LA FUENTE DEL FRANCÉS – Elena Bargues
Un detective. Un caso de asesinato en un balneario. Un ponebombas anarquista. Una escritora de misterio. ¿Monsieur Poirot? ¿Agatha Christie? No, estamos en Cantabria 1891, y la novela se llama La fuente del francés, como el nombre de un balneario que existió y es el centro de la novela porque Mateo-Sagasta comió allí durante la visita política que realizó a Germán Gamazo. Del balneario quedan restos apenas, no existen ya ni las fuentes, por encima pasa hoy día la autovía que va de Torrelavega a Gijón, pero Elena Bargues nos recrea con maestría el lugar. La autora tiene muchos libros en su haber, en los que suele plantear una trama de intriga y también una historia de amor. Ganó el x Certamen de Novela Histórica 2021 en Úbeda con El encargo del maestro Goya, (editorial Pàmies, noviembre 2021, 432 páginas). Entre sus otras obras destacaría Hilvanes y Contrabando (Ed. Librucos, septiembre 2018, 488 páginas), que me pareció un excelente retrato del Santander de 1876.
La política arancelaria proteccionista de Cánovas del Castillo pone en peligro la lealtad de las últimas ‘colonias’ españolas: Cuba y Puerto Rico. El comercio español entra sin pagar en Cuba, mientras que el de Cuba tiene que pagar aduana en España. Cuba no era una colonia sino que estaba siendo asimilada como provincia española. De hecho, los cubanos querían igualarse a los españoles en todos sus derechos. Incluso hubo en las Cortes Españolas nueve diputados representantes de Cuba. La asimilación como provincia no terminó porque en el 95 estalló la guerra otra vez y en 1898 se produjo la crisis que todos conocemos. En este contexto político el opositor Sagasta visita Santander porque quiere obtener el apoyo de Germán Gamazo, que era cerealista y proteccionista, aunque de ideología liberal. De hecho, ya había sido ministro de Sagasta en 1886, concretamente ministro de ultramar y fue él quien abolió la esclavitud en Cuba en 1886. Se abolió la esclavitud y se acabó con el tráfico de esclavos, pero entonces trajeron gallegos, mujeres sobre todo, en un intento de blanquear la isla (uno de los personajes secundarios de la novela es una criada gallega venida desde Cuba con su señora terrateniente). Antonio López, marqués de Comillas, obtuvo entonces el monopolio para trasladar tropas a Cuba en su compañía. Gamazo se abstuvo de apoyar a Sagasta y propició que ganara Cánovas, proteccionista. Sagasta se desplazará a finales de agosto a Santander, durante cuatro días, mientras en San Sebastián se reunía en todo el gobierno de Cánovas con la regente por primera vez. En la novela se reflejan bien los intereses económicos y políticos tanto en la península como de los cubanos de entonces. Utiliza para ello un lenguaje actual, en ningún momento la autora pretende remedar el lenguaje de la época, lo cual me parece un acierto por cuanto se dirige a lectores actuales.
El argumento va más o menos así: Charles Webster es un diplomático y espía norteamericano que se hospeda en el balneario La Fuente del Francés, donde se ha citado con un potencial comprador de armas. Allí conocerá a dos mujeres cubanas que marcarán su vida: la señora de Carvajal, perteneciente a una familia de ricos terratenientes y atrapada en un matrimonio infeliz, y la tía de esta, doña Emelina. Al mismo tiempo, en el balneario corren rumores sobre la inminente llegada del líder liberal de la oposición, Sagasta, en un momento político difícil. Pero todo se ve alterado cuando aparece asesinado un rico plantador de tabaco cubano y se encuentra una bomba en la habitación de un empleado, que resulta ser un conocido anarquista. Webster, temiendo que se trate de un complot político, decide iniciar una investigación que lo llevará a conclusiones insospechadas según vaya hurgando en las vidas de los huéspedes del balneario. Mientras tanto, la señora de Carvajal, escritora aficionada, se verá obligada a salir de su letargo y a tomar decisiones que cambiarán su destino. Antonia de Carvajal es hija de terratenientes y goza de una buena posición económica. Su tía, doña Emelina, es una terrateniente. Les acompañan una mulata, Vicenta, que ha sido esclava y ha sido liberada, pero que provenía de negros libres, y sotra criada que es gallega evidentemente emigrada a Cuba. Es decir, cuatro mujeres con cuatro vidas totalmente diferentes a pesar de estar viviendo en el mismo lugar. Cada una representa un estrato social.
El personaje de Antonia nos ilustra sobre el proceso creativo, ella busca la inspiración entre la brisa marina para su novela de intriga, pero al final realidad y ficción se le entremezclan, y además se ve envuelta en un romance que se va desarrollando de una manera lenta, bien equilibrada y se resuelve al final. Me pareció interesante ese juego amoroso entre los personajes. Según nos confiesa la propia autora sin trama amorosa una novela se queda coja. Y para demostrar que el romance en novela histórica no es cosa solo de mujeres pone como ejemplo de El Dios que habita en la espada, escrita por Soto Chica. En esta novela el protagonista femenino se come al masculino. Charles Webster tiene un carácter fuerte, pero solo adquiere protagonismo en determinados momentos de la trama. Me gustó de esta novela que las mujeres y los hombres piensan, o al menos como yo lo percibo así, como personajes de su época. Siempre reaccionan y se mueven con baremos de propios de su tiempo. Destacaría precisamente eso, la ausencia de ‘presentismo’ que afea algunas de las novelas actuales, y también el estilo depurado, y el equilibrio entre lo histórico y la trama detectivesca.
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Elena Bargues, La fuente del francés. Madrid, Ediciones Pàmies, 2023, 381 páginas.
Me gusta mucho esta autora. Éste lo tengo pendiente
Hola, Belén. El encargo del maestro Goya está bien, pero a mi me gustó especialmente Hilvanes y contrabando.
Gracias,Hahael. No conocia a esta autora. Me la apunto. Ma apetecen estas novelas de intriga historica.
Ya me contarás, un abrazo.