Foro de Hislibris

[charrua]

Yo tampoco. Lo único que han hecho desde que dije que me gustaban tres autores, que parece que a la comunidad no le gusta, es poner en mí palabras que no dije.

Pues bien, sigan dándose rollo entre ustedes. Retroaliméntense en paz. Yo me voy de aquí, pues no soporto la intolerancia.

A veces hay gente que puede opinar distinto, aunque no agrade, de eso se trata la libertad, la cultura, la civilización y la democracia.

Chau.

[Akawi]

"Sucede que cuando no hay argumentos, empiezan las mentiras para descalificar." Esta frase y tú último mensaje son para enmarcar y colgar en la pared. ja, ja, ja,....

¿Por qué no te lees a tí mismo? Charrrua.
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Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro. Descartes

[charrua]

[Aretes]

Tú lo has dicho: señora.

Y edito:

Si por pensar distinto entiendes que son irrespetuosos, debaten planteando argumentos y datos, no descalifican y tienen un mínimo de rigor y educación... entonces sí, en este foro se piensa y se actúa distinto de como tú lo haces.

Todo se puede opinar, hablar o debatir, pero con razones y con unas formas. Si no se tienen unas u otras, se suele recurrir a otros métodos.
A lo mejor por eso el único que insulta eres tú.
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Lo que más necesitamos en la vida es gratis y, además, no tiene precio

[Rodrigo]

Y dale con distorsionar, largar consignas y descalificar. Eres incorregible, charrúa. Y ahora pretendes pasar por víctima: una actitud patética, de la peor forma.

Ni qué decir que en esta pasada estoy con ustedes, Akawi y Aretes.

Charrúa: aducida por ti, la facultad de "opinar distinto" sólo queda degradada en chatarra e insulto. Ejemplificada por ti, mejor cerramos la puerta y a otra cosa mariposa, dando por perdida toda oportunidad de debatir y de avanzar en el conocimiento.

Por suerte existe la posibilidad de darse cuenta -aunque esto no parece valer para ti- de que no has hecho más que bastardear un concepto potencialmente noble; podemos percatarnos de que, en vez de enaltecer la prerrogativa de opinar distinto, sólo te has limitado a expresar falacias e ideíllas desde la más grosera ignorancia y el solo prejuicio. Por no mencionar el constante desviarte de los temas en discusión, el irte por la tangente, el tergiversar las ideas de los demás y atribuir falsas intenciones, escudarte en eslóganes, enunciar generalizaciones espurias, emitir juicios de valor trasnochados, ofender, provocar, etc., etc., etc. (Calificar a los demás de "chauvinistas, xenófobos y reaccionarios" es de chiste; una reacción pueril, pura pataleta de chiquillo mal criado. Te sería por completo imposible hallar una sola palabra que no sea tuya que justifique una imputación colectiva de tal naturaleza.)

Sí, hombre: ignorancia y prejuicio. Burdos a más no poder. Tus planteamientos -aceptemos por un momento que lo son, mira que, aplicado a tus palabras, el término también pareciera sufrir desdoro-, tus planteamientos sobre historia americana e identidad americana son un ejemplo cabal de lo que digo. No hay en ellos un ápice de genuino saber, ni una pizca de lucidez, nada que revele lecturas concienzudas ni un verdadero afán por aprender. Sólo son gérmenes de ideas carentes de todo fundamento, de cualquier forma de contrastación; únicamente eslóganes que exasperarían a un maestro de escuela primaria y avergonzarían a un filósofo de cervecería. No fuiste capaz de responder a mi emplazamiento sobre tales materias, y me temo que esto se explica sencillamente por completa ignorancia de tu parte: creo poder decir de modo fundado que no hay un solo autor, ni una sola teoría, ni un manual escolar, ni un solo libro que puedan tenerse por serios, que refrenden tus... opiniones. Supongo que no querrás pasar nuevamente por la prueba de exponerte al ridículo mencionando a un único autor, cuya obra por demás no viene al caso (puesto que un libro publicado a principios del siglo XVII no responde al problema de la independencia, ocurrida dos siglos después, ni al de la identidad latinoamericana, que ha tenido cuatro siglos más para desarrollarse); así que me ahorraré el trabajo de repetirte mis preguntas. Y, ojo, cuidado con imputar suposiciones y generalizaciones falsas: que lo considere argumento insuficiente no te da pie a afirmar que "a la comunidad no le gusta" dicho autor.

Pero, francamente, charrúa, creo que no he hecho más que perder el tiempo. Intentar razonar con quien por su parte no ha dado muestra de poder hacerlo, ni de enmendarse, ni de comportarse de acuerdo a reglas elementales de decoro, es justamente eso: una pérdida de tiempo. Lo peor es que pareces enteramente incapaz de percatarte de que con tus intervenciones, hasta ahora, sólo te has degradado a ti mismo y a tus paupérrimas ideas. En fin.

[charrua]

Bueno, ya vamos tres a uno. Akawi, Rodrigo y Aretes contra charrua.

[charrua]

[Javi_LR]

Lo que no puedo hacer, y es evidente, es tapar a Charrua la boca si es forzado a abrirla. Akawi, con todo el cariño del mundo, has hecho que vuelva. Estás en tu derecho de decir lo que quieras, pero, obviamente, él también en responder, aunque sea de manera caótica y estúpida. Nada, mientras sigáis alimentándole, por aquí seguirá. Parecemos novatos en estas cosas.
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El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.

[Urogallo]

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—Tienes la palabra de un oficial romano —dijo—. Vale más que un juramento.-

[Megera]

[charrua]

En Europa, allí se cocinó todo.

[Urogallo]

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—Tienes la palabra de un oficial romano —dijo—. Vale más que un juramento.-

[Mardito Roedó]

[charrua]

–¿Y qué va a pasar en España después que usted no esté?

–España es más importante que yo, yo soy una afortunada casualidad. Estoy preparando un príncipe para que sea rey, para que sea el marco de la unidad española. Usted va a Madrid, conoce un político que se llama Adolfo Suárez; acá mismo en la puerta está Fraga Iribarner, un político de raza; hay un joven abogado que es anti-franquista, se llama Felipe González. Estos van a ser el futuro.

En un momento, cuando ya me había aflojado un poco, me atreví a relatarle una anécdota:
–En la Argentina me contaron que cuando usted era coronel en Marruecos un día escuchó gritos y quejas en el comedor de los soldados. Entonces llamó a un suboficial y le preguntó qué pasaba y él le contestó que se quejaban porque no les gustaba la comida. Usted ordenó que le llevaran un plato, lo probó y dijo: "Este guiso está horrible, no se puede comer". Se dirigió hasta donde estaba la tropa y les comunicó que había ordenado que cambiaran el menú. Un joven soldado tomó entonces su plato y le tiró el guiso en la cara. Enseguida el suboficial lo mandó matar. Usted le dijo "De ninguna manera", pidió una servilleta y se limpió. Cuando trajeron las tortillas y el jamón preguntó: "¿Y ahora cómo está la comida?" Los soldados gritaron al unísono: "¡Muy bien mi coronel!" Se acercó al soldado que lo había agraviado y le preguntó: "¿Qué le parece?" El joven contestó: "Ahora está muy bien, mi coronel". Usted se dio vuelta y le ordenó al suboficial: "¡Fusílenlo!"

El general me dijo:

–Sí, me acuerdo bien. Eso sucedió el 12 de marzo de 1936.

–Quisiera saber por qué tomó esa decisión.

–Pues bien. Yo era el jefe del regimiento. Todo lo malo que pudiera ocurrir dentro del regimiento era culpa mía, desde la comida hasta cualquier otra circunstancia. Después de comprobar que ellos tenían razón en reclamar, hice lo necesario para corregirlo. Aquel soldado me tiró el guiso antes de comprobar mi acción, por lo tanto tuve que dar el ejemplo. Si no lo hubiera fusilado, no mandaba más en el regimiento. Es el principio de autoridad, no hay otra alternativa.

[juanrio]

Y con eso que nos quieres decir, Charrua. Para empezar esa conversación que narras es falsa y la anecdota muy, muy dudosa, por no afirmar que también lo es. Franco no debió hablar en su vida de Felipe González. Suarez y Fraga fueron ministros suyos, de hecho a Fraga acabo mandándole de embajador en Inglaterra y a Suarez a dirigir la TV....Deberías informarte un poco mejor de la historia de aquí antes de pretender convertirte en un experto.
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"Soy el hombre delgado que no flaqueará jamás"

Pedro Casariego

«Quien se arrodilla ante el hecho consumado, es incapaz de afrontar el porvenir» (León Trotsky).