado en el lugar desde hace quinientos años (no está claro que lo trajese el fraile), sorprende el buen estado de conservación y lo extraño de la situación. Tras investigar un poco descubrí a una persona deslumbrante, adelantada a su época en capacidad y entrega. Me propongo contar su peripecia y pienso en cómo hacerlo. Surge entonces la idea de convertir al lagarto en narrador principal de la historia —cosas más extrañas se han visto—. También lo será el propio fray Tomás al hacer memoria de sus andanzas en aquella nueva tierra donde habitó durante treinta y tres años; añado a un indio taíno, Domingo —este, producto de la imaginación—, que adopta a su servicio como lengua (interprete) y lo acompaña incluso más allá de la muerte, pues viaja con él de vuelta a Castilla y le sobrevive.
El relato está ambientado en los primeros años del descubrimiento de América: la llegada a la isla Española (Haití, Santo Domingo), el primer asentamiento de la Corona en la región; el desembarco en tierra firme, los saqueos de México, Panamá, Cuzco y el Perú, etcétera. Aunque lo más fascinante sea descubrir la figura de un hombre de carácter e ideas renacentistas en un mundo desconocido, extraño y cruel (así fueron la conquista, pacificación y explotación de aquellas tierras), cuya actitud se muestra radicalmente diferente en costumbres y modos a los de la mayoría de europeos. Con el encargo de llevar la fe católica a los habitantes de aquellos lugares, acabará por vivir una peripecia digna de una novela de aventuras: condenará el trato dado a los indios por los conquistadores (bastante antes que fray Bartolomé de las Casas, quien trabajó a su servicio y fue merecedor de mayor gloria); será nombrado Prior de la Orden dominica en La Española, Provincial en Indias y Obispo de Panamá; intuirá el trazado del Canal de Panamá (el tren que hoy discurre paralelo a este sigue la vía sugerida por él hace quinientos años); mediará, por orden Real, en el conflicto entre los conquistadores Pizarro y Almagro a causa de los territorios asignados a uno y otro; descubrirá las Islas Galápagos trescientos años antes de que Charles Darwin apareciese por allí; en uno de los viajes de regreso a La Española desde Canarias introducirá una variedad de plátano, hoy base de la economía de la isla. Y todo sin dejar de atender a su congregación, despachando con los reyes Carlos I e Isabel de Portugal (nombrada Reina Gobernadora por su esposo), y las personalidades más relevantes de su tiempo.
De regreso a España intentará crear en su pueblo natal un monasterio para la formación y ordenación de misioneros hacia los nuevos reinos. Así lo deja escrito (¡y pagado!) en su testamento, pero sus superiores traicionan su idea a la muerte de este y levantan dicho convento en Medina de Rioseco.
En definitiva, su peripecia vital, humana e intelectual, de hombre laborioso y muy capaz, está trufada de hechos que desbordan las doce mil palabras que impone el relato largo. De modo que, habiendo tomado buena nota de los comentarios —negativos, elogiosos, favorables o críticos— que habéis hecho a mi trabajo, me propongo escribir una novela partiendo de este material y vuestra singular ayuda.
Me habéis trasladado la idea de confusión en el narrador elegido al apostar por la utilización de diferentes personas y tiempos. También el ritmo, en ocasiones tedioso, del relato ha sido objeto de crítica; o el uso del lenguaje —extraño a veces: chasqui, naborí, almojarifazgos, caneyes, bohío, etcétera—, así como el uso indebido de mayúsculas al mencionar títulos o categorías administrativas: todo lo agradezco y trato de reenfocarlo para mejor comprensión de la historia.
Muchas gracias a los que me habéis leído y/o comentado, en cualquier sentido. No hay mejor piloto para esta serie que recién comienza que vuestras críticas. Desde este momento contraigo una obligación con fray Tomás, con los hipotéticos lectores y, sobre todo, conmigo mismo.
Nota1:
Aquellos que hayáis leído el relato corto, “Plus Ultra” habréis caído en la cuenta de que es uno más de los hechos acaecidos en vida de fray Tomás. Ciertos de todo rigor son: la creencia de hallar oro en el interior del volcán Masaya (Nicaragua), las certificaciones del cronista Gonzalo Fernández de Oviedo y del gobernador Contreras, la mediación de fray Tomás ante los reyes, las cartas dirigidas a estos solicitando pase de vuelta a España para fray Blas del Castillo a fin de explicar los hechos del volcán, la muerte de la reina Isabel de Portugal en mayo de 1538, o la desolación del rey Carlos I tras esta. Son ficción los momentos de intimidad entre ambos monarcas o la relación entre el cronista Fernández de Oviedo y su criada Agustina.
Nota 2:
Mi absoluta gratitud a Estrella Figueras Vallés, autora de la biografía, Fray Tomás de Berlanga, una vida dedicada a la fe y a la ciencia, y de la tesis doctoral Pervirtiendo el orden del Santo Matrimonio. Bígamas en México, siglos XVI-XVII
Figueras Vallés es doctora en Historia de América por la Universidad de Barcelona. Es, además, generosa, desprendida y eficaz lectora de este trabajo.
Todo mi reconocimiento hacia ella.