Foro Primigenio de Hislibris

[cavilius]

Bueno, pues siguiendo la iniciativa de farsalia, suelto aquí este texto que escribí hace muchos años, como 15, si no más. Se acepta el lanzamiento de tomates contra el monitor:


LLAMAMIENTO DESESPERADO PERO NO TANTO

No siendo la esperanza que me invade tan grande en el momento de escribir esto como sería deseable para que pudiera ser bien llamada esperanza, pero mayor que la pereza de no escribir, he de decir que mi estado de ánimo no es del todo lastimoso ya que lo que me ha sucedido ha sido, dentro de un orden de cosas que podríamos calificar de normal, algo ligeramente extraordinario o que al menos roza los límites de los convencionalismos normales, lo cual suele producir en mí efectos reconfortantes no sé por qué misteriosas razones, pues generalmente soy una persona bastante tradicional y poco amiga de las novedades que supongan alterar excesivamente mi ritmo habitual de vida, y por eso no comprendo ni sé si comprenderé algún día cómo un hecho tan banal puede plantearme tal estado de ánimo y tal desajuste emocional como el que siento en estos momentos en los que he notado dentro de mí una esperanza vaga pero real, lo suficientemente real como para decidirme a coger la pluma y plasmar en papel lo que le ha sucedido a mi persona para que otros seres afines a mi manera de ver las cosas, pues reconozco que no todo ser humano las verá como yo, puedan contrastarlas con sus propias vivencias y puedan ser capaces, modestamente digo esto, de aprender y mejorarse a sí mismos a través de la experiencia que he vivido ya que a mí me ha servido para enriquecerme no solo espiritualmente, por profundo que suene el término, sino también en el ámbito externo, digamos, por lo que respecta a la imagen que dejo que los otros tengan de mí, ya que nunca he permitido que tenga la gente otra idea de mí que no sea la que a mí me ha interesado porque no hay cosa peor en el mundo que esas personas con las que no sé a qué atenerme cuando las hablo, o peor, cuando las escucho, tratando de poner cara de interés por lo que me están contando simplemente porque otros me han dicho que aquella persona suele decir cosas interesantes, pero en realidad a mí me parecen auténticas tonterías, y les miro a la cara por simple cortesía y respeto, ya que están hablando, aunque mi mente esté tratando de encontrar la forma de colocar en su discurso alguna frase no tan dura como para que se ofendan pero no tan amable como para que la pasen por alto, con el objetivo de poner fin al diálogo, o de cambiar de tema, o de poner en dificultades a esa persona simplemente porque en el fondo me cae mal pero no se lo he querido decir por educación y porque recuerdo que los demás han dicho que suele decir cosas interesantes, pero qué sabrán los demás de lo que es una cosa interesante si no me conocen y cada persona tiene su propio menú de temas interesantes que ha diseñado con gran esfuerzo y dedicación, al menos así es en mi caso y así tendría que ser en el de todos los seres humanos que tienen un mínimo de sentido común, que es la cosa mejor repartida del mundo, como dijo el filósofo, tan repartida que la ración individual de sentido común es tan minúscula como poco interesante es el tema del que me está hablando esa persona que todos tienen en tan alta consideración, y eso quiere decir que tanto este como todos los otros forman una turba de seres anodinos sin personalidad, cuyo sentido común lo tiene todo de común y nada de sentido, porque, para empezar, no se preocupan de si sus opiniones tienen algún valor además del puramente lingüístico y fonético, y en segundo lugar, se atreven a decirme qué es interesante y qué no lo es, cosa que deja su nivel de modestia en números rojos porque yo sé muy bien qué vale la pena y qué no, y puedo asegurar que ni ellos ni sus opiniones merecen, en ningún sentido, demasiado esfuerzo por mi parte, como sí lo merece la intención de obedecer a esta esperanza que me ha invadido, tenue pero esperanza al fin y al cabo, y que me impulsa a exteriorizar lo que me ha sucedido no sólo con el deseo evidente de sentir la satisfacción que produce exteriorizar algo sino también con el de comunicar algo que, como ya dije, va más allá de lo normal.

Porque cuando me preguntó si tenía hora todo mi organismo se estremeció, tanto por la pregunta que se me formuló como por la respuesta que generó tal pregunta y que yo articulé con sonidos significativos, que podría haber articulado cualquier otro sujeto en la misma situación, con la salvedad de que nadie más que yo podría haber experimentado con este simple acontecimiento tal cantidad de sensaciones, unas que dejé entrever y otras que no, ya que me paré a pensar, en el intervalo de tiempo que se produjo desde que él acabó de emitir el último sonido del último fonema de su frase, hasta que yo, abierta mi boca, comencé a expulsar aire y a colocar mis órganos vocales y bucales en la forma adecuada, pensé en aquel periodo de tiempo que para mí fue una eternidad de unos tres cuartos de segundo, en qué quería decir exactamente aquella pregunta, y si aquello que quisiera decir, fuera lo que fuese, era lo mismo que lo que la persona que lo decía quería darme a entender, y si alguno de aquellos dos significados coincidiría con la idea que yo pudiera tener sobre lo que la pregunta quería decir, ya que no sabía cómo tomarme eso de tener hora, bien en un sentido digamos global, si yo estaba al día, en hora, en onda, si tenía la hora mundial, la hora del milenio, si yo estaba quizá dominado por la tensión y la ansiedad de estar pendiente de en qué momento vivimos, si pertenecía a alguna especie de secta que se dedicara a controlar el tiempo, a adelantarlo o retrasarlo a voluntad, si tenía la llave de la puerta de la habitación de la rueda del tiempo, o bien tenía que tomármelo más bien como un intento de iniciar una conversación, de establecer un hilo comunicativo, de romper el hielo como se suele decir, pues aquella persona sería probablemente consciente de que vivimos en un mundo en el que nadie escucha y todos hablan, en el que cada uno va a lo suyo y no se preocupa de lo que le pueda suceder al vecino, en el que cada uno se preocupa de sí mismo y de sus circunstancias menospreciando lo que le rodea y a los que le rodean, sus opiniones, sus dudas, sus certezas, y por eso aquella persona me formulaba aquella pregunta sin importancia para él, de la misma manera que me podría haber hablado de cómo el sol se pone por Antequera, ya que su única intención sería comunicar algo, ponerse en contacto conmigo, dejar de estar solo, o quizá, seguramente, evitar que yo lo estuviera, suposición ésta que me llevó en aquella fracción de segundo a creer que quizá mi cara, mi aspecto, mis modales, daban a entender una soledad profunda y un aislamiento radical de mi entorno, tales que aquella persona se habría visto prácticamente en la obligación de sacarme de aquel pozo con el primer y más simple recurso que se ocurriera, como sin duda así fue porque preguntar si tengo hora no es lo mismo que preguntar si conozco la teoría de la relatividad, y este pensamiento me irritó y me ofendió bastante, pero sobre todo me hizo sentir un vértigo enorme, un vacío ante mí al haberme encontrado con todo aquel cúmulo de dudas, de incertezas surgidas de lo que en principio parecía una pregunta vulgar pero que ocultaba unos significados que había que localizar más allá de donde la mente humana suele aventurarse, y como no vi la cosa nada clara y sentí, lo reconozco, un cierto grado de miedo ante aquella misteriosa persona que me estaba presionando de aquella manera tan cruel, hice gala de esa rapidez de reflejos intelectuales que desde pequeño me han caracterizado, y sin que aquel individuo enigmático se diera cuenta encogí ligeramente mi brazo izquierdo dentro de la manga para que no pudiera ver el reloj que llevaba en la muñeca, para lo cual tuve que elevar mi hombro hasta la altura de la oreja y sacudir el brazo para que la manga bajase, levanté la barbilla y la giré en dirección opuesta con aire distraído para hacer ver que su presión no me incomodaba ni me preocupaba en absoluto, y, mirando hacia otro lado, con un suave disimulo y haciendo una ligera caída de ojos mientras levantaba una ceja y bajaba la otra, le dije con la voz tan grave como pude, que no llevaba reloj, palabras éstas que no sé si tienen algún maleficio secreto o son la contraseña de algún grupo de indeseables, porque aquel individuo me miró de arriba abajo con una expresión entre asombro y susto, echó su cuerpo hacia atrás bruscamente, como si el sonido de mi voz le hubiera empujado, y se alejó casi a la carrera, girando la cabeza de tanto en tanto.

Pero es la esperanza la que me impulsa a contar esto, porque he meditado sobre este extraño suceso y he llegado a la conclusión de que aquel individuo probablemente era alguien afín a mí, pues de entre todo el género humano que tenía a su disposición para hacer lo que quisiera, me escogió precisamente a mí, y eso es una cosa que no tiene nada que ver con la casualidad sino con una voluntad clara y evidente de establecer contacto con alguien complementario, aunque el hecho de sentirme un complemento no me guste excesivamente pero según como se mire el complemento podría serlo él, que fue quien lanzó el cable al exterior, ya que yo estaba muy bien como estaba hasta que él apareció y me dejó inmerso en este desasosiego, incluso con una sensación de derrota, como si él hubiera hecho como aquel romano famoso que vino, vio y venció, y yo ahora tuviera que devolverle la jugada de alguna manera, así que ha nacido en mí la vaga esperanza de que quizá estas palabras que ahora transcribo de mi mente al papel pudieran llegar a él, además, por supuesto, de a otras personas a las que pudiera servir de ayuda para que no les suceda lo mismo, o sí les suceda si así lo quieren pero que se atengan a las consecuencias, aunque lo que me preocupa de verdad es que el destino, por llamarlo de alguna manera, tenga a bien poner este escrito mío ante la vista de quien me preguntó si tenía hora, ya que aunque vaga, es muy grande mi esperanza, tanto de que esto llegue a él como de que no sea demasiado tarde, porque tengo una cosa muy importante que decirle: ¡Sí tengo hora, son las dos y cuarto!
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Otros pueblos tienen santos, los griegos tienen sabios.
Friedrich Nietzsche
La vida solo puede ser comprendida mirando atrás, pero solo puede ser vivida mirando adelante.
Søren Kierkegaard

[lantaquet]

Sabes que me encanta leerte, y además "un inédito" jejeje. Muy bueno amigo, muy bueno.

Jo cav, ni una corrección de Naus. ¿Y cuando dices que escribiste esto?
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—Vengo por un anticipo
—Creo que se ha confundido, es la oficina de al lado
—Disculpe, es mi primer día

[Nausícaa]

Aun no lo he leído, Lanta. Dame tiempo jajajajajaja.
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Somos el tejido del que están hechos nuestros sueños. (W. Shakespeare)

[Lucía]

Lo más inédito del relato es leer a Cavilius hablando de " aquel romano famoso que vino, vio y venció"
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¿Por qué razón escriben los escritores? No lo saben muy bien, pero se darían cuenta si supieran que algún día, en la soledad de una habitación silenciosa llena de cosas de abuela, una niña abrirá su libro y quedará fascinada por lo que encuentra dentro.

[cavilius]

Tranquila, Nausícaa, no hay ninguna prisa.

Haciendo memoria, creo que lo escribí entre 1995 y el 2000. Recuerdo que fue por los años del boom informático en España, todo se llenó de academias que enseñaban a utilizar programas para ordenadores.

Por si alguno lo duda, hubo un tiempo en el que los ordenadores no tenían Windows, y peor aún: hubo también un tiempo en el que no existían los ordenadores. Y no hace tanto.
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Otros pueblos tienen santos, los griegos tienen sabios.
Friedrich Nietzsche
La vida solo puede ser comprendida mirando atrás, pero solo puede ser vivida mirando adelante.
Søren Kierkegaard

[Nausícaa]

Mi primer ordenador fue un Xpectrum. El siguiente, un Amstrad de ¡¡¡48 Ks!!! Nos parecía alucinante poder leer el texto en la pantalla y corregirlo in situ, sin tener que volver a teclearlo o sin usar el tipex )
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Somos el tejido del que están hechos nuestros sueños. (W. Shakespeare)

[lantaquet]

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—Vengo por un anticipo
—Creo que se ha confundido, es la oficina de al lado
—Disculpe, es mi primer día

[cavilius]

Amstrad CPC 464. Qué recuerdos, con esas cintas de cassette que había que poner y esperar como media hora para que se cargara un juego...


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Otros pueblos tienen santos, los griegos tienen sabios.
Friedrich Nietzsche
La vida solo puede ser comprendida mirando atrás, pero solo puede ser vivida mirando adelante.
Søren Kierkegaard

[andromaca]

Cuanto colorín
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Cuanto más grande sea la prueba,más glorioso será el triunfo.

[farsalia]

Yo me inicié en la informática pasado el cambio de milenio; si mis trabajos de carrera (y parte de doctorado) los hice con la máquina de escribir; siempre fui un negado para la mecanografía, agoté las existencias de tiras de Tippex de la papelería de la esquina de mi casa...
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Web personal

¡¡El Mesías!! ¡¡El Mesías!! ¡¡Muéstranos al Mesías!!

[lantaquet]

Yo tuve el Espectrum aquel de los botones de goma, el del cassette periferico jejeje recuerdo que si despues de media hora de carga te salia esto, es que tenías que repertirlo todo otra vez...

Oculto: 

Hasta que ya te salía bien...

Oculto: 

Y total para jugar a esta bazofia,

Oculto: 

Pocas hora me he pegao yo cargando esta alucinante aventura grafica



Jo que antigüitos somos...
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—Vengo por un anticipo
—Creo que se ha confundido, es la oficina de al lado
—Disculpe, es mi primer día

[Nausícaa]

He empezado a leer esto. Casi me ahogo. Me imagino que el autor lo ha hecho adrede, pero aún así hay para collejearte hasta inscribirte en el guiness de los records.
Mira que estoy acostumbrada a frases de más de 100 palabras gracias a un escritor amiguete, pero creo que su frase de 735 palabras solo la he visto superado por Cela en su famoso Cristo versus Arizona .

Es evidente que me lo iba a pasar pipa metiendo la tijera, así que espero a la venia del autor, ya que espero que si, que sea algo intencionado y un recurso estilísitico, que es como se llama ahora a los errores gramaticales cuando se cometen adrede.

En serio, es genial el ejercicio de escritura si lo utilizas como diálogo en un personaje concreto o incluso en nota escrita de un personaje, muy divertido y muy útil para manejar bien comas, conjunciones y demás elementos de nexo Pero como narración única un claro ejemplo de un texto que necesita tijeras y poda a diestro y siniestro para quedar legible
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Somos el tejido del que están hechos nuestros sueños. (W. Shakespeare)

[cavilius]

Haz lo que creas conveniente con las tijeras, Nausícaa, faltaría más. El estilo asfixiante es, evidentemente, deliberado. El texto pretende ser el mensaje escrito por alguien que escribe tal y como le vienen las cosas al pensamiento, y uno cuando piensa (y este tipo en concreto aún más, porque es un caso perdido de la psiquiatría) piensa con pausas pero no con puntos. Y de hecho ni siquiera con comas, pero tampoco era cuestión de asesinar a los lectores vilmente.
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La vida solo puede ser comprendida mirando atrás, pero solo puede ser vivida mirando adelante.
Søren Kierkegaard

[Nausícaa]

jajajaja. Era lo que pensaba. En ese caso no toco ni una coma ni media, solo lo imprescindible en el que el mismo discurso gramatical, la misma pausa, debe ser mantenida por un punto. Echo adrede me parece muy bueno. En breve la corrección
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[cavilius]

Gracias por el esfuerzo, Nausícaa.
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