TEODOSIO – Gonzalo Bravo
Teodosio I (346-395) fue el último gobernante de un Imperio Romano unido. La partitio imperio, existente de facto desde varias décadas antes –ya Constantino I dividió el imperio entre sus tres hijos en el año 337 y Valentiniano I asoció a su hermano Valente en la parte oriental en el 364– fue un hecho definitivo a su muerte; el mundo romano ya no fue lo mismo. Llamado el Grande por algunos escritores cristianos de su época, Teodosio I confirmó el triunfo de la ortodoxia católica don el Edicto de Tesalónica del año 380, ratificado en el concilio de Constantinopla del año siguiente. Y he aquí que nos llega una biografía, Teodosio (La Esfera de los Libros, 2010), escrita por Gonzalo Bravo Castañeda, catedrático de Historia Antigua de la Universidad Complutense de Madrid.
Bravo es autor de numerosos libros, artículos y comunicaciones científicas. Quizá para el público no especializado, su nombre resulte familiar gracias a su libro Hispania. La epopeya de los romanos en la Península (La Esfera de los Libros, 2007), una obra a medio camino entre la alta divulgación y la monografía especializada. Los lectores de esta obra se habrán percatado de que Bravo suele ofrecer un estado de la cuestión, haciéndose eco de las diversas aportaciones en congresos y encuentros científicos. Con su último libro, sucede lo mismo. Navegamos entre la erudición y la divulgación. El problema estriba en que estamos ante una no-biografía.
Una no-biografía en la que podemos percatarnos de que el protagonismo de Teodosio queda diluido, ante la escasez de las fuentes, en un libro que más bien es un estado de la cuestión del Imperio Romano en el último tercio del siglo IV. Leyendo esta no-biografía al lector le vienen a la cabeza no-biografías como las de Trajano (Ariel, 2003) y Adriano (Ariel, 2008) escritas por José María Blázquez, recopilación de lo que parecen artículos. En el caso de la no-biografía teodosiana, uno llega a conclusiones parecidas. Tras un primer capítulo de marco histórico, llega un segundo capítulo dedicado al Imperio y al caso concreto de Hispania a la llegada de Teodosio al poder; y es en la página 83, en el tercer capítulo («Un emperador hispano») cuando se diserta ya sobre el emperador; pero ya en la página 94, Bravo pasa a tratar el llamado clan hispano (que en su opinión no existió como tal), otros grupos de poder (incluido el grupo político hispano), el caso concreto del prefecto del pretorio Materno Cynegio (que Bravo no considera que fuera de origen hispano), el clan Nebridio y las mujeres de la aristocracia romana. El capítulo cuarto (pp. 131-167) versa sobre la figura del emperador, el culto imperial, Teodosio y la corte de Oriente, las campañas de Teodosio contra los usurpadores Magno Máximo y Eugenio, y su política de reformas (aunque más bien hay, de nuevo, un estado de la cuestión). El capítulo quinto trata sobre Teodosio como emperador cristiano… pero más bien poco: los testimonios de Hidacio y Zósimo, contrapuestos, el triunfo de la ortodoxia, un actitud respecto a la controversia prisciliana en la que Teodosio se mantiene al margen, la política contra los paganos y su enfrentamiento con Ambrosio de Milán. El capítulo sexto («Teodosio y la división del Imperio») viene a ser un resumen de la dinastía teodosiana hasta el año 455… lo mismo que el capítulo séptimo. Las ciento veinticinco páginas restantes son anexos, incluyendo un valioso corpus de personajes de la época teodosiana, una cronología, un glosario de términos técnicos y de topónimos antiguos citados, listados de emperadores, usurpadores y reyes extranjeros, dos mapas (uno de ellos, cosa extraña, del siglo I), y la bibliografía.
El lector se habrá percatado, pues, que en lo referente a Teodosio, más bien hay poca chicha. Achaquémoslo, lo reitero, a la escasez de fuentes. A ello añadamos una reiteración constante de datos y sucesos, y se llegará a la conclusión de que en las apenas doscientas y poco páginas del texto, sin contar los anexos, lo que es estrictamente biográfico acerca de Teodosio llegará a… ¿cincuenta páginas? Lo dicho, una no-biografía.
Considero que este libro es una buen manual para lectores profanos o estudiantes universitarios que quieran introducirse al Imperio Romano de la dinastía teodosiana. Pero para lectores ya algo avezados en la materia, estamos ante un libro prescindible. Y es una lástima, pues Gonzalo Bravo trabaja la prosopografía de modo riguroso y clarividente, contrastando las fuentes. Pero la prosopografía no es suficiente. Y en este caso nos encontramos un libro que, quitando los marcos históricos y la historia del imperio, se queda en poca cosa. Hay que agradecer, sin embargo, que Bravo realice un estado de la cuestión de las investigaciones acerca del período. Pero, del mismo modo que con la prosopografía, no es suficiente. Lamentablemente. Quizá es que el personaje, en lo estrictamente biografía, no dé para todo un libro.

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Bien, Farsalia, si como dices es una puesta a punto del tema teodosiano, y como somos muchos los no especializados, ¿puedo pensar que es un buen libro o no?
Es un libro reiterativo: se repite constantemente, lo cual acaba siendo irritante. Cuando empiezas a quitar esas reiteraciones, el contexto histórico, los epílogos y demás, te quedas con apenas cincuenta páginas de no-biografía. Si te conformas con ello…
Vaya, pensaba que tendría más chicha…
Y yo…
En primer lugar, dado que es mi primera intervención, felicitaros a todos por la página y al reseñador por ésta y todas sus reseñas. Simplemente para comentar que la editorial Herder tiene publicado una biografía sobre el emperador Teodosio escrita por Hartmut Leppin, historiador aleman especialista en la Antigüedad Tardía. Es un libro breve pero riguroso, y si que es una verdadera biografia. El libro pertenece a una colección en que se han publicado varias biografías de personajes de la Antigúedad escritas por autores alemanes, y entre ellas de emperadores del siglo IV, en concreto las de Constantino y Juliano.
Vaya, Farsalia, gracias por la reseña, pero qué lástima. Después de estar esta Semana Santa en Estambul viendo las murallas que mandó construir Teodosio (http://arturogonzaloaizpiri.blogspot.com/2010/04/constantinopla-29-de-mayo-de-1453-el.html), había echado el ojo al libro y tenía la esperanza de que fuera más potente. Habrá que echar un vistazo a la sugerencia de Ignacio.
Lo que yo he leído de Bravo me ha gustado, la verdad: su manual de Historia Antigua, su breve historia de Roma y una serie de ponencias que coordinó en unas jornadas dedicadas a la caída de Roma (y creo que me dejo algún otro libro). Pero es un tío muy peculiar. Recuerdo que en una ocasión dijo (o al menos así se transcribió) que habría que plantearse muy seriamente la posible «inexistencia» del Imperio Romano tal como lo tenemos concebido.No sé muy bien a qué se refería; quizá a una teoría semejante a la que sostiene que, como imperio, el Español no existió nunca.
hola a todos, yo quería saber si el libro de Hartmut o el de Gonzalo Bravo, son novelas o no, gracias.