RECUERDOS DEL FUTURO – Erich Von Däniken
Con este paradójico y sugestivo título se daba a conocer, allá por finales de los 60, un curioso personaje de sonoro nombre, hostelero suizo para más señas, reconvertido en investigador y divulgador de, llamémoslo así, anomalías históricas y fenómenos no explicados. No fue el primero pero sí seguramente uno de los de más éxito de una saga de escritores en la que figuran nombres como Charles Berlitz, Peter Kolosimo, Immanuel Velikovsky, Andreas Faber-Kaiser, J.J. Benítez y otros muchos. Hoy en día, a sus 81 años y con cerca de treinta libros escritos, sigue defendiendo sus polémicas tesis acerca de las visitas alienígenas a la Tierra en épocas remotas y las explicaciones que ha dado del origen de ciertas piezas arqueológicas, según él no suficientemente bien documentado por la ciencia oficial.
Recuerdos del futuro apenas sobrevive hoy en el mercado de segunda mano y en las ferias de libros antiguos y de ocasión y es relativamente fácil de encontrar en la edición de la ya desaparecida colección «Otros Mundos», con su característica cubierta verde. Básicamente, la tesis principal de esta obra es que razas extraterrestres visitaron la Tierra en la remota antigüedad y sus miembros fueron tomados por dioses, dando origen así a las distintas religiones. Basándose en similitudes existentes entre antiguos escritos y epopeyas como el Gilgamesh de los sumerios o el Majabhárata hindú, y en ciertos libros del Antiguo Testamento como el de Ezequiel o el relato de la destrucción de Sodoma y Gomorra, concluye que los autores fueron testigos de la llegada de los «dioses» en estruendosas naves espaciales aureoladas de fuego, capaces de desplazarse por el aire y el espacio. Consecuentemente, estas visitas habrían dejado huellas de su paso en forma de artefactos y construcciones muy avanzados para su época y que, según el autor, sólo se explican por la influencia de tecnología extraterrestre, a pesar de que la arqueología y la Historia dan, en la mayoría de los casos, una explicación racional y plausible.
Así pues, a lo largo de las páginas del libro, Von Däniken nos lleva por toda clase de vestigios históricos, desde las ciudades de Tiahuanaco y Sacsayhuamán, en Bolivia y Perú respectivamente, hasta las pirámides egipcias, pasando por las ruinas mayas, las famosas líneas de Nazca y los moais de la Isla de Pascua. Según afirma, todas estas grandiosas manifestaciones arquitectónicas y escultóricas comparten la imposibilidad de su realización por manos humanas, así que debieron contar con ayuda extraterrestre. Por supuesto, hay también otros indicios, como los llamados «ooparts» (out of place artifacts en inglés), objetos fuera de contexto histórico y que son de todo tipo: supuestas representaciones de aviones modernos como el pájaro de Saqqara, el pilar de hierro de Delhi apenas oxidado tras más de 1500 años, las supuestas lámparas de Dendera (Egipto) que representarían bombillas en pleno siglo IV a. de C., la famosa representación del «astronauta de Palenque», un personaje maya pilotando lo que semeja una nave espacial, las figuras Dogū japonesas que parecen extraños astronautas, el mapa del almirante otomano Piri Reis con sus representaciones de tierras desconocidas en su época o, en fin, las perfectamente pulidas y enormes esferas precolombinas de Costa Rica. Todos estos y otros muchos objetos y representaciones comparten un rasgo común que permite asimilarlos fácilmente a las fantásticas teorías de Von Däniken y demás autores de la misma línea: su ambigüedad, que hace que uno quiera ver con ojos actuales y, por tanto, deformantes, lo que en el pasado era algo perfectamente lógico para los contemporáneos, como astronautas en lugar de figuras de demonios, pistas de aterrizaje en lugar de senderos rituales o aviones en vez de representaciones estilizadas de aves y peces.
Por lo demás, el estilo del autor resulta algo farragoso y repetitivo, alternando continuas enumeraciones de los citados vestigios históricos inexplicables con interpolaciones de textos antiguos a modo ilustrativo, numerosas críticas a la miopía intelectual de los científicos y estudiosos de la Historia, datos y estadísticas astronómicas y opiniones propias y ajenas sobre los temas tratados, incluyendo una breve entrevista a Wernher Von Braun en la que este manifiesta que el ser humano estaría en condiciones de alcanzar Marte en los años 80, aunque, como era de esperar, se muestra muy cauteloso acerca de lo referente a la vida alienígena inteligente tal y como la plantea el autor. Además, al menos en la edición que he manejado, no se incluye ni una sola fotografía, esquema o ilustración, algo elemental al tratar estas materias. A pesar de todo, este libro resultó ser un auténtico best seller en su momento en muchos países y se ha convertido en libro de culto para los aficionados a los temas de misterio. Von Däniken y otros autores escribirían muchos más libros del mismo tenor, pero Recuerdos del futuro fue de los primeros y permanece como ejemplo de una visión alternativa de la Historia y las religiones que, pese a sus incongruencias y falta de rigor científico, ha cautivado a muchísima gente y se ha convertido casi en un icono de la cultura popular.
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RECUERDOS DEL FUTURO, Erich Von Däniken. Plaza & Janés, col. «Otros mundos», 254 páginas, 1970.
Pocas experiencias en mi vida se pueden comparar a la primera ocasión en que me enfrenté a las páginas de Danniken. Y, en realidad, leerle por primera vez, no era conocerle por primera vez. Sus publicaciones y sus teorías ya habían empapado el pensamiento y la cultura francofonas de los 80, por lo que yo ya había recibido bastante de su influencia (Destacadamente, el capítulo de «Los incas» de «Érase una vez…el espacio».
Reconozco que no soy un creyente. Que no acepto sus teorías como revelaciones, y que una explicación detallada cuestiona casi todo lo aportado por él. En sus teorías hay más de voluntarismo que de racionalismo…pero no obstante, y aunque sólo fuese aceptándolo como literatura, ¡Qué gran comunicador!
No en vano, no fueron pocos (Ya señalo su infiltración en la cultura popular) los que aceptaron como hechos las sesgadas afirmaciones del nada neutral suizo.
Aparte de sus dotes comunicativas, a Daniken le favoreció el momento histórico concreto. Era el albor y desarrollo de la carrera espacial, coincidente con el boom de observaciones de OVNI (los famosos «platillos volantes») que hacían pensar en posibles visitas ET; en lo social, momentos de cambios y caída de paradigmas y conceptos tradicionales, en la propia España el fin del franquismo y la transición, con sed y afán por nuevas experiencias y sacudida de dogmatismos… todo ello apoyó el éxito de Daniken. La gente estaba con ganas y deseos de creer cosas nuevas, de abrirse a posibilidades inauditas, los propios logros astronáuticos hacían pensar que en pocos años colonizaríamos (para el mítico 2000) el sistema Solar; con todo ello y la ignorancia técnico-científica de la población (hoy con Internet sería más complicado) no es de extrañar dicho éxito. Incluso hoy día siguen los «Aliens ancestrales» dando guerra por Canal Historia y similares. ;-)
Un primo mío, a finales de los 90, se leyó este libro y varios de JJ Benitez (mezclados con otros más serios de Historia del Próximo Oriente) y menuda fiebre que le dio con los OVNIs, Egipto, la Biblia…
Debo admitir que en su momento tuve curiosidad incluso, pero hasta ahí llegó la cosa. Como decís, quizás pueda leerse como divertimento más que otra cosa, pero su poder de fascinación sigue ahí, ya que creo que hubo un rebrote de este tipo de «pseudo-historia» a raízs del éxito de las novelas de Dan Brown…
Incluso entre estos «investigadores» hay diferencias de grado, y Daniken nunca ha aportado ninguna fuente «secreta», ningún informador «confidencial» ni vendido nada que no sean deducciones, expuestas como tales, y a cara descubierta.
Que recuerdos del mítico Däniken; cuando era crío leí El Oro de los Dioses, un libro en la misma línea, junto con otro volumen de otro autor (Charles Berlitz) que hablaba de la mítica Atlántida. Eran tiempos en que este tipo de libros corrían como la pólvora en bibliotecas y entre chavales, leídos con fruición como libros prohibidos que atentaban contra los dogmas establecidos por nuestra educación. Lo cierto es que ignorábamos (los que éramos aún imberbes) que eran producto de la filosofía New Age (la Nueva Era) que había surgido de la contracultura de los años 60 y su furia iconoclasta contra todo lo existente, ya nuestros padres tuvieron tiempo de sumergirse en los libros de Castaneda y Lobsang Rampa, con sus experiencias extrasensoriales de culturas exóticas y lejanas.
Todo este caldo de cultivo New Age, sería el germen de la cultura del escepticismo y el conspiracionismo de hoy en día, no hubiera existido Expediente X sin todas estas obras, ni los documentales de Ancient Aliens, Profecías Mayas, Nostradamus o el Bigfoot que pululan por las parrillas televisivas y por YouTube. Hoy en día Internet no ha hecho más que aumentar el altavoz de estos contenidos.
Resumiendo, que me enrollo, el libro viene bien para saber de que polvos vienen ciertos lodos, y para entender el origen de un submundo, el del misterio, que aún hoy sigue acogiendo a miles de adeptos.
Buena reseña Arturus.
Por cierto, y ya que lo mencionas, también leí en su día No es Humano del mítico Kolosimo. Otra obra maestra del delirio universal;-)
En algún sitio leí que la lectura de las obras de Daniken, lógicamente despojadas posteriormente de su aparato acientífico, alentó muchas carreras de Arqueología, Hª Antigua y demás, inclusive nombres afamados hoy día. Es muy posible, porque como narrador y descubridor era estimulante (mucho más para una mente juvenil que los Salgaris de turno, metiendo marcianos en el ajo).
El cine y la televisión se perdieron un gran guionista, y la ciencia-ficción un buen escritor, si Däniken hubiese optado por relatar sus historias en formato de ficción, en vez de pretender colarnos pretendidos ensayos pseudo-científicos.
Y los datos que expone Clodoveo son bastante creíbles, una buena dosis de misterio y exotismo son suficientes para despertar muchas vocaciones.
Muchas gracias por los comentarios y por vuestros aportes, chicos;-), la verdad es que he tenido ciertos reparos a la hora de enviar esta reseña por el cómo sería recibida, pero está claro que los que tenemos determinada edad vivimos intensamente estas lecturas en su momento y nos dejaron huella… En mi caso fue «El triángulo de las Bermudas», que descubrí en casa de mi abuela. Después vendrían Jiménez del Oso, los Caballos de Troya, etc. Realmente este es el primer libro de Däniken que he leído. No me ha parecido especialmente bien escrito, como digo, pero se le nota el entusiamo que tenía y tiene por estos temas.
Ah, y estupenda cabecera, por cierto…
Veo que tenemos las mismas experiencias; en mi caso estos libros eran los típicos que aparecían perdidos en los rincones olvidados de los trasteros, llenos de polvo y con hojas amarillentas, que a nuestros ojos asemejaban volúmenes prohibidos de misterios insondables.
Libros perdidos en trasteros, es algo que las nuevas generaciones se perderán con sus ebooks y iPads.
Es cierto y es una pena, pero los nuevos tiempos requieren nuevas maneras, e Internet está plagado de páginas sobre los misterios antiguos y nuevos. Por supuesto, muchas son simple morralla, pero hay otras que mantienen la dignidad y las formas.
Entre paréntesis, ya disculparéis mi tendencia a repetir las mismas palabras en pocas frases, es lo que hace la falta de sueño (estoy estos días en el turno de noche) y el no tener cuidado al repasar el texto.
La cabecera con el relieve de Abidos, un palimpsesto en piedra apresuradamente interpretado… ;-)
¡Qué recuerdos también para mí! Es curioso que asocio la lectura de esos libros de Däniken a la adolescencia y a la fascinación por los misterios milenarios de la humanidad. Recuerdo haber leído arrobado Recuerdos del Futuro y parecerme perfectamente irrebatible todo lo que allí se decía. Hace mucho ya de eso y sé que Däniken no es un valor en alza en estos días pero en mi recuerdo lo uno a aquellos programas del doctor Jiménez del Oso y a otro libro más imborrable para mí, el «Construyamos arcas» del chileno Óscar Fonck Sieveking.
Muchas gracias por sacarlo a la luz de nuevo, Arturus:-)
No hay de qué, Roberto;-) Es lo que tienen libros como este, que suplen su falta de rigor científico con el encanto del misterio, y más aún si se leen a determinada edad. Qué decir del doctor Jiménez del Oso, yo también me acuerdo de sus programas, un grande de estos temas sin lugar a dudas.
Me alegro de que os pareciera que tenía miga la cabecera, Arturus y Clodoveo11.
Y gracias por tus letras, Arturus, también porque me sumo a los que les trajeron recuerdos lejanos de libros similares: está claro que por aquí somos unos curiosos y unos soñadores. Saludillo a todos.
Saludos y gracias a ti por tus diseños;-)