TUTANKAMÓN: FARAÓN, ICONO, ENIGMA – Joyce Tyldesley

Nota: esta reseña parte de la lectura del manuscrito del original, Tutankhamun – Pharaoh, Icon, Enigma: Lost for three thousand years, misunderstood for a century, publicado por Headline Book Publishing en octubre de 2022; frente a la cubierta del original, claramente me quedo con la cubierta de la traducción.

El año 2022, entre otras muchas fechas, conmemora una de esas efemérides a señalar en el calendario: los cien años desde el descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamón a cargo de Howard Carter y su equipo de excavación en el Valle de los Reyes cercano a Luxor; en concreto, el 4 de noviembre de 1921. La tumba recibió la nomenclatura KV62 (número 62 del Valle de los Reyes) y desde que se abriera oficialmente, el 26 de noviembre, se convirtió en un fenómeno y despertó una atención “mediática” mundial. Los trabajos dentro de la tumba duraron hasta noviembre de 1930 (el sarcófago en la cámara funeraria fue abierto en marzo de 1923) y las investigaciones sobre sus objetos, comenzando por la propia momia del faraón, han continuado hasta prácticamente la actualidad. El patrocinador de los trabajos de Carter y su equipo desde 1914, Lord Carnarvon, falleció en abril de 1923 (con su muerte empezó el rumor de la “maldición de Tutankamón”) y, formalmente, la concesión de la excavación (por parte del Servicio Nacional de Antigüedades egipcio), expiró; pero los trabajos continuaron financiados por Lady Carnarvon (que no tenía un interés personal en la egiptología, pero aceptó seguir sufragando los gastos en recuerdo a su marido). La momia, analizada varias veces desde su descubrimiento, utilizando escáneres, rayos X y estudios de ADN, descansa de nuevo en su tumba (y en un sarcófago moderno de cristal diseñado para preservar los restos de la humedad y el calor) desde el 4 de noviembre de 2007, exactamente 85 años después de que un niño egipcio hallara los indicios de las escaleras que llevaban a la tumba y avisara a Carter.

Quién no conoce la historia de este descubrimiento arqueológico, ya sea en libros [1], artículos y reportajes de revistas, novelas, exposiciones [2], documentales diversos e incluso series de televisión. [3] La pasión por el faraón, el misterio de su breve reinado y su muerte, y los avatares del descubrimiento de su tumba y los tesoros presentados al mundo, siguen llenando páginas de libros y minutos de documentales televisivos. Ya en 1997 los 75 años del descubrimiento de la tumba generó mucha atención mediática, por lo que se podía esperar que en 2022, llegado el centenario, las publicaciones de todo tipo volvieran a ser un reclamo para los interesados en la egiptología… como así fue.

Joyce Tyldesley ha trabajado en extenso sobre el ámbito egipcio en general, las mujeres en particular y la figura y el contexto de Tutankamón en concreto [4]. Como mencionamos en la nota 1, hace una década publicó un (espléndido) libro sobre este faraón, focalizado en la excavación de su tumba y el desarrollo del mito de la “maldición de Tutankamón”, y que fue editado por Ariel. Diez años después, la egiptóloga ha estado en condiciones de «presentar evidencias que me permiten centrarme mucho más en su vida y época. Todavía relato la historia de su más allá, pero los detalles sobre la actual excavación se han reducido y son menos relevantes para el propio libro» (traducción propia del original). Encontramos, pues, que Tutankamón: faraón, icono, enigma es un complemento (y una actualización) ideal de su obra de 2012.

La aproximación de Tyldesley a las evidencias sobre la vida, familia y la época de Tutankamón se basa en el principio de la navaja de Ockham, según el cual «en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable». Y este principio es el que se aplica en la primera parte del libro (capítulos 1 a 5), la más extensa y tras una estimulante presentación y prólogo, y que rastrea la vida del joven príncipe en Amarna, su reinado (y muerte) en Tebas, su momificación y traslado a la tumba, el papel de su viuda Ankhesenamón para encontrar un marido (y las teorías sobre su propia vida) y los robos de la tumba y el posterior traslado, durante el Tercer Período Intermedio (alrededor del siglo XI) a la ubicación que hallaría finalmente el equipo de Howard Carter. La segunda parte (capítulos 6 a 10), nos lleva a los trabajos que trataron, desde el siglo XVIII, sobre un faraón desconocido que con el tiempo se supo que era Tutankamón, las excavaciones arqueológicas en el Valle de los Reyes previas a Howard Carter, los trabajos de Carter, la atención periodística y mediática (y el inicio de la “maldición de Tutankamón”), los problemas de Carter con las autoridades egipcias (y la cuestión de quién es el dueño de los restos encontrados) y el debate posterior sobre dónde debe descansar la momia y cómo esta ha sido tratado desde 1922, y con un epílogo que se centra en los estudios de la propia momia.

La primera parte del volumen hará las delicias de los lectores ya avezados en la materia sobre el faraón, su familia (¿era hijo de Akhenatón y Nefertiti?; es una de las muchas teorías), el culto (o la “herejía”) de Atón y la vida en la ciudad dedicada a esta divinidad (Akhetatón o «el Horizonte de Atón», en la actual El Amarna) –derivamos, en profundidad, al volumen de Dimitri Labouri, Akhenatón: el primer faraón monoteísta de la historia (La esfera de los libros, 2013), y si aún se puede encontrar en librerías–; la restauración religiosa tras la muerte de Akhenatón, el regreso a Tebas y la muerte y desaparición del nombre de Tutankamón, y el final de la XVIII Dinastía). Siguiendo ese principio de Ockham, Tyldesley recopila y actualiza las diversas teorías sobre el faraón y su época (fallecido en torno a 1336 a.C., fecha también en disputa), sobre la tumba y los objetos que en ella se encontraron y lo que nos dicen sobre la vida cotidiana y sobre el ejercicio del poder de un faraón a mediados del siglo XIV a.C.

En la nota 1 de esta reseña especifico cuatro títulos que, en diversos momentos de los últimos sesenta años, han trabajado precisamente esos aspectos, por lo que este libro último de Tyldesley puede servir como obra de conjunto actualizada sobre lo que sabemos (y conjeturamos) sobre Tutankamón y su época. La segunda parte también reúne lo esencial sobre el descubrimiento de la tumba y el análisis de la momia y los objetos tratados en ella. Tenemos, pues, una obra que, un siglo después del descubrimiento de la tumba de Tutankamón, reúne los datos principales sobre personaje, época, tumba e investigaciones arqueológicas.

En este sentido, pues, estamos ante un libro que no sólo es relevante por sí mismo (y con un estilo accesible para el lector medio, pero sin dejar de lado el rigor y la documentación académicos), sino que en el marco de la conmemoración de la efeméride del descubrimiento de la tumba del faraón posiblemente más famoso de la historia (y al mismo tiempo con muchos interrogantes todavía sobre antecedentes y muerte) resulta ineludible su publicación. Ha habido (y habrá) más publicaciones sobre Tutankamón en 2022 y, sin duda, esta monografía es una remarcable aportación a la investigación histórica sobre el personaje, la época y su legado arqueológico. Y habiéndose publicado obras anteriores de Tyldesley [5], es una apuesta segura sobre el personaje y la disciplina de la egiptología.

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Adenda. Estaba previsto que este libro saliera al mercado español en noviembre de 2022, en ocasión del centenario del descubrimiento de la tumba del faraón. Pero el alud de publicaciones, que era de esperar, en cierto modo obligó a la editorial a llevarlo a librerías cuando bajara un poco el suflé mediático. Y es que, además de una nueva traducción de la obra clásica de Howard Carter, La tumba de Tutankamón, pero no con el estudio previo por parte de un especialista que a estas alturas el libro merece, una (segunda edición actualizada de una) biografía de Carter a cargo de José Manuel Parra (Confluencias) y la reedición de La maldición de Tutankamón de la propia Tyldesley en Ariel, ya mencionado, llegaron dos monografías más: una actualización de una obra anterior, Cosas maravillosas. Cien años del descubrimiento de Tutankamón de Nacho Ares (Debolsillo), y una novedad,  Tutankhamón. Una vida. Un reinado. Una tumba de Susana Alegre (Editorial Dilema), que leeré en breve (tengo concertada una entrevista en la radio con la autora a principios de marzo).

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[1] Son muchas las obras publicadas en o traducidas al castellano. Señalo cuatro que considero de gran relevancia, ya clásicos:

  • Tutankamón. Vida y muerte de un faraón, de Christiane Desroches Noblecourt (Editorial Confluencias, 2014; ed. orig.: Toutânkhamon, vie et mort d’un pharaon, 1963). Un clásico que gustosamente releí hace un par de meses en la primera traducción en castellano, la de Ana Cela, en Editorial Noguer, que salió en octubre de 1963.
  • Todo Tutankamón, de Nicholas Reeves (Ediciones Destino, 1992; ed. orig.: The Complete Tuthankamun: The King, the Tomb, the Royal Treasure, 1990; en 2022, en ocasión del centenario, Reeves publicó The Complete Tutankhamun: 100 Years of Discovery (Thames and Hudson), una edición actualizada y lujosa).
  • Tutankhamón: vida y muerte de un rey niño, de Christine El Mahdy (Ediciones Península, 2002; ed. orig.: The Life and Death of the Boy King, 1996). Un espléndido volumen con unos primeros capítulos deliciosos sobre Maat, las primeras excavaciones en Amarna (a destacar los trabajos de John Pendlebury) y el contexto en el que nace el pequeño Tut. El Mahdy falleció en 2008, a los 58 años.
  • La maldición de Tutankamón: la historia de un rey egipcio, de Joyce Tyldesley (Editorial Ariel, 2012, reed. en 2022; ed. orig.: Tutankhamen’s Curse: The Developing History of an Egyptian King, 2012). Remito a su reseña.

[2] Quien esto escribe disfrutó de la exposición Tutankamón. La tumba y sus tesoros, que pudo visitarse en el Museo Marítimo de Barcelona en el verano de 2009 y que contaba con un millar de réplicas exactas de la tumba y sus objetos a escala original. Remitimos, respecto a las exposiciones internacionales que se han realizado, desde los primeros años 1960, por todo el mundo a la reseña del no menos fascinante libro de Christina Riggs, Treasured: How Tutankhamen Shaped a Century (Public Affairs, 2021).

[3] A destacar la interesante miniserie Tutankhamun (ITV: 2016), en la que se trata con detalle los trabajos de Howard Carter; un demasiado joven Max Irons, que a sus treinta y un años de edad interpretó al Carter que en el momento del descubrimiento ya rondaba la cincuentena, pero captaba bien su caràcter arisco y difícil.

[4] Destacaría también su obra Nefertiti’s Face: The Creation of an Icon (Profile Books, 2018) sobre la esposa de Akhenatón y convertida en icono gracias al hallazgo de su busto en el taller del escultor Tutmose en el yacimiento de Amarna.

[5] Hijas de Isis: la mujer en el antiguo Egipto (MR Ediciones, 1998); Los descubridores del antiguo Egipto (Ediciones Destino, 2006); Los misterios de las momias. El mundo secreto de Tutankhamón y los faraones (Editorial Everest, 2007, enfocado al público infantil); Cleopatra (Editorial Ariel, 2008); Mitos y leyendas del antiguo Egipto (Editorial Crítica, 2011; Austral, 2016); y el citado La maldición de Tutankamón (Editoria Ariel, 2012).

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Joyce Tyldesley. Tutankamón: faraón, icono, enigma; traducción de Joan Eloi Roca. Barcelona, Ático de los Libros, 2023, 304 páginas.

     

5 comentarios en “TUTANKAMÓN: FARAÓN, ICONO, ENIGMA – Joyce Tyldesley

  1. Iñigo dice:

    No he leído nada sobre Tutankamon y este libro parece interesante, por lo menos, tanto como la reseña.

  2. Farsalia dice:

    Este y su anterior volumen (y hermano mayor) son ideales para entrar en el tema. Y también los citados en la nota 1; Desroches Noblecourt es un clásico, Reeves desborda audacia y El Mahdy es una delicia. A ver qué tal Alegre en breve…

  3. cavilius dice:

    No tengo ningún libro sobre Tutankamón, solo los relatos que del descubrimiento de la tumba hicieron Ceram y Cline en sus respectivos libros de arqueología. Creo que esta sería una muy buena opción.

    Recuerdo que cuando era pequeño, por casa de mis padres circulaba un libro llamado Grandes imperios, grande y a todo color, cuya portada era un primer plano de la máscara mortuoria de Tutankamón. Qué recuerdos.

    1. Farsalia dice:

      Cualquiera de los mencionados en las notas valen mucho la pena, además de este, desde luego; Tyldesley aporta una mirada fresca y actualizada sobre personaje, tumba y momia. Y a ver qué tal el de Susana Alegre, que tiene también uno en Dilema sobre Isis que pinta muy bien…

    2. Farsalia dice:

      Recuerdo ese libro, Grandes imperios, de Salvat. Se puede encontrar aún en ReRead y similares…

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