REFORMA Y CONTRARREFORMA – Heinrich Lutz

REFORMA Y CONTRARREFORMA - Heinrich LutzEl motivo del comienzo de esta reseña no es otro sino disuadir a cualquier persona que pretenda ver en los cines la lamentable, infumable, bochornosa, hilarante, torticera, tendenciosa, desgraciada, acaramelada, simplona, farisáica, maniquea, sonrojante, pueril, degradante… versión de Lutero en la escacharrante y abracadabrante película » Luther» de Eric Till con Joseph Fiennes en el papel del reformador. La mejor palabra para definir este bodrio es la creada por al maestro y genio de Barbate: un «fistro». Porque eso es lo que es: un fistro de película. Pero vamos a lo que nos importa: la reseña del libro de Lutz.

Publicado en 1992 en la imprescindible colección «Alianza Universidad» de Alianza Editorial ( colección incomprensiblemente clausurada hace ya unos cuantos años y que no nos otorgó la ventaja rapiñera de lanzarnos a las secciones de » Ofertas y Saldos» de los VIPS porque no es política de la editorial saldar títulos ya publicados) como traducción directa del alemán del título «Reformation und Gegenreformation» perteneciente a una colección de Historia Universal , el volumen es un manual de Historia Moderna que recorre la Historia de Europa desde 1500 , nacimiento de Carlos V, hasta 1648, firma de los tratados de paz de Westfalia que pusieron fin a la Guerra de los 30 Años.

El objeto del manual, muy accesible en cuanto a lectura pero no en cuanto a precio, es básicamente la historia política de ese periodo con unas breves y mínimas, afortunadamente, pinceladas sobre economía y sociedad. Y es así porque la especialidad del autor es el periodo llamado por la brillante historiografía alemana como La Época Confesional.

Al ser un manual perteneciente a una colección, y me imagino que por encargo de la editorial en Alemania, este presenta una división en tres partes:

1- Una primera exposición narrativa que cuenta ágilmente los acontecimientos de ese largo periodo y subdividida en tres apartados ( Europa en la época de la Reforma y de Carlos V, Las luchas políticas y confesionales en la época de la hegemonía española, Prehistoria e historia de la Guerra de los Treinta Años)
2- La segunda que dá muy buena cuenta de cuestiones relacionadas con tendencias en la investigación y problemas planteados por distintos enfoques interpretativos ( Modelos de interpretación de la Reforma; Humanismo y Reforma; La formación del Estado Moderno: Príncipe y estamentos; Guerra de los campesinos: revueltas y reforma campesina; Papado. Reforma Católica. Contrarreforma.; Calvinismo, protocalvinismo y «democracia»; Tolerancia y libertad religiosa…)
3- Y una tercera parte dedicada a las fuentes directas y una bibliografía temática muy pormenorizada.

Como se vé no es un manual muy al uso debido a esa segunda parte, brillante e ilustrativa, que ahonda en temas de fondo que quedarían al margen en cualquier exposición pura de lo que son los acontecimientos históricos y que diseñan la estructura compleja de muchos de los conflictos planteados en la época y que como tales, también tienen su proyección en las distintas escuelas historiográficas. Así, la alusión a trabajos de distintos autores, y a sus puntos de vista, es continua pero no por ello distractiva.

El objeto del manual, como ya se ha dicho, es la historia política desde 1500 hasta 1648 pero lo es también el de la imbricación permanente de la religión con la política y viceversa. Y este es, en cierta medida, aunque dicho simplemente, el concepto de «Confesionalización», aplicado a una época definida por los alemanes como «Época Confesional»: el de la formación de distintas confesiones religiosas en varios territorios europeos, su organización a partir de modelos eclesiásticos, su afirmación normativa de un dogma de fé, de una liturgia y de un ritual y ,sobre todo, la permanente y perpetua asunción de la confesión profesada como fé verdadera o, mejor, como la «Verdad» y que provocó el advenimiento de las Guerras de Religión.

Y de ahi se sigue a la interacción de los sujetos políticos ( Príncipe, estamentos…) con el fenómeno confesional, llegando al extremo de una simbiosis mútua que favoreció el reforzamiento de los poderes políticos, jurisdiccionales y coercitivos de los príncipes sobre un territorio y sobre sus súbditos, basándose en una obediencia política sustentada en la homogeneización de una confesión común a todos ellos y que legitimaba, desde la propia fé, la existencia del poder político.
Por otro lado, el propio príncipe favorecía y defendía el establecimiento de la confesión en su territorio encabezando cualquier lucha que acabase con otra confesión extraña y distinta a la «oficial», o con cualquier desviación de la
misma. Las confesiones así, pudieron existir al amparo de la figura protectora del príncipe, protestante o católico, que actuaba como protector de la religión territorial.
El resultado fue el desarrollo de un disciplinamiento social que convirtió a los gobernados en buenos súbditos y en mejores correligionarios, y la pacificación de territorios gracias a la imposición de la uniformidad confesional.

En Alemania este proceso fue muy visible en el ámbito luterano en la medida en que la confesión, al ser nueva, tuvo que implantarse con la ayuda de los príncipes después, sobre todo, del giro radical iniciado durante la Guerra delos Campesinos.
La Reforma en las ciudades fue distinta pero, evidentemente, también necesitó de la labor de las corporaciones municipales para que pudiese prosperar.

La Época Confesional engloba esos dos fenómenos de cambio religioso como fueron la Reforma Protestante y la Contrarreforma Católica , y también sus consecuencias más visibles: las conflictos confesionales entre las distintas confesiones, pero no solo por ser ambas contempóraneas sino porque sobre todo desde hace ya tiempo son percibidas como procesos muy similares que siguen pautas comunes al margen de ser religiosamente opuestas.
En cuanto a la construccion de la «Confesión» esta pasaría por la recepción de la doctrina, su posterior regularización en un corpus de creencias domáticas que no solo nos dicen » que es en lo que hay que creer» sino, y tan importante, en lo que no ( Confesión de Augsburgo, Catecismo de Heidleberg, decretos de Trento, Confesión de Westminster…). Y finalmente la afirmación de la religión abrazada frente a la contraria… sin renunciar nunca al juicio de Dios a través de la espada.
Como se vé todo ello acabó por prefigurar las identidades confesionales, que con el tiempo, pasaron a ser identidas también nacionales.

Es de lamentar que en España esta cosas se publiquen con cuentagotas, o no se publiquen, y que vivamos al margen de todo lo que no sea exclusivamente hispano. A veces dá la impresión de toda la Historia Moderna se resuelve en nuestro país con la publicación de innumerables libros sobre Carlos V y Felipe II y que se dejen de lado acontecimientos que moldearon el paisaje de regiones más alejadas.
Claro: como aquí no hubo Reforma pues nos resbala bastante las consecuencias de unos monjes y clérigos enloquecidos seguidos por un enjambre de príncipes hambrientos de tierras y simonías.

Y entonces: ¿que nos queda para tener un contacto mínimo con lo que ocurrió en Centro-Europa ?… pues eso: el bodrio de la película de Lutero.

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39 comentarios en “REFORMA Y CONTRARREFORMA – Heinrich Lutz

  1. richar dice:

    Nando, gracias por la advertencia, aunque con ver el trailer ya se le quitaban a uno las ganas de ver la peli (tiene el aspecto de telefilm de A3/T5 o similar).

    En cuanto a la temática del post, mi único acercamiento ha sido a través de la ya mítica novela de Luther Blisett, Q, y la verdad, me pareció todo un «mundillo». Quizás sea cierto lo que comentas de que ese momento de la Historia prácticamente ha pasado desapercibida en España y de ahí nuestro desconocimiento.

    Sí me surge una pregunta al leer tu post (para que luego digas que no los lee nadie): en una época como esa, en la que la religión se toma tan en serio y está tan entrelazada con la política, ¿cómo es posible que salieran tantos movimientos «revolucionarios» y que encima triunfasen? Es decir, y perdona mi ignorancia absoluta si digo sandeces, imagino que en ese momento, cualquier pensamiento fuera de lo común era castigado poco más o menos que con la hoguera y por lo tanto, me cuesta imaginar a estos predicadores, no sólo cambiando las reglas de la religión, sino consiguiendo que fueran apoyadas e incluso establecidas como obligatorias por los diferentes mandamases.

    No sé, imagino que habrá otros motivos más «terrenales», más allá de los meramente religiosos para que se produjeran estas reformas, ¿no?

    Saludos,
    Richar.

  2. javier dice:

    Muy bueno, sí señor, se agradecen posts que nos saquen de los temas de siempre. La película debe ser como «Brácula, con B de Bárbate» y supongo que no habrá tenido mucho éxito no sólo porque sea una caspa sino porque, como dices, aquí el tema es bastante ajeno. Para qué vamos a interesarnos por lo que pasa o haya pasado fuera si estamos tan entretenidos con el «dime niño, de quién eres». Hace un par de años se hizo una (creo) buena peli sobre Knut Hamsun y aquí apenas se estrenó, ya puestos a hablar de lo que pasa por allí y por aquí, y sin querer comparar a Hamsun con Lutero.

    Al grano: me uno a la pregunta de Richar: ¿hay alguna explicación para el éxito de tanto baile confesional? O mejor dicho, ¿hay algún factor histórico o cultural que ayude a explicar que fermentase en unos lugares y no en otros? En fin, te hago la pregunta pero espero no arruinarte el día.

    Por cierto, muy buena también la puya de Richar ­ esas quejas de que no me leen, etc- y es que en Nando se intuye un regusto culé a lo Rivaldo ­ no se me quiere, necesito el calor del público, etc ­ que se acentúa particularmente cuando se acercan los derbys. Que Lutero me perdone.
    Saludos

  3. nando dice:

    …. joer,como mola el cuadro de la Matanza de San Bartolomé que nos ha puesto Richar en la cabecera… dan ganas de hacerse católico…
    Os contesto más tarde…

  4. javier dice:

    Típico comentario de un culé, al sol que más calienta.

    En Amberes hay uno de la furia española de cierto parecido: decapitaciones, cadáveres colgando de las ventanas y demás, si os va la cosa truculenta. Muy bueno Richar.

    Saludos

  5. richar dice:

    ji, ji… gracias nando por las loas a la cabecera… y por enviármela :-)

    Saludos,
    Richar.

  6. nando dice:

    …oye que la cosa va de Reformas y no de ligas secuestradas durante 40 años… aún así ya vamos por el quinto comentario…

  7. javier dice:

    Y ya son seis veces más que las copas de Europa del BarÇa, por ejemplo.

    Pero centrémonos: ¿hasta dónde llegó en España la cosa reformista? Por lo que alcanzo, Navarra, Valladolid, Sevilla y poco más. Y Jorgito el Inglés repartiendo sus biblias. Al margen del comentario de Ernest Benach «ojalá Cataluña tuviera otra religión», y de ejercicios de historia ­ficción tipo «qué hubiera ocurrido si Navarra hubiese sido protestante», pregunto ¿es posible ver algún resto-rastro de la Reforma en España, como no sea la propia Contrarreforma? ¿Crees que también nos dejó algo?

    Saludos

  8. Germánico dice:

    Hola a todos.

    Como norma general, detrás de cada «heterodoxia» religiosa había una fortísima carga política y social, muy superior al sentimiento espiritual. Fijaos que es precisamente en las áreas que carecen de soberanía propia, o que bullen de nacionalismo (Países Bajos, «Alemania», «Checoslovaquia», etc) donde se dan estos movimientos. Por contra, en áreas dominantes como Castilla, Portugal, Italia, no pasan de ser anecdóticos(y eso, cuando se producen).

    Y el mundillo de los líderes e ideologías de estos movimientos es, en ocasiones, para partirse de risa. En aquella vieja (y por lo general, buena) colleción «Cuadernos de Historia 16», había uno dedicado a este asunto realmente hilarante (como la peli de Lutero).

    Jo, Alianza Universidad. Colección de categoría. Yo tengo unos cuantos volúmenes.

    Saludos.

  9. Germánico dice:

    Por cierto, Javier, si te interesa este asunto de la Reforma en España, ¿has leído El Hereje», de Miguel Delibes? Muy bueno.

  10. javier dice:

    Hola Germánico, no lo he leído, pero lo haré porque me lo dejaron y ahí lo tengo, en la pila. Me quedo con tu puntuación, porque no sabía muy bien qué esperarme. Por cierto, creo que en Valladolid han hecho hasta una ruta a partir del libro, se ve que ha tenido éxito.

    Muy interesante tu apunte de geo-religiosidad. Supongo que por ahí van los tiros. ¿ No era Napolerón quien decía que prefería un cura a mil sodados?

    Tengo entendido que Alianza ha quemado sus fondos, por si os ponéis nostálgicos. No me preguntéis por qué.

    Saludos

  11. nando dice:

    Obviando los comentarios futboleros provocadores ( te recuerdo Javier que el Madrid, como bien dijo Joan Gaspart, solo tiene 3 Copas de Europa)
    contestaré como buenamente pueda:

    A la pregunta de Richar conviene matizar el término revolucionario.
    Cuando se habla de «Revolución Husita» o de «revolucionarios milenaristas» se hace referencia a grupos y movimientos que plantean una subversión total del orden social y político a partir de interpretaciones literales de la Biblia. Es decir su idea de cambio se basaba en una percepción de la religión muy particular ya que promovían un tipo de vida y sociedad que ellos consideraban como verdaderamente cristiana.
    Pero no ha de entenderse como una utilización fraudulenta de la religión como pretexto para cambiar la sociedad sino, y es lo que yo creo, al revés: su conciencia religiosa les obligaba a promover una sociedad distinta siendo el fin último lograr la salvación. Que solo era posible si el día a día se vivia en condiciones de santificación permanente.

    Su cambio no se afirmaba en el sentido de «progreso» sino en la vuelta a los principios del cristianismo más antiguo y por tanto más verdadero.
    Esto es muy fácil verlo en las sectas de radicales pues al ser grupos poco numerosos y que funcionaban al margen de la sociedad se constituyeron como una especie de microcosmos donde todos esos valores y creencias estaban lejos de cualquier «contaminación» exterior.
    La repercusión de estos fue, excepto con los anabaptistas de Münster, mínima a nivel político o social.

    Lo que pasa es que los historiadores se han volcado en ese tipo de movimientos debido a su caracter excepcional y exótico ( como ocurre en parte con el anarquismo). Y se podría decir que su interés es inversamente proporcional ( a juzgar por la cantidad de estudios publicados) a la importancia histórica y repercusiones que realmente tuvo.
    Y ninguno triunfó.
    Es a estos grupos a los que realmente se les puede catalogar como revolucionarios pero no a algo tan ortodoxo como las Reformas evangélicas de Lutero, Zuinglio, Calvino….

  12. richar dice:

    Entendido.

    ¿Los anabaptistas no llegaron a tener su éxito? Pensaba que sí.

    Saludos,
    Richar.

  13. javier dice:

    Creo que Nando dice que sí que lo tuvieron, pero salvo las comunas de Paraguay o México que todavía siguen por ahí, hablando un alemán arcaico, me pregunto en qué se tradujo su éxito.

    Muy buena la puntualización de que la religión no era simplemente un excusa para subvertir un orden social. Cómo cuesta ahora reconocer un papel tan fuerte de la religión en la visión de la sociedad y del mundo, y no simplemente un medio. Hombres de poca fe.

    Saludos

    PS. Gaspart, para cuándo su segunda venida.

  14. nando dice:

    Pero Lutero es otra historia.

    Su «revolución» es posterior debido a la interpretación de los historiadores de otros siglos.
    Hay un cambio fundamental en lo que se refiere a la idea de la Cristiandad como unidad confesional. Después de él y de otros muchos reformadores la Cristiandad se resquebraja en toda una serie de iglesias cristianas sustentadas por poderes polítcos. Es revolucionario porque sus doctrinas logran romper con Roma y triunfan en muchas zonas de Europa ( cosa que antes nunca ocurrió).
    Pero en cuanto a su establecimiento y constitución como iglesias territoriales fue, si se admite el anacronismo, «conservador» porque buscó el respaldo de los príncipes para asentarse y sobrevivir como iglesia y confesión. Y porque a raiz de los desmanes de los campesinos condenó cualquier ataque contra el orden político y la jerarquía social. A partir de ahí, en ese «pacto» entre reformadores y príncipes, la Reforma Evangélica se encauza evitando las turbulencias de los radicales.

    Lo que comentas sobre los motivos para tales cambios, pues efectivamente razones hay para dar y tomar.

    Hay estudios, nunca publicados en español » of course», que analizan el fenómeno de las conversiones a nivel individual que son alucinantes.
    Lo que más entraba en el hombre común era el escándalo de la venta de indulgencias y en general el ímpudico exhibicionismo de la Iglesia más preocupada en el mercadeo de la salvación que en ser modelo de vida y ejemplo cristiano ( esto en la película se vé muy bien , pero es que es lo más fácil).
    Pero una de las cosas que más se criticaba era la constante defección de los sacerdotes en sus funciones espirituales: o no aparecían por sus parroquias y diócesis o directamente eran unos perfectos iletrados.

    ( continúo más tarde… y perdón por el rollo)

  15. Anthos dice:

    Da tantas posibilidades de intervención el coloquio que estáis manteniendo que me cuesta decidirme por algún aspecto concreto en el que terciar, ya que todos no se pueden abarcar. Como de fútbol no sé nada (pido perdón) opto por otros temas de los que tampoco entiendo mucho más.

    ¿Que qué hubiera ocurrido si Navarra hubiese sido protestante? Antes de su incorporación fáctica a Castilla (1512) y jurídica (1515) es obvio que Navarra no tuvo oportunidad de ser protestante por la sencilla razón de que Lutero no hizo públicas sus «95 tesis» en la puerta de la iglesia de Wittenberg hasta 1519, pero bastó con que se acusase a los reyes de Navarra (Catalina de Foix y Juan de Albret) de fomentar las doctrinas albigenses para que el papa Julio II dictase en tres bulas sucesivas (Pastor ille celestis, Exigit contumatiam y Etsi obstinati) la excomunión de los monarcas y la liberación de los súbditos navarros del juramento de fidelidad hacia ellos, determinando expresamente que quedaba la casa de Albret desposeída de su reino y éste a merced de quien primero lo tomara, coyuntura que aprovechó el inductor de tales bulas, Fernando el Católico, a la sazón regente de Castilla, para enviar al duque de Alba (el II, don Fadrique) a que ocupara Navarra. Así se las gastaban por una supuesta desviación de la ortodoxia católica, sobre todo cuando la desviacionista era una pequeña potencia y el que calzaba la bota opresora apuntaba ya formas y modos de gran imperio. ¡Como para consentir el protestantismo en el reino una vez anexionado!

    Otra cuestión: ¿fueron realmente guerras de religión las «Guerras de Religión»? Es al menos digno de considerar el hecho de que, en ellas, la católica Francia, gobernada por dos cardenales de la iglesia de Roma, Richelieu y Mazarino, hiciera causa con las naciones protestantes en contra de los Habsburgo de España y Austria. Años atrás, en el primero de los grandes enfrentamientos entre reformistas y católicos, en la batalla de Mühlberg, por razones estratégicas, que no confesionales, el protestante duque Mauricio de Sajonia engrosó con sus tropas las fuerzas de Carlos V puestas a las órdenes del duque de Alba (esta vez el III, don Fernando). Ha sido práctica común, y lo sigue siendo, esgrimir el idioma, la etnia, el origen o la religión como elemento singularizante y diferenciador para erigirse en grupo de poder frente al otro poder al que se estaba sujeto. Después de Westfalia, el axioma «cuius regio, eius religio» supone una confirmación de lo dicho.

    Por otra parte, creo que España no estuvo tan ausente ni fue tan ajena a todo el asunto que se viene tratando. Desde Mühlberg hasta Nordlingen pasando por La Montaña Blanca, España tuvo un papel relevante en un conflicto que, afortunadamente para nuestro patrio solar, se desarrolló en los campos de batalla centroeuropeos, razón por la cual no dejó una profunda huella en el pueblo hispano.

    Se me agota el tiempo. Hasta luego.

  16. Anthos dice:

    Aun a falta de tiempo no me resisto a dejar de hacer un comentario, anécdota vaticana siniestra incluida, sobre la Noche de San Bartolomé cuya escenificación ilustra este post.

    Los hugonotes -facción protestante francesa-, con Gaspar de Coligny al frente, estaban alcanzando cotas de poder preocupantes para la católica monarquía. La concentración en París de numerosas figuras de este partido político-religioso con motivo de la boda de Enrique de Navarra -futuro Enrique IV- con Margarita de Valois dio ocasión a la sanguinaria Catalina de Médicis para ordenar, con la anuencia de Carlos IX, el asesinato de los líderes hugonotes. La matanza iniciada en París y extendida inmediatamente al resto de las poblaciones galas atrapó desprevenidas e indefensas a sus víctimas, entre las que no escasearon mujeres y niños, de modo que durante la noche del 24 de agosto de 1572, la que ha pasado a la historia como Noche de San Bartolomé, la masacre pudo alcanzar hasta 100.000 sacrificados. Parece probable que Gregorio XIII no tomó parte directa en el horror, con independencia de la constante financiación por parte vaticana de las guerras religiosas francesas, pero no le hubiera causado mayor regocijo un exterminio parecido de turcos que el que le produjo la aniquilación de los hugonotes. Hubo festejos en Roma para celebrar el macabro acontecimiento y se entonó en la basílica de san Pedro un solemne «Te Deum», la tradicional antífona de acción de gracias al Altísimo cuando éste dispensa a la cristiandad mercedes de esta trascendencia. El pontífice hizo grabar una medalla conmemorativa que lleva en una cara su propia efigie y en la otra un ángel con la espada desenvainada matando hugonotes bajo el lema «Ugonotiorum strages» (la destrucción de los Hugonotes). Con el mismo título representó Vasari el fausto suceso en uno de sus frescos por encargo del papa.

  17. javier dice:

    Hola Anthos, sólo un apunte: creo que cuando se fantasea con la posibilidad de una Navarra protestante no se piensa en las fechas que comentas, sino en Enrique IV y en que París ni hubiera valido la famosa misa. ¿Qué hubiera ocurrido si no hubiese abjurado del protestantismo para convertirse en rey de Francia? Ese es la pregunta que da pie a la historia-ficción, aunque como decía este tipo de cosas no son más que pasatiempos.

    Saludos

  18. Anthos dice:

    No se me había ocurrido que se trataba de Enrique IV. Éste, en tanto que hijo de Antonio de Borbón, heredó la corona de Navarra, en efecto, pero sólo de la Baja Navarra, esto es, la pequeña parte de la que se había desprendido Carlos V en 1525. De las seis Merindades que componían Navarra cuando se incorporó a Castilla, la de Ultrapuertos o Baja Navarra, con capital en Saint Jean Pie de Port, sólo suponía un mínima porción ubicada al norte de los Pirineos tras el paso de Roncesvalles. Territorialmente, esta Navarra no tenía entidad ni frente a España ni frente a Francia y, pienso yo, que hubiese sido irrelevante su orientación católica o hugonote.

    Un saludo

  19. javier dice:

    Hola de nuevo Anthos, y gracias por tu respuesta. Ya veo que no crees que la cosa hubiera tenido mayor trascendencia.

    Como veo que el tema te interesa, y otras veces has hablado también de arquitectura, aprovecho para hacerte una pregunta, en realidad más una curiosidad que otra cosa. Supongo que conoces esas iglesias del país vasco francés que tienen balaustradas e hileras de tribunas en una única nave central, y que más parecen una corrala, salvando las distancias, que una iglesia. Están las de San Juan de Luz, Urruña, Sara y creo que bastantes más. No conozco nada parecido en la parte española del País Vasco o Navarra, y el caso es que alguna vez he oído que el origen de estas construcciones está en la influencia protestante en esta zona, entiendo que porque cada iglesia es relejo de unos valores religiosos determinados, y en este caso la predicación y la palabra que prestigiaba el protestantismo habrían dado lugar a este tipo de iglesias, que a mí me recuerdan a un teatro. Ya sé que la pregunta es de nota, y desconozco si la teoría tiene alguna base, pero es una curiosidad a la que todavía no he encontrado respuesta.

    Te dejo un enlace donde puedes ver la iglesia de San Juan de Luz, preciosa por cierto:

    http://fr.wikipedia.org/wiki/Saint-Jean-de-Luz

    Saludos

  20. Anthos dice:

    Siento defraudarte, Javier, pero no tengo demasiados conocimientos sobre la razón de ser de estas galerías interiores de algunas iglesias del País Vasco francés. No hay duda de que son una simplificación constructiva de las tradicionales estructuras románicas y góticas que solían organizarse en similar disposición, esto es, en cuatro pisos del que el inferior estaba constituido por una arquería transitable, sobre él corría una galería o tribuna, por encima de ésta se situaba el triforio y por fin el claristorio. Tampoco hay duda de que las iglesias que mencionas datan del periodo de transición del renacimiento al barroco (la de Urruña es del siglo XI pero está reconstruída a final del XVI) y que, por su pertenencia a la región de Labourd, escaparon a las rígidas directrices establecidas por el Concilio de Trento (1563) para las zonas de ortodoxia católico-romana. En esta asamblea conciliar se determinó que todas las iglesias debían mantener el llamado «eje litúrgico», es decir, la orientación canónica con la cabecera o ábside hacia oriente y el imafronte hacia occidente, que la planta debía ser de cruz latina, y otras normas que no dejaban lugar a veleidades constrructivas. Seguramente por esto, en nuestra España «filipina» no se encuentra un ejemplo similar a los del otro lado de los Pirineos.

    Un saludo

  21. javier dice:

    Hola Anthos, muchas gracias en cualquier caso por la información que das, la verdad es que el tema es muy interesante y da gusto tener un asesor arquitectónico on-line.

    Un saludo

  22. Xan Cadaval dice:

    Una novela de autores españoles, reciente, que aborda creo que con gran precisión e interés el tema de las reformas religiosas en Europa (y, además, lo hace de forma sumamente amena):

    La cruz de ceniza, de Fran Zabaleta y Luis Astorga, publicada por Suma editorial.

    Del estilo de Q, pero mucho, muchísimo más absorbente…

  23. richar dice:

    ¡Saludos Xan Cadaval y bienvenido al blog!

    mmmm, parecida a Q pero más absorvente. Suena realmente bien. Y el caso es que me suena haber tenido el libro en las manos, pero no recuerdo cuando. Auntada queda.

    Gracias y saludos,
    Richar.

  24. Xan Cadaval dice:

    Gracias por tu bienvenida, richar. Hace tiempo que os sigo, con interés, aunque todavía no había intervenido. Pero descuida, que todo es empezar…

    Respecto al libro: créeme, no te defraudará, todo lo contrario.

    Un saludo al colectivo

  25. richar dice:

    Saludos Xan,

    más de uno de los aquí presentes te podrá confirmar que esto es como una droga (sana, eso sí), que una vez te enganchas, no hay manera de salir :-)

    Me alegro de que te hayas decidido a dar el paso de comentar (mucho más enriquecedor, dónde va a parar) y esperamos contar con tus intervenciones a menudo.

    Anotado queda el libro. ¿Alguno más lo habéis leído?

    Saludos,
    Richar.

  26. javier dice:

    Yo no, pero estoy contigo, esto engancha.

    Bienvenido Xan, y anímate que cuantas más opiniones tengamos, mejor. Y si discrepamos, mejor todavía.

    Saludos
    Javier

  27. nando dice:

    Brevemente:

    Antos y Germánico introducen algunos elementos a discutir:

    AntoS: el ejemplo de Francia es muy cierto pero yo me refería más al tipo de enfrentamiento entre confesiones de un mismo territorio como las guerras de la liga de Smalkalda, las de Francia, Flandes o la Guerra de los Treinta Años.
    Francia, como muy bien dices, intervino haciend caso omiso de cualquier motivo confesional porque su política estaba «lastrada» por la secular rivalidad con los Habsburgo. Su apoyo a los príncipes luteranos de la liga, su alianza con Suecia a partir de 1635 en la guerra de Alemania son ejemplos muy claros de que no tenían en mente la práctica de una política confesional.

    Y creo que esa política tan «política» la inicia Francisco I con el telón de fondo de las guerras de Italia de la década de los 20.
    Aqui hablamos de otro conflicto de tipo dinástico en donde la religión no cumple ningún papel. Posteriormente, Francia vé la ocasión de atacar a su gran enemigo abriendo el frente de los luteranos, apoyándolos y financiándolos ( como hizo con los turcos).
    Entre Francia y la Monarquia Hispánica no hay conflictos religiosos
    pero cada uno se echa en cara respectivamente el tipo de política que practican.

    Hay otro factor para mi más importante que impone que Francia llegue a poner en marcha una política no confesional: las 8 guerras civiles y de religión que asolan su reino dede 1563 hasta 1598 ( con el epílogo de 1628). Por 4 razones:

    1- Porque los enfrentamintos entre católicos y hugonotes se superan mediante el reconocimiento de una minoria confesional dentro del reino de Francia a través del Edicto de Nantes sin que ello implicase la renuncia a la catolicidad de Francia como reino.

    2- Porque accede al trono un rey , Enrique IV, que encabezó la facción hugonote ( previa conversión al catolicismo, lo hizo dos veces durante su vida), y que continuó con la rivalidad secular de los Reyes de Francia frente a la Casa de Austria , en la que por cierto se veía muy cómodo, y que según él mismo reconoció tenía que ser la principal política de Francia.
    Es decir un rey con pasado protestante y enemigo acérrimo de España.

    3- Porque lo que planteraron las guerras en Francia fue la propia existencia de reino como tal, ya que el peligro a fragmentarse confesionalmente y discurrir en una guerra interna perpetua obligaron a pacificar según digo en 1 y a asumir que la mejor política para Francia era la exterior.

    4- Porque practicar una política en el exterior de apoyo de la Contrarreforma iría en contra no ya de lo establecido en Nantes sino en contra de la propia realidad confesional del reino en donde los hugonotes tenían reconocida su existencia.

    No habría sentido alguno en que un rey acusado de criptcalvinismo la emprendiese contra los protestantes en el exterior e iniciase una política de acercamiento a España.
    Lo lógico era intervenir en Flandes, con mucho dinero, y preparar una futura guerra contra España.

    «Afortunadamente» le asesinó en 1610 un jesusita de la facción proespañola.

  28. richar dice:

    Gracias nando pero… ¡qué co*o es el criptcalvinismo! Parece que falten vocales…

    Saludos,
    Richar.

  29. javier dice:

    Dale una O.

  30. richar dice:

    Vale, primera incógnita resuelta, pero sigo sin saber ¡qué es el criptcalvinismoo!

    Gracias,
    Richar.

  31. javier dice:

    Cripto viene a significar «oculto», ¡parece mentira que alguien tan aficionado a lenguajes «encriptados» y demás jerga informática lo pregunte! ¿No has oído hablar de que alguien Colón era criptojudío, el Quijote criptomusulmán, y ese tipo de cosas? El amigo Enrique IV seguiría siendo calvinista de tapadillo, a pesar de su conversión formal.

    Saludos

  32. richar dice:

    mmmm… desconocía, pero gracias por la explicación. Ahora ya lo entiendo :-)

    Saludos,
    criptorichar.

  33. jotacé dice:

    otra lectura interesante, de calidad muy superior a Q: Reconstrucción. El nombre dl autor no lo recuerdo, pero el apellido es inconfundible: Orejudo

  34. richar dice:

    ¡Saludos y bienvenido al blog, jotacé!

    Gracias por la recomendación. He buscado el libro y el autor se llama Antonio Orejudo. Anotado queda para la lista (tendiendo a infinita ya).

    Espero verte a menudo por el blog y compartir comentarios.

    Saludos,
    Richar.

  35. estoy escriendo la decadencia de españa y en comparación la historia de francia del siglo xvii. me he encontrado con enrique iv, rey de navarra, y, por su comportamiento y su reinado la finalidad de este monarca fue el engradecimiento de francia a costa de españa fundamentalmente.
    seguramete la causa fue las famosas bulas falsificadas por fernando que usurparon a los navarros el reino de la alta navarra por su anexión, por hereje, a todo un pueblo.
    Me gustaría conocer el origen de las bulas originales, a ser posible, incluso en latín.

    gracias por todo.

  36. Queridos amigos.
    Sin duda este tema es todo menos popular. Creo que la película de Lutero es interesante, aunque este límitada por su formato y tiempo para ilustrar todo lo que la reforma protestante significó como avance de las libertades individuales e inauguración de la modernidad. Os recomiendo indagar en el incipiente, original y autóctono movimiento de reforma protestante español. La editorial Eduforma de Sevilla, está editandolos escritos de los reformadores españoles contempoáneos de Lutero e incluso anteriores a él. Los dos primeros volúmenes de la série son:
    – Antonio del Corro(Monje huido del convento Jerónimo de San Isidoro del Campo)
    – La Epístola Consolatoria de Juan Perz de Pineda.

    Sinceramente creo, que si existe un período oscuro y falto de investigación rigurosa, este es sin duda la Reforma en España y los reformadores españoles en el exílo del siglo XVI. Mártires de la tolerancia y el libre pensamiento. Como español y librepensador, les honro y admiro por luchar por la libertad de su conciencia hasta las últimas consecuencias.
    El exílo y la muerte de muchos de ellos a manos de la «santa» Inquisición.

    Almuñecar (Granada)

  37. richar dice:

    Un saludo Cipriano y bienvenido al blog.

    Seguro que alguno de los habituales tiene interés en los títulos que mencionas. Yo la verdad no soy demasiado seguidor del tema.

    En cualquier caso, un saludo y esperamos verte por aquí a menudo.

    Richar.

  38. yehonatan dice:

    mmm el comentario que escribiste sobre la facinante pelicula titulada «Luther» lo encuentro absurdo, ya que segun lo que se, Lutero fue quien le abrio los ojos a la iglesia catolica de hoy en dia.
    Yo sin ser Cristiano admiro a ese hombre que creo fue dirigido por Dios y que Dios lo guardo de las manos macabras del papa y de todos sus secuaces.
    pero en fin, era eso… solo queria manifestar mi molestia.

  39. Luis Martínez Hernández dice:

    Nando, las tres lineas sobre el disciplinamiento social no tienen desperdicio, muy ilustradoras del procedimmiento social al señalar las interacciones principes, subditos, control político y procesos de honogeneización social.Muy ilustrativo, gracias

Responder a yehonatan

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