LA MARCHA DE LA MUERTE – Christopher Summerville

La marcha de la muerte[1]Una vez leído este ensayo de Christopher Summerville, acudí a Hislibris para ver si alguien había reseñado el libro. Me llevé una gran sorpresa cuando, a pesar de haberse editado en España en el año 2006, a nadie se le había ocurrido. Y eso que como todos sabemos muy bien, tenemos grandísimos seguidores y especialistas de las guerras napoleónicas.

El autor nos emplaza en la península ibérica en el año 1808, cuando Napoleón ya había situado en el trono español a su hermano José; los españoles se habían levantado en armas contra el francés e incluso habían conseguido infringir en la batalla de Bailén la primera derrota del ejército invasor. El corso cruzó los Pirineos con 80.000 soldados para intentar aplacar al pueblo levantisco que, a pesar de ser extremadamente aguerrido, no dejaba de ser un grupo heterogéneo más o menos organizado de soldados y patriotas disgregados a lo largo del territorio.

Y aquí es donde el gobierno británico decide entrar a coprotagonizar el largo periodo de las guerras contra Napoleón en la Península. Ya sea por el romanticismo que los británicos quieren ver en todo lo que sucede en la península, ya sea por el esfuerzo de la embajada española para lograr en un principio ayuda económica, ya sea por el interés de la gran Albión de enfrentarse en tierra firme al invasor francés, Londres decide enviar una fuerza de intervención, que desembarcará en Portugal y posteriormente se adentrará en territorio español.

Aquí es donde empieza a desarrollarse en el libro la historia de la primera campaña de Gran Bretaña en la Península, que nos llevará por caminos rurales, bajo lluvias torrenciales, extensos barrizales,  campos nevados y ventisqueros terribles, a lo largo de parte de España, hasta terminar con el embarque de las tropas en el puerto de La Coruña en 1809.

Será el  general Sir John Moore el encargado de comandar la operación de apoyo a las tropas españolas. Cruzará la frontera de Portugal el 1 de noviembre de 1808. A lo largo de casi dos meses el contingente británico se dedicará a intentar realizar maniobras de evasión y engaño, para provocar al ejército de Napoleón, evitando que llegue al centro del país y consiga reducir a los españoles levantados en armas, que tanto daño le produjeran en ese año.

Sin embargo las tropas británicas,  finalmente tuvieron que tomar camino de Galicia para no caer en manos de un ejército superior en efectivos y material, lo que llegaría a forzar la llamada Marcha de la Muerte, en el periodo más frío e inclemente del año, en territorio desconocido y sin el avituallamiento necesario para un ejército de 20.000 soldados.

Todo ello llevará a que, tras casi 30 días de penalidades, siempre en retirada,  con la retaguardia británica defendiendo heroicamente los puentes recién cruzados por el ejército, los británicos lleguen a La Coruña. Por fin el general Sir John Moore se verá obligado a enfrentarse al ejército francés del Mariscal Soult. Será en el cenit de la batalla, cuando el insigne Sir John morirá en combate sin abandonar suelo español.

Nos encontramos ante un ensayo entretenido. Desarrolla la intervención y posterior retirada de las tropas británicas, salpicando el texto de las experiencias de distintos intervinientes de la tropa y oficialidad, lo que consigue humanizar y acercar los acontecimientos que acompañaron la llamada Marcha de la Muerte. Además los distintos combates que se dan a lo largo de la campaña, están llenos de acciones de valentía, cargas de bayoneta e intervenciones heroicas.  Por otro lado, se trata de un ensayo claramente  pro- británico, donde tanto la población española como los mandos nacionales quedan muy mal parados. En distintos momentos del libro se les presenta como traidores, huraños a prestar ayuda, negándoles a los aliados cualquier tipo de apoyo militar o estratégico. Por supuesto en sus comentarios los militares británicos ensalzan  y justifican su estancia en el país como libertadores frente al yugo del francés.

Sin embargo a lo largo del texto, podemos ver los problemas reales del ejército británico. Continuamente se cometían faltas graves de disciplina, la tropa cada vez que estacionaban en una población rapiñaba y se embriagaba con facilidad. Todo ello sacaba de quicio al comandante en jefe, pero en ningún momento consiguió atajar estas faltas y el ánimo de las tropas decaía constantemente. Realmente, se dio una carrera en busca del mar, en la que el buen uso de la retaguardia y de la caballería consiguió que los franceses no llegaran a copar al enemigo y entablar batalla campal hasta llegar a La Coruña.

El libro consta de 236 páginas, de las cuales  200 forman el ensayo en sí. Acompaña el texto planos de los movimientos del ejército y de la batalla de La Coruña, además de datos sobre la formación británica y sus bajas. Por supuesto apéndices, bibliografía y una pequeña biografía de los personajes destacados.

En definitiva un libro que no es extenso y relata de manera relativamente llevadera los sucesos acaecidos. Reseñar eso sí, la flema británica del texto, que por supuesto desmerece toda actuación y comportamiento del ejército español y no digamos de su población. Pero es que nadie es perfecto, ¿o ellos sí?
Título: La marcha de la muerte
Autor: Christopher Summerville
Editorial: Inédita Editores
Páginas: 236
Edición: 2006

[tags]Christopher Summerville, guerras napoleónicas, Napoleón, Historia, Francia, España[/tags]

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69 comentarios en “LA MARCHA DE LA MUERTE – Christopher Summerville

  1. urogallo dice:

    Nuestro 1812

  2. iñigo dice:

    Realmente la situación es similar a la retirada de Napoleón en Rusia, pero en este caso por parte británica. A otra escala, se produce en cierta manera una desbandada de las tropas británicas, acompañada de la inclemencia del tiempo y el acoso de las tropas francesas en la retaguardia.

  3. Arturo dice:

    Enormemente interesante, Íñigo. Es una etapa que he conocido sobre todo a través de Galdós, y está muy bien esta visión británica de la cosa.

  4. José Sebastián dice:

    Felicidades Iñigo por tu reseña de un episodio acaecido en territorio de la Península Ibérica que no ha tenido – por razones obvias – la misma repercusión que la retirada de la «Grande Armée» napoleónica en Rusia, tan brillantemente relatada por Adam Zamoyski en «La larga marcha de Napoleón sobre Moscú».

    Desde luego a los británicos siempre se les ha dado mejor el mar que la tierra firme.

  5. iñigo dice:

    Gracias a los dos. Lo que esta bastante claro es que la situación en la península a finales de 1808 era bastante anárquica, Las tropas españolas, independientemente de Bailén, estaban bastante desestructuradas a nivel de liderazgo y bastante tenían con intentar evitar el paso de Napoleón en la zona con la frontera francesa (Navarra y Cataluña). Por otro lado era fácil para los británicos aparecer desde Portugal pidiendo coordinación con el ejército español, pero eso si, sin contar con un estudio previo del terreno para propiciar el movimiento masivo de tropas. Además, pretendían tener a su disposición toda la cooperación española, sin contar con las apreciaciones de los mandos nacionales y el mando de Moore no era todo lo eficiente que se hubiese deseado.

  6. Antígono el Tuerto dice:

    Interesante reseña, Iñigo. Y viene a coincidir con el final de mi lectura de las Guerras Napoleónicas de Charles Esdaile donde recoge brevemente esta acción. Aunque él es mucho más critico con Moore y el ejército británico que Summerville.
    La verdad es que a pesar de Bailén y la huida de los franceses, la posición española no era tan fuerte. Sin un poder central ni un mando unificado, y un ejército disperso (habría que hablar más bien de ejércitos) la situación de España era extremadamente vulnerable, como demostró la posterior invasión de Napoleón.
    Y el fracaso de Moore venía a confirmar que el ejército británico era claramente inferior no sólo al francés sino al de las demás grandes potencias europeas.

  7. iñigo dice:

    No solo el ejército británico era inferior (prácticamente 20.000 hombre) sino que la preparación de la misión fué casi inexistente. No se estudió el terreno, hubo mala información respecto a las fuerzas reales del ejécito español (posiblemente magnificado por los embajadores españoles en Londres para asegurarse el apoyo británico) y la falta casi total de comunicación entre los aliados llevaron al descalabro de Moore en el norte de España.

  8. APV dice:

    ¿El autor no es excesivamente probritánico en su perspectiva?

    ¿Qué tal trata los saqueos de la amistad?

  9. iñigo dice:

    Como comento en la reseña, la flema británica se desborda. Saqueos hubo a lo largo de toda la marcha, desmanes y borracheras continuas. Esto lo acepta el escritor, pero también se escuda y defiende la posición británica en que los paisanos españoles no les ayudaron en la retirada surtiéndoles de alimentos y vituallas suficientes. Para contrarrestarlo permitio ciertos desmanes y abusos, además de que en muchas ocasiones se veía incapaz de controlar a sus tropas. Como digo, fué una retirada a la carrera.

  10. APV dice:

    ¿Entra en la retirada del Ejército de la Izquierda o no lo cuenta?

  11. iñigo dice:

    Realmente este Cuerpo de Ejército de la Izquierda se encargó a partir de enero o febrero de 1809 de expulsar de galicia a los franceses, creo haber leído por internet. Pero antes de la retirada de Moore, el libro no lo comenta, me parece recordar.

  12. iñigo dice:

    Como decía antes este libro se dedica básicamente a contar lo ocurrido con las tropas de intervención británicas y poco más. Solo nombra a los españoles para contar lo mal aliados que eran y los problemas con los pueblos por los que pasa.

  13. Antígono el Tuerto dice:

    Efectivamente, el Ejército de la Izquierda del Marqués de la Romana operó en el noroccidente de España (Galicia, León, Asturias, etc…) conteniendo a los ejércitos franceses que operaban en la zona. Y se encargó de la defensa de Galicia tras la retirada británica. Como ya mencioné, Esdaile en su libro, critica a Moore por no haber optado por atrincherarse en las fácilmente defendibles fronteras de Galicia y por no coordinarse con La Romana. Como se ve todo depende del historiador y de su punto de vista.

  14. Hagakure dice:

    Interesante libro Iñigo. Me haré con el.
    Gracias por reseñarlo.

  15. iñigo dice:

    En el libro se quiere dar la impresión que Moore se enfrentaba solo a todo el ejército comandado por Soult. Realmente da la impresión que estaba perdiendo el culo por irse de la península, con perdón.

  16. Trecce dice:

    Supongo que cada cual arrima es ascua a su sardina, a pesar de ello, por lo que cuentas, el libro me resulta atractvo por el asunto que trata.

  17. iñigo dice:

    Resaltar la gran labor realizada por la retaguardia británica, que cada vez que las tropas cruzaban un puente o un desfiladero se encargaban de enfrentarse a la vanguardia francesa, evitando que alcanzaran al ejécito de Moore. Sin estas tropas «especiales» de caballería, infantería y a los pocos cañones de campaña que llevaban no habrían llegado a La Coruña.

  18. ARIODANTE dice:

    Muy buena reseña, Iñigo. De esa parte histórica he leído más la versión naval…Pero por lo que comentas el libro parece interesante y que cubre un espacio no muy tocado. Escrito por un británico poco se puede esperar que alabe a los españoles, y además no estará totalmente exento de razón…digo yo…

  19. iñigo dice:

    Me da que los españolitos de a pie no veían con buenos ojos la intervención británica. Y por otro lado los mandos militares no querían depender ni dejar la coordinación de los ejércitos en manos británicas. Lo que estaba claro es que la desconfianza era mutua.

  20. Balbo dice:

    Hombre es que la intervención britanica no fue del todo un idilio con España. Si desde un principio ya existía, como bien afirmas «desconfianza mutua» hay que añadir que la ideología birtanica era muy distinta a la de salvadores de la patria. Recordemos que era un ejercito expedicionario, y que se sobraron, al igual que los franceses, a base de pillajes, vilaciones y tropelias de todo tipo. Recordemos Vitoria. Que la ayuda de ese cuerpo expedicionario fue esencial para echar a los britanicas es verdad, pues sin ella no creo que hubieramos echado a los gabachos fuera de la peninsula, pero a eso tambien hay que añadirle la intervención de las guerrillas, utilizadas por los ingleses muchas veces para fijar tropas en retaguardia (guerrillas que curiosamente eran vilipendiadas por el mismo Wellington) Que tenemos que darle las gracias a los britanicos por su ayuda es verdad… pero ¡ha que precio! industria que veían industria que se cargaban, así la suya despues de la guerra sería la primera.

  21. APV dice:

    Me parece mejor el libro: «Los franceses en Galicia Historia militar de la Guerra de Independencia en Galicia» de Juan Manuel Osuna Rey.

    No solo trata la retirada inglesa hasta la Coruña, sino la de las otras columnas inglesas y la retirada y movimientos del Ejército del marqués de la Romaña.
    Y posteriormente de los ejércitos franceses y de las fuerzas locales por Galicia hasta la retirada final.

  22. iñigo dice:

    Seguramente sera más completo y menos sectario.

  23. APV dice:

    Ciertamente, el autor se lo trabajó incluso consultando los archivos parroquiales para contabilizar los muertos durante las sucesivas acciones.

  24. urogallo dice:

    https://www.hislibris.com/recuerdos-de-este-fusilero-benjamin-harris/

    Sobre el tema tambien tenemos las muy agridulces memorias de este fusilero.

  25. iñigo dice:

    Y además de Reino de Redonda… Interesante.

  26. Antígono el Tuerto dice:

    Bueno Balbo, seamos sinceros, de no ser por la invasión de Rusia y la derrota de Napoleón allí, ni siquiera el ejército combinado de ingleses, españoles y portugueses (no sé por qué pero siempre nos olvidamos de ellos) habría ganado aquella guerra. Y si Napoleón hubiera dejado un mando único para toda la Península, la guerra hubiera terminado mucho antes. Lo cierto es que aquella guerra fue pródiga en chapuzas militares, no sólo españolas sino también inglesas y francesas.

  27. toni dice:

    Lo leí hace tiempo y me resultó interesante. Me parece recordar alguna mala crítica sobre este libro en nuestro foro aunque a lo mejor ando despistado. En la París-Valencia creo que está de saldo a muy buen precio.

  28. Balbo dice:

    En eso coinicido en parte contigo Antigono, pero el papel de la guerrilas españolas fue fundamental para la caida napoleonica en Rusia ya que por culpa de ellas muchas tropas francesas tuvieron que quedarse estacionadas en la Peninsula, fuerzas que hubieran sido vitales en el Este. A mi lo que nunca me ha parecido bien es que los inglesitos se quieran llevar todo el mérito en la Guerra Penínsular (como ellos la llaman) y no tengan en cuenta que a pesar de la chapuza general del ejercito español (aliviado un momentin por Castaños y cia en Bailen) el pueblo si supo responder y les sirvió de gran ayuda.

    Saludetes ;-)

  29. urogallo dice:

    Lo de Rusia fue una chapuza, en España echo el resto (320.000 efectivos en 1812 en la peninsula) durante años sin resultados, y no habia invierno ni distancias infinitas. De hecho los veteranos de la peninsula encontraban insoportables las penurias de Rusia.

    Napoleon habia dedicado todo su esfuerzo a la peninsula entre 1808 y 1812, salvo la breve campaña de Wagran. ¿Y que tenia en 1812? NADA.

    Como dijo el embajador español en Rusia cuando le pidieron que España aguantase un año mas: «Aguantaremos para siempre»

  30. APV dice:

    Simplemente los españoles libraron un centenar de batallas y asedios importantes, lo que para los franceses no era normal.

    Por ejemplo en Galicia, Ney y Soult se encontraron con que se formaban las alarmas locales que presentaban batalla, las vencían y unos kilómetros más adelante se formaban otras y así sucesivamente.

    A los 5 meses ambos Cuerpos estaban tan desgastados que sufrían derrotas, y debían dejar Galicia.

  31. iñigo dice:

    Las duras batallas en los sitios Zaragoza y Gerona no se dieron en otras zonas de europa. Y eso quema mucho. ;-)

  32. urogallo dice:

    En toda Europa solo se produce UN asedio de importancia durante la era napoleonica.

    En la peninsula… «Zaragoza, Cadiz, Numancia, cantan tu invicta arrogancia…»

  33. iñigo dice:

    Luchar casa por casa no tiene nada que ver con las batallas en formación y en campo abierto. Galdós describe magníficamente en «Zaragoza» y «Gerona» las batallas, las emboscadas que se dan por las calles, entre escombros, con tiradores que disparan desde las ventanas, luchando el ciudadano a cara descubierta y en la distancia corta. Muy, muy duro para las tropas francesas.

  34. APV dice:

    En realidad en Europa hubo más de un asedio importante, pero no al nivel de España que hubo que asediar ciudad a ciudad.

  35. Antígono el Tuerto dice:

    Cierto es que la guerra en la Península fue difícil, pero el hecho es que, si no hubiera invadido Rusia (y si Napoleón hubiese escogido una mejor estrategia política y militar) los Bonaparte habrían acabado ganando aquella guerra. Es más, hasta 1811 era evidente que quienes estaban ganando eran los franceses, los ejércitos españoles cosechaban una derrota tras otra y los ingleses estaban siendo acorralados en el interior de Portugal.

  36. Balbo dice:

    En este último aserto, Antigono, te doy la razón. Rusia y las guerrillas hicieron el resto ;-)

  37. Hagakure dice:

    Casa por casa y habitación por habitación. Desesperación y muerte a bocajarro en laberintos de auténtico infierno.

  38. Antígono el Tuerto dice:

    Lo peor de todo es que la Guerra Peninsular (pues afectó a España y Portugal) carecía de toda lógica política; Portugal no sostenía un comercio tan importante con los ingleses que mereciera la pena invadirlo y España ya era un estado satélite (como dijo Talleyrand: «sólo un idiota invade un país que ya es suyo»), esta guerra no tuvo ningún sentido salvo los delirios de grandeza de un cabo corso que se creía Alejandro Magno redivivo.
    De todas formas muchas de las decisiones de Napoleón en materia de política exterior carecían de lógica alguna.

  39. Balbo dice:

    Lo de habitación, por habitación me recuerda aquellas palabras hermosisimas escritas en el «2 de Mayo» de Galdos: (Los mamelucos a punto de entrar por la fuerza en una casa):

    «Quemad las puertas y arrodajlas ardiendo a la calle -nos dijo el anciano-. Ánimo, hijas mías. No lloreis. En este día el llanto es indigno aun en las mujeres. ¡Viva España! ¿Vosotros sabeis lo que es España? Pues es nuestra tierra, nuestros hijos, los sepulcros de nuestros padres, nuestras casas, nuestros reyes, nuestros ejercitos, nuestra riqueza, nuestra historia, nuestra grandeza, nuestro nombre, nuestra religión. Pues todo eso nos quieren quitar: ¡Muera napoleón!»

    Precioso ¿a que sí? ;-)

  40. Antígono el Tuerto dice:

    Y muy similar a las palabras dichas por muchos hombres a lo largo de la Historia, al leerlo me han venido a la memoria frases similares que decían los griegos frente a la invasión de los persas.

  41. APV dice:

    Antígono, lo de ganando con matices, ciertamente vencían en la mayoría de batallas (aunque también sufrían derrotas), pero el problema era ese en sí. No era Prusia, Austria o Rusia (hasta 1812) donde una batalla decisiva y pedían la paz.

    El problema es que los franceses tenían que mantener ejércitos muy separados y con muchos destacamentos lo que les impedía resolver el problema de forma decisiva (vease las limitaciones de las invasiones a Portugal); y la falta de un gobierno central durante bastante tiempo que aceptase negociar.

    Todo esto se iba contagiando en Europa y Napoleón se iba encontrando con problemas crecientes (rearme austríaco y prusiano, mayor tensión con Rusia, mayor dureza del enemigo en la campaña de 1809).

  42. Antígono el Tuerto dice:

    Sí, el problema es que en España no había ningún rey con el que firmar un tratado de paz para patentar la rendición. Y no lo había porque Napoleón había secuestrado a la familia real, por lo tanto él mismo se había cortado su posibilidad de victoria. Así que los ejércitos franceses tenían que aplastar un ejército tras otro, una Junta tras otra, una guerrilla tras otra, etc…
    Y no ayudaba que el mando francés estuviera dividido y no se coordinaran entre sí. Lo dicho, una chapuza militar de primer orden.

  43. urogallo dice:

    El rey ya habia firmado la rendición. La nación en armas no la firmaría nunca.

  44. iñigo dice:

    El espíritu del pueblo español es indomable. El problema es que con el tiempo esto degeneraría en la guerra carlista y mucho ma´s tarde la guerra civil. Más nos hubiera servido no ser tan belicosos.

  45. Antígono el Tuerto dice:

    Vayamos por partes:
    a) El rey no había firmado la rendición sino la abdicación; cosa que es distinta.
    b) Bueno, eso del pueblo indomable es bastante más mito que realidad; si hay algo muy hispano son los chaqueteros. Los partidarios de José Bonaparte no eran cuatro pelagatos, y muchos miembros de la élite tragaron con las abdicaciones sin ningún complejo (la Inquisición entre otras instituciones). Y respecto al pueblo, muchas veces fue víctima inocente de la guerra, saqueado por unos y por otros (no sólo por franceses o ingleses sino también por los propios españoles) o lo poco fervorosos que eran los aldeanos a ser reclutados por los ejércitos patriotas (lo cual es normal visto su saldo de derrotas).

  46. urogallo dice:

    Dulce Antigono, a la bella poesia de sus opiniones yo opongo el acero templado de los hechos.

    Carlos IV no abdica. Abdica Fernando VII en la persona de su padre que CEDE todos sus derechos a Napoleon para que disponga a su antojo de la corona española. Instrumennto juridico por su vileza y alcance superior a toda capitulacion.

    En cuanto al supuesto apoyo de algunos traidores descarriados a la odiosa figura del usurpador napoleonida, bastara relatar que hasta su guardia real tuvo que ser de origen napolitano, y que apenas pudo reclutar cuatro raquiticos regimientos de singular debilidad en combate.

    Flaco saldo de ese apoyo que mencionas.

  47. Antígono el Tuerto dice:

    Cierto, quien abdica es Fernando VII (bajo presión y con amenazas), es su padre quien cede sus derechos a la Corona por una pensión vitalicia y un palacete en Roma.
    Respecto de los afrancesados, ciertamente la guardia de José I era napolitana, pero en las zonas dominadas por él se crearon milicias por sus agentes (¿Milicias Cívicas puede ser?) que servían como tropas nativas de los mariscales y generales franceses…aunque no eran muy fiables ya que desertaban continuamente al enemigo. También hubo guerrillas afrancesadas en Cataluña.
    Aunque la mayoría de los apoyo de José Bonaparte provenían de miembros de las élites (obispos, nobles, etc…) únicamente.
    También tenían problemas de reclutamiento los ejércitos españoles, ya que los campesinos preferían engrosar las filas de la guerrilla que servir en el ejército regular.
    Por cierto, ya que estamos, ¿se puede considerar a Jose Bonaparte como rey de España?, porque fue reconocido por países como Austria, Prusia o Rusia (cuando estas eran aliadas de Napoleón) pero no por las Cortes y el pueblo.

  48. urogallo dice:

    El problema del reconocimiento de Jose I es que se asume que la corona era patrimonio del

  49. urogallo dice:

    Rey governante para enajenarla. Y no era asi, debia respetar las reglas de sucesion que impedian incluso elegir al heredero entre varios hijos. De hecho fue menos rey que otros napoleonidas, o que el mismo, que en Napoles si controlaba pacificamente el norte del pais.

    El tema de guerrilla/ejercito es menor. El pueblo estaba decidido a combatir. Que eligiese una modalidad que se adaptaba mejor a sus necesidades no reduce su compromiso.

  50. Antígono el Tuerto dice:

    La mayoría de los reinados de los hermanos de Napoleón (o su cuñado) fueron impopulares, en Napolés hubo guerrilla durante todas las guerras napoleónicas, en la zona de Calabria sobre todo (además sólo poseían medio reino, Sicilia seguía en manos de los Borbones), y en Westfalia el amigo Jerónimo siempre tenía un carruaje presto para huir (señal de que muy bien no iban las cosas). El único que se acercó a ser querido por el pueblo fue Luis Bonaparte….que se vio recompensado con el derrocamiento por su hermano. Las monarquías de los Bonaparte fueron un desastre y una pantomima desde el principio. El más listo fue Luciano que le dijo a Napoleón que no quería participar en semejante espectáculo absurdo.
    Que el pueblo estaba decidido a combatir es obvio, y más a medida que la guerra avanzaba y las tropas francesas seguían con sus desmanes.
    Sobre el tema de la sucesión, es cierto había reglas que ni siquiera Carlos IV podía obviar. También tenemos las reglas de la Historia, una Corona se hereda o se conquista, y José Bonaparte no era heredero de nada ni conquistador de nada.

  51. urogallo dice:

    Ojo, que yo me refiero a reinado efectivo. De popularidad…

  52. Antígono el Tuerto dice:

    Hombre, si sólo era rey de Madrid y para de contar, en el resto de provincias los generales franceses gobernaban como si fuesen señores de la guerra somalíes.

  53. Iñigo dice:

    Con el apoyo de determinados sectores de la burguesía afrancesada.

  54. Antígono el Tuerto dice:

    Más que burguesía (que era escasa y en su mayoría concentrada en la periferia de España, en los puertos sobre todo) con el apoyo de ciertos sectores de la nobleza y el alto clero. Por eso, en ciertos aspectos, la guerra de la independencia tomó un signo claramente revolucionario, muchas veces contra los privilegiados que intentaban seguir manteniendo su status bajo el dominio francés, el propio Toreno lo reconoce cuando habla de «Guerra y Revolución» en España, o Esdaile cuando dice que a veces la guerra parecía una «jaquerié» contra los aristócratas afrancesados.
    Y se ve muy bien en los Desastres de la Guerra de Goya, las víctimas de los soldados franceses son campesinos, artesanos, frailes, etc…
    No se ve a nobles y obispos asesinados por los franceses.

  55. urogallo dice:

    ¿Cifras?

  56. APV dice:

    Mencionando a los generales franceses, la guerra en España fue muy costosa también para ellos.
    Aparte de los deshonrados y los que perdieron su reputación en ella, al menos 33 generales murieron allí.

  57. iñigo dice:

    Vaya… este dato si que no lo conocía.

  58. Antígono el Tuerto dice:

    Aquí tienes una relación de generales franceses muertos y heridos durante los años de la Guerra: http://www.1808-1814.org/frames/framresu.html
    Como bien dice APV son 33 los generales muertos; también menciona el artículo que Napoleón tuvo que enviar en total unos 200 generales a la Península y 18 Mariscales del Imperio…un volumen sólo comparable a la campaña rusa, lo cual da una idea de lo dura e importante que era esta guerra para Bonaparte, aunque no estuviese en ese frente desde su salida de España en 1809.

  59. Antígono el Tuerto dice:

    Pardiez me olvidaba del sinpar Urogallo, ahí van datos sobre las unidades españolas al servicio de José Bonaparte. No eran muchas en efecto:
    http://www.1808-1814.org/frames/framresu.html

  60. APV dice:

    Me parece que el enlace sería más bien: http://www.1808-1814.org/articulos/generals.html
    En todo caso como indica serían incluso más si se tienen en cuenta otros casos como el de Godinot que se suicidó por el fracaso en Bornos.
    Y a parte habría que contabilizar los prisioneros.

  61. Antígono el Tuerto dice:

    Tienes razón, no sé por qué han salido los enlaces mutilados.

  62. iñigo dice:

    Mutilados con las tropas diezmadas por el bramido de cien cañones.

  63. Antígono el Tuerto dice:

    Ja ja….puede que sea así.
    Respecto a las tropas afrancesadas, hay un artículo en la sección de colaboraciones titulado «Aragoneses al servicio del Imperio» donde se habla de las tropas reclutadas por los franceses en esa región.

  64. APV dice:

    Sobre los afrancesados en el Almena sobre Ocaña, Vela habla un poco de las fuerzas josefinas.

    Por cierto que Vela también escribió el Almena sobre la retirada inglesa y la batalla de Elviña.

  65. urogallo dice:

    Sobre esto tambien escribio Jose Maria Bueno con afan de exhaustividad.

  66. iñigo dice:

    Que ilustraciones tan buenas tienen sus libros.

  67. urogallo dice:

    LOS FRANCESES Y SUS ALIADOS EN ESPAÑA. Que maravilla.

  68. Antígono el Tuerto dice:

    Ahí supongo que hablarán de las tropas josefinas, además de los soldados napoleónicos reclutados en Alemania e Italia.

Responder a urogallo

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