LOS VIRTUOSOS – Yasmina Khadra

Pues bien, el afamado escritor argelino, Yasmina Khadra, propone en su novela, un gran viaje existencial e iniciático del joven Yacín a lo largo y ancho de las trincheras francesas y, posteriormente, en una gran extensión de lugares geográficos de una Argelia de extremos, conflictos y paradojas propias de un territorio colonial donde el semillero independentista rural contrasta con las grandes urbes argelinas, como Orán. En este panorama, Yancín, no solo debe sobrevivir a una serie de circunstancias adversas encontradas en su camino, sino que, además, su existencia a los largo de los años tras la IGM se verá comprometida por una búsqueda, para él vital, que hará que su espíritu de supervivencia sobrevuele enérgico a lo largo de unos años llenos de desencuentros, engaños, rebeliones y caídas en la desesperación.
Nos encontramos con una novela eminentemente viajera, tanto en lo geográfico como en lo humano. El protagonista crece conforme suma años, en un estado continuo por hacerse un lugar en la vida que le ha tocado vivir, experimentando en su carne diversas situaciones que, en ocasiones, le llevan al extremo de la supervivencia. Unas vivencias que surgen paralelas al estado de un país, Argelia, en el que la huella colonial francesa se establece con claridad en las ciudades costeras, mientras en los pueblos del interior, las antiguas leyes y costumbres, las tradiciones, la realidad feudal y los ecos de una independencia deseada y liderada por señores de la guerra, marcan el caminar y la búsqueda del veterano soldado. En su camino se cruza con muchos de sus excompañeros de batalla, quienes le sirven tanto de asidero para sobrevivir, como para sumergirse en una combinación peligrosa de experiencias revolucionarias y proyectos casi suicidas. Lo más paradójico de todo es que esa supervivencia resulta ser tan compleja y dura en el entorno urbanita, donde resulta especialmente complicado asomar la cabeza entre tanta pobreza concentrada en los barrios más desfavorecidos, como en el desierto árido y extremo, en el que quienes promueven razias belicosas se aprovechan de encendidas promesas y de la pobreza de quienes deben sustentar los sueños independentistas de unos pocos. Paralelamente a las andanzas del protagonista el autor muestra como la gran quiebra entre ricos y pobres se multiplica exponencialmente cuando el egoísmo, el poder, la venganza y la situación social, rebasan por goleada a la caridad, el amor, la bondad y los sentimientos de hermandad y humanidad.
Mediante una narrativa directa y sencilla, salpicada de sentidos y profundos diálogos, Kadhra nos traslada a un épico viaje geográfico y vital del protagonista. De literatura sencilla pero firme, de descripciones claras, salpicadas de las hondas raíces de un pueblo acostumbrado a vivir con poco en lo material, pero con mucho en lo espiritual, el autor envía un mensaje al lector sobre el sentido del destino y la búsqueda, en un mundo donde los ecos occidentales y europeos no pasan desapercibidos, en un país que vive entre una buscada modernidad y la tradición. Algo se cuece en Argelia mientras Yasmín sobrevive y busca, en un territorio geográfico ingente y en un universo humano lleno de contradicciones, un destino al que deberá esperar, mientras sufre en sus carnes una serie de experiencias que muestran, con extrema claridad, la realidad de un pueblo y un país, protagonistas escénicos de esta gran novela, tan épica como profundamente humana.
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Yasmina Khadra, Los virtuosos; traducción de Wenceslao-Carlos Lozano. Madrid, Alianza Editorial, 2023, 475 páginas.
Interesante autor, y, por lo que parece, muy interesante novela. De Khadra leí El Atentado y coincido cuando señalas que es una narrativa aparentemente sencilla pero, a la vez, rica y compleja. Me llaman mucho la atención los libros sobre viajes en los que el propio viaje interior es igual de importante que el geográfico, por todo lo que invitan a la reflexión.
Aparte de eso, el autor consigue mantenerse en un muy difícil equilibrio ideológico, ya que es un firme defensor de la paz; y no vive en un entorno en el que los pacifistas se vean con muy buenos ojos, ni por unos por otros.
Gracias por la reseña; creo que voy a hacerme con este libro.
A mí en cierta manera la narrativa y la estructura de este libro me ha recordado a las de algunas novelas de Amin Maalouf. Si lo lees, no dejes de pasarte y dejar tus comentarios…
Lo haré.
En cualquier caso, la literatura (quizá, más concretamente, el género de la novela) y los viajes son dos de las armas mas poderosas a la hora de entablar puentes. Ponerte en el punto de vista del otro, como se siente uno casi obligado a hacer cuando lee novela, y conocer in situ las circunstancias de los “otros” es dar pasos de gigante hacia la tolerancia y la paz. Siempre he pensado que lo mejor que puedes regalarte con poco dinero es un libro, y con un poco más de dinero, un viaje. Abren la mente que no veas.
Me pregunto si este caso de Khadra y Malouf, con quien lo comparas, tendrán algo de esto en mente cuando han escrito tanto sobre viajes, siendo ambos reconocidos pacifistas.
Y además dos pacifistas con una mirada objetiva, casi neutral, de la realidad histórica en la que adentran… aunque en el fondo su mensaje es claro y contundente.
A mi de este autor me gustó mucho: «Las golondrinas de Kabul». Os lo recomiendo ;-)
Y tomo buena nota.
Gracias por la reseña, Íñigo. No conocía a este autor. Voy a comenzar con La sal de todos los olvidos, que es el libro que tengo más a mano.
Un placer y que conste que no he leído nada más del autor. Pero me lo apunto que me han contado todo bueno de su trabajo.