MEMORIAS DE GODOY – Enrique Rúspoli
Para quien haya podido quedar perplejo tras la lectura del precedente título me apresuro a aclarar, aunque por obvio no sería necesario, que las Memorias de Godoy las escribió Godoy, no Enrique Rúspoli. No obstante, lo transcribo tal como figura en el lomo del libro, si bien la portada es más esclarecedora y disipa cualquier duda por cuanto detalla: «Memorias de Godoy. Estudio preliminar y edición de Enrique Rúspoli. Primera edición abreviada de Memorias críticas y apologéticas para la historia del reinado del Señor D. Carlos IV de Borbón».
Queda dilucidado, pues, que Rúspoli se ha ocupado de editar y prologar largamente las «Memorias críticas …» que Manuel Godoy escribió en su destierro de París entre los años 1814 y 1836 y que se dieron a la imprenta por primera vez en esta segunda fecha. La obra objeto de esta reseña no recoge la totalidad de las extensas memorias del valido de Carlos IV, habiéndose omitido diez de los capítulos de la primera parte -se compone de dos-, lo que, aun así, arroja la abultada cifra de 935 páginas de apretado texto, a las que hay que añadir las 113 preliminares para completar su voluminoso formato.
¿Y qué nos depara en tan prolija narración? Pues una detallada exposición de lo que ocurrió en España, y, por interrelación, en Europa y en América, durante el periodo de su privanza real que abarca desde 1792 hasta el 18 de marzo de 1808, día en que Carlos IV se vio forzado a abdicar y él derrocado por el tumultuoso motín de Aranjuez. No puede perderse de vista que con la publicación de sus memorias Godoy pretende, como el título proclama, realizar una «apología» del reinado de Carlos IV y, por ende, suya propia frente a las injuriosas acusaciones de quienes formaron la camarilla de Fernando VII y provocaron su caída (Escoiquiz, el duque del Infantado y otros), de las que se venía haciendo eco la historiografía oficial. Tampoco debe olvidarse que cuando salen a la luz dichas memorias en 1836 ya había muerto Fernando VII y la casi totalidad de los que en ellas figuran como protagonistas, con lo que no pudieron ser contestadas por ninguno de los aludidos. Aun leidas con preconcebida imparcialidad no resultan creíbles las semblanzas de sí mismo y de su rey por las que presenta a ambos como dechados de las mayores virtudes humanas y del sumo grado de la perfección a que persona alguna pueda aspirar. A fuer de equidad, tampoco son admisibles las abominables cualidades que le atribuyeron sus cuantiosos enemigos.
En todo caso, no importa tanto el enjuiciamiento de su persona como el valor documental de cuanto expone en sus memorias. Incluso con la subjetividad de que pueden ser tachadas y admitiendo un sesgo interesado por parte de su autor, constituyen estos recuerdos un compendio histórico de valor incalculable. No es un historiador cualquiera quien nos cuenta los avatares de España en la época napoleónica sino el Primer Secretario de Estado y Generalísimo de los Ejércitos, que vale tanto como decir el auténtico gobernante del país en las fechas precedentes a nuestra Guerra de Independencia. Quien redacta estas memorias tuvo en sus manos toda la documentación del Estado y de la Casa Real, conoció los trasiegos de las valijas diplomáticas de Europa, dispuso de información de primera mano sobre cuanto sucedía en su momento y sostuvo directa relación con Napoleón y las demás figuras políticas de la época. Leídas con tamizada credulidad en cuanto a los aspectos personales, suponen por lo demás un enjundioso diario informativo de apreciable interés.
[tags]Memorias de Godoy, Enrique Rúspoli[/tags]


Ayuda a mantener Hislibris comprando «Memorias de Godoy» en La Casa del Libro.
Anthos, buena y esclarecedora reseña. A mi me lo han regalado y me he leído algún capitulillo y desde luego resulta jugoso. Por lo de su falta de objetividad por Carlos IV creo que el título original lo deja patente: memorias críticas y APOLOGÉTICAS para el reinado de Carlos IV.
Creo que como bien dices es una gran fuente (por parcial que pueda ser) para estudiar ese periodo, y además está bien escrita.
Manuel Godoy fue el artífice de una de las más grandes victorias de los ejércitos españoles y, para celebrarlo, posó repanchingado para que Goya le hiciera un famoso retrato (tal pose debió producirle, seguramente, dolores de espalda). La victoria en cuestión se produjo en la famosa Guerra de las naranjas. Es un (cada vez menos frecuente) placer volver a leerte, Anthos. La reseña es magnífica (digo esto para desmentir a Urogallo me ha acusado de ser parco en elogios).
La parquedad o largueza en los elogios ha de ir en función de los merecimientos. Aun generosamente tasados los de esta reseña, los que le dedicas, Pepe, son excesivos por mucho que diga Urogallo.
En efecto, la imagen que ilustra la portada del libro es un fragmente del cuadro de Goya que podéis ver aquí. Lo de «una de las más grandes victorias de los ejércitos españoles» que comenta Pepe en referencia a la llamada Guerra de las naranjas está cargado de la ironía de la que él hace gala tan a menudo. Los denostadores de Godoy han minimizado y hasta satirizado esta breve guerra -de tan solo 18 días- en la que un ejército español mandado personalmente por Godoy ocupó una buena parte de Portugal que se apresuró a firmar la paz en Badajoz. Lo cierto es que fue una campaña rápida y eficaz de bajo costo material y humano. Se motejó esta guerra «de las naranjas» pues Godoy envió un ramo de esta fruta a la reina desde Elvas.
Esto de la guerra de las naranjas y de Portugal me recuerda algo que quizá pueda interesar a los filohelenos y tal vez atraerles a la reseña. Como todos sabéis, la naranja es una fruta de origen asiático. Fue introducida por los árabes hacia el siglo XI con intenciones mayormente medicinales y ornamentales, porque la naranja persa es agria (y aquí viene lo de los griegos, ¿no?, que eran enemigos de los persas y todo eso) No, no es aquí. Durante mucho tiempo se destinó también a la condimentación e incluso para sacar brillo a los cacharros de cobre y latón. (¡Como las armas griegas, nen! Habría que hacer alguna reseña sobre ese tema, con las espadas, las lanzas y toa la pesca…) No, tampoco tiene que ver con eso. Un poco de paciencia que llegamos al final: la naranja dulce fue traida en el siglo XV de la India por comerciantes portugueses, de modo que los griegos llaman a las naranjas … Πορτοκαλιά.
Interesantisimo libro, e interesantísima anécdota.
Hay que reconocer una cosa, aparte de las telegráficas memorias del César Carlos, esta es la primera ( y extensa ) autobiografía de un líder español ( como bien señala Anthos) y solo por eso, estoy de acuerdo con él en que merece una atención detallada.
Buenísima y clarificadora reseña, Anthos, y ya era hora! que se prodiga usted poco por aquí, comentar que este fin de semana he viajado a mi patria chica, y el sábado en concreto andaban haciendo un homenaje e inaugurando una estatua del insigne Manuel Godoy, para celebrar el bicentenario, en una centrica plaza de Badajoz la de San Antón, no excesivamente lejos de la calle donde nació don Manuel, la de Santa Lucía.
La estatua de bronce, realizada por el escultor extremeño Luis Martinez Giraldo, lo muestra vestido de militar y leyendo el Tratado de Badajoz, el que puso fin a la citada guerra de las naranjas, ¿coincidencias hislibreñas?
no sé, pero me gusta pensar que estamos en sintonía. Saludos, querido caballero.
Anthos, magnífica reseña, interesantísima, asi como el libro reseñado. La verdad es que nunca se me habia ocurrido pensar en Godoy escribiendo unas memorias…Y lo de la guerra de las naranjas es curiosísimo.
Pepe, tiene gracia la historia de las naranjas que cuentas. ¿Y tu eres el que dice no estar interesado por la Historia…? ¿Y más por las tortillas de patatas? Tío, si te las sabes todas…! Pero quisiera hacer una acotación. Lo de Portokalia, será en griego contemporáneo, deduzco. ¿Realmente en España no hubo naranjas hasta el siglo XV? ¡ No puedo creerlo!¡Pasmoso!
¿qué cultivaban en Valencia y Murcia hasta entonces? ¿zanahorias? Porque las patatas y los tomates vinieron de América…
Hablando de Portugal menciono un pequeño detalle. El verano pasado, después de visitar a Valeria (ñam, ñam, todavía me acuerdo de aquel pulpo a la plancha…) estuvimos en (O)porto, y descubrimos el origen romano de su nombre.
Y es que en la otra ribera del Duero, frente a la ciudad de Oporto, se encuentra Vila Nova de Gaia -fundada por los romanos como Portus Cale donde se encuentran todas las bodegas del famosísimo vino, visitables y de las cuales dimos buena cuenta-.
Pues bien, de la unión de Porto y Cale, y a través de los siglos, se originó el nombre de Portugal.
¡Qué bonito, qué bonitoooo! Me encanta averiguar el origen de los nombres, y esto tampoco lo sabía; ¡cuánta es mi ignorancia al respecto! Y qué estupendo es tener amigos que te alivien de tus ausencias cognoscitivas…A ver si algún día me visitas a mi, Ascanio, y seguro que pasaremos un buen rato de charla…y te invitaré a una buena paellita o a un delicioso arròs a banda (¿cómo se pone la cursiva, demonios?)
¡Que valor tiene este lugar de encuentro de los amantes de la Historia! El libro en cuestión lo he visto en las librerías, pero el precio la verdad es que echa un poquito para atrás. De todas formas, después de haber leído la reseña y los comentarios, tal vez este precio no me parezca tan desmesurado, al fin y al cabo la figura de Godoy lo merece por su importancia.
Un saludo.
Es la primeva vez que me atrevo, haber que tal…
Urogallo nos dice que » aparte de las telegráficas memorias del César Carlos, esta es la primera ( y extensa ) autobiografía de un líder español». Como calificas entonces al Llibre dels fets de Jaime I?
Aunque no lo escribio él (no sabia escribir) lo dictó.
Un saludo a todos.
Argos,(qué nombre tan homérico!) ¡bienvenido! Ooye, háblanos del Llibre en cuestión. No sabía yo que Jaime I (supongo que hablas del Conquistador) tenia una autobiografía…Cuenta, cuenta.
Ahhh Argos, es que en ese caso tambien Alfonso III ( gran historiador) habló de su propio reinado, pero aunque era español, no era gobernante de España :D
Bueeeno, empezamos bien…
Yo solo os pedia vuestra opinion sobre el libro, saber si, segun vosotros, podia ser considerado como una autobiografia y como tal digna de figurar en la lista de Urogallo.
Asi lo define la Wiki «The Libre dels feyts (modern Catalan Llibre dels fets, modern English Book of Deeds) is an autobiographical chronicles of the reign (1213 – 1276) of James the Conqueror, King of Aragon and Count of Barcelona. It is written in Catalan in the first person and describes the life of James. Though written at his dictation and with his editing, the work was not James’, but was written by scribes. The language of the works is popular and colloquial, representing the spoken tongue. The style is direct». Luego no escrito, sino dictado.
Cuando Anthos en su reseña habla del interes intrinseco del libro pese a la subjetividad con la que Godoy nos relata su privanza, yo lo enlacé con lo ultimo que me he leido sobre el tema (con eso del aniversario los hay a patadas) » JAUME I: HISTORIA I MITE D UN REI» de Stefano Maria CINGOLANI. Este dice «Prendre, doncs, El llibre dels fets com un relat històric ajustat a la realitat, com han fet la majoria d’historiadors antics i moderns, pot haver forjat una imatge esbiaixada de Jaume I». Luego como Godoy mentirosillo…
Finalente os dejo con lo que el mismo rey dijo sobre la obra “E per tal que los hòmens coneguessen, quan hauríem passada aquesta vida mortal, ço que nós hauríem fet […] e per dar eximpli a tots los altres hòmens del món…” (es para que los hombres conozcan, cuando ya hayamos pasado de la vida mortal, lo que nosotros hemos hecho […] y para dar ejemplo a todos los otros hombres del mundo).
Un saludo
Pues…tu mismo (y wikipedia, además en inglés) lo has dicho. Yo no soy historiadora, pero me parece que sí es una autobiografía. Otra cosa es lo que diga Urogallo, que siempre le gusta decir la última palabra.
Me interesa, el motivo no es historico para mi …ni remotamente x intereses afines es tan solo un personaje tocado x todas las virtudes entre tantos defectos comun que con un poder abajo…otro encima….y al margen pensar …. en aparente presion sin ser el …..presionado ni Descartes lo hubiera podido ayudar, fue manejado mejor y si Goya lo svozzo….que nom Plus Ultra recibio mas que puntadas que cornadas y todo x naturales bien mandados y bien derrotados x el mozo de la paz….
Gracias al Profesor Enrique Ruspoli por la reedición de las memorias del reinado de Carlos IV escritas por Godoy. Es un lujo de libro que sirve para restaurar y reivindicar la imagen del favorito del Rey. En particular de la, sin sentido, despreciada Guerra de las naranjas. Una guerra corta y que alcanza sus objetivos. Blitzrieg la llamarán en alemán.
Para el que quiera verlo, Olivenza constituye una cabeza de puente sobre el Guadiana que amenaza de flanco Badajoz. Por no entrar en que con esta Guerra se evita que Napoleón obligue a España a entrar en Guerra con Gran Bretaña y que tan bien se explica en el libro. Es curioso la facilidad conque se olvida que Portugal era aliada de Gran Bretaña y gracias a que no la dió tiempo a meter sus tropas nos libramos de una derrota segura. El lector interesado en más detalles puede consultar este regalo que nos ha hecho Don Enrique Ruspoli con las Memorias de Godoy.
No es nada habitual que un «primer ministro» escriba en España sus memorias. Serán subjetivas Imposible que no lo sean), pero semejan bastante documentadas y bien redactadas, lo que demuestra que no era tan poco preparado como algunos enemigos quisieron hacer creer. Para la convulsa época que le tocó vivir creo que fué un gobernante no desdeñable, no quiero ni imaginar lo que haría en su puesto alguno de los actuales!. Indicaré solamente dos ejemplos de «decretos» impulsados por Godoy y/o sus ministros (por ejemplo Jovellanos): la prohibición de enterrar dentro de las iglesias, que le suscitó la inquina del clero, y la prohibición de las corridas de los «toros de muerte», que ya se puede imaginar cualquiera la respuesta. Pensar que estamos hacia finales del s. XVIII.
Recomiendo leer al mismo tiempo y comparar las «Memorias del cura liberal D. Juán Antonio Pose», un cura nacido en el finisterre gallego que ejerció de tal en tierras leonesas, pues resultan de alguna manera complementarias, pues constituyen una versión opuesta, o sea desde abajo, de la España de entonces.
No os fatigo mas.
Que Godoy no era el incompetente chapucero que nos ha hecho creer la historiografía legendaria hispana es un hecho (los que lo critican tanto deberían aclarar que hubieran hecho ellos en aquellas condiciones, seguro que nos sorprenderíamos de las ideas delirantes de mucha gente). Pero a catalogarlo cómo el mejor gobernante del país, hay un largo trecho. La Guerra de las Naranjas fue un conflicto más en esa proto-guerra mundial que fueron las Guerras Napoleónicas, y en ese contexto habría que entenderlo, había muchos intereses creados que pugnaban por ese conflicto.