LA ÚLTIMA ARMADA DEL ZAR – Constantine Pleshakov
Entre finales del S. XIX e inicios del S. XX se estaba produciendo un cambio global, nuevas naciones ambiciosas buscaban su lugar bajo el sol en el reparto del mundo mientras otras potencias más antiguas trataban de mantener o incluso expandir lo que tenían. Las costuras de la Paz Armada estaban deshilachándose en medio de tensiones y conflictos aparentemente secundarios.
Así la Rusia zarista, en medio del Gran Juego, buscaba su salida al océano oriental y un papel importante en China. Todo ello bajo la dirección de un gobernante vacilante, inconsecuente y poco efectivo como Nicolás II quien, atizado por parientes, adláteres e incluso por el káiser alemán (deseoso de que fuera a molestar a otros), ve en Extremo Oriente su ámbito de expansión, desdeñando a los consejeros más racionales.
Allí se topará con Japón, país al que considera asiático, salvaje (como consecuencia de un atentado sufrido durante su viaje de aventuras) y no una amenaza. Pero será Japón el que, ante la situación, ataque primero, sorprendiendo al mundo al enfrentarse a toda una superpotencia como Rusia.
En realidad esa Rusia es en gran parte fachada; su flota se encuentra dividida entre diversos océanos y carece de experiencia en combate desde hace décadas, sus servicios de inteligencia expertos en la lucha contrarrevolucionaria están completamente ciegos en amplias zonas del globo terráqueo, su ejército debe recorrer toda Siberia hasta el frente… De esta forma los resultados empiezan a ser malos: el almirante Makarov, muerto; la Armada sufre reveses; Port Arthur es cercado; el ejército retrocede a Manchuria…
Para restablecer la situación se decide crear el 2º Escuadrón del Pacífico con naves del Báltico y enviarlo a Oriente, bajo el mando de un almirante escogido de entre el centenar de almirantes que llenaban la Armada: Zinovy Petrovich Rozhestvensky. Este personaje, central en el libro, disponía de una sólida carrera, experiencia, buena reputación, posición política adecuadamente conservadora, un carácter riguroso e irascible, que lo hacían parecer el hombre adecuado para la misión.
Pero las propias inercias de la Rusia zarista van a complicar la expedición: corrupción, interferencias de la administración, falta de preparación… unido a que el zar estuviese dando órdenes a miles de kilómetros por telégrafo, harán la tarea casi imposible.
El autor nos describe el pequeño, pero aún así clasistamente jerarquizado, mundo que eran los barcos zaristas y nos presenta un viaje en el que se centra la mayor parte del libro, en parte épico y en parte kafkiano: la flota casi escondiéndose para carbonear en territorio de su supuesto «aliado» Francia; la paranoia atizada por los japoneses, ingleses y los aficionados espías rusos que hacían creer en la existencia de torpederos enemigos por todas partes, lo que llevará al incidente de Dogger Bank con los pescadores; los puertos o no puertos donde deben fondear por motivos de política internacional; las órdenes y contraórdenes que hacen al almirante querer huir de los «refuerzos» del 3º Escuadrón del Pacífico.
Pleshakov termina llevándonos al Estrecho de Tsushima donde la flota rusa inicia su singladura final intentando alcanzar el mar del Japón; allí le espera Togo con la flota japonesa en una batalla cuyo resultado está bastante predeterminado.
La descripción de la batalla es menos detallada en comparación con el resto del libro y se echa de menos una mayor profundidad al respecto, pero supone el colofón de la campaña y de la guerra en el frente marítimo. Terminando en un epílogo donde renacen las envidias e inercias de un régimen que no supo apreciar totalmente la situación y la necesidad de adaptarse y que 20 años después será sepultado.
Como detalles criticables se echa de menos mapas de la propia batalla para entender los movimientos de las flotas. Y también la ausencia de bibliografía japonesa, pues ante todo el libro está escrito desde una perspectiva rusa y faltan datos sobre los movimientos y la visión japonesa de las operaciones.
Buena reseña APV. Una obra que siempre he tenido en mente adquirir dado lo interesante de la temática tratada y, sobre todo, porque me encantó «La locura de Stalin» del mismo autor.
Saludos
¡Qué gran libro nos traes APV! Fascinante por la calidad de la narración y el innegable exotismo de la guerra descrita.
¡Los rusos en alta mar!
Siempre me ha parecido interesante la guerra ruso-japonesa, pero lo poco que he leído sobre ella es como complemente a la Historia de Japón o de la I y II GM, nunca nada específico. Apuntado queda. :D
Es un libro excelente, aunque como ya hace años que se editó, quizás cueste encontrarlo. Imprescindible.
La verdad que merecería la pena una reedición con fotos mejor elegidas.