LAS GUERRAS APACHES. POLVO Y SANGRE EN LA ÚLTIMA FRONTERA DEL SALVAJE OESTE – Paul Andrew Hutton

“Con el tiempo, se difundió la verdadera historia de sus orígenes, de modo que tanto soldados como civiles conocían a Mickey Free como el muchacho cuyo secuestro había dado inicio a la guerra por la Apachería”.

El rapto de un niño tuerto de casi doce años es el luctuoso suceso con el que comienza el libro. Se lo llevaron los apaches de una granja situada en algún lugar de Arizona, donde vivía con sus padres; ellos nunca más volvieron a verle. Se llamaba Félix Ward, pero con el tiempo tuvo otros nombres, Mickey Free fue uno de ellos. Creció con sus secuestradores, los apaches de la tribu de los aravaipas, quienes por alguna extraña razón prefirieron criarlo en lugar de matarlo; les debió de caer en gracia. En cambio, para la tribu apache de los chiricahuas el muchacho siempre fue “el coyote cuya captura trajo la guerra a los chiricahuas”.

El conflicto entre la creciente nación de Estados Unidos y las tribus apaches es, al parecer, el más largo en el que dicho país se visto involucrado: de 1861 a 1886. 25 años de guerra durante los cuales las tribus apaches fueron exterminadas poco a poco, hasta desaparecer como pueblos libres y resignarse los supervivientes a vivir encerrados en reservas. El pueblo en cuestión se autodenominaba dine o indeh, “persona”, pero entre los españoles que vivían en América se popularizó el término con el que los llamaban los zuni, una de las tribus nativas a las que eran hostiles: “apache”, es decir, enemigo. El territorio que ocupaban en las extensas tierras de Norteamérica fue conocido como “Apachería”, una enorme extensión de terreno repartida entre los estados de Texas, Arizona y Nuevo México, y el norte de México.

El libro Las Guerras Apaches. Polvo y sangre en la última frontera del salvaje Oeste, de Paul Andrew Hutton, se une a los ya publicados por la editorial Desperta Ferro sobre el conflicto entre las tribus indias y Estados Unidos a lo largo del nacimiento y crecimiento territorial de la nación norteamericana: La tierra llora y Tecumseh y el Profeta, ambos de Peter Cozzens. Hutton se centra en la pugna por resistir al imparable enemigo que llevaron a cabo los apaches, un pueblo nativo que englobaba un sinnúmero de tribus: mescaleros, chiricahuas, jicarillas, lipanes, pinales, aravaipas, yavapais, bedonkohes… En su punto álgido llegaron a ser en torno a los 8 o 10.000 individuos, cifra respetable pero irrisoria si la comparamos con la población del hombre blanco. Hutton describe someramente el inicio del conflicto: los apaches se encontraron con que sobre su ancestral territorio se estaba desarrollando una guerra entre mexicanos y estadounidenses, por situar la frontera que los separaba más arriba o más abajo en el mapa. Los apaches no podían permanecer ajenos, y puesto que odiaban a los mexicanos se aliaron con el otro bando; pero cuando Estados Unidos venció, comenzaron los roces con ellos, hasta que llegó la amenaza definitiva si los apaches no se inclinaban ante los estadounidenses:

“Vendrá la guerra; miles de soldados tomarán posesión de vuestras tierras, vuestros pastos y vuestros abrevaderos. Destruirán a todos los guerreros apaches que encuentren y se llevarán cautivos a vuestras mujeres e hijos”.

El ultraje y engaño que sintieron los apaches fue la mecha que hizo prender la guerra. Hutton relata la historia de estos enfrentamientos, que tan sesgadamente conocemos a través del cine o las novelas (si bien es cierto que el punto de vista de los indios cada vez se hace más visible), y de hecho leer su libro viene a ser como leer ficción, tan emocionante y adictivo es. Pero no, no se trata de ficción; la documentación de cuyo uso hace gala el historiador estadounidense es apabullante: manuscritos de la época, tesis doctorales, artículos en revistas especializadas, memorias y monografías, forman parte del inmenso caudal de información que constituye los cimientos de esta obra.

El libro toma un poco como batuta a Mickey Free, el niño que fue secuestrado al inicio de la década de 1860. Su vida aparece y desaparece en las páginas, como también la de una infinidad de personajes tan protagonistas como él, que jugaron un papel en las guerras apaches. Así, encontraremos a indios apaches cuyos nombres sin duda hemos escuchado alguna vez, como Cochise, y también otros menos conocidos: Mangas Coloradas, Victorio, Eskiminzin… Y por parte estadounidense, además de Félix Ward / Mickey Free, conoceremos a aventureros, exploradores, buscavidas, militares, cazarrecompensas y hombres de frontera: James Kirker, Kit Carson, James Carleton, William T. Sherman, Sheridan, Crook… Todos ellos tuvieron algo que contar, todos ellos participaron de un modo u otro en la guerra, y Hutton relata sus historias como si de una novela se tratase.

No elude el autor el hecho innegable de que existían apaches cuya postura tendía al entendimiento con el enemigo y a la búsqueda de una solución pactada. Fue el caso del jefe chiricahua Mangas Coloradas y de su yerno Cochise. Sin embargo, el primero fue engañado y recibió un disparo en la cabeza, y el segundo vivió como un fugitivo toda su vida. También entre los estadounidenses existían posturas conciliadoras, y no de individuos poco destacados sino, por ejemplo, del propio presidente norteamericano Ulysses S. Grant:

“Un trato adecuado a los ocupantes originales de esta tierra merece un estudio cuidadoso. Favoreceré toda medida que busque civilizarlos y, en última instancia, convertirlos en ciudadanos”.

Se cuenta también, y no es un hecho menor, cómo en 1851, años antes del conflicto con los estadounidenses, un joven guerrero apache encontró un día masacrados a su madre y a su esposa, y a sus tres hijos con las cabelleras cortadas (la costumbre de cortar cabelleras no es originaria de los indios). La matanza había sido perpetrada por unos milicianos mexicanos. El apache, llamado Goyahkla, inició un largo viaje de venganza contra los mexicanos que lo convirtió en el indio más temible y despiadado de toda la Apachería. Sus pobres víctimas rezaban y pedían protección a San Jerónimo, y eso hizo que Goyahkla fuera bautizado por sus enemigos con un nuevo nombre: Gerónimo. En el libro se relatan los hechos de este terrible apache bedonkohe, el terror del territorio durante décadas hasta el momento de su rendición final en 1886, cuando ya no le quedó más salida que entregarse al general George Crook. Fue entonces cuando pronunció estas legendarias palabras:

“Ahora me entrego a ti; haz conmigo lo que te plazca. Antes me movía como el viento. Ahora me rindo a ti y eso es todo”.

Hutton, que es un especialista en la materia, y eso se nota, es también un excelente narrador. Son muchísimas las historias que relata, todas ellas con sus propios protagonistas, todas ellas relacionadas con las guerras apaches. Los continuos intentos de reconducir la situación, el establecimiento de reservas o lugares de confinamiento (Bosque Redondo, San Carlos) donde los indios malvivían en deplorables condiciones, la construcción de numerosos fuertes  a lo largo y ancho de toda la Apachería, los pactos y traiciones, casi siempre por obra de los estadounidenses… La obra está muy bien estructurada, y sus capítulos aparentemente dispersos siguen un guion cronológico y argumental que atrapa al lector. Especial interés tiene también la historia de Has-kay-bay-nay-ntayl, indio que fue capturado siendo un niño y que se convirtió en una especie de mascota para los blancos, querido por todos y cuyo final permanece en la incertidumbre. La dificultad de su nombre hizo que se le diera otro más fácil de pronunciar y recordar: Apache Kid.

Las Guerras Apaches constituye, en definitiva, una lectura ineludible para los interesados en el tema. El resto lo percibirá como un libro apasionante que se lee de cabo a rabo casi sin pestañear. No es poco, ¿no?

 

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Paul Andrew Hutton, Las Guerras Apaches. Polvo y sangre en la última frontera del salvaje Oeste (traducción de Javier Romero Muñoz). Madrid, Desperta Ferro, 2023, 456 páginas.

 

     

17 comentarios en “LAS GUERRAS APACHES. POLVO Y SANGRE EN LA ÚLTIMA FRONTERA DEL SALVAJE OESTE – Paul Andrew Hutton

  1. Farsalia dice:

    Un gran libro… eso sí, con él tengo saciada mi interés por el tema por una larga temporada.

  2. Iñigo dice:

    Lo tengo y me apetece meterle mano… Le llegará su hora seguro. Gracias por la reseña.

  3. Arturo dice:

    Espectacular reseña, Cavi, gracias.

  4. cavilius dice:

    Muy buen libro, a fe mía.

  5. APV dice:

    Frente a otras opciones como Roberts o Worcester, ¿es mejor? ¿añade algo a estos?

  6. cavilius dice:

    Cuando lea a esos señores, si llega el día, te diré, APV. De momento solo te puedo recomendar la lectura de este.

  7. Iñigo dice:

    ¡Cómo lo estoy disfrutando!

  8. Iñigo dice:

    Magnífica lectura de principio a fin. Te agarra y no te suelta desde la primera ala última página. Muy muy recomendable, al nivel de «La tierra llora»

  9. Jorge Chao Enríquez dice:

    Recomiendo «Un país maravilloso», del autor Samuel W.Cozzens, publicado por Ediciones del Viento.
    Se trata de un libro de viajes, en el cual el autor narra su periplo de tres años, inmediatamente antes de la Guerra de Secesión, por los territorios de Arizona y Nuevo México y, cómo bien explica el editor en la contraportada, nos presenta «una sorprendente aproximación a la presencia española en esas tierras».
    El autor, conoció personalmente a Cochise, con quien se comunicaban en español, y de quien dice que «su aspecto físico asustaba».

    1. Iñigo dice:

      Tomo nota y más aún si es de Cozzens.

      1. Jorge Chao Enríquez dice:

        Según explica el editor, de éste Cozzens, poco o nada se sabe, salvo que ejerció de juez.

        Luego, también tenemos «Banderas lejanas. La exploración, conquista y defensa por España del territorio de los actuales Estados Unidos», de los autores Fernando Martínez Laínez, y Carlos Canales Torres. Editorial EDAF. 2018.
        Cómo explica el editor:
        «En gran parte desconocida por los propios españoles, la gesta de la exploración, conquista y defensa que llevó a cabo España en lo que hoy son los Estados Unidos de América supone un acontecimiento histórico capital. Durante trescientos años, soldados, navegantes, misioneros, colonos y descubridores al servicio de España plantaron sus banderas en fuertes, poblados, misiones y ciudades repartidos por toda América del Norte, desde los límites de México hasta la frontera canadiense y Alaska. Españoles fueron los primeros europeos que avistaron el Cañón del Colorado, cruzaron el río Misisipi, atravesaron las llanuras de Kansas, se internaron en los desiertos de Nevada o fundaron ciudades como Los Ángeles, Santa Fe o San Francisco. Mucho antes de que Estados Unidos existiera como nación, España había conquistado ya el Far West y combatido o pactado con las principales tribus indias que luego el cine de Hollywood haría famosas. Desde Florida a California las enseñas hispanas ondearon sobre un enorme territorio que tuvo que ser defendido con escasísimos recursos. Este libro incluye por primera vez la lista de todos los fuertes, puestos fortificados, misiones y presidios españoles en Estados Unidos y Canadá. Con amenidad y rigor documental, presenta también una panorámica completa de los esfuerzos políticos y militares, y de los personajes que contribuyeron a fijar la historia apasionante, violenta en ocasiones y casi siempre heroica, de unos hechos que merecen ser rescatados del olvido y formar parte de la memoria colectiva hispanoamericana.»

      2. Iñigo dice:

        Pensaba que se trataba de una obra de Cozzens el historiador no el personaje histórico.
        Gracias por tu aportación.

  10. Leopoldo dice:

    Lees todas la barbaridades que hacían los indios a cualquier persona y no entiendes la corriente buenista actual que pretendes blanquearlos como si fueran todos Pocahontas. Civiles, militares, milicianos, niños, mujeres, ancianos, rancheros, pasajeros y conductores de diligencias, mensajeros, ganaderos …. asesinados vilmente y hasta torturados por indios que se escapaban de las reservas y asolaban las tierras por las que pasaban para destruir las casas y robar ganado.

    Como casi siempre andaban cortos de munición y les gustaba economizar balas su táctica favorita era aplastar la cabeza con una piedra, aunque se tratara de un niño.

    1. cavilius dice:

      Hola, Leopoldo. No soy un experto en el tema, así que no voy a negar que los indios cometieran todas esas salvajadas que citas. Pero conviene dejar claro que esa ristra de barbaridades no son ni han sido jamás «privilegio» de los indios, porque se han cometido a lo largo de milenios en todos los lugares del planeta, incluso en la Norteamérica de mediados y finales del siglo XIX, y llevadas a cabo por hombres blancos en las tierras de los indios (y por cierto, qué se le habría perdido al hombre blanco en las tierras de los indios). El verbo que usas, «blanquear» las barbaridades de los indios, es bastante indicativo de en qué dirección se dispararon la mayor parte de los tiros en todo este asunto.
      Un saludo.

      1. Farsalia dice:

        Es curioso esto de que se hable de «blanquear» y no de pensar históricamente en por qué se responde con violencia a la violencia desatada. Como si las «invasiones» de un lado, y lo que de por sí conllevan, no importaran tanto como las acciones de respuesta ―tras décadas, siglos, de maltratos diversos― de aquellos que se resisten a verse desposeídos de sus tierras y obligados a trasladarse, un poco más al oeste o al sur, a «reservas» donde morirse literalmente de asco. Que, ya puestos, si hay que denunciar atrocidades, denúnciense todas y póngase todo en su contexto. Pero, sí, es curioso hacia dónde se dispara…

      2. cavilius dice:

        También lo decía yo en el sentido de que para la acción de justificar algo, racionalizarlo o aceptarlo como válido, se utiliza el color blanco («blanquear») y no cualquier otro. Lo blanco es lo bueno, vaya uno a saber por qué. ¿Será porque la Historia la han escrito sobre todo los hombres de raza blanca?

  11. Iñigo dice:

    Pues mira por donde, al final lo disfruté mucho. Un libro del que publiqué reseña en mi blog. Con permiso.
    https://elpuentelejano.blogspot.com/2023/10/las-guerras-apaches-polvo-y-sangre-en.html

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